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5 lugares imprescindibles que ver en Gumiel de Izán

En un pequeño alto entre los valles del Gromejón y Puentevilla, Gumiel de Izán es toda una sorpresa de la Ribera burgalesa. Te recomiendo que te pasees tranquilamente por sus calles llenas de buenos ejemplos de arquitectura popular y casas blasonadas, que forman parte del precioso conjunto histórico artístico que fue declarado en 2004.

Con vestigios romanos procedentes de la vía Clunia-Astúrica, el primer documento en el que se cita a Gumiel de Izán proviene de 1042, época en la que empezó a tener gran influencia hasta mediados del siglo XV y de la que aún quedan restos del castillo, bodegas y galerías.

Rodeado de viñedos y otros cultivos, sus vides se utilizan principalmente para producir vinos bajo la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Qué ver en Gumiel de Izán

1. Iglesia de Santa María: imponente construcción gótica que cuenta con una gran fachada con escalinatas barrocas. Su interior, de tres naves, guarda el retablo del altar mayor, del siglo VI, cuyas tallas han formado parte en numerosas ocasiones de la exposición Las Edades del Hombre, viajando incluso a Bruselas en 1996.

2. Casa de Santo Domingo: en su preciosa Plaza Mayor, además de la figura de la Iglesia de Santa María, verás esta casa porticada en la que vivió de niño el Santo fundador de los Dominicos. Aunque él nació en la vecina Careluega, su padre lo envió a Gumiel de Izán para que estuviera bajo el cuidado y la formación de su tío, el por entonces arcipreste del pueblo.

3. Ermita de San Roque: Gumiel de Izán tiene varias ermitas situadas en lugares próximos al pueblo, como la del Santo Cristo de Reveche. De ellas, la más interesante es la Ermita de la Virgen del Río, que puedes ver en el propio casco urbano.

4. Restos del castillo y de la antigua muralla: la villa estuvo totalmente amurallada con cinco puertas de acceso y poseía un torreón o fortaleza con galerías subterráneas. Hoy puedes ver algunos de los cimientos del castillo en lo alto de un cerro, varias puertas de sus murallas, como el Arco del Matadero o el Arco de los Mesones, y restos del antiguo cerco que han quedado adosadas a las construcciones del municipio.

5. Bodegas: muchos consideran esta zona como la cuna de la Ribera del Duero porque es donde más porcentaje de viñedo viejo de más de 90 años de edad existe. La historia y la economía de Gumiel de Izán está íntimamente ligada al cultivo de la vid. El pueblo está lleno de pasadizos y bodegas tradicionales subterráneas de las que once son bodegas comerciales. De ellas, tan sólo Bodegas Renalterra se puede visitar.

🍷 Bodegas Portia: visible desde la autovía A1, Bodegas Portia es la más importante de Gumiel de Izán. Su propietario es el grupo Faustino y sus originales instalaciones son obra del famoso arquitecto Norman Foster. De aspecto futurista, su forma está inspirada en un trébol de tres hojas. bodegasportia.com

🍷 Bodegas Renalterra: en pleno centro urbano, junto a la Iglesia de Santa María, puedes visitar esta bodega tradicional subterránea, cuyo origen se remonta al siglo XIV. vinosrenalte.com


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4 lugares que ver en Berlangas de Roa

Entre las vegas del Duero y las del Riaza, Berlangas de Roa es un pueblecito pequeño que puedes visitar en tu ruta de la Ribera del Duero burgalesa. En mi caso, fue justo la parada que hice después de estar en las curiosas Bodegas El Cotarro, el poblado hobbit burgalés.

Su población no llega a los 200 habitantes y está principalmente ligada a la agricultura y a las bodegas, cuyos vinos están incluidos en la Denominación de Origen Ribera del Duero. La empresa Bodegas y Viñedos O’Fournier fue una de las impulsoras de la denominación y una de las primeras en estar adscrita a ella.

Pero por lo que más se la conoce es por el meteorito que cayó sobre el pueblo en 1811.

El pueblo, con sus múltiples fuentes, se ve bastante rápido. Cuando acabes de visitarlo,  siempre te queda la opción de disfrutar de un buen ribermocho en su bar


Qué ver en Berlangas de Roa

1. Iglesia Parroquial de San Andrés: construida en el siglo XVII, presenta una sola nave con una torre campanario. Dentro cuenta con un retablo del siglo XVI, un tenebrario del XV y una pila bautismal románica del XII.

