Todas las rutas de los Pueblos Negros con mapas


Ruta de los pueblos negros de Guadalajara 

Todos lo Pueblos Negros de la provincia de Guadalajara:
  1. Aldeanueva de Atienza
  2. Almiruete
  3. Arroyo de las Fraguas
  4. Bocígano
  5. Cabida
  6. Campillo de Ranas
  7. Campillejo
  8. Cantalojas
  9. El Cardoso de la Sierra
  10. Colmenar de la Sierra
  11. Corralejo
  12. El Espinar
  13. Gascueña de Bornova
  14. Hiendelaencina
  15. La Huerce
  16. Majaelrayo
  17. Matallana
  18. La Miñosa
  19. Naharros
  20. Navas de Jadraque
  21. El Ordial
  22. Palancares
  23. Peñalba de la Sierra
  24. Prádena de Atienza
  25. Semillas
  26. Tamajón
  27. Retiendas
  28. Roblelacasa
  29. Robleluengo
  30. Umbralejo
  31. El Vado
  32. Valverde de los Arroyos
  33. Valdepinillos
  34. La Vereda
  35. La Vihuela
  36. Zarzuela de Galve
  37. Zarzuela de Jadraque






Ruta de los pueblos negros de Segovia


Listado de los Pueblos Negros de la provincia de Segovia:
  1. Becerril
  2. Martín Muñoz de Ayllón
  3. El Muyo
  4. El Negredo
  5. Serracín
 



Ruta de los pueblos negros de Madrid

Listado de los Pueblos Negros de la Comunidad de Madrid:
  1. La Hiruela
  2. Montejo de la Sierra
  3. Patones
  4. Puebla de la Sierra.


Otra entrada que te puede interesar:







Visitando Patones de Arriba, un pueblo con un rey legendario


Continuando con mi ruta por los Pueblos Negros, tan encantada con este tipo de arquitectura, decidí hacer una excursión para conocer uno de los más representativos de la provincia de Madrid.

El municipio se llama Patones y está dividido en dos partes: Arriba y Abajo. Patones de Abajo no tiene mucho que ver. Es un pueblo muy nuevo que se formó en los años cuarenta cuando la mayoría de los habitantes de Patones de Arriba decidieron irse a vivir a la Vega del Jarama, dejando éste casi despoblado en los sesenta.

El encanto está en Patones de Arriba, que hoy parece un pueblo-museo y que está declarado Bien de Interés Cultural. Es precioso. Uno de esos pueblos que llaman “con encanto” y, sin duda, lo tiene. Conforma un mar de calma para relajarse un poco del bullicioso Madrid.

Eso sí, los fines de semana eso parece una feria. Patones de Arriba está lleno de restaurantes y tiendas turísticas, con menús más caros que su homónimo de abajo. Y el trasiego de visitantes no para.


🚘 Dónde aparcar en Patones de Arriba

El tema del aparcamiento lo tienen muy bien organizado. Nada más acercarte al pueblo verás a dos empleados que te preguntarán si tienes reserva en algún restaurante de Patones. Les contestas que no y entonces te dirán que tienes que aparcar fuera del pueblo e ir andando. A la derecha aparece una carretera donde podrás dejar el coche detrás de la enorme cola de coches que hay.


Si tienes reserva, podrás aparcar en el mismo pueblo, en una zona habilitada para ello.

A priori parece un coñazo, pero luego se agradece que no haya casi tráfico dentro y se pueda pasear tranquilamente. Si no tienes la suerte de encontrar sitio, basta con esperar un poco, porque la gente que no tiene pensado comer allí hace una pequeña parada para hacer su visita y se va al poco tiempo, ya que el pueblo se ve rápido.

Patones y su legendario rey

Hay  mucho de tradición oral con respecto al famoso rey de Patones, pero poca documentación. La que había, parece ser que acabó quemada durante la Guerra Civil al incendiarse la parroquia de Uceda, que era de donde dependía en aquella época este singular pueblo.

Lo poco que tenemos indica que Patones tuvo monarquía hereditaria hasta 1750. Durante la invasión musulmana, algunos godos (que se hacían llamar los Patones) se escondieron en estas montañas y eligieron a un gobernante haciéndolo rey. Acordaron que este título sería traspasado a sus sucesores cuando éste muriera. Así nació el Rey de los Patones y vivieron en este lugar manteniéndose ocultos de los invasores. El rey era tan sólo un vecino más del pueblo que se encargaba, además de sus quehaceres diarios, de algunas funciones de gobernante. Durante el reinado de Fernando VI, el rey decidió dejar su puesto (parece ser que porque le quitaba mucho tiempo de sus tareas diarias en el campo) y sus súbditos, viéndose sin gobernante, eligieron depender entonces del gobierno de Uceda. Así acabó una tradición de más de mil años.


Lo cierto es que algunos estudiosos daban cuenta de las semejanzas físicas y lingüísticas que había entre los habitantes de tan perdido reino con los godos (ojos claros, pelo rubio…), ya que se había mantenido su pureza, incluso de costumbres, durante tantos siglos favorecidos por el aislamiento geográfico.

Qué ver en Patones de Arriba

La visita al pueblo en sí ya es maravillosa. Sus calles, edificios y empedrado son típicos ejemplos de la arquitectura negra realizada con pizarra. Pasear es lo más bonito. Aparte de esto, puedes encontrarte también con algunos puntos interesantes:

 La iglesia de San José: está justo en la plaza y se construyó en el siglo XVII usando pizarra y madera. Totalmente restaurada en los noventa, hoy alberga la Oficina de Turismo.

● Antiguos hornos comunales de pan.


● El Lavadero y la Fuente Nueva (de 1908).


● Las antiguas eras.



● Colmenas.

● Cochiqueras…

● …y gatos. Patones está lleno de simpáticos gatos.

A la entrada, justo al lado de la iglesia, hay un cartel explicativo de la mejor ruta para conocer el pueblo y no perderte nada. Pero, al no ser muy grande, lo mejor es perderse un poco por las callejuelas antes de que vengan las oleadas de turistas a almorzar.


En la oficina de turismo te darán folletos sobre esta ruta e información sobre otros destinos cercanos, como la Senda Ecológica El Barranco (que une Patones de Arriba y Patones de Abajo), rutas por el embalse de El Atazar, o la visita para disfrutar del paisaje de Las Cárcavas, sin duda uno de los grandes atractivos de la zona. 

Patones de Arriba bien merece una excursión para conocer su encanto y su gran belleza arquitectónica.


Si quieres ver más fotos de Patones de Arribapuedes encontrarlas en mi tablero de Pinterest: 

Haciendo la Ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara en coche


Existen tres enclaves únicos donde poder disfrutar de este tipo de paisaje arquitectónico: en Guadalajara, en Segovia (junto con los pueblos rojos) y en Madrid (siendo el pueblo de Patones el más famoso). Hoy me voy a centrar en la ruta más famosa: la de la provincia de Guadalajara.

La arquitectura negra

En Guadalajara, entre Somosierra y la Sierra de Ayllón se encuentra uno de los conjuntos más representativos de la arquitectura negra. Tan impresionante, que está en proceso de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Este tipo de arquitectura utiliza la pizarra negra para las cubiertas y los muros de las casas, debido a la gran presencia de este material en la comarca.  Para protegerse de los largos y duros inviernos las casas tienen unos muros muy anchos y las habitaciones, a excepción de la cocina y la zona de chimenea, son pequeñas, al igual que las ventanas.

El entorno es precioso. El río Sorbe al este, el Jarama y el Jaramilla al oeste y, al norte, el Hayedo de Tejera Negra, una Zona de Protección Especial.

Existen muchas variantes de esta ruta. Las más conocidas son dos:

1. Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas y Majaelrayo.
2. Almiruete, Palancares, Valverde de los Arroyos, Umbralejo y Galve de Sorbe.

Yo la hice desde Madrid en un solo día, aprovechando hasta el último minuto. Intenté combinar las dos rutas y añadir algo más para poder ver cuanto más, mejor. Es cierto que se puede ver todo en un día, pero si tienes la oportunidad de hacer noche en una de las muchas casas rurales que hay por la zona, te lo recomendaría. Así podrías aprovechar para pararte a disfrutar del Hayedo de la Tejera Negra, yo lo tuve que dejar ya para otra ocasión.

Ruta de los Pueblos Negros desde Madrid

1. Tamajón (155 habitantes): este pueblo es la puerta de acceso a la arquitectura negra.  No presenta muchos ejemplos de ella, pero hay que detenerse para comprar algo típico en su tienda-bar de la entrada (luego te va a ser difícil encontrar tiendas), y pararte a ver tres enclaves importantes:

Iglesia de la Asunción: una bonita construcción románica, del siglo XIII, que se levanta imponente sobre un pequeño montículo a la salida del pueblo.

●  El Palacio de los Mendoza: de estilo plateresco, hoy alberga el Ayuntamiento.

