6 lugares imprescindibles que ver en Guarromán

De curioso nombre, el pueblo de Guarromán se fundó en 1767 como parte del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena, que se llevó a cabo durante el reinado de Carlos III y que pretendía poblar las grandes extensiones despobladas existentes en el curso del Camino Real de Andalucía para favorecer la seguridad del tráfico de personas y mercancías en una época en la que el bandolerismo se había convertido en un gran problema.

Con motivo de este proyecto, Pablo de Olavide fundó este enclave con el nombre de Muzquia, en honor al político de la época Múzquiz, en el mismo lugar en el que ya existía la Venta de Guadarromán. Guadarromán, de donde deriva su nombre actual, proviene de la castellanización del árabe Uādī-r-Rommān (río o arroyo de los granados).

Sus primeros pobladores fueron colonos traídos de Centroeuropa, sobre todo alemanes. En recuerdo de éstos se crean cada día los dulces tradicionales más famosos de Despeñaperros: los alemanes. En la localidad podrás probar estos manjares, así como visitar una de las queserías más afamadas de la provincia y que cuenta con varios primeros internacionales, Quesos y Besos.

Además, en Guarromán podrás asistir a celebraciones muy originales, como la Fiesta de los Colonos (el último domingo de octubre), en la que se hace sonar ocho veces la campana de las generaciones (una por cada generación que ha transcurrido desde la fundación); o el Pintahuevos (el domingo de Resurrección).

Para terminar, no dejes de visitar sus aldeas (El Altico, Martín Malo, Aldea de los Ríos y Zocueca), ni de conocer su amplio patrimonio minero a través de multitud de rutas de senderismo que hay distribuidas por sus alrededores.

Qué ver en Guarromán

1. Palacio del Intendente: este palacio hoy reconvertido en hotel se encuentra en la Avenida de Andalucía. En su fachada aún conserva un reloj solar coronado por una cruz y que daba la hora a las diligencias que llegaban a la Parada de Postas. Su construcción data de 1807.

2. Plaza de Nicolás Kerche: para los habitantes de Guarromán esta plaza tiene un gran simbolismo, pues está dedicada al primer guarromanense que nació en el poblado. Su nacimiento fue el día 26 de octubre de 1767, fecha que se conmemora cada año celebrando la Fiesta de los Colonos el domingo más próximo a su cumpleaños.

3. Pósito de labradores: actualmente sirve como biblioteca pública, pero sus orígenes son de 1789, cuando lo edificaron con sillares de arenisca los maestros mayores de las Nuevas Poblaciones, Jacinto de Garaña y Silvestre Gómez.

4. Monumento al Sagrado Corazón de Jesús: en el Paseo de Guarromán destaca esta figura, que fue subida a su pedestal por la Compañía Minera de La Cruz en 1950. La estatua refleja la devoción de Carlos III por este santo, patrón del pueblo.

5. Iglesia de la Inmaculada Concepción: fue construida en piedra y arenisca roja en el siglo XVIII siguiendo el modelo de las edificaciones coloniales de la época. En su interior está enterrado el General de División  François Gobert, quien murió debido a las heridas recibidas en Mengíbar durante la Guerra de la Independencia.

6. Santuario de Zocueca: en la aldea de Zocueca se halla este santuario construido durante los siglos XVII y XVIII sobre una antigua ermita en la que se veneraba a la Virgen de Zocueca durante la Reconquista. Este primitivo templo fue levantado por los cristianos mozárabes en el año 1150 para agradecer a la Virgen que Alfonso VII ganara los campos de Bailén. Durante el último domingo de septiembre se celebra una gran romería cuya tradición se remonta a 1922, cuando los campesinos de San Vicente llevaron a la patrona desde la Iglesia de la Encarnación de Bailén hasta Zocueca dándole las gracias por haber salvado sus huertas de una plaga de langostas.