2. Termómetro: a la entrada del pueblo hay un parquecillo al lado del arroyo lleno de patos y en el que hay un curioso termómetro que ha sido premiado en varios certámenes de arte moderno.

3. Ermita de la Virgen de Los Huertos: esta construcción románica del siglo XII la puedes ver a las afueras de Berlangas. Dentro guarda la imagen de la patrona de la villa, cuyas fiestas se celebran el 23 de abril.

4. Meteorito el Berlanguillas: el único meteorito que ha impactado contra la provincia de Burgos fue bautizado como el Berlanguillas, en honor al pueblo. El suceso se produjo el 8 de Julio de 1811 a las ocho de la tarde y los vecinos, al escuchar el estruendo, lo confundieron con un disparo de cañón de las tropas napoleónicas.

Unos agricultores vieron caer algo a la tierra y se acercaron para ver una gran oquedad en la que había una piedra caliente e incandescente.

Ocho años antes había sido descubierto el origen de los meteoritos y los científicos franceses de la época mostraron un gran interés por el suceso de Berlangas, por lo que todos los restos del impacto fueron llevados a Francia. El mayor de ellos, de 1.200 gramos, se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural de París. Desgraciadamente no se conserva ningún fragmento en España, pues hasta 1916 no se legisló que todos los meteoritos caídos en territorio español fuesen propiedad del Estado.

En el pueblo puedes ver una plaza dedicada al Berlanguillas y una reproducción.


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9 lugares imprescindibles que ver en Aranda de Duero

La mayor población de la Ribera del Duero burgalesa es ampliamente conocida por ser la capital del vino y de la gastronomía. Bañada por las aguas del Duero cuando recibe a su afluente Bánvelo, Aranda de Duero es una ciudad próspera, llena de negocios, asadores y gente disfrutando de sus bares y de sus paseos bajo frondosos árboles.

Reconocida mundialmente por su gastronomía, en ella podrás probar sus especialidades: el lechazo asado y la morcilla de Aranda. Además, en el centro tendrás oportunidad de comprar otros productos típicos de la tierra, como los afamados quesos de la región.

Gastronomía, naturaleza y monumentos. Aranda ofrece una hermosa visita en la que tampoco puedes perder la oportunidad de visitar una bodega en uno de los mayores complejos de bodegas medievales subterráneas que existen.

Qué ver en Aranda de Duero

1. Plaza Mayor: en esta preciosa plaza castellana llena de bares encontrarás la Oficina de Turismo y el CIAVIN, el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino, situado en un edificio del siglo XVIII.

2. Iglesia de Santa María la Real: está considerada la obra más importante de Aranda de Duero. Muy cerca de la Plaza Mayor, las dimensiones del templo han hecho que la conozca como la pequeña catedral. Se construyó en el siglo XV sobre una iglesia románica anterior de la que sólo se conserva la torre y lo que más llama la atención es su espectacular portada gótica. En su interior podrás ver un impresionante retablo renacentista del siglo XVI y una escalera mudéjar.

3. Iglesia de San Juan de la Vera Cruz: perteneciente a los siglos XV y XVI, en ella edificio se celebró el Concilio de Aranda en 1473, bajo el reinado de Enrique IV, siendo convocado por el arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de Acuña para combatir la ignorancia y la vida disipada de algunos clérigos. Su torre fortificada hace pensar que originalmente fue usada como defensa. Hoy no tiene culto y su interior está dedicado al Museo de Arte Sacro de la Ribera.

4. Calle Isilla: aquí tienes la calle más animada de toda la ciudad. Pasea por su suelo empedrado lleno de tiendas, restaurantes, pastelerías y bodegas hasta llegar a la Plaza del Trigo para deleitarte con la típica arquitectura popular castellana.

5. Palacio de los Berdugo: en esta casa señorial del siglo XV se llegó a alojar el emperador Carlos V. También Napoleón pasó por aquí en noviembre de 1808 antes de cruzar Somosierra (aún contiene la cama barroca en la que dicen que durmió). Desgraciadamente tan sólo podrás ver su fachada, pues su interior no está abierto al público. Delante del palacio tienes el rollo jurisdiccional gótico, que fue usado también como picota para los delincuentes.

