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20 lugares imprescindibles que ver en Burgos capital y alrededores


Centro de Burgos

👉 Pulsera de las cuatro iglesias: la mejor manera de acceder a las visitas de los cuatro templos más destacados del centro de Burgos es haciéndote con la pulsera turística en cualquiera de ellos o en la Oficina de Turismo. Comprando los tickets por separado te saldrá más caro. La pulsera te permite la entrada a la Catedral, la Iglesia de San Nicolás, la Iglesia de San Gil y la Iglesia de San Esteban.

1. Catedral de Burgos: se construyó en 1221 siguiendo el modelo de las grandes catedrales francesas y en un tiempo récord. En tan sólo 39 años ya estaba en pie. Así, la Catedral de Burgos fue la primera catedral gótica de toda la península y hoy es Patrimonio de la Humanidad. Te recomiendo que antes de entrar te des una vuelta recorriendo su fachada, porque es una de las más espectaculares de España. Lo más destacable de su interior es la Capilla del Condestable, la Escalera Dorada, las tumbas del Cid Campeador y de Doña Jimena y el curioso Papamoscas. Para ver este en su máximo esplendor, ve a las 12’00, cuando el autómata abre la boca doce veces al son de la campana. A la izquierda del Papamoscas, tienes en un balconcillo al autómata Martinillo, el encargado de señalar cada cuarto de hora.

2. Iglesia de San Nicolás: subiendo las escaleras desde la plaza de la catedral verás este templo del siglo XV que guarda uno de los retablos renacentistas castellanos más impresionantes. Es obra de Simón de Colonia, quien lo realizó en el siglo XVI como retablo-sepulcro para la familia de Polanco. Está lleno de detalles minúsculos.

3. Iglesia de San Gil: como en la antigüedad formó parte de la muralla de la ciudad, su austero exterior te asombrará cuando entres y te encuentres con la riqueza que alberga su interior, que guarda el conjunto gótico más valioso de Burgos después de la catedral. Destacan sus capillas laterales realizadas por encargo de las familias ricas de la época, y la talla del Cristo de las Santas Gotas, muy venerado en Burgos. Junto a la iglesia verás el Arco de San Gil Abad, una de las puertas de la muralla.

4. Iglesia de San Esteban: el templo data del siglo XIII y hoy es la sede del Museo del Retablo, que expone 19 de estas piezas. La mayoría pertenecen al siglo XVI y provienen de iglesias rurales que han sido abandonadas debido a la despoblación.

5. CAB: si quieres obtener unas de las mejores vistas de la catedral, te recomiendo que visites la terraza de la cafetería del Centro de Arte Caja de Burgos. Además, aprovecha para darte una vuelta por el interior de este centro cultural para ver sus exposiciones temporales.

6. Muralla y Paseo de los Cubos: la muralla original se levantó en el siglo X, aunque ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de la historia. Actualmente puedes ver restos en varios puntos de la ciudad. Uno de los mejor conservados y restaurados es el Paseo de los Cubos.

7. Solar del Cid: este monumento de 1784 se alzó en el que dicen que fue el lugar donde el Cid tenía una casa, propiedad que después pasó a manos del Monasterio de San Pedro de Cardeña.

8. Arco de Santa María: la puerta más famosa que da acceso al centro histórico de la ciudad es este arco del siglo XVI en cuya fachada puedes ver las figuras de los Jueces de Castilla (Nuño Rasura y Laín Calvo); los condes Diego Rodríguez Porcelos, fundador de la ciudad, y Fernán González, primer conde independiente de Castilla; el Cid; y el emperador Carlos I. Presidiendo todo el conjunto está la Virgen Santa María, patrona de Burgos. Puedes subir a su interior para ver sus exposiciones y un hueso del Cid.

9. Paseo de El Espolón: el mejor lugar para pasear por Burgos conecta el Arco de Santa María con el Teatro Principal, bajo una gran muestra de especies arbóreas a la orilla del río Arlanzón. En verano es toda una delicia pasear junto a las aguas para escapar del calor abrasador. En él se suelen organizar espectáculos y ferias gastronómicas.

