Uno de los lugares más visitados de Despeñaperros es la Cascada de La Cimbarra, un salto de agua que forma el río Guarrizas en los límites orientales de Sierra Morena, el mismo río que forma el Monumento Natural del Piélago. Para llegar a ella basta con acercarse al pequeño pueblo jienense de Aldeaquemada, de unos 500 habitantes y de gran trasiego de gente durante los fines de semana, sobre todo los sábados, cuando se celebra el mercadillo.
Desde allí sale una pista sin asfaltar que lleva en unos diez minutos a la zona de aparcamiento. El inicio de ruta está señalizado y es fácil de seguir. El paisaje es majestuoso, pues se ve desde arriba toda la belleza de las paredes de roca del desfiladero. Parece que el suelo se abre a tus pies, pudiendo disfrutar de todas las vistas desde arriba.
La vegetación propia de la zona, como las jaras y las encinas, te acompañarán durante el primer tramo del camino, proporcionándote buenas sombras mientras te aventuras por unos escalones hasta el interior del barranco.
El sendero es corto, pero empinado y algo escurridizo. Si continúas caminando, pronto llegarás a las ruinas de un antiguo molino, cuyas gigantescas ruedas aún son visibles.
Desde el molino hasta la Laguna de La Cimbarra, el sendero se pierde. Hay que destrepar por mitad de las piedras hacia donde escuches el curso del agua. Es algo complicado, pero se puede hacer. No es recomendable que vayas solo, por si tienes algún traspiés. Tendrás que ir apoyándote en las rocas y saltando a través de ellas mientras desciendes hasta la base de la cascada, pero merece la pena. Esta zona es conocida como las Calderetas, pozos naturales formados por la erosión del agua en la piedra.
Es una buena oportunidad para ver la cascada desde abajo y consolarte en verano cuando has venido y está aparentemente seca (como me ocurrió a mí en esta ocasión). Así, al menos, no habrás hecho el viaje en balde, pues la laguna ofrece una visión preciosa, como si se tratara de un espejo reluciente. Además, puede que veas el hilillo de agua que suele correr desde arriba y que hace que la poza no se seque.
Como curiosidad, parece ser que nunca nadie ha logrado averiguar dónde está su fondo, aunque los lugareños hablan de que tiene más de 30 metros de profundidad, por lo que bañarse aquí es bastante peligroso. No hay cobertura y es un sitio de difícil acceso.
🏃 Llévate agua, crema solar y un buen calzado.
🏃 Dificultad: fácil
🏃 Duración: 30 minutos - 1 hora con paradas.
🏃 Recorrido circular.
🏃 Longitud: 1,2 km