6. Puente de las Tenerías: en pleno centro de Aranda tienes un excepcional paseo junto al río Bañuelos en el Parque El Barriles con frondosos árboles, un embarcadero y una zona llena de aves acuáticas.

7. Museo Casa de las Bolas: en este palacio del siglo XV se cuenta que vivió la Isabel la Católica antes de ser reina y Juana la Beltraneja. Actualmente alberga el Museo pictórico de Félix Cañada

8. Bodegas subterráneas: la ciudad cuenta con más de siete kilómetros de galerías excavadas en la roca que guardan más de 300 bodegas construidas entre los siglos XII y XVIII conformando uno de los mejor conservados conjuntos de bodegas medievales que existen. Se organizan visitas de una hora de duración para ver varias de ellas y normalmente incluyen la degustación de una copa de vino.

9. Santuario de la Virgen de las Viñas: te recomiendo que reserves algo de tu viaje para pasear por el bonito parque que lleva hasta el santuario de la patrona de Aranda de Duero. Lo encontrarás a las afueras del pueblo en el paraje conocido como monte Costaján, donde cuenta la leyenda que se encontraron una imagen de la Virgen en el siglo XII. Dentro verás al popular Mediquín, una figura pequeña de un niño justo debajo de la Virgen y que cuentan que curaba a los enfermos arandinos de la peste.

🤓​ Curiosidad: se tiene constancia de que el primer plano urbanístico que se hizo en España fue el de Aranda de Duero en 1503, fruto de una rencilla vecinal. Aún se conserva en el Archivo General de Simancas y sobre él se basó el desarrollo urbanístico de las nuevas ciudades del Nuevo mundo.

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Cómo es la visita a la Capilla de San Olav, la ermita noruega de Covarrubias

La verdad es que durante mi viaje por la provincia de Burgos no esperaba encontrarme yo con una capilla noruega en mitad del bosque de Arlanza.

La historia de Kristina, un culebrón de la época

Aunque la capilla es de construcción reciente, su origen hay que buscarlo en el siglo XIII, cuando la princesa Kristina de Noruega llegó a Castilla para casarse con Felipe, infante de Castilla. Sin embargo, la leyenda cuenta que realmente había sido propuesta para contraer matrimonio con Alfonso X el Sabio, quien no conseguía tener descendencia con su mujer, Violante de Aragón (hija de Jaime I el Conquistador), decidió repudiarla y buscar otra esposa con los que poder tener hijos. Así, mandó una embajada a la corte de Noruega para pedir la mano de Kristina, la única hija de Haakon IV el viejo.

Aceptada la propuesta, Kristina emprendió su viaje en 1257 desde Tønsberg (pueblo que regaló una estatua de la princesa a Covarrubias en 1978 y que hoy puedes ver delante de la excolegiata). No se sabe muy bien, pero desembarcó en Inglaterra, cruzó a Francia y continuó por tierra hasta el Rosellón. Desde allí pasó por Gerona, Barcelona, Soria, Burgos, Palencia y, por fin, llegó a Valladolid un año después de haber salido de Noruega.

Estando en Valladolid recibió una oferta de matrimonio de Jaime I de Aragón para convertirla en reina de Aragón, pues se había prendado de su belleza durante su visita a Barcelona. Pero era bastante viejo para Cristina y lo que a su familia verdaderamente le interesaba era establecer alianzas con Alfonso X y convertirse en emperadora algún día. Así que lo rechazó.

Desgraciadamente, los sueños de Cristina se vieron truncados por un acontecimiento: la esposa de Alfonso X se había quedado embarazada y ya no podía repudiarla. Su largo viaje no había servido para nada. Aunque, como a ambas partes les interesaba una alianza Castilla-Noruega consideraron que Cristina se merecía casarse con uno de los hermanos de Alfonso: Fadrique, Sancho, Felipe y Enrique.

Pero Cristina era de gustos refinados. Fadrique no le interesó porque tenía una cicatriz en el labio y lo vio feo (bueno, también es que tenía una esposa en Italia, pero estaba muy lejos). A Enrique no lo eligió porque no había podido verlo en persona, ya que se encontraba de viaje por Inglaterra. Quedaban Sancho y Felipe, pero los dos estaban estudiando para ser curas.

Tanta tontería desesperó a Alfonso X, que al final decidió que se iba a casar con Felipe y punto. Lo mandó llamar, ordenó que dejara su vida religiosa y apañó el enlace el 31 de marzo de 1258 en la Colegiata de Santa María de Valladolid.

Después del enlace se fueron a vivir a Sevilla y cuatro años después Kristina se murió. Algunos dicen que de melancolía porque echaba de menos su tierra, otros que de meningitis y otros dicen que nunca llegó a acostumbrarse al calor. Vamos que le dio un sofoco de los grandes. ¿A quién se le ocurre llevar a una princesa noruega a vivir a Sevilla? Seguro que en Burgos hubiera estado más fresquita 😅.

Felipe decidió que la enterraran en la Colegiata de Covarrubias, donde él había sido abad. Y allí sigue su sepulcro, que hoy puedes ver en el claustro. Podía haberla mandado aquí antes para que no sufriera los calores sevillanos, pero bueno, al menos la eternidad la pasará a mejor temperatura.

El caso es que, antes de morir, mandó que su marido le hiciera una promesa: que le construyera una capilla en su honor a San Olav, el único santo cristiano noruego. Pero, por lo que sea no lo hizo (no le vendría bien, lo fue dejando...)  y, tanto el personaje de Kristina, como la promesa de la iglesia, quedaron en el olvido… unos 800 años. Ahí es ná 😒

Kristina tan sólo estaba esperando su momento. Que llegó en 1958, cuando unos investigadores abrieron un sepulcro que se encontraron en la colegiata de Covarrubias y vieron los restos de una mujer muy alta y rubia, y pensaron que ésta de castellana de la época tenía poco. Entre sus manos tenía un pergamino con versos de amor y una receta médica para curar el mal de oídos (¿quién entierra a alguien con una receta? 😩) y llegaron a la conclusión de que, como parecía nórdica, pues sería Cristina de Noruega. Y así quedó la cosa.

Cómo es la visita a la Capilla de San Olav

Desde que se encontrara el sarcófago se empezaron a estrechar lazos con la localidad noruega de Tønsberg y se creó la Fundación Princesa Kristina de Noruega, cuyo principal objetivo fue cumplir el sueño de la princesa: hacerle una capilla a San Olav.

En 2011 se inauguró la capilla en medio de un bosque en el Valle de los Lobos, a 3 km de Covarrubias. Llama mucho la atención encontrarte esta construcción ahí. A mí, la verdad, no me gustó ese mamotreto allí en medio. Pero para gustos, colores 😁.

El edificio ostenta con orgullo ser la primera ermita construida en España en el siglo XXI. Su estructura es tan extraña porque imita la forma de un drakkar vikingo realizado en madera y acero (un barco largo, vamos). Para su diseño se convocó un concurso entre el Ayuntamiento de Covarrubias, la Escuela de Arquitectura de Oslo y la Escuela de Arquitectura de Valladolid, y la Real Embajada de Noruega en España. Y ganó éste.

El proyecto ganador fue el de Pablo López Aguado y Jorge González Gallego, que crearon un espacio cultural para dar a conocer la figura de San Olav en sus tres facetas: como vikingo, como rey y como santo.

Nada más llegar, te sorprenderá su porche de madera que da acceso de una manera curiosa a su interior. Dentro todo está realizado en madera, incluso las vigas. La luz es escasa, prácticamente te encontrarás viéndolo todo en penumbra y el espacio es demasiado amplio y vacío, siguiendo el estilo austero nórdico. 

A lo largo del pasillo principal verás diversos paneles en el que se cuenta la vida y los milagros de San Olav. E incluso un certificado de haber realizado el Camino de San Olav, una especie de compostelana para los que vayan en peregrinaje. 👉 Más información.

El pasillo se abre hacia un enorme espacio interior, casi vacío. Primeramente, hay una zona reservada para los bautismos, después hay un espacio para que se sienten los fieles o asistentes de los actos culturales. Y al fondo, elevado, aparece el altar con la efigie de San Olav. En uno de los laterales, también elevado, tienes una especie de coro.

De nuevo en el exterior, fíjate en todos los pequeños detalles que tiene la fachada y que hacen referencia a los pueblos vikingos, como hachas o lanzas.