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Llama la atención que a escasos minutos del centro del municipio de Hoyo de Manzanares haya un área recreativa en la que puedes ver los restos arqueológicos de una antigua aldea visigótica del siglo VIII d.C. Este parque cuenta con aparcamientos, mesas de picnic y columpios, por lo que puedes disfrutar de un tranquilo día de campo entre alcornoques, enebros y encinas, además de visitar el yacimiento.

Ruta de Senderismo - Cómo llegar a las Lagunas de los Camorchos

 

En el término municipal de Hoyo de Manzanares existen estos grandes humedales de origen artificial fruto de las actividades extractivas que se han ido llevando a cabo en este enclave durante años. El buen estado de sus aguas ha favorecido el crecimiento de una importante vegetación acuática en la que se asienta una gran población de anfibios e insectos. 

Los Camorchos fueron incluidos en el Catálogo de Embalses y Humedales de la Comunidad de Madrid en el año 2004 y en el 2006 fue integrado en el Catálogo Nacional de Zonas Húmedas por su riqueza de anfibios y reptiles, especies amenazadas o en peligro de extinción. 


     Cómo llegar a las Lagunas de los Camorchos

👉Inicio de ruta: El coche lo puedes dejar en el parking del Área Recreativa El Berzalejo en Hoyo de Manzanares. Este pinar puede ser un buen punto de partida o de llegada para reponer fuerzas bajo la sombra de los árboles en las mesas de picnic que hay repartidas por todo el lugar. También hay una zona de columpios. El aparcamiento no es muy grande, así que te recomiendo que vayas temprano para poder tener sitio. Al ser una zona protegida, el acceso a las lagunas está prohibido con perros y con bicis.  

Desde el área recreativa sale un sendero que deja a un lado un abrevadero y que lleva a las Charcas de los Camorchos. Está señalizado con un cartel y hay una verja para entrar. Atravesada la puerta, el camino te irá dirigiendo hacia la izquierda, teniendo de frente el Palacio del Canto del Pico y a la izquierda las vistas de la ciudad de Madrid. En todas las bifurcaciones que te encuentres, tendrás que girar a la izquierda. 

La ruta va continuando mientras atraviesa preciosas praderas verdes salpicadas de las grandes rocas características de la Sierra de Hoyo, una alineación montañosa cercana a la Sierra de Guadarrama y que forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Esta sierra sirve de barrera natural entre las cuencas de los ríos Manzanares y Guadarrama y en ella hay gran presencia de bolos, canchales y berrocales, como La Tortuga (o Cancho de la Parra) o el Canto del Pico

Pronto llegarás a la zona de las charcas, donde un cartel te pedirá que guardes silencio para respetar a los anfibios que las pueblan. Este lugar protegido está compuesto por siete charcas época de sequía que se pueden unir y convertirse en tres más grandes en época de lluvias. 

Siguiendo las balizas rosas podrás observar la primera de ellas. Te recomiendo que te quedes totalmente quieto y en silencio para disfrutar del barullo que forman las ranas croando. Es tremendo. 


En 2017 se confirmó la presencia de la Ranita de San Antonio (Hyla molleri), que llevaba desaparecida en este paraje desde 1980. Otras especies que habitan en este lugar son el gallipato (un tipo de tritón), la rana verde, el sapo común, el sapo corredor, el sapo de espuelas, el sapo partero ibérico o la culebra viperina.

Después de ésta, el camino continúa por la derecha ascendiendo un poco para volver a descender por un estrecho sendero que atraviesa una zona llena de jaras y encinas y que te llevará a la charca principal. En ésta hay un caminito marcado para que la bordees hasta su parte más baja. 

De vuelta al sendero, la ruta deja atrás esta laguna para encontrar alguna charca más (depende de la temporada de lluvias que haya habido) y seguir buscando el camino de regreso a la verja de entrada a la Zona de Protección. Dentro de unos pocos metros tendrás que desviarte a la izquierda para tomar otro bonito sendero entre jarales que te llevará a las hermosas Praderas de Veris, un lugar lleno de grandes bloques de piedra, que conduce hasta el aparcamiento. 

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  2,75 km.
                              🏃  Dificultad:  fácil
                              🏃  Duración: 1 hora
                              🏃  Recorrido circular
   

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La Senda del Hornillo está ubicada en el término municipal de Santa María de la Alameda, a medio camino entre este pueblo y el de Robledondo. Por ello, muchas personas optan por alargar la ruta y comenzar a andar desde uno de estos dos lugares.

Esta zona fronteriza, linda ya con Ávila y ofrece uno de los paisajes más singulares de la Comunidad de Madrid, en el que el río de la Aceña y el arroyo del Hornillo se juntan el en Puente de la Aceña, justo donde empieza esta ruta. 

Cómo es la Senda del Hornillo

👉Inicio de ruta: El coche lo puedes dejar en el aparcamiento del Puente del río Aceña. Ve temprano, porque éste suele llenarse los fines de semana. Aunque, si te esperas un poco, la gente normalmente tarda poco tiempo en este lugar. La mayoría va a ver la cascada y se vuelve por donde ha venido. Pocos hacen la ruta completa. 

Cruzando la carretera desde el aparcamiento del área recreativa basta con seguir el panel informativo que da entrada a un tupido pinar y que sigue el curso del río Aceña, que suele llevar agua todo el año.

En menos de un kilómetro tendrás que cruzar estas aguas por un puente de madera, abandonando la pista forestal y cogiendo el sendero que aparece a la izquierda.


Allí te encontrarás con unas escalerillas hechas con troncos que te permitirán ascender hasta la parte superior de la Chorrera del Hornillo, aunque un senderillo te dejará bajar para disfrutarla más de cerca. Aquí ya los abedules empiezan a ganar peso y el bosque se va volviendo más denso.


Desde la parte alta de la cascada, la senda continúa paralela al arroyo, que va formando sucesivas pozas y curiosos saltos de agua. Más adelante, cuando el camino empiece a ensancharse, comienza a abandonar el arroyo y a ascender por un tramo que sale a tu izquierda. Es muy poco recorrido, pero bastante empinado.


Al finalizar la cuesta, aparecerá ante ti una gran explanada y, a la izquierda, un mirador. Al fondo se vislumbra el Embalse de la Aceña.


Una vez recuperado el aliento, tendrás que bajar con cuidado una cuesta pronunciada llena de piedrecitas sueltas y gravilla. No es difícil, pero hay que tener cuidado para no escurrirse. Lo que te queda de ruta es al solano, las sombras se acabaron con la subida.

Abajo el sendero se transforma en un camino bastante ancho y llano. En la bifurcación que te encontrarás, deberás coger el camino de la izquierda, que inicia su vuelta hacia el aparcamiento. Antes tendrás que atravesar la Granja Las Hurdillas para salir a una pista sin asfaltar.


El caudal del río Aceña volverá a salir a tu encuentro, dejándolo a tu izquierda. Unos pocos metros más adelante, tendrás que cruzar el río por un puente de madera y, no muchos metros más abajo, nuevamente lo harás por un segundo puente. En este caso, el río aparecerá ya a tu derecha.

Pronto te toparás con la Retuerta, un lugar donde el río hace una gran V y que lleva a un puente con una bifurcación. Cruzado el puente, cualquiera de los dos caminos te llevará a la Escuela de Pesca y al aparcamiento. 

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  4'8 km
                              🏃  Dificultad:  fácil
                              🏃  Duración: 2h 15'
                              🏃  Recorrido circular
   

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Lindando con la provincia de Ávila, Santa María de la Alameda es un pueblo serrano de pocos habitantes y en el que el bullicio de la capital madrileña se olvida en cuanto empieces a pasear por sus pocas calles. Enclavado en la Sierra de Guadarrama, este municipio presenta un entorno privilegiado rodeado de verdes valles, montes y saltos de agua. Por ello, su territorio se incluye en el espacio natural protegido del Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería, así como del Territorio Histórico y Bien de Interés Cultural de El Escorial: Monasterio, Sitio y Entorno Natural y Cultural.