En la otra orilla del Arlanzón también hay paseos y zonas ajardinadas. Si te gusta la historia del Cid, busca la Glera, donde éste durmió la primera noche de su destierro.

10. Parque de La Isla: muy cerca del anterior tienes otro precioso paseo también en la margen del río Arlanzón. Además de disfrutar de su gran riqueza botánica, puedes contemplar los monumentos y obras arqueológicas que hay repartidas por todo el paseo, como una fuente cascada del siglo XIX hecha con elementos de Atapuerca, los arcos de Castilfalé o una fuente del claustro del Monasterio de San Pedro de Arlanza.

11. Casa del Cordón: en la hermosa fachada de este palacete del siglo XV verás el cordón franciscano que le da nombre al Palacio de los Condestables de Castilla, don Pedro Fernández de Velasco y doña Mencía de Mendoza. Su importancia a lo largo de la historia ha sido tal que todos los monarcas, desde los Reyes Católicos hasta Felipe V, se han alojado alguna vez en ella. Actualmente es la sede social de Caja de Burgos. Puedes entrar en ella para ver el precioso patio porticado y su centro cultural con exposiciones.

12. Puente de San Pablo y Estatua del Cid: una de las siete estatuas que Rodrigo Díaz de Vivar tiene en el mundo se encuentra en la Plaza del Mío Cid y lo representan cruzando el Arlanzón cuando se encaminaba hacia el destierro. Junto a ésta está el Puente de San Pablo, que contiene las figuras del Ciclo Cidiano: ocho de los personajes más allegados al Cid, como Doña Jimena o Alvar Fáñez.

👉De pinchos: Burgos es el paraíso para irte de bares y disfrutar de sus exquisitos pinchos. Vas a encontrar terrazas por doquier. Algunas de las zonas más famosas en el centro son la calle San Lorenzo, la Plaza Mayor y las calles Sombrería y La Paloma.

Alrededores del Centro Histórico 

13. Castillo de Burgos: desde la iglesia de San Esteban puedes comenzar el ascenso al Cerro de San Miguel para llegar a un increíble mirador desde el que obtener unas vistas maravillosas de Burgos. Una vez allí, continúa subiendo un poco más para contemplar las ruinas del castillo cuyas primeras torres datan del siglo IX. Durante la Guerra de Independencia los franceses lo utilizaron como fábrica de pólvora, que detonaron cuando huyeron de la ciudad en 1813.

14. Museo de la Evolución Humana: complemento indispensable para conocer Atapuerca, este lugar está considerado uno de los mejores museos arqueológicos de España. El moderno edificio ya merece por sí solo una visita, como muestran las decenas de premios arquitectónicos que ha recibido, y contrasta con el contenido de su interior. Su objetivo es difundir los descubrimientos de Atapuerca y profundizar en la evolución del ser humano. Reserva toda una mañana para poder disfrutar de él, porque es enorme.

15. Museo de Burgos: fue uno de mis lugares favoritos cuando visité por primera vez esta ciudad. Situado en el interior de los palacios renacentistas de las Casas de Casas de Íñigo Ángulo, Miranda y Melgosa, el museo exhibe una cuidada sección burgalesa de Prehistoria y Arqueología, así como otra dedicada a las Bellas Artes. Aquí podrás ver la auténtica Tizona, la famosa espada del Cid. Antes de irte, acuérdate de observar a la salida el gran árbol fosilizado que tienen junto a la fachada. 


Algo más alejados 

16. Santa María de las Huelgas: se construyó en el siglo XII por orden de Alfonso VIII y su esposa Leonor Plantagenet (hermana de Ricardo Corazón de León). En su época llegó a ser panteón real y lugar de retiro de las damas de la nobleza. Su importancia fue tal que la abadesa era considerada un miembro más de la casa real y estaba por encima del propio obispo de Burgos, dado que el monasterio dependió directamente del Papa. La visita se realiza a través de Patrimonio Nacional, por lo que tendrás que reservar tu entrada con tiempo.

17. Cartuja de Miraflores: se encuentra a 3km del centro de Burgos y es una joya del arte gótico isabelino. Su financiación corrió a cargó de Isabel la católica y en su construcción participaron grandes artistas de la época. Dentro destaca su iglesia, los sepulcros reales de Juan II e Isabel de Portugal, y su retablo mayor para el que Gil de Siloé utilizó oro traído del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. Durante la visita puedes acceder también a una exposición permanente con obras de Gil de Siloé, Berruguete o Sorolla. También puedes aprovechar para comprar algo en su tienda, como los simpáticos cartujitos, y descansar paseando por el bosque en el que está inmerso el monasterio.

18. Humedal de Fuentes Blancas: a 5 km del centro de Burgos puedes pasear por esta parte del parque de Fuentes Blancas, en la que confluyen los ríos Pico y Arlanzón. El humedal era un antiguo meandro que había sido desecado durante las obras de la autovía y que ha sido recuperado con senderos, observatorios de aves y un cierre perimetral para proteger a la flora y la fauna.

19. Monasterio de Cardeña: a 10km del centro de Burgos, tienes esta abadía del siglo X cuyos monjes fueron martirizados un 6 de agosto por los musulmanes, pasando a la historia como los Mártires de Cardeña. Desde entonces, cada 6 de agosto se teñía la tierra del claustro donde fueron sepultados de un color parecido a la sangre.

El lugar también es recordado por estar vinculado a la historia del Cid. En una de sus capillas barrocas estuvieron guardados los restos del Campeador y de Doña Jimena hasta su traslado a la catedral. Según la tradición allí descansan aún sus hijos. Fuera del complejo también puedes ver un monolito que recuerda la leyenda de que aquí mismo fue enterrado su caballo Babieca, aunque las excavaciones de 1948 no llegaran a ninguna conclusión.

El monasterio continúa con su vida monástica de la mano de los monjes traperos procedentes de San Isidro de Dueñas. Puedes visitarlo por dentro, contemplar la bodega románica más antigua de España en uso comercial, comprar su famoso licor Tizona del Cid y pasearte por el bello entorno natural que lo rodea.

20. Monasterio de San Juan de Ortega: a 26 km de Burgos se encuentra el monasterio que da nombre a la localidad de San Juan de Ortega y cuya fundación se debe a este santo que, habiendo peregrinado a Tierra Santa, volvió sano y salvo con la promesa de construir una capilla en honor a San Nicolás de Bari, a quien atribuía este milagro. Este sería el germen del gran complejo monacal que puedes visitar hoy, donde descansan sus restos.


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6 lugares imprescindibles que ver en Miranda de Ebro

La segunda ciudad más poblada de la provincia de Burgos descansa a ambos lados del Ebro, en los límites con Álava y La Rioja, sobre una gran llanura rodeada por los Montes Obarenses. El río divide a la ciudad en dos zonas: el centro histórico (Aquende) y la parte moderna (Allende).

No se sabe mucho de su fundación, aunque Miranda comienza a ser relevante gracias al fuero de repoblación que le concedió Alfonso VI en el año 1099, este privilegio contribuyó a la aparición de una gran actividad mercantil, que se vio aún más reforzada por ser elegida en el siglo XIV como lugar de celebración de distintas ferias.

Hoy sigue siendo un núcleo importante de conexión con el norte de España y su casco histórico aún conserva restos de su pasado medieval. Además, te ofrece la oportunidad de probar su vino con Denominación de Origen o sus morcillas y delgadillas (más finas).

🚘 Aparcar en el centro histórico es casi imposible. En mi caso, dejé el coche gratis en el aparcamiento público que hay en la calle Reyes Católicos. Se encuentra en la parte nueva de la ciudad, a unos diez minutos andando del famoso Puente de Carlos III.

Qué ver en Miranda de Ebro

1. Puente de Carlos III: es el puente más conocido de la ciudad. Antiguamente fue uno de los pasos más importantes que había sobre el río Ebro y por él se transportaban mercancías, ejerciendo derecho de pontazgo para cobrar impuestos. Se cree que el primero fue de madera y que estuvo en pie hasta 1177, cuando se construyó el puente medieval con permiso de Sancho III. Desgraciadamente, una fuerte riada acabó con él en 1775. Lo que ves ahora es la edificación que se levantó después, en tiempos de Carlos III. Al atravesarlo, llegarás al casco antiguo.

