Nueva Zelanda: Día 12 – Visitando Larnach’s Castle: el único castillo de Nueva Zelanda


Tienen el orgullo de anunciarlo por todos lados como el único castillo de Nueva Zelanda, pero, para mí, no es más que una mansión muy grande, con unos bonitos jardines.

El camino hacia el castillo de Larnach se hace atravesando la Península de Otago por una carreterilla muy estrecha y ascendiendo una gran colina. Las vistas son preciosas, pero el recorrido se me hizo interminable, yendo despacito por todas esas curvas con la caravana, cuando llovía a cántaros y estaba empezando a nevar.

El castillo se construyó entre 1871 y 1887. En 1870 William Larnach, cuando estaba recorriendo la Península de Otago, eligió este lugar para levantar una espléndida mansión. Larnach era un banquero australiano que había venido a Dunedin en busca de riqueza durante la fiebre de oro neozelandesa. En su castillo vivió con sus esposas (se casó tres veces) y con sus hijos hasta 1898. Durante esta época, el castillo contaba con 43 habitaciones y un salón de baile, y tenía 46 sirvientes.

Los Fantasmas del Castillo de Larnach 

Larnach construyó el salón de baile como regalo para su hija Kate en su 21º cumpleaños. Era su hija favorita. Desgraciadamente, Kate murió a los 26 años de tifus y se dice que su fantasma sigue vagando por este salón.

El fantasma de Eliza, la primera mujer de Larnach, también ronda el castillo.


El complejo, al que Larnach llamaba “The Camp”, no le dio la felicidad a pesar de todo. Varios contratiempos personales y económicos volvieron  alcohólico e insolvente a su dueño (aunque puso el castillo y algunas tierras a nombre de su mujer para eludir deudas). 

Estuvo al borde de la depresión tras escuchar los rumores de que su tercera mujer tenía un romance con su hijo favorito, Douglas. Finalmente, todo esto le llevó al suicidio y, en 1898, se encerró en una sala de reuniones del  Parlamento neozelandés y se pegó un tiro. Tras su muerte, toda su familia se peleó por su testamento y sus bienes.


El castillo ha sido visitado por un montón de investigadores paranormales y ha salido en varios programas relacionados con esta temática, como el famoso programa americano “Ghost Hunters International”.

Según un artículo publicado en el New Zealand Herald en noviembre de 2008, la mansión había registrado 30 informes de avistamientos de espíritus, empujones misteriosos, roces, y otros sucesos raros.

Tumba de Williams Larnach
Los hijos de Larnach vendieron la propiedad, la cual fue cambiando de mano en mano varias veces y en dos ocasiones quedó totalmente abandonada.

Hoy en día sigue siendo una casa privada. Cuando lo adquirieron los Barker (sus actuales propietarios) en 1967, estaba casi vacío y en un estado lamentable. Hoy está lleno de objetos que les han sido donados o vendidos para exponerlos. Además, no hay cuerdas de protección, ni nada, para conservar esa atmósfera de casa privada.



El Sótano del Castillo de Larnach 

Sala de las pistolas: en la parte inferior de la entrada se encuentra esa sala donde se exhiben algunas armas deportivas del siglo XIX. En la habitación opuesta se narra la historia de William Larnach, la construcción de su castillo y la vida vivida aquí por su familia. Una pantalla de video en la habitación siguiente muestra la historia reciente del castillo.



Planta Baja 

Salón de música: girando a la derecha y siguiendo por el balcón alrededor del vestíbulo en la parte posterior del edificio, esta sala era la que se utilizaba para cenas y veladas musicales. Todas las hijas de Larnach aprendieron a tocar el piano. Las vigas de abeto de Douglas en el techo vinieron de América. La pintura sobre la chimenea representa el castillo, las cabeceras y el puerto de Dunedin en 1889.

