Opinión del restaurante Terraza Jardín Felipe de Navacerrada



Uno de los mejores restaurantes en los que he estado de la zona. La Terraza Jardín Felipe se encuentra situada en el centro del pueblo de Navacerrada. Para aparcar, lo mejor es buscar sitio en las afueras o ir directamente al aparcamiento gratuito de la Plaza del Gargantón.

El restaurante tiene más de treinta años de historia y llama la atención ya desde la puerta, con una bonita decoración donde reina el verde de las plantas que inundan su interior. Las paredes están decoradas en piedra y madera, dándole un aspecto muy rústico.

Con tres salones y una terraza, tiene una capacidad para muchísimas personas, pero en temporada alta es imposible encontrar hueco. Si vas en fin de semana, más vale que reserves con antelación.

Lo mejor de hacer la reserva es que te aseguras el sitio exacto en el que vas a estar sentado. En su página web se puede ver el plano de sus salones y decidir dónde quieres comer. En mi caso reservé en el salón 2, justo al lado de la fuente.


La atención fue excepcional y los platos también. Comida casera con cierto toque innovador. Nada más llegar tomaron nota y pusieron un plato de embutido y pan con salsas, para comer mientras venía los entrantes.


En mi mesa pedimos migas, morcilla, croquetas y una hamburguesa. Los platos principales eran enormes.



Después de los postres, el camarero nos invitó a licores y nos puso un plato con dulces. Y quiso que repitiéramos con los licores.



Por la decoración, la amabilidad y la calidad de sus platos, volveré el año que viene seguro.

Los precios, su carta y sus menús, los puedes ver en su web.

   RESTAURANTE TERRAZA FELIPE   
Calle Mayo, 2, 28491 Navacerrada, Madrid
Teléfono: 918 53 10 41
www.restaurantefelipe.com

Cómo es la visita al Castillo de Barajas



Conocido como Castillo de Barajas, el Castillo de La Alameda es un monumento de Madrid poco visitado. Se sitúa en Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, y está muy cerca del Parque del Capricho. De hecho, te aconsejo que complementes la visita con estos dos espacios.

Su construcción se remonta al siglo XV, en una aldea de repoblación fundada en el XIII: La Alameda. Bajo sus cimientos se sabe que originariamente la zona estuvo ocupada por un primitivo poblado del año 2000 a. C. Su privilegiada posición, sobre el arroyo de Rejas y dominando el paso de la ruta hacia el valle del Ebro, hizo que se reocupara varias veces a lo largo de la historia.


La familia Mendoza se hizo con el control de la aldea de La Alameda en el siglo XIV y fue la encargada de construir esta edificación para que sirviera como refugio para los partidarios de la Beltraneja tras la batalla de Toro.

En el sigo XVI pasó a manos del mayordomo de Felipe II, Francisco Zapata y Cisneros, quien fue nombrado primer conde de Barajar y señor de la Alameda. Fueron los Zapata los que llevaron a cabo su remodelación para convertirlo en un magnífico palacio renacentista. Su foso pasó a ser un bonito jardín. Ellos también fueron los que utilizaron esta residencia como cárcel para personajes nobles, como el III Duque de Alba, el temido gobernador de Flandes.



En 1697 un incendio acabó con el castillo. Sus restos son utilizados durante bastantes siglos por los habitantes de la aldea como material para sus casas, e incluso para la construcción de obras notables, como El Capricho o el panteón de los Fernán Núñez. Para más desgracia aún, durante la Guerra Civil, lo que aún quedaba sirvió como asentamiento de ametralladoras.



Afortunadamente, y tras varios años de trabajo, hoy se puede ver la restauración de gran parte del castillo, una de las pocas fortalezas militares que queda en Madrid.

El recinto estaba formado por un edificio y una barbacana. Tenía una Torre del Homenaje cuadrangular y otra más pequeña y circular. Además contaba con un foso que lo rodeaba y con la Casa del guarda, antigua Casa del Mayordomo (Gobernador). Sus muros estaban construidos con piedras irregulares de sílex trabadas con mortero de cal. Las estancias principales se encontraban en la Torre del Homenaje y las demás (las cocinas, la capilla, algunos salones…) se repartían en un edificio de dos plantas en torno al patio.


Su entrada es gratuita y la visita es rápida. Comienza en la taquilla, donde se proyecta un vídeo sobre la historia y la construcción del castillo y, a continuación, se pasa al recinto para pasear por su exterior a través de pasarelas con carteles explicativos. También es posible apuntarse a las visitas guiadas que ofrecen dos sábados al mes, a las 12’00. Para ello, basta con reservar antes por email o por teléfono. Su personal es súper simpático, por lo que te animo a que vayas y aprendas un poco más de la historia de Madrid.

🕑  Sólo abre los sábados y los domingos.


   CASTILLO DE BARAJAS – CASTILLO DE LA ALAMEDA   
Calle Antonio Sancha , 1. Distrito Barajas. Madrid
Teléfono: 913 667 415
castilloalameda@madrid.es
www.madrid.es/castilloalameda

11 sitios imprescindibles que ver en Trujillo, uno de los pueblos más bonitos de España



Habitada desde la época prerromana, su fama se extendió por todo el mundo durante el siglo XVI por ser Tierra de conquistadores. Francisco Pizarro, Diego García de Paredes y Francisco de Orellana nacieron aquí, e importantes indianos volvieron de América con las arcas cargadas de monedas con las que construyeron caserones y palacios que han ido configurando el centro histórico de la ciudad. Su monumentalidad es tan rica que le han conferido el título de ser uno de los Pueblos más bonitos de España, así como de servir de escenario para la serie Juego de Tronos, hecho que ha provocado que un aluvión de turistas de todo el mundo la visiten más cada año. 


Sus calles, sus tiendas de productos extremeños y sus restaurantes en los que degustar los menús de la zona (como el siempre abarrotado La Troya), hacen que sea una de las visitas imprescindibles de Extremadura.


Qué ver en Trujillo

1. Plaza Mayor: es uno de los lugares más fotografiados de Trujillo, con su estatua ecuestre del conquistador Pizarro dominando todo el entorno. Hoy está llena de restaurantes y tiendas de souvenirs en los que degustar la cocina típica extremeña. La plaza está rodeada de magníficas construcciones, como:

➥ Iglesia de San Martín: se levantó en el siglo XVI sobre un antiguo templo del XIV que había quedado muy deteriorado durante la Guerra de Sucesión a la corona de Castilla entre Juana La Beltraneja e Isabel de Castilla. Su estructura es una mezcla de estilo gótico-renacentista. Durante mucho tiempo fue el lugar en el que se reunía el Concejo de Trujillo y donde se recibieron a personalidades importantes, como Carlos V y Felipe II.

➥ Palacio de los Duques de San Carlos: construido en el siglo XVI, tiene una impresionante portada plateresca y un conjunto de chimeneas mudéjares.

➥ Palacio de los Marqueses de Piedras Albas: pertenece al siglo XVI y presenta influencias florentinas.

➥ Palacio de los Marqueses de la Conquista: fue la residencia de Hernando Pizarro. En su balcón esquinero se pueden ver los bustos de la familia y su escudo de armas.

➥ Palacio de los Chaves Cárdenas: edificio gótico del siglo XV en el que estaba ubicado el Ayuntamiento Viejo.

➥ Casa de la Cadena: convertido actualmente en un restaurante, debe su nombre al símbolo del privilegio de asilo real, concedido por Felipe II en el siglo XV.


2. Puerta de Santiago: también conocida como la Puerta del Sol, constituyó uno de los puntos clave en la defensa de la ciudad. Está formada por un arco de medio punto coronado con siete almenas y en ella aparecen los escudos de los Reyes Católicos y de los Altamiranos. Por ella entraban los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela desde el sur de la península.


3. Murallas: la muralla de Trujillo rodea el Conjunto Histórico de la ciudad. Fue levantada en el siglo X por los musulmanes y en la actualidad se conservan 17 torreones y 4 puertas.

