Esta es una ruta bastante rápida para pasar una
mañana adentrándote en un paisaje muy diferente del que estás acostumbrados
a ver y para salir un poco de la contaminación de Madrid. Porque aquí ya no hay
multitudes, agobios, prisas… sólo el sendero. Si lo encuentras, claro. Y es
que, con todo lo que había llovido estos días, sólo había barro por todas
partes y me perdí dos veces. Ten en cuenta que no hay ninguna
señalización en toda la zona que ponga “A las Cárcavas”. Y la eché en falta.
Qué son las cárcavas
Las Cárcavas son depresiones de diferentes tamaños
que aparecen en los suelos arcillosos de lugares con pendiente por acción del
agua. Sobre estos terrenos se van formando surcos, cada vez más profundos y
anchos. Acaban pareciéndose a agujas de arena.
En España hay varios ejemplos de Cárcavas. Uno de
ellos está justo en la frontera de Madrid con Castilla La Mancha. No es muy
grande, pero impresiona mucho. Están situadas en un perímetro de unos 800
metros, teniendo una profundidad de más de 60.
Cómo se llega a las cárcavas
Primero tienes que poner dirección Patones (te aconsejo que te pares aquí antes o después de la ruta, porque es un pueblo
encantador). Una vez allí, sigue las indicaciones hacia la presa Pontón de la
Oliva, a unos 5 km.
1. Pontón de la Oliva: este es el embalse más antiguo
de la Comunidad de Madrid. Y tiene una historia bastante triste. Los madrileños
vieron la necesidad de crear un embalse que abasteciera a toda la ciudad de
agua (hasta entonces, la mayoría de madrileños, dependían de las 54 fuentes
locales). Para ello, el Ministro Juan Bravo, decidió modernizar Madrid y utilizar
las aguas del Lozoya construyendo una gran presa que contaría con un gran canal
para llevar el agua a Madrid: el Canal de Isabel II.
En 1851 se pusieron manos a la obra y más de 1.500
presos de las guerras carlistas comenzaron a construir el embalse. Con unas
condiciones infrahumanas, todos ellos acabaron muertos debido, principalmente,
a la epidemia de cólera que asoló el campamento de los obreros. Y todo esto
para nada. La presa acabó cerrada al poco tiempo porque las filtraciones del
suelo impedían que recogiera nada de agua.
Esto llevó a la necesidad de construir dos presas
más arriba del cauce: la de Navarejos (1859-1860) y la de la Parra (1903) y en
1904 la presa dejó de funcionar, pero cuando hay exceso de agua en El Atazar y
han de soltar agua, ésta salta sobre el muro del Pontón creando una cascada
espectacular.
2. Desvío: cuando te vas acercando a la presa, aparecen dos carreteras: la derecha tiene una indicación que pone “Aparcamiento
de la presa”. Yo dejé el coche aquí, pero es mejor seguir la que aparece en
una cuesta abajo a la izquierda.
3. Aparcamiento: al acabar la cuesta abajo,
verás la presa de frente. Cruza el puente con el coche y aparca a la
derecha, junto a unas casas.
4. Camino: ya andando, sigue la carretera (que
está hecha polvo), hasta que aparezca un sendero de frente, de tierra. Hay
un cartel que pone “Coto privado de caza”.
5. Sendero: a partir de ahí salen varios senderos. Tienes que tomar el de la
derecha. Yendo hacia abajo, verás como un barranco seco, rojizo y lleno de
piedrecitas. Te diriges hacia él, aunque no haya camino.
Aquí tienes dos opciones: o ver las cárcavas desde
abajo, o verlas desde arriba.
6a. Adentrándote en las cárcavas: esta es la parte
más fácil, pues basta con seguir el lecho rojizo de piedras, antiguo canal de
agua. Las cárcavas están justo en frente. Nunca las perderás de vista, por lo
que no te podrás perder.
6b. Viendo las cárcavas desde arriba: una vez
atravesado el camino rojizo, comienza a subir la montaña. A veces hay camino, a
veces no hay nada, a veces aparecen varios caminos… (Yo, como había
llovido y estaba todo embarrado, tuve muchas dificultades para encontrarlo.)
Aquí ya echa manos de tu intuición y ve acercándote a las cárcavas,
campo a través y sin dejar de verlas. La cuesta es durilla y se tiene que
llegar a lo alto de la loma de la otra colina.
Párate a
disfrutar de este extraño paisaje, que parece como escondido en medio de las
colinas con la imagen de las Torres del Madrid Business Area justo a tus espaldas. Y vuelve a tu coche por el mismo camino.
● Duración: Una hora más o menos hasta llegar a las cárcavas.
● Distancia: 2’5 km
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