Dónde comer bien y barato en Rusia


De todos los restaurantes a los que he ido en Rusia, aquí dejo un listado con los que más me han gustado.

a) Restaurantes baratos en San Petersburgo

Teremok:  la cadena que me ha salvado durante este viaje ha sido, sin duda, Teremok. Un sitio muy barato, donde se puede comer buena comida rápida del país. Lo llaman el fast food ruso. Fue creado en 1998 por una madre y su hijo que ofrecían comidas caseras tradicionales. Hoy hay más de 300 en Rusia y uno en Nueva York, y tienen pensado expandirse más fuera de sus fronteras.

Los platos que puedes encontrar aquí son los bliny (crepes rusas de muchos sabores, incluso con caviar), sopas (como la tradicional Borsch), buckwheat kasha (platos a base de trigo sarraceno), ensaladas, syrniki dulces… y bebidas como el Kvas.

Lo encontré en Moscú y en San Petersburgo, también en varios aeropuertos. Siempre tenía una carta en inglés, aunque los camareros no hablaran ni papa y tuviéramos que ir comparando carta en ruso-carta en inglés.





Pelmeni Bar: se encuentra en la Avenida Nevsky y está especializado en los famosos pelmeni, una especie de raviolis rusos. Al local se accede bajando unas escaleras. Es bastante acogedor y tienen carta en inglés. Sus pelmeni han sido los más ricos que he probado en toda Rusia. Además, también tienen ensaladas y postres. Pese a ser todo un clásico en San Petersburgo, al ser el primer bar de pelmenis de la ciudad, no es para nada caro. Gorokhovaya St, 3, St. Petersburg.


Doggy Dog Restaurant: este pequeño local está especializado en hot dogs de un montón de tipos distintos. Se encuentra muy cerca de Nevsky y de la estación de metro de Moskovsky. Su dueño sabe hablar un inglés con acento americano inmejorable. Son muy amables. La comida está buenísima. Algo que me hizo volver más de una noche fue su Mors, una bebida tradicional rusa que allí preparan con mucho esmero. La hacen caliente y con frutas.



Podstrelennaya Gusynya: sitio que está en la calle de en frente de Doggy Dog en el que se puede disfrutar de una agradable tarde de verano en su terraza. Su especialidad son las sishas. La moda de los hookah bars está por toda Rusia. Las preparan con mucho esmero y las hay de muchos sabores a un precio más que razonable. También tienen chupitos de vodka a muy buen precio.


Kotocafe - Котокафе в Санкт-Петербурге: un local al estilo de los Nekocafés japoneses o de La Gatoteca de Madrid. Un sitio muy original para disfrutar de un café con la mejor compañía. 

b) Restaurantes buenos y baratos en Moscú (aparte de Teremok)

Mu-Mu  (My-My): esta cadena de restaurantes está por toda la ciudad. El más céntrico es el de la calle peatonal de Arbat. Es tipo buffet y tiene el menú en inglés también. En la puerta, siempre verás una estatua de una vaca. Están especializados en comida rusa. 

Krusty Krab: el famoso restaurante de Bob Esponja, el Crustáceo Crujiente, se encuentra en plena calle peatonal de Arbat. Los camareros van vestidos con un uniforme de Bob Esponja y todo aquí está decorado como si estuvieras en Fondo de Bikini. La cocina, fabulosa. No hablan en inglés, pero sí que tienen carta en inglés y hacen por dónde enterarse. Curiosamente, la clientela que menos vi aquí fue niños.  



Helados en Arbat: los helados rusos son muy originales. No son muy baratos, pero merece la pena tomarse uno nada más que para ver el espectáculo. Tan sólo me encontré esta modalidad en Moscú y en Irkutsk.


Café Pushkin: para ser un restaurante de lujo, en el que hay que reservar con mucha antelación y hay que ir vestido elegante o no entras a salones como “La Biblioteca”, su pecio no es nada comparado con un restaurante de lujo en España. Darse un lujo aquí sale bastante barato, dentro de lo caro. La elegancia destaca en todo el conjunto: camareros, escaleras, ascensor clásico, trío de arpa, decoración… Un día es un día.  




c) Restaurantes buenos y baratos en Irkutsk

El Distrito 130 (130 Kvartal) está lleno de restaurantes asequibles y la segunda planta y la tercera planta de su centro comercial también. Incluso hay alguno especializado en sándwiches hechos con masa y forma de gofres


El que más me gustó, y el más barato, fue uno que estaba en frente del distrito: ulitsa 3 Iyulya, Irkutsk, Irkutskaya oblast', Rusia, 664003. Tiene carta en inglés, con comida tradicional siberiana. Fue el más barato que vi en la ciudad.




Pizza Domino: nada que ver con la cadena Domino’s. Es una casa pequeñita, que destaca por su estructura en mitad de la Avenida Lenina, la que desemboca en el distrito 130. La comida es muy barata, pero no hay nada en inglés, ni se enteran. Para un apuro, no está mal.



d) Dónde comer bien y barato en Khuzir – Olkhon Island

Sus calles polvorientas están llenas de restaurantes y bares de sishas, algunos con un ambiente muy raro y oscuro (los hookah bars). Otra opción son los dos supermercados que hay en la isla, que ofrecen una gran variedad de alimentos. Llama la atención que haya incluso un restaurante con comida a domicilio. ¡Que Khuzhir son 4 calles…! También hay algunos que dan conciertos de música tradicional del Baikal por la noche. Se ponen en la puerta, por lo que no tienes ni que entrar a consumir. La gente se agolpa delante a mirar y a pasar el rato.


Café Dalai –кафе Далай: el restaurante más barato que he encontrado en toda Rusia. El tiempo en Khuzhir va con mucha calma, así que siéntate y relájate porque la comida tarda en todos sitios. El muchacho asiático que atiende sabe inglés a la perfección, aunque se toma su calma. Pero, una vez llega la comida, se olvida todo. Inmenso, rico y baratísimo. Su especialidad son los cheborek rellenos de carne. No caben el plato. Enormes.





Opinión del restaurante japonés Konnichiwa de Madrid y su sukiyaki


En la calle Fuencarral, entre los barrios de Malasaña y Chueca, me he encontrado con esta joya de la comida japonesa, que va más allá del sushi.

Nada más que su decoración ya te traslada a los rinconcitos más escondidos de Tokyo, entre callejuelas estrechitas, donde se encuentran los mejores izakayas de la capital. El local imita un negocio modesto en una calle nipona, con su barra de bar y sus mesitas y sillas, al puro estilo de tapeo callejero al que los japoneses suelen ir por la noche cuando salen del trabajo.

Son tan detallistas que hasta han puesto buzones decorando la “calle”.


La carta está llena de street food pero, a diferencia de los izakayas originales, las raciones aquí son muchísimo más cuantiosas. De entrantes encontrarás platos típicos como los famosos takoyakis (bolitas fritas y rellenas de pulpo), gyozas al vapor, edamame (parecidas a nuestras habas crudas) o pollo karage (rebozado).

Karage

De plato principal hay una amplia variedad de platos de ramen, las originales tortillas japonesas llamadas okonomiyakis y lo que yo creo que se va a convertir en el plato distintivo del local. Si en el Ramen Kagura vas a por ramen, al Hattori Hanzo vas a por el Tataki y al Hanakura a por okonomiyakis, en el Konnichiwa se irá a por Sukiyaki.

Katsudon

El sukiyaki es un plato japonés del estilo nabemono. Nabe es una especie de olla en la que se cocina al vapor una gran variedad de ingredientes. En este local, el personal trae una mesita auxiliar en la que ponen una gran bandeja con un montón de platos crudos: tofu, negi, col, setas, fideos, carne, salsa de soja y azúcar.


En el Konnichiwa se prepara el sukiyaki al modo tradicional de la región de Kantou (Tokyo). En tu mesa ponen un infernillo con el nabe y lo dejan hasta que el agua empiece a hervir. Cuando esto ocurre, empiezan a echarle los ingredientes poco a poco y en unos cuantos minutos te lo puedes comer. Al final, también puedes disfrutar del caldo, que está buenísimo cuando ha cogido el sabor de los demás ingredientes.



Suele ser un plato bastante ansiado por las familias japonesas, y no siempre se puede comer debido al alto precio que tiene la carne allí.

De postre pedí dorayakis y taiyakis. Las típicas meriendas de Doraemon y los pececillos dulces. Estaban increíblemente buenos porque los sirven calientes.




Fue una experiencia deliciosa y muy agradable. Sin duda, ha entrado de lleno entre mis restaurantes asiático preferidos de Madrid.

Carta y precios del restaurante Konnichiwa, Madrid:



Horario:
- De lunes a jueves: de 12’00 a 00’00
- Viernes, sábados, domingos y festivos: de 12’00 a 00’30.
- Aceptan reservas.


   RESTAURANTE JAPONÉS KONNICHIWA MADRID   
Fuencarral, 98 28004 Madrid
Teléfono: 912303005
info@konnichiwa.com
www.konnichiwa.es/

Viajar a Rusia: Enchufes


El voltaje en Rusia es de 220 V y 50Hz, por ello no necesitas ningún tipo de adaptador ya que las clavijas son iguales que en España. Las tomas de corriente suelen ser para enchufes como los nuestros: para dos clavijas redondas. Las clavijas y enchufes son del tipo C / F. 


Si en tu país el voltaje se encuentra entre 220V – 240V (como en España, Reino Unido, Australia y la mayoría de los países de Asia y África) no necesitarás adaptador, porque los fabricantes suelen tener en cuenta estas mínimas diferencias.

Por el contrario, si en tu país el voltaje está entre 110V y 127V (como en USA, Canadá y la mayoría de América del Sur), sí que necesitarás un conversor o un transformador de tensión.

Para asegurarte, basta con mirar la etiqueta del aparato que quieras conectar. Si en el input pone100-240V, 50/60Hz, se puede utilizar sin problemas. 

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Vacunas necesarias para viajar a Rusia



No es obligatoria ninguna vacuna para viajar en Rusia. De todas maneras, como siempre digo, en el momento en que tengas pensado visitar cualquier país, pide cita en el Centro de Vacunación Internacional para que sus profesionales te asesoren. Ellos miran tu itinerario, te pedirán información sobre el tipo de viaje que vas a realizar, si es organizado o es por libre, y las actividades que tienes pensado hacer. Con toda esta información, estudian tu caso y te dicen si necesitas vacunarte de algo o no.

👉 Consejo: pide cita con muchísima antelación. Se hace por internet, pero siempre está todo ocupado cuando se acercan las vacaciones de verano.

En mi caso, como mi viaje era por libre e iba a realizar actividades de senderismo y a estar en plena naturaleza (principalmente en Irkutsk y en la isla de Olkhon) me aconsejaron ponerme tres vacunas:

A) Encefalitis primaveroestival, difásica, centroeuropea: de origen vírico, transmitida al hombre a través de picaduras de garrapatas o por el consumo de derivados lácteos no higienizados de animales infectados. Se encuentra en zonas del cinturón forestal del centro y este de Europa.

Aparentemente parece una vacuna para cuando vas a sitios muy chungos, pero te aconsejan ponértela si vas a estar en contacto con la naturaleza en países muy desarrollados, como Suiza, Austria o Alemania. El riesgo está presente en zonas rurales y boscosas desde el este de Francia la norte de Japón y hasta 1500 metros de altitud, no existiendo generalmente en las ciudades. La Federación Rusa es el país que más casos notifica, junto con los Estados Bálticos y Eslovenia. El oeste de Siberia es la zona de mayor incidencia mundial de esta enfermedad.


La vacuna consta de tres dosis: una me la pusieron el mismo día que fui a pedir información (mayo), otra un mes después, y la última se pone entre 9 meses y 12 meses después.

Los efectos secundarios que tuve fue una fuerte hinchazón y una especie de resfriado, acompañado de malestar general y cansancio. No me dio fiebre.

Esta vacuna sólo se puede conseguir en el Centro de Vacunación Internacional. No la recetan, ni la venden en las farmacias. Su precio fue de 18€. Te la ponen allí mismo.