Santa María de la Alameda está compuesto por seis entidades, el núcleo original y el Barrio de La Estación, que se encuentra a seis kilómetros del centro del pueblo.

👉Inicio de ruta: La ruta parte del aparcamiento del Área Recreativa del Río Aceña, afluente del Alberche. Para llegar a ella tienes que coger la carretera M538 desde el Barrio de La Estación. Antes de cruzar el río, tienes que dirigirte hacia un desvío de tierra que sale a mano izquierda. Este camino no asfaltado sigue un poquito cuesta abajo hasta cruzar un pequeño puente. Al otro lado del puente hay un lugar muy amplio para dejar el coche. No está señalizado. El parking viene marcado en Google Maps como Parking Ruta de la Geología.

El entorno junto al río y todo rodeado de montañas ofrece unas vistas preciosas. Además, no suele ser muy visitado, por lo que la tranquilidad del entorno es maravillosa.

Dejado el coche, el sendero se intuye que comienza atravesando el Puente de la Parra y continúa todo recto teniendo siempre el río a tu derecha.

No hay señalización, pero no tiene pérdida. Está todo acotado por una barandilla de madera que hace las veces de mirador en varios tramos.

Tal y como indica un cartel de madera al final del recorrido, el paisaje que observas es fruto de la erosión glaciar. Las piedras que hay cercanas al río fueron arrastradas por una lengua de hielo que avanzaba lentamente, creándose su forma lobulada actual y acumulando bloques de gneiss y granito hasta formar una morrena.

Desde este mirador se puede ver el barranco que origina el cañón del río. El sendero original acaba aquí, pero te animo a que continúes caminando un poco más para desfrutar de la tranquilidad y belleza de este enclave.

Partiendo del mirador salen varios senderos no marcados que discurren paralelos al río. Incluso puedes bajar unos metros para descansar junto a sus aguas y refrescarte los pies en verano.

En teoría estos senderos permiten la unión de esta parte del río con la Ruta de la Cascada delHornillo. Si tu idea es hacer la ruta conjunta, tienes que tener muy en cuenta la fecha en la que la quieras realizar y cuánto de caudal lleva el río, pues es muy probable que tengas que cruzarlo y no hay puentes. En mi caso me fue imposible. Fui en invierno y el río llevaba tanta agua que ocultaba el sendero y era peligroso cruzarlo.

Aun así, esta pequeña excursión es ideal para hacer un paseo corto rodeado de bella naturaleza. Al ser tan corta lo ideal es combinarla con el Sendero de la Cascada del Hornillo desde el aparcamiento del Puente del Río Aceña y con la visita al centro histórico de Santa María de la Alameda.

                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  menos de 1 km (ida)
                              🏃  Dificultad:  fácil
                              🏃  Duración: 30 minutos
                              🏃  Recorrido circular: No
   

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Cómo es el Área Recreativa de La Aliseda y su antiguo balneario

A tan sólo cinco kilómetros de Santa Elena, el paraje de La Aliseda te ofrece un precioso rincón en el que desconectar en plena naturaleza en las estribaciones de Sierra Morena y al lado del Parque Natural de Despeñaperros.

La fama curativa de sus aguas se remonta a la antigüedad, cuando se construyó en este entorno la calzada romana que acabaría convirtiéndose en Camino Real que unía Madrid y Cádiz. Aunque no se sabe a ciencia cierta, muchos reconocen en ella La Fresneda, lugar en el que murió Alfonso VII de Castilla y León en 1157.

El paraje consiguió tener renombre gracias a las políticas de colonización de Sierra Morena llevadas a cabo durante el reinado de Carlos III, que seguían las indicaciones del proyecto de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena encomendado a Pablo de Olavide.

Aunque su población ya ha desaparecido, aún quedan en ella el Área Recreativa de La Aliseda, el Puente de los Suspiros, el Puente de la Aliseda, la Fuente Herrumbrosa y los restos de un gran balneario al que acudieron grandes personalidades de los siglos XIX y principios del XX.

