Cómo es la visita al Poblado Medieval Territorio Artlanza

En Quintanilla del Agua, en la comarca burgalesa de Arlanza, tienes la escultura más grande del mundo. Este curioso lugar muestra en sus más de 15.000 m² la recreación a tamaño real de un típico pueblo castellano y ha logrado hacerse un hueco en los mapas turísticos de Burgos.

La idea surgió del artesano local Félix Yánez, quien se dedicaba antiguamente a vender sus obras por las ferias y tenía un taller en Quintanilla del Agua. Un día dejó las ferias atrás porque ya no daban dinero y comenzó a crear una plaza castellana a tamaño real desde cero, reciclando materiales que se encontraba en escombreras.

La gente iba a su casa a ver cómo iba la construcción y curioseaba por allí. Cada vez se empezaron a interesar más personas por su proyecto. Así que Félix siguió creando, amplió su obra y decidió abrirlo al público para que lo visitaran los turistas. Y así, de camino, dar a conocer la zona.

Desde 2006 que empezó sólo con su plaza, le ha dado tiempo a crear un espacio único, que parece salido de un cuento. Recibe cientos de visitantes, organiza talleres, ha salido en la tele en múltiples ocasiones y hasta ha creado un festival de teatro que tiene lugar en su corral de comedias. Pero el proyecto sigue y todavía puedes ver las obras de sus próximas ampliaciones. Al visitarlo no pude evitar recordar a Justo Gallego, el famoso constructor de una catedral con materiales reciclados.

Cómo es la visita a Territorio Artlanza

La visita se hace por libre y se tarda una hora más o menos en hacer el recorrido, que está organizado de manera circular. Lo primero que verás será un museo etnográfico presidido por un entrañable señor mayor sentado con su garrota.

A continuación, pasarás a una enorme Plaza del Gran Almendro llena de recovecos por los que poder perderte a descubrir rinconcitos de un gran valor artístico. Realmente parece que estás recorriendo un pueblo de verdad, con sus casas llenas de balcones, calles empedradas bajo los soportales, macetas repletas de flores…

Así, pasarás por delante de la ferretería, de la cantina, del guanicionero, del alfarero, de la casa consistorial… Muchas de las casas están abiertas para que entres a ver los negocios.

En uno de los recovecos de la plaza te encontrarás con un arco que te adentrará en una plaza más pequeñita, por la que pasa el río bajo un puente. En una de sus esquinas está el corral de comedias, donde se celebra el festival de teatro.

Saliendo a la plaza de nuevo, puedes encontrarte con negocios tan originales como la librería católica y con la escuela de niñas, a la que no le falta un detalle.

Al lado de la cantina tienes la pequeña Plaza de los Almendros y, en el extremo opuesto, la Plaza de los Juegos Tradicionales. Aquí empiezan a sucederse una serie de pasadizos que puedes atravesar para visitar zonas como la bodega, la fragua o la botica, llegando a las placitas más pequeñas de Castilla y del Crucero.

Antes de visitar el parque, te detendrás un poco a mirar las aves de corral que hay allí. Esas sí que son de verdad.

Finalmente, llegarás al parque. Aquí Félix está creando de nuevo otro espacio más para ampliar el recinto. Está orientado a los niños. Una ciudad a escala más pequeñita para que la disfruten también ellos.