2. Castillo: su construcción data del siglo XIV, aunque se piensa que Miranda tuvo que tener otras fortalezas anteriores. La historia del actual comienza con el Señor de Vizcaya, Don Tello, quien solicitó al Obispado que le cediera los terrenos en los que se encontraba la iglesia de Santa María. Los permisos llegaron tarde, justo tres años después de que muriera Tello. Sin embargo, los recogió Pedro Sarmiento quien ocupó la iglesia en contra de los vecinos y comenzó la construcción de un castillo, cuyas obras estuvieron dirigidas por el cantero Juan Guas.

Hoy puedes visitar sus restauradas ruinas a través del CIMA (Centro de Interpretación de Miranda Antigua). Con la entrada se accede al Jardín Botánico de las terrazas de la ladera del cerro de La Picota y al interior del castillo. Desde allí hay unas increíbles vistas de la ciudad.

3. Plaza de España: constituye el centro del casco histórico. Allí se concentran el edificio del Ayuntamiento, la Casa de los Urbina (s. XVI) y la Casa de las Cadenas, un palacete en el que se hospedó Napoleón y Fernando VII, quien colocó en 1828 unas cadenas en recuerdo de su estancia.

4. Teatro Apolo: junto a la Iglesia de Santa María puedes ver el teatro más importante de la ciudad. Se construyó en estilo neoclásico en 1921 y destaca sobre las demás casas por su emblemático color.

5. Iglesia de Santa María de Altamira: constituye la sede actual de la iglesia que tomó Pedro Sarmiento para hacer su castillo. Se levantó en el siglo XV, cuando éste perdió el favor real y todas las propiedades de la iglesia (incluidas sus piedras) fueron bajadas a este lugar, conocido como Hospital del Chantre de Calahorra, quien antiguamente daba agua, pan y queso a los peregrinos del Camino del Santiago.

6. Iglesia del Espíritu Santo: se encuentra fuera del centro histórico, justo en frente del Puente de Carlos III. Se levantó en el siglo XIII, lo que la hace la iglesia más antigua de Miranda. Cuenta la leyenda que el Cid Campeador oró aquí con sus caballeros en el siglo XI, en un templo anterior sobre el que se habría levantado posteriormente éste.

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12 lugares imprescindibles que ver en Palencia capital

Situada en la llanura de Tierra de Campos, a orillas del río Carrión cuando se aproxima a su desembocadura, se encuentra a tan sólo 47 km de Valladolid, siendo las capitales de provincia más próximas entre sí.

Su nombre proviene de Pallantia, que es como los primeros habitantes de Palencia (los vacceos) llamaron a esta tierra. Después estuvo en manos de los visigodos, quienes la convirtieron en Corte y sede episcopal. En el XI cobró gran importancia gracias a la construcción de la Catedral y un Estudio general que reza como primera universidad aprobada por un Papa.

En el siglo XVI comenzó su época de decadencia hasta la construcción del Canal de Castilla en el XVIII, fomentando su recuperación económica.

Hoy es un importante centro industrial de Castilla y León y, a pesar de su incalculable belleza artística y natural, no suele ser un destino masificado. Ni tiene mucha población, ni tiene muchos turistas. Por ello se la llama La Bella Desconocida.


Qué ver en Palencia capital

1. Calle Mayor: en pleno corazón de la ciudad, sus más de 900 metros de longitud están llenos de ejemplos de la arquitectura de la burguesía palentina de los siglos XIX y XX, como la Casa de los Señores García Germán, el Casino, el Colegio de Villandrando o el Consejo de Cuentas de Castilla y León. En ella destacan sus grandes soportales formados por columnas que sostienen los miradores de las viviendas más cotizadas de Palencia.