👉¿Cómo llegar a La Aliseda?

Basta con tomar las salidas 258 ó 266 en la A4 y seguir por la carretera JA-7100. Está señalizada.

Área Recreativa La Aliseda

El enclave de La Aliseda está situado a la orilla del río de La Campana, que fluye desde Despeñaperros ocupando un valle en el que abundan plantas aromáticas y árboles como el pino, la encina, el castaño o el alcornoque. Un lugar destacado lo tienen los alisos, del que el paraje toma su nombre, y las setas en temporada.

Hay una amplia zona de aparcamiento, aunque ésta se llena rápidamente durante los festivos y fines de semana, por lo que te recomiendo que vayas pronto. El acceso es gratuito.

Los vecinos de Santa Elena acuden a este lugar cada mes de mayo para celebrar la Romería de San Isidro. A ella llegan con carretas y tractores, trayendo al Santo en un emotivo festejo.

Junto al río hay repartidas varias mesas de picnic, barbacoas y una zona de juegos. Al final de ésta se encuentra la Fuente Herrumbrosa, detrás de una antigua norita que en la actualidad se utiliza como terraza del bar de la zona recreativa. Gracias a la existencia de piritas de hierro, las aguas de este manantial son ferruginosas y estaban ligadas a las del antiguo balneario que existía en las inmediaciones. Un poco más arriba, encontrarás la Fuente de San José, desde la que se abastece el área recreativa.

Antiguo Balneario La Aliseda

En el siglo XVIII los trabajadores de una finca que se encontraba en este paraje descubrieron un manantial al que llamaron Fuente Agria. Sus burbujas se hicieron famosas por los alrededores extendiendo la creencia en sus poderes curativos. Estas propiedades llegaron a oídos del Marqués de la Rambla, quien en 1730 mandó construir una casa y una fuente allí.

Sus descendientes le cambiaron los terrenos a José Salmerón y Amat, nacido en Almería y afincado en Úbeda, a cambio de su palacio en esta ciudad. Don José se trasladó a La Aliseda con la idea de trabajar en las cercanas minas de La Carolina, pero pronto se dio cuenta de la fama que antiguamente habían tenido las aguas sobre las que se asentaba su casa. El entorno ofrecía más de veinte manantiales, con aguas de distintas propiedades.

Así, en 1907 construyó un distinguido balneario y un hotel en la Fuente de la Salud o de San José, con cien habitaciones, sala de baile, comedor de lujo, salón de tertulias y una capilla con cripta. Además, en frente levantó unas pequeñas casitas que dedicó al alquiler y un lagar en el que elaboraban vinos.


El lugar se hizo realmente famoso a los pocos años de estar abierto. Prueba de ello es la gran cantidad de personalidades que en él se alojaron, como Carlos de Borbón, María Luisa de Orleans (abuela de Juan Carlos I), Práxedes Mateo Sagasta o Niceto Alcalá Zamora. Aún se conservan varios de los retratos dedicados por muchos personajes de la alta sociedad de la época que donaron a la familia alabando el balneario y el libro de oro de La Aliseda, con las firmas de los más prestigiosos que pasaron por allí.

Su actividad se paralizó en los años treinta, cuando los descendientes de Salmerón acabaron vendiendo la finca y desmontado los edificios para vender sus materiales y así pagar las deudas que tenía. Del antiguo balneario hoy sólo queda un monolito de un metro de altura y los restos de un antiguo estanque, posiblemente la Fuente de San José.

Antes de llegar al área recreativa, hay un desvío que nos lleva a la zona del antiguo hotel, del que se mantienen en pie los restos de su portada y varias casillas delante de éste. Algunas de estas casillas están en ruinas y otras parecen que tienen cierta actividad. En la explanada que hay frente al hotel muchas familias se reúnen también para pasar un día de campo cuando la zona pegada al río está llena.

