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Suecia: Opinión del Tant Bruns Kaffestuga HB de Sigtuna


Si vas a Sigtuna, no puedes irte sin visitar una de las casas más antiguas de la ciudad. Se encuentra situada en el casco antiguo, en una de las callejuelas que da a la céntrica Stora Gatan. Te llamará la atención por tener la fachada roja y por la muñeca que hay junto a la puerta.

El edificio consta de varias casas situadas alrededor de un patio interior. En los años sesenta, el barón Gustav von Paykull compró la propiedad y la restauró. Durante las obras se encontraron restos en el techo que indicaban que sus orígenes eran realmente antiguos. De hecho, el propietario está convencido de que data de finales del siglo XVII.


Sigtuna es la ciudad más antigua de Suecia y el Tant Bruns Kaffestuga (el Café de la tía Bruns) es el café más antiguo de esta ciudad. Nada más entrar, ese aire tradicional inundará tus sentidos.

El interior consta de dos salones en los que destaca la decoración vintage con grandes mesas de madera, sillas antiguas y elementos propios de las casas tradicionales suecas. Realmente parece que estés en un museo etnográfico.


La iluminación tenue a base de velas está acompañada por la luz que entra por los ventanales y la que proviene de las pocas lámparas que cuelgan de un techo bajo, como el de una cabaña.


Nada más entrar, el personal del café te atenderá vestido con trajes y peinados de la época para no romper el encanto de realmente sentirte en un local con más de cuatrocientos años de historia.


Su carta es bastante extensa. Ofrece menús, pero lo más popular es acudir a la hora del fica. Algo parecido a la hora del té, cuando se agolpa una larga fila de gente en el patio para poder entrar. Aunque no saben hablar muy bien inglés, sí que tienen la carta en este idioma, lo cual facilita mucho las cosas. Los precios son altos, pero esto es Suecia.

El servicio es agradable, su interior es realmente encantador y sus dulces son inmejorables. Una experiencia de cuento. 


   TANT BRUNS KAFFESTUGA HB   
Laurentii gränd 3, 193 30 Sigtuna, Suecia
Teléfono: +46859250934


Suecia: 8 lugares imprescindibles que ver en Sigtuna



Una de las pequeñas excursiones que puedes hacer desde Estocolmo es visitar Sigtuna, la ciudad más antigua de Suecia. Se trata de un lugar pequeñito, muy pintoresco y que merece mucho la pena.

Eric el Victorioso la fundó a finales del siglo X y funcionó como sede de la corona y centro comercial durante más de 250 años. Su importancia fue tal, que las primeras monedas suecas fueron acuñadas precisamente aquí.

Hoy este pueblecito a orillas del lago Mälaren se ha convertido en un centro turístico de primer orden y mucha gente lo visita realizando una excursión corta desde Estocolmo o Uppsala.


Qué ver en Sigtuna

1. Ruinas de la iglesia de San Olof: la primera ciudad cristiana de Suecia fue Sigtuna. De hecho, en el siglo XI tenía hasta obispado. Las ruinas de San Olof son muy llamativas y datan del siglo XII. Olof fue un rey noruego que recibió el título de santo después de su muerte. Estas ruinas están rodeadas por un parque-cementerio por el que se puede pasear y dan al conjunto un aire bastante misterioso.


2. Iglesia de Santa María - Mariakyrkan: es el edificio más antiguo de Sigtuna y data de 1230, cuando los dominicos empezaron su construcción en ladrillo, hecho que la destaca como uno de los primeros edificios suecos en construirse con esta técnica.  En su interior se encuentran objetos con más de 700 años de historia.


3. Ayuntamiento: el ayuntamiento más pequeño del país se encuentra en la plaza principal del pueblo. Se construyó en 1744 sobre los planos que creó el propio alcalde de la época. Hoy funciona como museo y como lugar para celebrar bodas.


4. Stora Gatan: la primera calle peatonal de Suecia data del año 970, cuando Eric el Victorioso apuntó dónde se tenía que construir Sigtuna, proclamándose a continuación rey de Suecia.

Durante el siglo XIX esta calle llegó a tener casi veinte bares (para una población que no llegaba a los cuatrocientos habitantes). Hoy está llena de tiendas y cafeterías cuyas fachadas están pintadas de colores estratégicamente seleccionados para no romper el encanto. De hecho, los dueños sólo pueden pintarlas de los colores que estén disponibles en este catálogo municipal.


5. Tant Bruns Kaffestuga: el café más antiguo de Sigtuna bien merece una visita. El servicio es agradable, su interior es realmente encantador y sus dulces son inmejorables. 


