Cuando salimos de Te Anau había empezado a nevar. Poco después, nos encontramos la carretera cortada: o usábamos cadenas o no pasábamos. Si hubiéramos tardado un poco más en salir, ni siquiera con cadenas hubiéramos podido pasar.
Nunca habíamos puesto unas cadenas y, aunque en la oficina
de Jucy nos pusieron un video sobre cómo se usan, con los nervios no nos
acordábamos de nada. Da vergüenza decir todo lo que tardamos… y es que allí nadie
ayudaba a nadie. Ni siquiera el personal de carretera. Luego nos dimos cuenta que teníamos las instrucciones en la guantera... :(
Al final lo conseguimos. El paisaje era increíble: ciervos,
vacas, ovejas, todas las montañas nevadas… Hasta que hicimos un trompo y casi
nos la pegamos. Pero, bueno, esas son anécdotas y vivencias que enriquecen un
viaje. Os dejo unas fotillos: