12 imprescindibles que ver y que hacer en Babia y Luna

Reserva de la Biosfera y Parque Natural, en Babia parece que se ha detenido el tiempo. Por sus carreteras prácticamente no pasa nadie y, a pesar de tener bastante oferta de alojamientos y áreas de caravanas, no hay muchos turistas en pleno mes de agosto.

Babia está compuesta por dos municipios, San Emiliano y Cabrillanes compuestos por 28 pueblos. Babia de Arriba cuenta con 14 y Babia de Abajo con otros tantos. Es posible que no te encuentres a nadie paseando por las calles de algunos de ellos. Tan sólo te acompañarán las gallinas. A la hora de planificar tu viaje, entérate bien de las tiendas que tienes en tu camino, pues hay pocas por aquí.

Por su parte, la comarca de Luna (que linda con Babia), tampoco está muy poblado, ni visitado. Su paisaje ha estado marcado por la polémica construcción de su presa, cuyas aguas hicieron desaparecer a dieciséis barrios y pueblos.

Si quieres disfrutar de un sitio donde reina la calma y la tranquilidad, inmerso en un espectacular entorno, éste es tu destino. ¡Y prepárate para pasar frío en pleno verano!

12 imprescindibles de las comarcas de Babia y Luna

1. Subir a la Laguna de las Verdes: una de las imágenes más fotografiadas de Babia es esta preciosa laguna, situada en el valle de Treméu y al pie de los canchales de la Espadaña del Montihuero (2187 m). La ruta, de 11 km, parte del pintoresco pueblo de Torre de Babia y se llama así por el color de las algas verdes que la inundan. 👉 Quiero saber más. 

2. Pasear junto a la Laguna Grande de Babia: a la orilla de esta bonita laguna de origen glaciar y plagada de ranas puedes llegar en coche desde el pueblecito de Lago de Babia. Está situada a 1440 metros de altitud y ha sido incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de Castilla y León por su elevado interés biológico y ecológico. 👉 Quiero saber más. 

3. Dar una vuelta por el Lago de la Cultura: la pedanía de Lago de Babia sólo cuenta con 5 habitantes, pero los muros de sus edificios han sido decorados con pinturas enmarcadas dentro del proyecto Lago de la Cultura y han quedado preciosos. En ella han participado vecinos, el muralista Manolo Sierra (autor del logotipo de Babia) y la empresa de telecomunicaciones de León Ocho Caños.

4. Ascender hasta la Cascada de Torrestío: con 57 habitantes, Torrestío está lleno de arquitectura tradicional y de gallinas. De hecho, es uno de los pocos sitios que he visto señales advirtiendo de ellas. En él podrás ver varios hórreos, pararte en el único bar de la zona y subir hasta la cercana Cascada de la Foz. Desde Torrestío se llega a Asturias atravesando el Alto de La Farrapona, lugar de inicio de la ruta de los Lagos de Saliencia👉 Quiero saber más. 

5. Hacerte una foto con el cartel de Estas en Babiaes uno de los logotipos de lugares que más me ha gustado. Lo encuentras, por ejemplo, a la entrada de la comarca y en productos y souvenirs de la zona. Su diseño se debe al pintor Manuel Sierra. Yo me hice la foto saliendo de Villafeliz de Babia, junto a la carretera que va hacia la Ermita de Pruneda.

6. Visitar el Palacio de los Quiñones en Riolago: el pueblo es precioso y tiene una gran área de caravanas a la entrada. En el Palacio de los Quiñones (s. XVI) se encuentra la Casa del Parque Natural de Babia y Luna, un centro de interpretación. Date una vuelta por sus calles, disfruta de sus casitas de piedra y visita la Panadería Alonso, el único negocio que vi en el pueblo. Sus galletas son espectaculares.

7. Disfrutar de la tranquilidad y del paisaje: amenazada por la despoblación, Babia y Luna están poco explotadas turísticamente. Es uno de esos pocos lugares que quedan donde es posible que no veas a nadie en todo el día. Su paisaje es supremo, rodeadas de montañas, verdes valles, cascadas, arroyos y ríos, es un paraíso para los amantes de la tranquilidad y del senderismo.

8. Comprar souvenirs de Babia: aprovecha para visitar el bonito pueblo de San Emiliano, erigido en torno a un gran peñón que han convertido en el genial Mirador de las Cigüeñas. Al ser la capital de la Babia de Yuso, es el centro en el que vas a encontrar más servicios (a pesar de contar con unos escasos cien habitantes). Aquí hay centro de salud, farmacias, Guardia Civil, panaderías, supermercados y alojamientos. Es la mejor oportunidad que vas a tener de comprar vino, imanes, mermeladas, bolsas… de Babia.

9. Probar las galletas de setas: son una delicia. Lo más original que me encontré por estas tierras. Están dulces y las venden en uno de los supermercados de San Emiliano.

10. Admirar la Ermita de Pruneda: la puedes ver junto a la carretera que une Rabanal de Babia con Barrios de Luna. Desde su aparcamiento puedes subir a conocer este templo mandado construir por los Quiñones, los condes de Luna, a finales del siglo XV.


11. Recorrer la presa de los Barrios de Luna: se empezó a construir en 1945 dejando bajo sus aguas a muchos de los pueblos cercanos. Hoy da miedo estar paseándote por Barrios de Luna y ver los enormes muros del embalse junto al pueblo. No puedes dejar de pensar: “Mira que si se rompe…”. La presa tiene un montón de miradores que la rodean. Te recomiendo que te pares en ellos para disfrutar del paisaje y que pasees por el borde de sus compuertas. A un lado quedan los restos del que fuera el Castillo de Luna. 

12. Admirar la arquitectura tradicional de Sena de Luna: enmarcado entre grandes montañas, Sena de Luna es un tranquilo pueblecito lleno de casas solariegas tradicionales. Puedes hacer un breve paseo por él viendo su iglesia parroquial, sus edificios de piedra y su antiguo lavadero. Desde él también parte la sencilla senda peatonal de Arévalo. Al lado del camping (al otro lado de la carretera) hay una bonita área recreativa junto al río Luna.

🐶 Si te has quedado con ganas de más, Babia está llena de rutas senderistas. Puedes aprovechar para subir a las Fuentes del Sil, caminar entre el precioso sabinar de Mirantes de Luna o subir a Peña Urbina. Ten siempre cuidado con los perros. Los caminos a veces no están transitados y son un engorro cuando te los encuentras. Yo me tuve que dar la vuelta en varias rutas al encontrármelos insistentes y algunos de ellos me asustaron bastante. 


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