4. Alcazaba de Trujillo: los árabes lo construyeron en el siglo IX en la zona alta del cerro Cabezo de Zorro aprovechando materiales de construcciones romanas cercanas. Su estructura consta de un Patio de Armas con dos aljibes y de una Albacara, en cuyo interior se halla una antigua ermita dedicada a San Pablo, que conmemora el día en el que se reconquistó Trujillo (25 de enero de 1232). Su importancia defensiva fue tal que, durante el reinado de Pedro I, se decidió guardar aquí las riquezas de la Corona, por considerarla una de las fortalezas más seguras del reino. Precio: 1'50€


Su fama se ha extendido aún más por servir de escenario para la serie Juego de Tronos, convirtiéndose en uno de los castillos defensivos de Desembarco del Rey (Capítulo El dragón y el lobo – Temporada 7)


5. Museo Pizarro: esta casa solariega del siglo XV, ha sido convertida en museo afirmándose que en ésta nació Francisco Pizarro. A pesar de que existe mucha controversia con respecto a ello, el museo bien merece una visita para conocer la estructura clásica de una casa de la época, así como para saber cómo se vivía durante los primeros años en los que los conquistadores estuvieron en América. Horario: de 10’00 a 14’00 y de 17’00 a 20’00. Precio: 1’40€.

6. Museo de la Coria: situado en el antiguo convento de San Francisco el Real, en él se recoge lo más importante de la relación entre Extremadura y América, fruto de la cual nació la cultura mestiza. Precio: Gratis.


7. Iglesia de Santa María la Mayor: construida sobre un antiguo templo románico edificado sobre la mezquita alhama de Torgiela musulmana que se utilizó hasta el siglo XIII, tras la reconquista se consagró a la Virgen María de la Asunción. Su estructura más antigua es la de la torre campanario, que data del siglo XIII, y en la que se puede ver esculpido un escudo del Athletic Club de Fútbol. Éste se añadió a la torre cuando Antonio Serván, el que se encargó de su reconstrucción a finales del XX, le quiso hacer un homenaje a su club favorito. Precio: 1’40€.


8. Antigua Alberca: de origen romano, la estructura que se conserva es una poza islámica de la época de los Omeya. Excavada en la roca, tiene más de 14 metros de profundidad y el acceso a ella se hace a través de una escalera de finales del siglo XV.

9. Palacio Juan Pizarro de Orellana: sobre un antiguo edificio militar, Pizarro construyó un gran palacio que cuenta con dos torres rectangulares, un balcón renacentista, un patio con balaustrada, aljibes y una escalera de caracol. Cervantes se alojó en él durante su estancia en Trujillo.


11. Torre del Alfiler: su nombre proviene de la terminación de su cúpula, en la que hay una varilla. Se construyó en el siglo XIV en estilo gótico. En ella se pueden ver los escudos de las familias Chaves y Orellana fabricados con cerámica de Talavera de la Reina. Precio: 1’40€





Qué ver y qué comer en Guadalupe



Después del Camino de Santiago, Guadalupe está considerado el centro de peregrinación más importante de España. Santiago es el patrón de España y Guadalupe es la patrona de todos los territorios de habla hispana.


Hasta este precioso enclave, Patrimonio de la Humanidad y perteneciente a la red de Los pueblos más bonitos de España, llegaron personajes tan famosos como Miguel de Cervantes o Fleming, quien realizó sus prácticas de doctor aquí.

La visita a Guadalupe va más allá del Real Monasterio. Sus callejuelas y plazas están llenos de lugares pintorescos, que están más alejados del griterío de la gente que inunda la plaza principal, a las puertas del templo. Caminar por ellas, detenerse en sus tabernas y saborear algunos de sus productos típicos, harán también que tu visita merezca la pena. 


Qué ver en La Puebla de Guadalupe

1. Real Monasterio de Guadalupe: Patrimonio de la Humanidad desde 1993, su origen se remonta al siglo XIV, cuando Alfonso XI ganó la batalla del Salado contra los musulmanes encomendándose a la Virgen de Guadalupe. En su honor mandó construir una impresionante iglesia en el lugar en el que se encontraba una pequeña ermita, levantada donde, según cuenta la leyenda, la Virgen se le había aparecido años atrás a un pastor (más tarde “identificado” como Gil Cordero de Santa María).


En la época de Alfonso XI el lugar estaba en ruina. Así que, lo mandó embellecer para agradecérselo a la Virgen. En 1394, el santuario consiguió la bula transformándose en un monasterio cuya popularidad fue creciendo con los años. De hecho, fue aquí donde se encontraron los Reyes Católicos con Colón y desde donde mandaron las órdenes para que le entregasen dos de las carabelas con las que llegó a América.


Hoy preside el pueblo. Miles de peregrinos lo visitan cada año, así como peregrinos que realizan su particular camino hasta este lugar santo, sin mucha ayuda, porque no existe ninguna red de albergues asociados como ocurre en el Camino de Santiago.

Para visitarlo basta con comprar la entrada en la oficina y esperar a que se llene el vestíbulo de turistas. Entonces comienzan las visitas guiadas, por lo que no hay ningún horario fijo establecido. No se puede visitar por tu cuenta, sólo con guía.


En su interior se encuentran varios museos y estancias importantes:

➤ El Museo de bordados: en él se han agrupado telas de los diferentes priores, destacando el frontal Rico, de finales del XIV y el frontal de Enrique IV.

➤ El Museo de pintura y escultura: cuenta con obras de incalculable valor, con autores como El Greco, Zurbarán, Goya o Pedro de Mena.

➤ El Museo de Libros Miniados: la biblioteca coral del monasterio custodia 97 cantorales realizados en grandes pergaminos, con unas ruedas en su parte inferior para moverlos, así como otros muchos ejemplares más pequeños de los siglos XV y XVI.

➤ El Claustro: con un templete mudéjar en su centro, que data del 1405. El el único sitio en el que está permitido hacer fotos durante la visita guiada.


➤ El Relicario: contiene un montón de reliquias en sus paredes y vitrinas, destacando la arqueta de los esmaltes, donde se guarda el Santísimo Sacramento.

➤ El Camarín de Nuestra Señora de Guadalupe: allí se encuentra la talla de finales del siglo XII, que fue reformada posteriormente para darle estructura triangular.


2. Plaza de Santa María: la plaza que preside el impresionante monasterio, cuenta en su centro con la pila bautismal de los primeros indios que se trajo Colón como esclavos de América. Hoy está llena de restaurantes y tiendas de productos típicos.

3. Hospital de Hombres y Colegio de Infantes y Gramática: el colegio fue fundado en el siglo XVI, en él los religiosos enseñaban humanidades, canto, teología y latín. Justo al lado se encuentra el Hospital de San Juan Bautista (Hospital de Hombres), el primer lugar de España en el que se realizó una autopsia (s. XV) para estudiar medicina. Hoy forma parte del Parador Nacional de Turismo.

4. Iglesia de la Santísima Trinidad: más conocida como Iglesia Nueva, su portada barroca fue realizada por Churriguera. Actualmente se usa como auditorio y sala de exposiciones.

5. Casa de la buena cristiana: el 4 de febrero de 1485, tuvo lugar en esta casa (que anteriormente había pertenecido a una mora convertida al cristianismo) el primer juicio celebrado por La Inquisición contra los herejes.

6. Arcos: son restos de las antiguas puertas del recinto defensivo que tenía el monasterio. Hoy se conservan 5 de ellos: Arco del Chorro Gordo, Arco de Sevilla, Arco de San Pedro, Arco de las Eras y Arco del Tinte.

7. Hospital de Mujeres: de estilo gótico, su construcción se pudo realizar gracias a las donaciones que hizo el rico herrero Juan Jiménez de Córdoba antes de convertirse en fraile jerónimo.

8. Casa de Gil Cordero: supuestamente aquí vivió el pastor al que se le apareció la Virgen de Guadalupe, fruto de la fundación de la ermita primigenia que guardó su imagen.

4. Ermita del Humilladero: a 4 km del monasterio, al final del Camino de Guadalupe, los peregrinos se encuentran en este monte desde el que observar todo el conjunto monástico. En él hay una ermita del siglo XV en estilo gótico-mudéjar.

Qué comer en Guadalupe – Platos típicos de Guadalupe

La gastronomía extremeña es la que predomina en esta localidad, abundando los platos hechos a base de cordero, cabrito, cochifrito, piezas de caza y picadillos. Las migas extremeñas son una delicia que se puede degustar en todos sus restaurantes.

Dos son los platos representativos que más me llamaron la atención de Guadalupe:

😋 Las Morcillas de patata y calabaza.

😋 El Muégado: postre típico elaborado con harina, huevos, miel y frutos secos (muchos dicen que su origen pudo ser hebreo, otros dicen que se hacía desde la época prerromana). Se venden de todos los tamaños. 





El Mirador de La Galiana, las mejores vistas del Cañón del Río Lobos



Este sobrecogedor mirador se encuentra en el término municipal del pueblo soriano de Ucero, alrededor del kilómetro 20 de la carretera que une San Leonardo de Yagüe con El Burgo de Osma.

Está muy bien señalizado y cuenta con un amplio aparcamiento a ambos lados de la carretera, porque en fechas señaladas siempre está lleno de gente.


Desde el aparcamiento parte un cortísimo sendero que lleva hasta el borde del cañón, todo lleno de sabinas. Este árbol es capaz de aguantar las extremas temperaturas que se sufren en este lugar: en invierno la temperatura alcanza fácilmente los bajo cero y en verano, más de 40º. Las vistas son impresionantes, no sólo del cañón, sino del gran número de aves que vas a encontrar por allí. Aparte del mirador, hay algunos bancos para descansar un poco del viaje.

Desde el Mirador de La Galiana hay que salvar un puesto de montaña, bajan 3 kilómetros de serpenteantes curvas que te dejan a la entrada del Parque Natural.


Ruta de Senderismo - Senda fácil por el Cañón del Río Lobos hasta Siete Ojos



El río Lobos, que nace en la provincia de Burgos, ha ido erosionando la roca caliza de este magnífico lugar, originando un gran cañón de más de 20 kilómetros, con paredes verticales que alcanzan los 200 metros de altura, y que llega hasta el nacimiento del río Ucero. A lo largo del cañón se han formado numerosas cuevas y cavidades, a algunas de las cuales se puede acceder con cuidado.

Declarado Parque Natural en 1985, caminando por sus senderos es posible ver numerosas especies animales y vegetales. Lavanderas, torcecuellos, ánades, garzas, cuervos, truchas, nutrias, buitres leonados… conviven con sauces, chopos y otras plantas.

La ruta sigue el camino marcado como Senda del Río, PR-SOBU 65. Esta senda es lineal y tiene una distancia total de 24’6 km. Comienza en Valdecea (Soria) y prosigue hasta llegar a Hontoria del Pinar (Burgos). Su duración es de más de 8 horas (tan sólo la ida), por lo que se hace necesario que alguien te esté esperando en el punto de finalización para llevarte de nuevo al aparcamiento, o bien quedarte a dormir allí y volver al día siguiente, porque no hay ninguna línea de transporte público que haya este recorrido.


Al ser una ruta tan extensa, en mi última visita al Cañón del Río Lobos opté por realizar la mitad del camino hasta el Puente de Siete Ojos, para poder ir y volver el mismo día, sin mucho esfuerzo. De hecho, la ruta es prácticamente llana y muy sencilla.


Atravesando el Cañón del Río Lobos hasta Siete Ojos

1. Aparcamiento de Valdecea: dejar el coche allí cuesta 4€ y la caravana 5€. El ticket sirve para todo el día y se compra a la entrada.


2. Poza de Valdecea: justo delante del aparcamiento puedes ver esta gran poza que siempre tiene agua y en cuyos alrededores se halla una gran zona recreativa. Desde aquí parten las señales de la Senda del Río.


3. Ermita de San Bartolomé: después de 1 km andando llegas a un bello paraje presidido por esta construcción religiosa del siglo XII y que parece que formó parte del Monasterio Templario de San Juan de Otero, aunque no se sabe muy bien.  Esta zona puede estar bastante masificada en fechas señaladas y cuando se acerca la hora del almuerzo. Cuando yo regresé de mi camino hacia el aparcamiento, el griterío era insoportable. Menos mal que me pilló ya de vuelta.


4. Cuevas de San Bartolomé: caminando un poco desde la ermita puedes ver la Cueva Mayor y la Cueva Menor. Dos cavidades en las que se conservan restos de pinturas rupestres, aunque son difíciles de ver. A través de una gran boca de entrada puedes acceder a la galería de 100 metros de la Cueva Grande para verla por dentro.



5. Colmenar de los Frailes: muy cerca de las cuevas aparece este colmenar utilizado por los frailes que habitaban en el monasterio para cuidar las colmenas de los templarios. Estaban fabricadas con troncos huecos de árboles a los que se colocaba una losa de piedra en la parte superior para taparlos, dejando pequeñas zonas de entrada para las abejas.


6. Valderrueda: aquí se junta la Senda del Río con el Sendero Ibérico Soriano (GR-86) y se mezcla la vegetación propia de las lindes del río con los cortados. El Barranco de Valderrueda ofrece unos bonitos bosques de pinos y sabinas.


7. Castillo Billido: la ruta continúa hasta este mirador natural que fue antiguo castro celtíbero. Debido a la gran presencia de especies amenazadas, puede que este tramo esté cortado al público en alguna ocasione.

8. Cueva Negra: este paraje es un punto importante para contemplar las grandes cuevas que aparecen en las paredes del cañón y disfrutar de las vistas de algunos de sus habitantes, como alguna que otra rapaz.


9. Pozo Perín: por aquí el cañón es atravesado por la Cañada o el Cordel del Mojón Blanco, que sería una variante de la Cañada Real Soriana Occidental.

10. Puente de Siete Ojos: si has llegado a este gran puente (que salva un río que a su paso por aquí casi siempre está medio seco) significa que has llegado a recorrer la mitad de la Senda del Río y aquí puedes continuar hasta el final (Hontoria del Pinar), darte media vuelta o decirle a alguien que te vaya a recoger al puente, por el que pasa la carretera SO-934, porque transporte público no hay.

A la vuelta, si tienes aún fuerzas, cuando llegues de nuevo a la Ermita de San Bartolomé, puedes subir por un caminito hasta El Balconcillo, un gran mirador en cuyo terreno se estableció un pequeño campamento de cazadores y ganaderos y que vivían en cabañas de barro, como muestran los utensilios de cerámica, bronce, hueso y sílex que se han encontrado allí.


🌳 Inicio de la ruta: aparcamiento de Valdecea, al que se llega desde el pueblo de Ucero.

🌳 Fin de la ruta: Puente de los Siete Ojos, emplazado entre las localidades de Santa María de las Hoyas y Arganza y constituye el acceso central al parque.

🌳 Distancia: 9 km de ida. (Otros 9 km de vuelta si la haces completa).

🌳 Horarios y precios de la Ermita de San Bartolomé: la entrada cuesta 1€. En invierno sólo abre los fines de semana (de 11’00 a 15’00 y de 17’00 a 19’00) y en verano abre de martes a domingo en el mismo horario.

🌳 Llévate agua: no hay ninguna fuente más allá del aparcamiento.

🌳 En época de lluvias, estate atento al tiempo porque puede haber riadas.

🌳 Ponte calzado adecuado: hay tramos en los que hay que saltar de roca en roca para poder atravesar el río y continuar tu camino.

Mapas del Cañón del Río Lobos


www.acampamos.com


travelechoes.com





Precio del aparcamiento del Cañón del Río Lobos

Coches: 4€                          Motos: 2€
Caravanas: 5€                        Autobuses: 10€

El ticket se compra a la entrada. Sin él no te dejan entrar.