Alquilar una caravana para viajar por Nueva Zelanda - Jucy Rentals


Al principio pensaba que no iba a alquilar vehículo, pero las distancias son enormes, el transporte público tarda mucho y tiene muy pocos horarios, hay muy pocos tramos de tren y lo más espectacular de Nueva Zelanda es su naturaleza, algo que no está tan accesible si no vas con vehículo propio.

Lo mejor para viajar por Nueva Zelanda es alquilar una caravana o, como yo, una campervan. Y es que el país está muy bien equipado para los que viajan de esta manera. Hay zonas de acampada libre por todos lados, los campings están muy bien preparados en general y los servicios están por todas partes.

Tras dudar mucho, al final decidí alquilar por medio de Jucy Rentals. Una compañía que ya se ha extendido a parte de EEUU y a Australia. Es muy usada en Nueva Zelanda y raro ha sido el sitio en el que no me he encontrado con otra caravana verde y morada. Ya parecía como si perteneciéramos a un club, pues los demás Jucys me saludaban por la carretera y por la calle por llevar la misma camioneta.

La compañía, como todas, hay que mirarla con lupa. Pero al final, me pareció estupenda.

Al llegar al aeropuerto, llamé desde una cabina de teléfonos a un número gratuito para que vinieran a recogerme. En 10 minutos estaba un chico allí que me llevó a su oficina. Allí me esperaba la sorpresa: a pesar de tenerlo todo muy bien atado por internet y haberme leído las condiciones cien veces, resulta que no me cobran de fianza un 20%, sino que son 3000€. Una pasada. La chica dio por hecho que el límite de mi tarjeta no iba a aceptar tanto y, ante mi cara de sorpresa, rápidamente me enseñó todas las opciones de seguros que tenían. Si contrataba uno, no hacía falta pagar la fianza. Un chollo para ellos, vamos. El seguro más sencillito costaba más que lo que me pedían por el alquiler. Menos mal que una de las tarjetas la llevaba sin límite, porque si no, mi presupuesto al traste. Y, con el cabreo, no contraté ningún seguro.

Después me pusieron un vídeo sobre las normas de tráfico más relevantes del país y otro sobre cómo se ponen las cadenas. Contraté las cadenas por si acaso, y anda que no me vinieron bien.


También me dieron muchos folletos turísticos y, a continuación, me llevaron a la campervan. Rápidamente se encargó la chica de apuntar los desperfectos que tenía, básicamente rayajos. Le pedí el papel y lo miré todo detenidamente, porque no me fiaba. Efectivamente, apunté más. Mi fallo fue no mirar el interior, porque no aparecía con dibujitos en el papel. Suerte que a la vuelta no miraron nada.

También me ofrecieron reservarme el ferry de Wellington a Picton con el Interislader, pero yo ya lo tenía contratado de antemano porque sabía que con ellos era más caro.

Su servicio en general fue muy bueno. Tan sólo tuve un contratiempo en Buller Gorge. Fui a pasear por el puente colgante más largo del país y cuando salí vi un líquido verde que salía de la campervan. Desde la oficina de la empresa de aventura de Buller Gorge llamé a Asistencia en carretera y un mecánico de Murchinson vino con la grúa. En Murchinson estuve dos horas en el taller. Al parecer se había roto lo que contiene el líquido refrigerante. El mecánico puso en el papel que no había sido por mi culpa y ellos mismos se encargaron de llamar a Jucy Rentals. Ten en cuenta que si no avisas antes de 24 horas y haces las reparaciones sin avisar, la multa te dejará tieso.

Me lo arreglaron todo y seguí mi camino, sin problemas con la compañía.

Entregué la campervan en Chistchurch. Exigían que estuviera con todo limpio y con el depósito lleno, porque lo iban a mirar con lupa para clavarte una multa. Tenían tanta gente que ni se pararon a mirar. Aparqué la camioneta y la chica me llevó al aeropuerto. Comprobé que no me habían cobrado nada aparte y que mi fianza había sido devuelta a los 10 días de haberla cobrado. Si tuviera que alquilar otra vez, sería con ellos.

También tienen una App gratuita: Jucy Travel. En ella puedes encontrar gasolineras, dónde hay wifi gratis, campings, aseos, alertas de tráfico, actividades…  Y tienen descuentos y ofertas en otras cosas, como cruceros en Milford Sound o forfait en Queenstown, y hoteles.



La Campervan que contraté en Nueva Zelanda

Me costó 500$ por 16 días, 10$ por recogida en el aeropuerto de Auckland y cadenas por 40$.

En total = 550$ + 3000€ de fianza que recuperé después.

Ten en cuenta que el seguro más barato que me ofrecían era de 448$.

La camioneta era una Jucy Cabana – Toyota Estima, que tenía marcados 158.100 km. Automática y de gasolina (luego me alegré de esto).


En la parte de atrás, se levanta la puerta y tiene una nevera, un infernillo, un fregadero y un armarito lleno de cacharros de cocina, donde yo aproveché para guardar mis cosas.




En el interior tiene un DVD y los asientos se separan para sacar una mesa (que nunca llegué a montar) y transformarlos en cama. Debajo de los asientos hay un hueco con 2 almohadas, 2 toallas, un nórdico y sábanas. Este hueco lo aproveché para guardar las mochilas pequeñas.  Todo esto estaba limpio, menos los cacharros de cocina.


Lo peor es que tienes que tenerlo todo muy bien montado cuando te vas porque, aunque el país es seguro, me habían dicho que los robos en los coches estaban en aumento. Así que me recomendaban dejar las cortinas sin echar para que miraran dentro y no vieran nada. El problema es que no hay sitio para meter el equipaje, por lo que hay que agudizar el ingenio. Si tienes pensado viajar en  campervan ten en cuenta el poco espacio disponible que tendrás para guardarlo.

Otro problema es que las camionetas de alquiler son muy llamativas. Fíjate en lo feas que son las Jucys, con sus colores discretitos morado y verde y el símbolo de la tía por todos lados (te aseguro que hay otras de alquiler mucho peores que parecen sacadas de la época hippie). Esto tiene sus cosas buenas: la gente sabe que vas a hacer turismo y te trata mejor. Pero también malas: la gente sabe que vas a hacer turismo y que tienes tus pertenencias en la campervan.


La camioneta tiene dos baterías independientes. Una de ellas es para la nevera y el DVD. Si se ha viajado durante el día, la batería dura sin problemas toda la noche. Eso sí, yo apagaba la nevera para dormir porque me molestaba el ruido.

Los precios de las compañías por alquilarte un GPS suelen ser muy caros, así que me llevé en la mochila el mío y le metí los mapas de Nueva Zelanda que encontré en internet.  Entre el GPS y el Google Maps del móvil no he tenido ningún problema para encontrar los sitios.

Si quieres utilizar el coche para cargar cosas como el móvil, la Tablet o la cámara de fotos, es probable que necesites un Inverter. En el aeropuerto los venden muy caros. Los más baratos los encontrarás en las Pharmacy y por internet. Yo tuve la suerte de que me lo dejara un amigo y me lo llevé desde casa.

Dónde aparcar la caravana en Nueva Zelanda

Tienes que fijarte en las señales que haya en el sitio en el que aparques, porque puede que te levantes por la mañana con un ranger llamando a la puerta con una multa en la mano. En algunos sitios no permiten el parking de caravanas. En otros sí que lo permiten, pero no para dormir.

De todas formas, las campervans, al ser como furgonetas, no tienen tantas restricciones y puedes aparcarlas en cualquier sitio habilitado para coches. El problema está en si quieres dormir en ellas. Yo no me atreví a dormir en la calle o en un aparcamiento y siempre usé campings u hoteles.


En los campings, siempre es mejor contratar un power site, aunque no necesites electricidad o tu caravana no esté preparada (como en mi caso). La diferencia de precio es nimia y los sitios están mejores. Algunos están asfaltados y te ahorras el barro. 

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