12 dulces típicos que comer en Jaén
1. Chachepó: en la calle Ventanas de Linares ya dicen que había un horno de pan en el siglo XVI, pero fue en el siglo XX cuando la Confitería de Félix de Amo popularizó este bizcocho de original forma cilíndrica empapado con almíbar borracho de licor. Su nombre derivaba de la coz caló Chachipé, que significa estupendo, magnífico y maravilloso y lo solían tomar los mineros por la noche, al salir de trabajar, acompañado con una copita de anís. Recientemente se le ha dado un nuevo impulso y fama gracias a la Pastelería Excelsior, quien lo está dando a conocer en múltiples eventos.
2. Virolos: dulce
típico de Baeza que consiste en un hojaldre ligero, con un poquito de cabello
de ángel y bañado en azúcar glass. Se pueden comprar en las pastelerías y cafeterías
de Baeza y en algunos locales de Úbeda.
3. Alemanes de Guarromán: las nuevas poblaciones de Sierra Morena llenaron la zona de alemanes, suizos y flamencos a los que se les dio ganado y tierras siguiendo el proyecto de Pablo de Olavide en 1767, bajo el mandato de Carlos III. Este hojaldre recibe su nombre en honor a estos primeros pobladores, cuyo objetivo era dar seguridad a los caminos de entrada a Andalucía, que estaban entonces en manos de bandoleros. Los hay blancos (recubiertos de azúcar glass) y de chocolate. Los puedes comprar en las pastelerías de Guarromán y en el área de servicio que hay a la entrada del pueblo. El más tradicional de sus hojaldres es el hojaldre inglés o Bayonesa. Este consiste en un dulce con hojaldre en cobertura superior e inferior, que tiene bizcocho en el centro y está relleno de cabello de ángel.
4. Mantecados Doña Jimena: creada en 1961 en Alcaudete, hoy es uno de los productores más grandes y prestigiosos del mercado español de especialidades de Navidad y chocolates, y exporta a más de 70 países de toda América, Europa, Oriente Medio y Asia. durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, realizan visitas gratuitas a su fábrica.
5. Chocolate AOVE:
empresas como la familiar baezana Artechoc o Campoliva elaboran sus excelentes chocolates cuya base es el aceite de oliva virgen extra.
6. Caramelos de
miel: en Pozo Alcón, Apisierra envasa y comercializa su propia miel y chocolates.
Su producto estrella: sus caramelos artesanos con un 25% de miel.
7. Ochíos dulces:
es uno de los dulces más típicos de Jaén capital. Son unos bollitos elaborados
con aceite de oliva virgen extra, aromatizados con anís en grano y que tienen
azúcar por encima. Ten cuidado, pues si pides un ochío en otras zonas de Jaén,
especialmente en Úbeda y Baeza, te darán un bollo salado con pimentón.
8. Crema de cacao
con aceite de oliva: Oleícola Jaén creó hace unos pocos años Oleocao,
una alternativa saludable a las cremas de cacao que actualmente copan el
mercado. Sin Gluten, Sin Lactosa y sin trazas, y sin aceite de palma. Esta crema
está elaborada con aceite de oliva virgen extra de variedad frantoio, una
variedad originaria de la Toscana Italiana.
9. Papajotes: dulce tradicional de la Semana Santa en toda la provincia (aunque se puede degustar en cualquier época), se suelen acompañar con una taza de chocolate caliente. En algunas zonas su forma se asemeja a un buñuelo y en otras, tienen una silueta más aplanada. Su ingrediente especial: el aceite del oliva virgen extra en el que están fritos.
10. Hornazos:
típicos de la Semana Santa, en Jaén son unas tortas de aceite de oliva con Malalahúva
y que tienen un huevo cocido en el centro. En lugares como Úbeda y Baeza podrás
ver otra variedad en la que la torta se realiza con pan de ochío.
11. Dulces de convento:
la tradición de dulces conventuales está fuertemente arraigada en la provincia.
En Jaén capital son famosos los dulces del Convento de las Bernardas, comercializados
bajo la marca Dulces Puerta del Ángel. Pero es fácil adquirir estos productos
en muchos de los conventos de Linares, Úbeda, Baeza…
12. Hojaldres de
Santa Elena: lo puedes encontrar en la
Panadería Santa Elena, en pleno Parque Natural de Despeñaperros, y consiste en un
hojaldre artesano, con dos capas arriba y abajo, en el centro una capa de bizcocho
tierno con una capa de crema. Todo recubierto de azúcar glass.
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