6 lugares imprescindibles que ver en Oña

Asentada sobre un meandro del río Oca, muy cerquita de Las Merindades, la pequeña población de Oña debe estar en cualquier itinerario de viaje por la provincia de Burgos.

En el siglo XI el conde Sancho García fundó el Monasterio benedictino de San Salvador para dárselo a su hija Tigridia, creando el Señorío Infantado más importante de Castilla en Oña. Los abades ostentaron el título de señores de Oña y la población ostentó el título de Muy Leal y Valerosa Villa, título que dura hasta nuestros días.

Hoy todo este pasado medieval ha dejado su impronta en las calles y monumentos de la localidad, que se llenan de turistas durante las vacaciones y festivos. La plaza está llena de bares y terrazas, y sus pastelerías venden unas raquetas y unas rocas de chocolate estupendas.

Pero no sólo merece la pena visitar el centro histórico de Oña, también puedes disfrutar de la vía verde que sigue el trazado de la antigua línea del ferrocarril junto al río Oca, adentrándose en un increíble y frondoso paraje natural.

Frías, Oña y Poza de la Sal conforman la espectacular Mancomunidad Raíces de Castilla. Tres pueblos considerados de los más bonitos de Burgos.

Qué ver en Oña

1. Monasterio de San Salvador: es el monumento más importante del pueblo. Impresiona ver una construcción de estas características cuando subes hasta su plaza. Se levantó en estilo gótico en el siglo XI y en su capilla mayor se encuentran los sepulcros de los últimos condes de Castilla (Sancho García, su esposa Urraca y su hijo García), así como algunos pertenecientes a los primeros monarcas castellanos. Desde la desamortización de Mendizábal no se da misa en el interior del monasterio, pero sus vecinos realizan una representación cada verano llamada el Cronicón de Oña y que habla sobre los orígenes de Castilla.

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2. Iglesia de San Juan: la verás en frente del monasterio. Originalmente fue la iglesia parroquial del pueblo, dado que la de San Salvador sólo podía ser utilizada por los monjes. Destaca su portada gótica y su gran torre románica. Esta torre hoy alberga el Museo de la Resina.

3. Jardines secretos: antiguamente estas tierras formaban parte de las huertas del monasterio. Una parte del actual jardín se utiliza como piscifactoría de truchas (se cree que la más antigua de la península) y otras se han reconvertido para divulgar arte moderno de artistas de Castilla y León. Junto al jardín verás la Casa del Parque, situada en una antigua lechería.

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4. Antiguo hospicio de Oña: si das la vuelta al Monasterio de San Salvador, te toparás con esta misteriosa portada que formaba parte de un viejo hospicio.

5. Calle Barruso: es uno de los vestigios de vías medievales mejor conservados de Oña. Junto con la Iglesia de San Juan tiene el arco de la Estrella, que formaba parte de la muralla que defendía la villa y daba entrada al barrio judío.

6. Paseo del Oca: saliendo del pueblo, junto al aparcamiento de caravanas y área recreativa, parte una senda increíble que recorre la hoz que el río Oca ha formado en un precioso desfiladero. El paseo es prácticamente llano y se recorre en menos de una hora mientras disfrutas de la tranquilidad del paisaje.

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🤓 Curiosidad: en el siglo XVI Fray Pedro Ponce de León inventó en el Monasterio de San Salvador de Oña el lenguaje dactilológico, lo que hoy conocemos como lenguaje de signos.