Cuando salí de Te Anau, había empezado a nevar. Poco después, me encontré la carretera cortada: o usaba cadenas o no pasaba. Si hubiera tardado un poco más en salir, ni siquiera con cadenas hubiera podido pasar.
Nunca había puesto unas cadenas y, aunque en la oficina
de Jucy me pusieron un vídeo sobre cómo se usan, con los nervios no me acordaba de nada. Da vergüenza decir todo lo que tardé… y es que allí nadie
ayudaba a nadie. Ni siquiera el personal de carretera. Luego me di cuenta que tenía las instrucciones en la guantera... 😔
Al final lo conseguí. El paisaje era increíble: ciervos,
vacas, ovejas, todas las montañas nevadas… Hasta que la furgoneta dio un trompo y casi
me la pego. Pero, bueno, esas son anécdotas y vivencias que enriquecen un
viaje. Aquí dejo unas fotillos:
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