En el centro del fuego se encuentra un portador de carbón. Un sirviente traía el carbón a la habitación en este gran vaso de cobre que cargaría con correas atadas a su espalda.

Despensa: cruzando el vestíbulo abovedado está la despensa del mayordomo, llena de vajillas y otros elementos usados para la cena.

Comedor: flores, pájaros y mariposas talladas en madera de caoba se aplican a los paneles de roble inglés del techo. Las uvas y las vides son de yeso. Para ello, Larnach mandó enviar a dos yeseros italianos. Las chimeneas de mármol en todo el edificio son italianas. La cocina que sirvió a este comedor fue destruida en 1927. Se encontraba en el piso que había justo debajo de este salón. Los sirvientes vivían en pequeñas habitaciones alrededor del patio y en la casa de campo que ahora están en ruinas.

Vestíbulo principal: está lleno de vidrios venecianos grabados a mano y que representan la Rosa de Inglaterra, el Trébol de Irlanda, el Helecho de Nueva Zelanda y el Cardo Escocés. Tres personas estuvieron tallando durante seis años y medio para elaborar el techo.

Sala de dibujo de las damas: En ella las señoras tomaban el té y entretenían a sus amistades.  Para mantener el fuego se llamaba a un sirviente desde los timbres que había a ambos lados de la chimenea. Pero, si las damas preferían tener más intimidad  y no deseaban ser interrumpidas, el carbón era previamente envuelto en papel de seda.

Biblioteca: ubicada en el lado opuesto del vestíbulo, aquí era donde Larnach se convertía en el centro de atención después de las cenas, entreteniendo a jefes de estado y a otras amistades. Las estanterías altas con las cubiertas de polvo de cuero son originales. En el centro de la sala hay una tabla de juegos cedida por el Museo de Otago. El señor contaba con muchos amigos chinos desde sus días en los yacimientos de oro, de ahí que tuviera también la silla negra de China que se encuentra en esta habitación.

Primera planta

Las escaleras: si te paras en el séptimo escalón podrás apreciar la escalera colgante gregoriana, única en el hemisferio sur.

Cuarto principal: contiene una cama original de kauri. En esta habitación también se ve el vestido de boda y otras posesiones de Constanza, la tercera esposa de Larnach.

Cuarto norte: con cortinas rosa y marrón, tiene una suite que vino de Australia.

Segunda planta 

Las escaleras: colgando, en el centro, hay una pintura sobre tela que representa el Evangelio de Lucas. Cristo está resucitando a la hija de Jairo. Es de origen ruso.

Habitación infantil: tiene una bañera de mármol que pesa una tonelada y es una copia de la que se encontraron en las ruinas de Herculano. La original está en el Vaticano. La habitación pequeña frente al dormitorio del niño era donde dormía la niñera.

Tercera planta 

Las escaleras: son de piedra en espiral y llevan hasta las almenas. A 320m sobre el nivel del mar, la vista muestra una panorámica de Dunedin desde el puerto, pasando por Port Chalmers, hasta las cabeceras y luego a lo largo de la costa abierta con sus entradas y acantilados de 250 m de altura.



La sala de baile

Al lado de la entrada principal está el salón de baile que Larnach construyó para su hija Kate. Las ventanas en el patio de luces son del primer banco de Otago, un recuerdo de su empleo anterior.



☕ Cafetería: se accede a ella a través del jardín. De precios módicos, es una buena manera de acabar esta excursión en un día de invierno, disfrutando de sus dos chimeneas encendidas. Abre de 9’30 a 16’30.


Hoy, Larnach Castle también ofrece alojamiento en sus casas anexas y en los antiguos establos. Sus habitaciones son bastante caras. Asimismo, también se hay una ceremonia del té todos los días, con productos típicos de la hora del té inglesa. Cuesta alrededor de 15$ por persona y hay que reservar el día de antes.


   LARNACH CASTLE   
145 Camp Road
Otago Peninsula
Dunedin





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