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Portugal: 9 lugares imprescindibles que ver en Braganza en un día



La capital del alto Trás-os-Montes es una de las ciudades más bonitas del norte de Portugal. Muy cerca de la frontera con España, está a una hora de camino de Puebla de Sanabria. Desde que leí por primera vez Tras-os-Montes, un viaje a Portugal (Llamazares), hace muchísimos años, quedé encantada con la región menos poblada del país luso.

Habitada desde la época celta, cuando se llamaba Brigantia, las luchas posteriores entre musulmanes y cristianos acabaron devastándola. Reconstruida en el siglo XII, resurgió con fuerza para obtener los fueros, ser sede episcopal en el XV y crear una dinastía que reinó en Portugal hasta la abolición de la Corona en 1910.


La ciudad está dividida en dos partes muy bien diferenciadas. La parte moderna está compuesta por calles amplias y comercios. Pero, conforme te vas acercando a la Puerta del Sol, sus calles se van tornando más estrechas y tradicionales. Hasta que entras en la Ciudadela, dominada por una imponente fortaleza sobre una colina de la Sierra de Nogueira.

Aunque puedes llegar hasta la misma ciudadela en coche, te aconsejo que aparques en la parte nueva y vayas caminando hacia el centro histórico. En la Avenida Ciudade de Zamora hay buenos aparcamiento y tan sólo tendrás que caminar unos 10-15 minutos para llegar al casco antiguo.


Qué ver en Braganza

1. Castillo y Museo Militar: construido en 1187 con Sancho I, hoy alberga un Museo Militar en el que se expone material bélico de todas las épocas portuguesas. En el conjunto destaca la Torre del Homenaje, con 33 metros de altura, y la Torre de la Princesa. Fuera del castillo, es posible subir las escaleras y pasear por la muralla de la ciudadela para observar las vistas.



2. Domus Municipalis: no se conoce mucho sobre el origen de este edificio tan singular, pero se cree que pude ser el primer Ayuntamiento que existió en Portugal. Data del siglo XV y es una de las pocas construcciones románicas no religiosas que se conservan en toda la Península Ibérica. De planta pentagonal, en su interior podrás ver una antigua cisterna a través de la cual se recogía el agua, así como la Casa de la Cámara, llena de ventanas y rodeada por un banco en el que se suponen que se sentaban los asistentes al Concejo Medieval.


3. Iglesia Santa María: junto a la Domus Municipalis, esta iglesia del siglo XVI es una mezcla de estilos arquitectónicos. Su planta baja es románica, su pórtico barroco y algunos de sus elementos decorativos son renacentistas. También destacan sus columnas mudéjares y el fresco pintado en el techo en el que se representa la Asunción de la Virgen.


4. Puerta del Sol: constituye la entrada principal a la Ciudadela. Tiene unos pequeños jardincillos delante y la estatua del segundo Duque de Branganza, Don Fernando.



5. Museo Ibérico de la Máscara y el Traje: antes de abandona la ciudad amurallada, no dejes de visitar este original museo en el que se exponen máscaras y vestimentas dedicadas al Carnaval de Trás-os-Montes y de Zamora. Y es que esta región tiene un carnaval centenario que comparte muchos elementos con el de Sanabria.


6. Iglesia de San Vicente: ya fuera de la Ciudadela, bajando la cuesta, la primera parada obligatoria es la esta iglesia con pórtico renacentista y origen románico, en la que se casó en secreto Pedro I y la doncella gallega Inés de Castro en 1367 según la leyenda. Desgraciadamente, su padre, Alfonso IV acabó con su amor de la manera más cruel: mandando degollar a la que veía como una amenaza para el trono de Portugal.  Sin embargo, como ya estaba casada, terminó convirtiéndose en monarca póstuma, quedando sus restos enterrados con todos los honores en el monasterio de Alcobaça, donde hoy yacen frente a los de su esposo.


7. Plaza de la Sé: en ella se encuentra la Catedral Vieja de Braganza, del siglo XVI. Originariamente era un convento, pero, tras mover la sede episcopal de Miranda do Douro a Braganza en el siglo XVIII, empezó a actuar como catedral. Frente a ella se alza el Solar dos Calainhos, una casa blasonada del siglo XVI, con una gran hilera de balcones en su parte superior. En medio de la plaza existe una antigua picota transformada en crucero barroco.


8. Rua dos Museos: la calle Abílio Beça destaca la gran cantidad de museos que hay en ella. El más importante de ellos es el Museu Abade de Baçal, ubicado en el antiguo palacio episcopal y en cuyo interior puedes disfrutar de exposiciones arqueológicas y relacionadas con las bellas artes.

9. Corredor Verde do Fervença: este precioso paseo entablado discurre junto al río Fervença, que nace en la Serra da Nogueira. Al final de éste podrás entrar en el Centro Ciencia Viva, levantado en el sitio donde, en 1914, durante la Grande Guerra, el ingeniero francés Lucien Guerche instaló una central de producción de electricidad. En la misma puerta puedes ya empezar experimentando con ella.


En frente, cruzando el puente, hay una curiosa exposición en un jardín particular de réplicas en miniatura de monumentos de todo el mundo, como la Torre Eiffel.


Fuera de todo el centro, en la parte más moderna de Braganza, puedes ir también a ver la Sé Nova (Catedral Nueva). Una construcción contemporánea de 2001, no tan atrayente como todo lo visto hasta ahora en tu recorrido.