2. Catedral de Palencia: la Catedral de San Antolín es un edificio gótico enorme dedicado al patrón de la ciudad. De hecho, es la tercera catedral más grande España en cuanto a extensión y la segunda en cuanto a la largura de su nave. En su interior puedes ver el retablo mayor, uno de los primeros ejemplos de Renacimiento en España; una colección de tapices; la Cripta de San Antolín, uno de los primeros edificios románicos en Castilla y El martirio de San Sebastián, obra de El Greco.

3. Cristo del Otero: sobre el cerro que la domina, destaca el Cristo del Otero, símbolo de la ciudad. Una increíble imagen de Cristo de 20 metros de alto desde la que se lanzan pan y quesillos en honor a Santo Toribio el domingo más cercano al 16 de abril.

4. Estatua de La Gorda: esculpida en piedra negra, se trata de una conocida escultura moderna dedicada a la Mujer Palentina, pero popularmente se la conoce como la Estatua de La Gorda.

5. Iglesia de San Francisco: justo detrás del Ayuntamiento puedes ver este Monumento Nacional construido en el siglo XIII en estilo gótico, con añadidos posteriores renacentistas y barrocos. Durante un tiempo el antiguo monasterio al que estaba adosada fue la sede de las Cortes de Castilla y residencia real.

6. Iglesia Fortaleza de San Miguel: cuenta una leyenda que aquí se casó el Cid con Doña Jimena. Lo que más llama la atención de esta construcción es su torre, que se asemeja a las torres almenadas de un castillo. Su exterior muestra una fusión perfecta entre el Románico y el Gótico.

7. Iglesia Monasterio de San Pablo: el Convento de San Pablo es una casa religiosa fundada por santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, aunque lo que ves ahora es fruto de las obras que se realizaron entre los siglos XIV y XVI, en estilo gótico tardío. Dentro se encuentra el suntuoso mausoleo de Juan de Rojas y María Sarmiento, primeros marqueses de Poza. Justo delante de su puerta hay una escultura dedicada a dos capuchinos, que recuerdan a la estatua que hay en Zamora.

8. Monumento al Maestro: este Homenaje al Maestro es obra de Rafael Cordero. En él se puede ver un profesor sentado con un libro en las manos al que le presta atención una niña sentada en el suelo. Se encuentra justo delante de la Catedral.

9. Paseo por la Ribera del río Carrión: a la orilla del río tienes importantes parques en los que puedes disfrutar de un entorno totalmente integrado en la naturaleza, como el Sotillo de los Canónigos, la Isla Dos Aguas o el Paseo del Salón de Isabel II. No en vano, la ciudad posee la mayor superficie ajardinada de España en relación a la superficie que ocupa y fue galardonada en 2010 con el premio de Ciudad más sostenible de España.

10. Plaza Mayor: creada en el siglo XVII, gran parte de ella está cubierta por soportales semejantes a los que puedes ver en la Calle Mayor. En uno de sus lados se alza el edificio neoclásico del Ayuntamiento y en su centro descansa el monumento que Victorio Macho le hizo al imaginero Alonso Berruguete.

11. Puente Mayor: puente de piedra originario del siglo XVI y reformado a finales del XIX que pasa sobre el río Carrión.

12. Puentecillas: antiguo puente de origen romano que permitió el paso desde la ciudad hasta la isla natural del Carrión, en el Parque del Sotillo de los Canónigos. A la entrada del puente puedes ver el Bolo de la Paciencia, que actúo en la antigüedad como mentidero de Paciencia.


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Qué ver en Santa Cruz de La Palma



Habitada originariamente por la tribu benahorita de los Tedote, conquistada por los españoles en 1493, saqueada y destruida por el pirata Pata de Palo (Françoi Le Clerc… La capital de la isla está rezuma historia por todos los rincones. Está declarada en su totalidad Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico.  De todas las ciudades canarias que he visitado hasta ahora, ésta se ha convertido en una de mis favoritas. Pasear por sus calles centrales, llenas de tranquilidad y edificios coloniales, y tomarte un barraquito en una de sus plazas no te dejará indiferente.

 Qué hacer en Santa Cruz de La Palma

1. Disfrutar de su arquitectura popular: a veces resulta difícil aparcar en Santa Cruz de la Palma. Te aconsejo buscar sitio por la Avenida de los Indianos e iniciar el camino dejando el mar a la derecha hasta llegar a la Plaza de la Constitución, donde comienzan las calles peatonales. Su calle principal es la calle Real, que está dividida en tres tramos: O’Daly, Anselmo Pérez Brito y Doctor Pérez Camacho.


Tanto estas calles, como las callejuelas aledañas están llenas de tiendas, restaurantes y coloridos edificios coloniales, como la Casa Salazar o la Casa Pinto, representaciones de la arquitectura tradicional de la isla. La ciudad posee un rico patrimonio artístico de estilo renacentista, barroco y neoclásico.



2. Comprar souvenirs y productos palmeros: la Calle O’Daly recibe su nombre de un comerciante irlandés que consiguió crear el primer Ayuntamiento democrático de España. Y lo hizo aquí, en Santa Cruz de La Palma en 1773, imponiéndose a las familias terratenientes que gobernaban bajo el Pleito de los Regidores Perpetuos. 



Esta calle peatonal está plagada de edificios coloniales de vivos colores y te ofrece una gran oportunidad para comprar souvenirs en las múltiples tiendas que hay repartidas por ella.

Otra buena oportunidad para comprar productos canarios la tienes en el Mercado de La Recova (Mercado Nuestra Señora de África), que lleva en funcionamiento desde 1943.

3. Descansar en sus plazas: la plaza más importante de la ciudad es la Plaza España, que cuenta con el mejor conjunto renacentista de Canarias, teniendo a su alrededor el edificio del Ayuntamiento, varias casas señoriales y la iglesia del salvador, cuyo interior está formado por llamativos artesonados mudéjares.


Otras plazas que no puedes dejar de visitar son las de San Francisco y Santo Domingo. Ambas cuentan con mucho encanto y presentan edificios tradicionales, como el Real Convento de la Inmaculada Concepción (hoy sede del Museo Insular de La Palma), el Convento de San Miguel de las Victorias o la Iglesia de Santo Domingo.




4. Visitar el Barco de la Virgen: en la popular Plaza de la Alameda, ajardinada y con numerosos restaurantes, verás un gran barco que alberga el Museo Naval. Es una reproducción de la Santa María, embarcación con la que Cristóbal Colón llegó a América. Precio de la entrada: 4€


5. Contemplar el Castillo de Santa Catalina: muy cerca del Museo Naval, están los restos del antiguo sistema defensivo de la ciudad. La obra actual se levantó para homenajear al primer castillo de 1683, que ubicaba un poco más al norte y que era una copia del Castillo de San Cristóbal de Santa Cruz de Tenerife. Originariamente se creó un castillo de madera pintada que era usado en las fiestas de la Bajada de La Virgen. Posteriormente, en 1820, el comerciante don José Gabriel Martín construyó a sus expensas el terraplén, la casa almacén, y lo dotó con 21 cañoncitos de hierro. Hoy es Monumento Histórico Artístico.


6. Deleitarte con las Casas con balcones de la Avenida Marítima: la imagen más representativa de Santa Cruz de La Palma se encuentra en la Avenida Marítima, allí se reúnen en un espacio muy corto distintos ejemplos de balcones, entre los que destacan los balcones dobles, de influencia lusitana. Su función era la de ventilar las viviendas de la Calle Real por su parte trasera aprovechando los vientos que vienen directamente del mar. Algunos tienen en los extremos un tablero de cubrición donde se alojaban los escusados o retretes, cuyas aguas fecales caían a la calle para desembocar en la orilla del mar.

  

7. Tomarte un barraquito en sus terrazas: el café más popular de las islas es una delicia y suele estar compuesto de diversas capas con leche condensada, Licor 43, café, leche, corteza de limón y canela.


8. Ver a los enanos palmeros: la danza de los Enanos de La Palma es una tradición que data de 1905 y tiene lugar durante las fiestas de La Bajada de la Virgen de las Nieves, que se celebra cada 5 años durante los meses de verano. Esta danza la realizan 24 hombres disfrazados de enanos al son de una polca y es todo un acontecimiento.