 La Ciudad Encantada de Tamajón: a la salida del pueblo, siguiendo las señales hacia la Ermita de la Virgen de los Enebrales, llegarás a una zona muy bien señalizada en la que podrás ver curiosas formaciones rocosas.




2. Almiruete (24 habitantes): pueblo especialmente pintoresco. Fue uno de mis favoritos, con un encanto especial. Su iglesia románica, pequeñita, se encuentra al norte. La tradición cuenta que durante una peste que asoló la comarca, sus habitantes se encomendaron a la Virgen de los Enebrales y fueron en peregrinación a su ermita ofreciéndole comida. Así ocurrió y en conmemoración de este milagro se celebra desde entonces esta fiesta de la Colación en la que reparten queso con magdalenas y pan (cocidos por ellos en el viejo horno de leña vecinal del pueblo a la vieja usanza) a vecinos y visitantes. Apúntatelo para el 8 de mayo.



3. Palancares: una pequeña pedanía de Tamajón, situada a media altura de una ladera que desciende hasta el río Seco, rodeada de bellos paisajes con bosques de robles. Su iglesia parroquial contiene una pila bautismal románica. Pequeñito, pequeñito, pero con encanto. 


4. Campillejo: esta pequeña aldea, puramente construida en arquitectura negra, tiene varios restaurantes y casas rurales. Es muy turística. Lo que más destaca, además de pasearse por sus calles negras y bien cuidadas, es su bonita iglesia.




5. El Espinar (20 habitantes): pedanía de Campillo de Ranas. Cuando fui me sorprendió que estaba llena de gente con aspecto muy alternativo o hippy. También me llamó la atención en lavadero que está a la entrada del pueblo, junto al desvío.



Lavadero

6. Campillo de Ranas (186 habitantes): más famoso y más grande, ya fue nombrado en Los Episodios Nacionales de Galdós. Desde allí, el paisaje es más impresionante aún, ideal para los amantes de las aves. Su plaza y su iglesia bien merecen una parada. Eso sí, está lleno de turistas. Aquí también hay opción para quedarse en alguno de sus restaurantes. Pese a ser tan pequeño, hoy es como la capital del valle. Aunque se mantuvo aislado durante años por la falta de caminos y lo abrupto del terreno.


7. Robleluengo (28 habitantes): una bonita iglesia y una vista genial del valle y de sus pájaros.




8. Majaelrayo (54 habitantes): el pueblo que se hizo famoso gracias al abuelo Jesús, que en los noventa salía en el anuncio de Mitsubishi Montero. Recuerdo que ese año todo el mundo estaba imitando al abuelo y todos querían visitar este remoto pueblo (he de decir que esa misma Semana Santa yo también lo hice…). Majaelrayo mantiene su esencia. Pueblo negro, con varios restaurantes.  https://www.youtube.com/watch?v=ROuw4AeYTpQ




9. Valverde de los Arroyos (89 habitantes): es el pueblo negro más turístico de todos los que he visitado hasta ahora. Está lleno de restaurantes, tiendas, cafeterías, alojamientos, un museo etnológico… Aquí la arquitectura negra presenta también tintes dorados, debido a que sobre el armazón de madera la cubierta de pizarra se intercala con el uso de la cuarcita, que le aporta ramalazos de luz a su típica oscuridad. Si tenéis tiempo, cerca están las chorreras de Despeñalagua, una cascada con una caída de más de 80 metros de altura. Es de destacar también en los alrededores la Ribera del río Sorbe, con su zona de baño junto a un antiguo molino de piedra






10. Galve de Sorbe (113 habitantes): siguiendo la carretera, mi excursión terminó aquí. No es un pueblo negro pero merecía la pena pararse un poco a descansar viendo su castillo antes de volver a casa. Galve tiene un hostal, pero curiosamente no tiene tiendas. Pregunté a una señora de por allí y me dijo que no había tiendas porque salían muy caras de mantener… En Semana Santa realizan una pintoresca procesión hasta su cercana ermita. Los horquilleros se subastan en la iglesia (a ver quién da más por llevar al Santo) y todos los vecinos van detrás de la procesión, a oscuras y cantando. El camino tan sólo se ilumina con las velas y candiles que lleva cada uno. Fue una bonita experiencia en la que participé de pequeña cuando fui a ver el famoso pueblo de Mayaelrayo. 


Si quieres más fotos de las Guadalajara y otros rincones, visitad mi tablero de Pinterest

Itinerario: