Levantándome muy temprano y con unas agujetas impresionantes de tanto andar, hice mi parada ya habitual en el Lawson Store para desayunar barato. Los dulces merecen la pena y por 100¥ tienes mucha variedad.
Desde la estación de Ueno fui a Shinjuku. Shinjuku, junto con Roppongi es donde Bill
Murray tomó contacto con Japón en Lost in
Translation. Cómo entendía cómo se sentía él, perdido entre una cultura, gente e
idioma tan desconocidos y sin enterarte de nada...
Lo que más llama la atención de este barrio
es su estación, la segunda mayor del mundo. Hay que tener muy bien aprendido
por dónde se quiere salir. Si no, se estima que puedes tirarte 40 minutos dando
vueltas. Se jacta de ser la estación más concurrida del mundo. La razón
principal de venir aquí tan temprano fue para visitar el edificio del Gobierno Metropolitano, el Tocho, uno
de los edificios más altos de Japón. Es una oportunidad perfecta para poder
observar Tokyo desde las alturas, ya que subir a otras torres a hacer lo mismo,
como en Roppongi, cuesta dinero, mientras que aquí es gratis. El problema es
que las colas son enormes, como siempre en Japón, así que hay que llegar con
tiempo.
Pregunté a la entrada si eran
allí las visitas y, como siempre, me miraron con cara de susto, ni papa de
inglés, mi poco japonés sirvió de eso, poco. Como no nos enterábamos, al final salieron
los guardias y me llevaron escoltada para ponerme en cola. Sólo había una persona allí esperando y había que hacer que cola los dos, de uno en uno. El
mirador se encuentra en la planta 45, a 202 metros de altura. El ascensor es
rapidísimo, pero nos metieron a todos enlatados. Arriba a hay una cafetería y
tiendas de recuerdos, y los famosos sellos gratuitos de souvenirs que están por
todo Japón. Las vistas son imponentes, parece un mar de
edificios infinito.
🕑 Horario de los Miradores del Gobierno Metropolitan:
● Todos los días: de 9.30 a 23.00
● Mirador norte: cerrado el segundo y el cuarto lunes del mes.
● Mirador sur: cerrado el primer y tercer martes del mes.
🚇 Línea Toei Oedo a Tochomae, salida A3.
Cuando salí del Tocho me di una
vuelta por Shinjuku Koen, pero me desalentó la gran cantidad de mendigos que había durmiendo en sus tiendas de
plástico improvisadas, por lo que decidí dar un paseo sin rumbo viendo los grandes rascacielos del barrio. Así llegué al famoso Love Monument. Se encuentra situado en el Edificio I Land Tower. Y,
aunque en sí no es gran cosa, se ha vuelto famoso por las fotos subidas por
miles de viajeros a Google Earth.
El este de Shinjuku es el barrio rojo de
Tokyo, aquí encontrarás soaplands, casas de baños con final feliz, love hotels,
cabinas pornográficas, uno de los centros gays más importantes de Asia… El
barrio de noche es un poco inseguro, todo lo inseguro que puede ser Japón. La
Yakuza está por todas partes y los pachinco inundan las calles.
Lo que más me llamó la atención fue Electric Street. Una versión más
moderna de la esencia de Akihabara, antes de que se convirtiera en el centro
mundial del manga. Numerosas tiendas de electrónica, de pisos y pisos, se
extienden por esta calle cuyos comerciantes salen a la puerta con sus megáfonos
en plan tómbola, te ponen la cabeza como un bombo, con tal de llamar la
atención para vender sus ofertas. Las luces de colores están por todas partes, aunque
sea de día, carteles por todos lados, neones, gente corriendo…
Deslumbrada por tantas lucecitas y por el
jet lag me metí en uno de los famosos salones de máquinas recreativas, fui
a hacer una foto y, antes de que reaccionara, apareció un yakuza con los tatuajes
que los identifican que me hizo la señal del no rotundo, con los brazos en
cruz, mientras esbozaba un sumimasen, eso sí, muy educado. Pedí perdón
asombrada por su amabilidad y me fui.
Otras entradas que te pueden interesar: