Esta fue la excursión que contraté
Hay muchas
empresas que se dedican a organizar visitas por los alrededores de Estocolmo.
Yo contraté una con Getyourguide.com, que incluía el viaje a Broby bro, Jarlabanki
Bridge, Asamblea Arkil y Sigtuna. Lo hice por internet para asegurarme la
reserva el día que yo quería, pues sólo disponía de un día en concreto. A mí me
costó 123€, con guías en inglés y transporte incluidos. La excursión la organizó la empresa Sweden HistoryTours.
Al poco de
hacer la reserva, me mandaron un correo con los datos exactos de la hora y el
lugar de recogida: a las 10’00 en el Mälardrottningen Yacht Hotel, el
hotel-barco en el que me hospedaba. Al ser un día entre semana de pleno
invierno, tan sólo íbamos dos en la furgoneta. Iba a ser un tour muy
personalizado. El tour fue entero en inglés y los guías, estupendos. Mientras
salíamos de Estocolmo, la guía nos fue explicándonos todos los monumentos que
íbamos atravesando.
Nuestra
primera parada: Broby bro
Después de
unos 40 minutos de viaje en el que nos adentramos en la campiña sueca, paramos
el coche para recoger a nuestro guía, un chico que hablaba perfecto inglés y
que se encargaría de acompañarnos durante todo el trayecto mientras
estuviéramos aprendiendo sobre los vikingos.
Cerca del
pueblo de Broby bro se encuentran seis piedras rúnicas que datan del siglo XI.
Nuestro guía nos llevó por mitad del campo para descubrir las tres más famosas,
que han sido desplazadas unos cuantos metros de su ubicación original para
evitar su deterioro, ya que se encontraban muy cerca de la carretera de paso.
Las tres runas
pertenecen al grupo de Jarlabanke, un jefe local que controlaba todo este
territorio. En ellas se habla de su abuela: Estrid, la matriarca del clan.
La runa U137
es la más antigua de las tres y cuenta que el hijo de Estrid y Östen se llamaba
Gag y murió, aunque cuando la piedra se erigió aún estaba vivo.
Las otras dos,
U135 y U136 cuentan que Östen fue a Jerusalén (no se sabe a qué) y murió en el
Imperio Bizantino. Estrid y Östen tuvieron otros tres hijos: Ingefast, Östen y
Sven, quienes construyeron un puente y un túmulo en honor a su padre. La U135
es la única runa en Suecia que menciona el peregrinaje a Jerusalén.
Segunda parada
vikinga: Jarlabanke Bridge
De vuelta al
coche, en unos pocos minutos paramos a la entrada de un parquecillo en el
pequeño núcleo de Byle, perteneciente a la municipalidad de Täby. Realmente
pensé que íbamos a ver un puente, pero no. Jarlabanke Bridge es un paso elevado
de unos cien metros, que antiguamente estaba bordeado por cuatro piedras
rúnicas.
En el siglo
XI, este lugar constituía la entrada a Täby y hoy es la puerta que lleva hasta
el Reino de las Runas – Runriket, un área que rodea al Lago Vallentuna y donde
se encuentra la mayor cantidad de piedras rúnicas del mundo. Juntando toda la
información que ofrecen, los estudiosos han conseguido saber que toda esta zona
pertenecía al jefe Jarlabanke, quien mandó construir este puente durante su
juventud. Gracias a ellas también se ha podido conformar la historia de su
familia, que comienza con su abuela Estrid alrededor del año 1000 y termina
cien años después con sus propios hijos.
Se sabe que
Estrid estuvo casada dos veces y que pertenecía a una clase social alta. Cuando
los arqueólogos descubrieron su tumba vieron que tenía monedas de plata y pesas
propias de los mercaderes, por lo que dedujeron que se dedicaba a llevar los
negocios de la granja que regentaba.
Existe una
ruta que te permite visitar nueve lugares rúnicos alrededor de este lago,
mientras te llenas de la historia de este clan vikingo.
De las cuatro
piedras rúnicas que flanqueaban este puente, hoy se pueden ver dos de ellas
aquí (U164 y U165 – La U viene por encontrarse en el territorio de Uppsala).
Al igual que el puente, fueron mandadas erigir por Jarlabanke Ingefastsson, un
jefe vikingo que tenía a su cargo una centena (no sabe de qué) y que gobernaba
Täby. Cinco de las runas que hay distribuidas por todo Runriket dicen lo mismo:
“Jarlabanke mandó hacer estas piedras en honor
de sí mismo mientras estaba vivo. El hizo el puente en beneficio de su alma.
Fue el único dueño de todo Täby. Que Dios ayude a su alma.”
Se cree que
fue cristiano y que estaba obsesionado con que se le recordara como constructor
de carreteras y puentes. Esto se debe a que en esta época sostenían la creencia
de que Dios veía todo lo que la gente hacía en vida y que cuando alguien se
moría era juzgado por los actos que había realizado. Así, no es de extrañar que
pensara que construir un gran puente probablemente le aseguraría una plaza en
el Cielo.
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➤ Suecia: Opinión de la excursión de la cultura vikinga desde Estocolmo (II)