Pero lo que a mí me resultó más sorprendente de todo está justo detrás de la ermita. Allí hay una gran torre exenta, que yo cuando la vi de lejos pensé que era de una mina. Pero no, es la torre de la iglesia, su campanario. En el proyecto decían que iba a ser también un mirador e iba a estar abierta al público, pero eso nunca llegó a llevarse a cabo.

Para hacer más extraño el conjunto, delante de esta torre, también dando la espalda a la iglesia, hay un graderío con forma de auditorio. El interior de la capilla tiene una capacidad de 100 personas y empleando su espacio exterior de unas 200.

Antes de irte, no olvides refrescarte en la Poza de Félix,  lo que mas me gustó del complejo 😊

👉 La entrada es gratuita y la enseñan voluntarios.

Cómo llegar a la Ermita de San Olav

● Sal de Covarrubias en dirección al Monasterio de San Pedro de Arlanza.

● A 1’5 km verás un desvío a la izquierda, hacia una pista de tierra.

● Continúa por esta pista durante un kilómetro y verás la iglesia.


🔆​ Otros lugares de la comarca de Arlanza 🔆​

Cascada del Churrión

Cementerio de Sad Hill

Covarrubias

Embalse de Uzquina

Lerma

Poblado medieval Territorio Artlanza

Santa María del Campo

Ermita de San Olav




Qué ver en el pueblo de Neila - Nacimiento del Río Neila

El lugar más famoso de la sierra de la Demanda es visitado todos los años por cientos de turistas atraídos por las Lagunas de Neila. Sin embargo, pocos se acercan a este precioso pueblo con el que comparten nombre y que parece perdido en el tiempo.

Este enclave serrano del fondo del valle está situado donde las provincias de Burgos, La Rioja y Soria se saludan. Su origen es tan remoto, que ni se sabe cuándo nació. El primer documento escrito en el que aparece es del siglo XII, cuando se inauguró una de sus iglesias. También se sabe que fue ganando importancia conforme se fue consolidando el comercio de lana, pues la convirtieron en cabeza de Cañada Real llegando incluso a tener un representante en el Concejo de la Mesta. De este rico pasado aún tienes muestras en algunas de sus casas solariegas con fachadas adornadas con bellos escudos.

Hoy Neila no llega a los 150 habitantes. Su actividad principales la ganadería, sobre todo de vacas, aunque también es importante la producción de madera.

Me encantó pasear por sus calles tranquilamente después de haberme pateado las lagunas, llenas de arquitectura tradicional y rodeadas de un espectacular entorno montañoso.

Qué ver en Neila

1. Cueva de Neila: lo más curioso del pueblo es llegar a esta cueva en pleno casco urbano para admirar el nacimiento del río Neila, que cuando entra en La Rioja, pasa a llamarse Najerilla. Cuenta la leyenda que en la cueva vive la bruja Úrsula y que se alimenta de niños traviesos. Dentro la cueva se divide en varias galerías que han sido exploradas por grupos de espeleólogos.

2. Iglesia de Santa María: muy cerca del Ayuntamiento puedes ver esta bonita obra románica que fue ampliada en el siglo XVI. Su estructura presenta tres naves con bóvedas de crucería estrellada. Dentro quedó la puerta original que comunicaba el templo con la torre, y que hoy está cegada. En el interior puedes ver su espectacular pila bautismal, un Crucificado del siglo XIV y la Capilla de los Márquez de Prado del siglo XVI.

3. Rollo de la justicia: la encontrarás justo detrás de la Iglesia de Santa María. Esta picota del siglo XVIII cuenta con varios escudos de Aranda de Duero, quien realmente tuvo la jurisdicción de estas tierras desde mediados del XVI.

4. Iglesia de San Miguel: este templo románico serrano se construyó en el año 1087 y algunos dicen que es uno de los más antiguos del románico burgalés

​💡​ El nombre de Neila significa corriente de agua.

🌲​ Otros lugares de la Sierra de la Demanda 🌲​

Neila

Lagunas de Neila

Necrópolis de Revenga

Necrópolis de Cuyacabras

Ruta Tierra de Dinosaurios

Monasterio de San Pedro de Arlanza

Desfiladero de la Yecla