6. El Museo: el museo de Sigtuna está ubicado en una pequeña casa roja situada sobre el lugar original en el que estaba el castillo de Eric el Victorioso y en la que se muestra cómo y por qué se fundó la ciudad en este enclave estratégico junto al lago. En él se exponen objetos que los arqueólogos han ido encontrando en las tierras negras del asentamiento. Si vas en invierno, la entrada es gratuita.


7. Paseo por la orilla del lago Mälaren: un lugar encantador y tranquilo. Descansar en uno de sus bancos de madera mientras disfrutas de las maravillosas vistas es una delicia.


8. Runas vikingas: hay muchísimas piedras rúnicas repartidas por todo el pueblo y varias de ellas se encuentran en pleno centro.  En la oficina de turismo te darán un mapa para que puedas localizarlas.


Cómo ir a Sigtuna desde Estocolmo

🚆 Primero tienes que coger el cercanías hasta Märsta Station.

🚍 Allí tienes que buscar el autobús 575 o el 570, que son los que te llevarán a Sigtuna en una hora aproximadamente.

🚘 También puedes contratar una excursión como la que hice yo o ir  en barco (sólo en verano). 


Suecia: Opinión de la excursión de la cultura vikinga desde Estocolmo (I)


Esta fue la excursión que contraté

Hay muchas empresas que se dedican a organizar visitas por los alrededores de Estocolmo. Yo contraté una con Getyourguide.com, que incluía el viaje a Broby bro, Jarlabanki Bridge, Asamblea Arkil y Sigtuna. Lo hice por internet para asegurarme la reserva el día que yo quería, pues sólo disponía de un día en concreto. A mí me costó 123€, con guías en inglés y transporte incluidos. La excursión la organizó la empresa Sweden HistoryTours.


Al poco de hacer la reserva, me mandaron un correo con los datos exactos de la hora y el lugar de recogida: a las 10’00 en el Mälardrottningen Yacht Hotel, el hotel-barco en el que me hospedaba. Al ser un día entre semana de pleno invierno, tan sólo íbamos dos en la furgoneta. Iba a ser un tour muy personalizado. El tour fue entero en inglés y los guías, estupendos. Mientras salíamos de Estocolmo, la guía nos fue explicándonos todos los monumentos que íbamos atravesando.

Nuestra primera parada: Broby bro

Después de unos 40 minutos de viaje en el que nos adentramos en la campiña sueca, paramos el coche para recoger a nuestro guía, un chico que hablaba perfecto inglés y que se encargaría de acompañarnos durante todo el trayecto mientras estuviéramos aprendiendo sobre los vikingos.


Cerca del pueblo de Broby bro se encuentran seis piedras rúnicas que datan del siglo XI. Nuestro guía nos llevó por mitad del campo para descubrir las tres más famosas, que han sido desplazadas unos cuantos metros de su ubicación original para evitar su deterioro, ya que se encontraban muy cerca de la carretera de paso.

Las tres runas pertenecen al grupo de Jarlabanke, un jefe local que controlaba todo este territorio. En ellas se habla de su abuela: Estrid, la matriarca del clan.


La runa U137 es la más antigua de las tres y cuenta que el hijo de Estrid y Östen se llamaba Gag y murió, aunque cuando la piedra se erigió aún estaba vivo.

Las otras dos, U135 y U136 cuentan que Östen fue a Jerusalén (no se sabe a qué) y murió en el Imperio Bizantino. Estrid y Östen tuvieron otros tres hijos: Ingefast, Östen y Sven, quienes construyeron un puente y un túmulo en honor a su padre. La U135 es la única runa en Suecia que menciona el peregrinaje a Jerusalén.

Segunda parada vikinga: Jarlabanke Bridge

De vuelta al coche, en unos pocos minutos paramos a la entrada de un parquecillo en el pequeño núcleo de Byle, perteneciente a la municipalidad de Täby. Realmente pensé que íbamos a ver un puente, pero no. Jarlabanke Bridge es un paso elevado de unos cien metros, que antiguamente estaba bordeado por cuatro piedras rúnicas.


En el siglo XI, este lugar constituía la entrada a Täby y hoy es la puerta que lleva hasta el Reino de las Runas – Runriket, un área que rodea al Lago Vallentuna y donde se encuentra la mayor cantidad de piedras rúnicas del mundo. Juntando toda la información que ofrecen, los estudiosos han conseguido saber que toda esta zona pertenecía al jefe Jarlabanke, quien mandó construir este puente durante su juventud. Gracias a ellas también se ha podido conformar la historia de su familia, que comienza con su abuela Estrid alrededor del año 1000 y termina cien años después con sus propios hijos.


