La tarde la quería pasar en Odaiba, así que escogí la mejor manera de llegar hasta allí: el Tokyo Water Cruise. Su barco estrella es el Himiko, un barco futurista muy original, diseñado por el mangaka Matsumoto Reiji. El muelle se encuentra justo al lado del puente desde el que se ve el edificio Asahi. Hay que estar temprano porque las colas son inmensas y los billetes se acaban pronto, sobre todo para el Himiko.
El barco por fuera es una pasada,
llama mucho la atención. Aunque no tienes la posibilidad de subir a cubierta, ya
que está cerrado entero de una pieza. Ante las quejas, han hecho caso y ahora
tienen otra versión: el Hotaluna,
que es parecido, pero puedes subir y hacer fotos desde arriba.
No obstante, como el famoso por
excelencia era el Himiko, allí estuve haciendo cola… el precio: 1520¥ y en cuanto abrieron, a correr para pillar un
buen asiento. Dentro me encontré con los personajes de Galaxy Express 999.
Sus voces van guiando durante el trayecto de una hora hacia Odaiba. Los precios
en el interior son igual que fuera, por lo que todo el mundo aprovecha para
consumir algún refresco o helado. No se puede hacer la “vuelta
completa”, es decir, salir de Asakusa y volver a Asakusa, o salir de Odaiba y
volver a Odaiba. Solo hay 3 o 4 salidas al día desde cada uno de estos puntos,
así que comprueba bien los horarios.
Durante el viaje se describen los puentes más famosos, como el Rainbow,
y los edificios más llamativos, como el de Fuji TV. Merece la pena. 👉 Más información.