Rutas de Senderismo por el paraje de La Aliseda

El entorno del valle proporciona varias oportunidades para realizar senderos de gran valor natural y corto recorrido. Aquí te dejo alguno de ellos:

1. Sendero de la Campana: es el más concurrido. Consiste en una ruta circular, de 1 km de longitud y que se recorre en menos de una hora. El camino parte del puente de piedra que hay frente al aparcamiento del área recreativa, tomando la pista que está a la izquierda de la zona arbolada que va paralela al río.  👉 Más información. 

2. Molino del Batán: el sendero mide 5’8 km y se tardan unas 2 horas en completarlo (sólo ida). El inicio está en el caserío de Miranda del Rey. Hay que pasar la aldea sin dejar la carretera hasta encontrar un cruce a 150 m, lugar donde se inicia el camino. Desde La Aliseda también parte una senda que te llevará al antiguo molino.  👉 Más información.

3. El Empedraillo: la ruta sigue el trazado de una antigua calzada romana desde Miranda del Rey. A lo largo de ella podrás disfrutar de alguna cascada y de las vistas del pantanillo del Arroyo del Rey. En estas tierras fue donde acamparon y lucharon los ejércitos en la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212. Es circular y su longitud es de 8.3 km.  👉 Más información.

4. Llano de las Américas: por una senda de unos 3 km se llega a este Centro de Interpretación dedicado especialmente a Despeñaperros, la Cascada de la Cimbarra y el Monumento Natural de Los Órganos.  👉 Más información. 



Cosas a tener en cuenta al contratar un Seguro de Viajes


 Cosas a tener en cuenta al contratar un Seguro de Viajes

● Para mí lo más importante es que, ante una emergencia, no tengas que adelantar dinero. Que se encarguen ellos de hablar con la clínica directamente. Son pocos los seguros que ofrecen esto.

●  Que tenga un teléfono de asistencia gratuito las 24 horas.

●  Que cubra los traslados en caso de emergencia, incluso en helicóptero.

●  Que especifique claramente qué consideran una “actividad de riesgo no cubierta”. Para algunos una actividad de riesgo es todo lo que se salga de pasear por la calle y ver un museo.

●  Que cubra los gastos de búsqueda y salvamento, repatriación de heridos y fallecidos, y traslado de un familiar en caso de hospitalización.

● Que tenga alguna cobertura debido a la cancelación o retrasos de vuelos y otros medios de transporte.

● Que cubra el transporte de regreso a casa debido a fenómenos naturales como tifones..

●  Que incluya los gastos de envío de medicamentos no existentes en el extranjero.

●  Y que haga alguna referencia a los robos o pérdidas de equipaje. Aunque esto es muy engorroso. Normalmente vas a necesitar una denuncia y en algunos paísesla policía va a llevarse unas comisiones (bajo cuerda) bastante suntuosas tan sólo por atenderte y hacerte un papel en inglés. Cuantos más agentes haya implicados en tu caso, más caro te costará. Así que es una mierda si tienes prisa porque necesitas seguir con tu itinerario o si no estás dispuesto a pagar “estos honorarios voluntarios”.

●  Las opiniones en internet son importantes. Así que… a buscar comentarios de las compañías.


Si tienes cualquier otra en mente mandádmela y la agrego   ;) 

En mi caso, la mayoría de las veces que he viajado al extranjero he acabado contratando un seguro con IATI. Por suerte, nunca lo he tenido que utilizar, pero siempre está bien contar con uno para estar más tranquilo.



5 lugares imprescindibles que ver en Lucainena de las Torres

En el interior de la provincia de Almería, Lucainena de las Torres destaca como uno de los Pueblos más bonitos de España. Su origen, así como su nombre, parece que deriva de un tal Lucanius que habitaba una villa romana situada en este lugar. Más tarde pasó a manos de los árabes y cambió su nombre por Locaynena. Es en esta época musulmana cuando la villa es rodeada con una muralla y con seis torres que guardaban a otra torre principal en la que se refugiaban los habitantes de los asedios. Por ello era conocida como Lucainena de las Siete Torres, llegando a nuestros días como Lucainena de las Torres.