B) Hepatitis A: el famoso Havrix. Se trata de dos dosis separadas por un intervalo de entre 6 y 12 meses. Esta vacuna se compra en la farmacia. A mí me fue imposible encontrarla debido a la escasez en España. Todavía hoy estoy apuntada a la lista de espera en varias farmacias de la Comunidad de Madrid y de Andalucía. Aún no me han llamado. Me dijeron que se podría conseguir en Portugal o en Andorra, pero el problema es que los médicos se pueden negar a inyectar algo que no ha sido emitido en España. Normal.


C) Tétanos: el recuerdo del tétanos. También se compra en la farmacia, pero tampoco había reservas en la Comunidad de Madrid.

Me hicieron mucho hincapié en que tuviera mucho cuidado con la zona de Siberia, que no estaban muy adelantados en cuestiones de higiene y de salud. Sobre todo, que mirase mucho lo que comía. La verdad es que no fue para tanto. Al menos Olkhon Island se ha desarrollado muchísimo en los últimos años, gracias al turismo. Aunque eso no quita que, si te pones malo allí, esté la cosa jodida. ¡¡¡No olvides que les llegó la electricidad el mismo año que les llegó internet!!! 


Ante todo, no vayas sin seguro de viaje. Contrata uno con amplia cobertura sanitaria. Yo, una vez más, contraté IATI, con su paquete para viajeros aventureros. Como no lo he tenido que usar nunca, no te puedo decir si es bueno o malo ante una situación de emergencia. Y cruzo los dedos para que siga siendo así.

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Botiquín para viajar a Rusia

¿Qué medicamentos me puedo llevar a Rusia?

Desde junio de 2016 NO SE PUEDE ENTRAR CON MEDICAMENTOS EN EL PAÍS. Son muy estrictos con respecto a todo, por lo que, si no quieres tener problemas, mejor no te lleves nada en el botiquín.

Si necesitas cualquier medicamento, debes llevar la receta firmada por el médico. Yo te recomendaría que también aportaseis una traducción oficial en ruso en la que ponga la cantidad prescrita y el motivo. Si te quieren buscar las cosquillas ese día, te las buscarán porque no la entienden. Ya no es por el engorro de que te pongan una multa, sino por todo el tiempo perdido en burocracia que te vas a tirar. 

"Si se trata de sustancias psicotrópicas, narcóticos o sus precursores, el viajero deberá declararlas y llevar consigo un informe médico en el que estos medicamentos estén indicados traducido al ruso. Algunos medicamentos, aparentemente inofensivos, como por ejemplo jarabes para la tos (que contengan codeína) pueden llevar en su composición sustancias de obligada declaración." 
Ministerio de Asuntos Exteriores.

Por lo que vi en las farmacias, allí se pueden comprar los mismos medicamentos que en España. Tuve que ir dos veces y no hubo ningún problema. Busqué la foto de la marca en internet y se la enseñé a la farmacéutica. Lo que sí que me contaron (y también aparece en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores) es que compres marcas concretas. Ha habido muchos problemas con falsificaciones de medicamentos genéricos

Con lo quisquillosos y meticulosos que son, como te toque un registro no va a haber piedad, por lo que te aconsejo que si no tienes problemas de salud, no te lleves nada (por si acaso). 

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Itinerario de viaje - Rusia por libre en 23 días


Este año me planteé realizar un viaje por el país más grande del mundo. Mi primera idea fue hacer el Transiberiano, pero descarté esta opción, porque quería aprovechar más el tiempo para visitar lugares interesantes y no pasar tanto rato en el tren. La experiencia tiene que ser bonita, pero no tenía tiempo para hacerla en condiciones, parando unos días en cada lugar que mereciera la pena. Así que, con mi guía a cuestas y después de un año para planificarlo, investigando qué lugares me apetecía más visitar, el itinerario quedó así:


23 días por Rusia visitando:

Novosibirsk

Por problemas con los vuelos, al final Novosibirsk se tuvo que quedar en el tintero. Y por problemas burocráticos, me hicieron perder mi último vuelo y quedarme un día más en Rusia.

Una cosa he sacado en claro de mi viaje: Rusia es un país difícil, y más si viajas por libre. Pero merece la pena. 