Se sabe que Estrid estuvo casada dos veces y que pertenecía a una clase social alta. Cuando los arqueólogos descubrieron su tumba vieron que tenía monedas de plata y pesas propias de los mercaderes, por lo que dedujeron que se dedicaba a llevar los negocios de la granja que regentaba.

Existe una ruta que te permite visitar nueve lugares rúnicos alrededor de este lago, mientras te llenas de la historia de este clan vikingo. 


De las cuatro piedras rúnicas que flanqueaban este puente, hoy se pueden ver dos de ellas aquí (U164 y U165 – La U viene por encontrarse en el territorio de Uppsala). Al igual que el puente, fueron mandadas erigir por Jarlabanke Ingefastsson, un jefe vikingo que tenía a su cargo una centena (no sabe de qué) y que gobernaba Täby. Cinco de las runas que hay distribuidas por todo Runriket dicen lo mismo:

 “Jarlabanke mandó hacer estas piedras en honor de sí mismo mientras estaba vivo. El hizo el puente en beneficio de su alma. Fue el único dueño de todo Täby. Que Dios ayude a su alma.”


Se cree que fue cristiano y que estaba obsesionado con que se le recordara como constructor de carreteras y puentes. Esto se debe a que en esta época sostenían la creencia de que Dios veía todo lo que la gente hacía en vida y que cuando alguien se moría era juzgado por los actos que había realizado. Así, no es de extrañar que pensara que construir un gran puente probablemente le aseguraría una plaza en el Cielo. 




Suecia: Opinión de la excursión de la cultura vikinga desde Estocolmo (II)



Tras estar un rato por nuestra cuenta leyendo los paneles del parque y haciendo fotos, nos montamos en el coche para adentrarnos en los bosques suecos y acercarnos más al Lago Vallentuna y llegamos a la Asamblea Arkil – Arkils Tingstad.

Allí anduvimos en plan naturaleza entre bloques de hielo que aún quedaban de la helada que había caído esa noche y restos de nieve. El paisaje era maravilloso.


Muy cerca del lago se hallan los restos de una asamblea vikinga señalada por unas piedras que conforman un rectángulo y dos piedras rúnicas. Se sabe que perteneció al clan Skålhamra, quienes tenían posesiones a ambos lados del lago. Aunque no se tiene muy claro para qué servían estos lugares (hacer sacrificios, impartir justicia, tomar decisiones importantes, dar órdenes…).

Las runas U225 y U226 cuentan que fueron grabadas por el maestro Gunnar a petición de los hijos de Ulfr (Ulfkell y Arnkell y Gýi), quienes fundaron esta asamblea y erigieron estas piedras para honrarle.


Para acabar, volvimos al pueblo y paramos en un centro cultural para ir al aseo y para que viéramos unas maquetas sobre cómo eran las casas y granjas vikingas.


Allí nos despedimos de nuestro guía y emprendimos el rumbo hacia Sigtuna. He de decir que el tour vikingo está bien, pero que, si no te has documentado un poco antes de visitar estos lugares, no te será tan enriquecedor y acabarás con la sensación de tan sólo haber visto unas cuantas piedras.

A continuación, la guía nos llevó en la furgoneta hasta Sigtuna, la ciudad más antigua de Suecia. Nos acompañó a la calle principal, nos introdujo en la historia de Sigtuna y nos dio una serie de recomendaciones, como visitar el museo o ir a una de las cafeterías más viejas de todo el país.


Quedamos con ella noventa minutos después, paseamos por mitad de un parque-cementerio, comunes en esta parte del mundo, y nos llevó a visitar la Iglesia de Santa María (Mariakyrkan) y las ruinas de la Iglesia de San Olof. Olof Skötkonung fue el primer rey cristiano de Suecia. Se cree que fue bautizado por el misionero inglés San Sigfrido alrededor del año 1000, cuando la mayoría de los reyes europeos se había convertido ya al cristianismo. Los suecos, viendo los grandes avances y conquistas de los vecinos reyes daneses, pensaron que el cristianismo le daba más poder a la realeza.


Sin embargo, en Uppsala se encontraron con una fuerte oposición y en esta región siguieron realizando sus sacrificios a los dioses Aesir. El reinado de Olof se considera la transición de la era vikinga a la Edad Media en Suecia.


Su cristianización y la costosa guerra que había emprendido con Noruega generaron tal descontento entre la población que acabaron derrocándolo y pusieron en el trono a su hijo Anund Jacobo.

Tras aprender un poco más sobre la historia cristiana de Sigtuna, volvimos a nuestro hotel en Estocolmo hacia las 6 de la tarde. Un día muy aprovechado.