Sus años de mayor apogeo son en el siglo XIX y principios del XX, cuando se realizan diversas explotaciones mineras que atraen a muchos trabajadores, aumentando así su población. Hasta su cierre definitivo durante la crisis de la minería en 1942, desmantelando las instalaciones mineras y ferroviarias.

Toda esta historia y bagaje cultural quedan reflejados en sus gentes, monumentos y callejuelas de un pueblo a la sombra de una peña. Lo llaman el pueblo de la flores y es que en cada rinconcito es posible encontrar macetas adornando el municipio. Al pasear por este pequeño lugar podrás visitar sus antiguos lavaderos públicos, asomarte a sus miradores admirando la Torre de El Molinillo y el barranco de Juagarí, darte un paseo por la Vía Verde aprendiendo un poco más de su pasado minero y disfrutar de alguna de sus delicias gastronómicas en sus tiendas y restaurantes. 

Qué ver en Lucainena de las Torres

1. Vía Verde: en la parte baja de Lucainena aparece esta ruta, bien señalizada, que sigue parte de la línea de ferrocarril que unía este pueblo con Aguamarga. El sendero (de 5 km) llega hasta Polopos, cerca del cortijo El Saltador y recorre restos mineros de las explotaciones que se llevaron a cabo en la zona a principios del siglo XX. El recorrido comenzaba en los hornos de calcinación, seguía por la estación de tren y discurría por el valle, laderas y barrancos hasta llegar a Aguamarga, donde se encontraba el embarcadero. En el inicio de ruta hay un aparcamiento señalizado y una caseta informativa.


2. Iglesia de Nuestra Señora de Montesión: en la parte alta del pueblo se alza esta iglesia del XVIII construida en estilo neoclásico. La iglesia original se remonta a 1505, cuando se levantó sobre una antigua mezquita. Desgraciadamente ésta fue destruida y saqueada por el pirata Omar-Al Askenn. La que podemos ver hoy es fruto de muchas remodelaciones sufridas a lo largo de los años. De planta de cruz latina, destaca por su sencillez.

3. Mirador el Poyo de la Cruz: justo delante de la iglesia, puedes disfrutar de este precioso balcón que te ofrece unas impresionantes vistas del valle.

4. El Peñón: nada más acercarte al pueblo te llamará la atención esta peña situada sobre el caserío y que la resguarda del sol en verano. La leyenda cuenta que los descendientes de los moriscos expulsados de Lucainena contaron a antiguos emigrantes retornados de Orán que bajo el peñón había tesoros de incalculable valor. Esta historia siguió recordándose en el pueblo hasta que en la década de 1940 un pastor se quedó dormido en la ladera apoyándose sobre una piedra. Se levantó con dolor de cabeza y pensó que debajo de ella había un tesoro. Se puso a excavar y halló una olla de barro llena de monedas de oro que fue arrojando por el peñón porque, según él, haciendo esto le dolía menos la cabeza 😕 Escuchado su relato, los vecinos del pueblo se acercaron al lugar y comprobaron que lo que decía el pastor era cierto, repartiéndose el tesoro entre sus habitantes. La Guardia Civil se enteró de la noticia y peinó la zona para recuperarlo, aunque no encontraron ni una sola de las monedas.

5. Hornos de Calcinación: por una senda que está anunciada en diversos lugares del pueblo, se llega en pocos minutos a los antiguos hornos de calcinación, compuestos por ocho de estas construcciones de planta circular, que datan de 1900. Están realizados con muro de mampostería y revestidos con ladrillo refractario en el interior. Dentro cabían hasta 50 toneladas de mineral calcinado, transformando el carbonato de hierro en óxido. El mineral era llevado hasta ellos en vagonetas y, más tarde, era cargado en las vagonetas del ferrocarril.

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