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Cómo es la visita al Museo Nacional de Ciencias Naturales, el Museo de Ciencias más antiguo del mundo


Pocos saben que Madrid cuenta con el Museo de Ciencias más antiguo del mundo. Su fundación se remonta a 1771, año en el que Carlos III fundó el Real Gabinete de Historia Natural, aunque hay quien dice que su origen es incluso anterior, cuando Fernando VI creó la Casa de la Geografía.

Tras varios cambios de ubicación, desde 1907 ocupa el antiguo Palacio de la Industria y de las Artes, construido para la Expo de 1881. Hoy comparte sede con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid.


La visita

La visita se divide en dos partes: biología y geología. Primero se adquieren las entradas en el área de biología y luego hay que salir otra vez del edificio para entrar en la otra parte, que está a la derecha.

Ya con la entrada en mano se atraviesan las exposiciones de Biodiversidad,  Mediterráneo, naturaleza y civilización. En ellas hay fósiles y animales que muestran la biodiversidad terrestre con ejemplares estudiados desde hace más de doscientos años. Destaca un calamar de 7 metros de largo que se conserva con alcohol en una vitrina.

A continuación, se exponen taxidermias que enseñan la fauna del Parque Nacional de Guadarrama. No es que sea muy fan de éstas (la verdad es que lo paso mal), pero sirven para estudiar nuestros ecosistemas.

Subiendo unas escalerillas, se llega a uno de los lugares más bonitos del museo: el del Real Gabinete de Historia Natural. Muestra la colección fundacional del Gabinete, precursor del museo actual, formada por los tesoros que Pedro Franco Dávila fue recolectando a lo largo de su vida y que cautivó a Carlos III. Entre sus piezas más famosas están un elefante asiático y el óleo de Goya “La osa hormiguera”.




En la planta baja también se organizan exposiciones temporales, como la famosa “Océanos”.

Saliendo de esta zona por las taquillas y yendo hacia la derecha del edificio, se encuentra el Jardín de Piedras: un área al aire libre con rocas y troncos fosilizados. En otro apartado hay un jardín mediterráneo con especies propias de nuestra región.


A través de la segunda entrada, se accede a la exposición de Minerales, fósiles y evolución humana. Sus dos plantas están llenas de tesoros, como el esqueleto de un diplodocus, los restos de un oso de las cavernas, un Megatherium americanum (el primer esqueleto fósil estudiado y montado por el padre de la Paleontología, Cuvier), o una réplica del esqueleto del homínido Lucy.




La planta de arriba está dedicada más a los minerales, destacando una colección de más de 240 restos de meteoritos de todo el mundo.



Cómo llegar al Museo Nacional de Ciencias Naturales 
🚌 En autobús: Líneas: 7, 12, 14, 27, 40, 45, 147 y 150
🚇 En Metro: estaciones de Gregorio Marañón, Nuevos Ministerios, República Argentina y Ríos Rosas.
🚆 En tren (enlace a Renfe-cercanías): Estación de Nuevos Ministerios.

Precios de la entrada al Museo Nacional de Ciencias Naturales 
▪  Entrada general a las exposiciones permanentes: 6€
▪  Entrada reducida para estudiantes, desempleados, niños de 4 a 14 años: 3€
▪ Entrada gratuita para menores de 4 años, discapacitados, personal de museo, personal del CSIC, mayores de 65 años y docentes.
▪  La taquilla general permanecerá abierta hasta 30 minutos antes del cierre del Museo.
▪  Las entradas también se pueden comprar online.

Horarios
▪  De martes a viernes: de 10 a 17 horas
▪  Sábados, domingos y festivos: de 10 a 20 horas
▪  Sábados, domingos y festivos de agosto: de 10 a 15 horas
▪  El 2 y 15 de mayo el museo estará abierto de 10 a 20 horas.
▪  El 15 de agosto el museo estará abierto de 10 a 15 horas.
▪ El Museo cierra todos los lunes no festivos del año, el 1 y 6 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre.


   MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES   
c/ José Gutiérrez Abascal, 2 – Madrid
Teléfono: +34 91 411 1328