La villa es
conocida como la La bien trazada, y es que su centro histórico mantiene la
organización original que se trazó en 1305 cuando la infanta Blanca de Portugal
la adquirió y la trasladó a su emplazamiento actual. Una planificación urbanística
en cuadrícula insólita en las poblaciones medievales hasta entonces y que
sirvió a los Reyes Católicos como ejemplo para urbanizar las futuras ciudades
americanas, como Santa Fe de Granada.
Este trazado
se basa en dos ejes longitudinales formados por las calles Medina y Mayor, que
son atravesados por la calle Justo Cantón Salazar, encontrándose todas ellas en
la Plaza Mayor, que actúa como centro. Antiguamente todo el casco histórico
estaba protegido por una gran muralla y un alcázar.
Su posición
geográfica hizo que creciera su importancia por estar situada en los caminos
que conectan La Meseta con el Cantábrico y con Francia, además de ser paso
obligado en la antigüedad para los peregrinos que iban a Santiago, antes de ser
desviados hacia Burgos. Tal fue su fama, que en 1387 se celebró en Briviesca la
reunión de las Cortes de Castilla en la que se creó el título de Príncipe de
Asturias.
La villa fue
un lugar de descanso de los viajeros de una de las rutas más utilizadas del
reino entre los siglos XVIII y XX. La apertura de la autopista de peaje supuso
la pérdida de gran parte del tráfico que antes circulaba por el pueblo. Aunque hoy también forma parte del Camino de Santiago, en su ramal que va por Bayona.
Como recuerdos de una época dorada, en tu paseo por Briviesca podrás deleitarte con multitud de palacetes de los siglos XVII y XVIII, como la Casona de los Martínez de España o el Palacio de los Torre.
Antes de irte,
no olvides pararte en alguno de sus tiendas a comprar productos típicos de la
zona, como sésamo garrapiñado, cuajadas o embutidos.
Qué ver en
Briviesca
1. El Palacio
de los Soto-Guzman: en uno de los lados de la Plaza Mayor se ve la torre de
este palacio del siglo XVII. El edificio tiene en su fachada los escudos de la familia y alberga una Custodia del Santísimo Sacramento. Desde 1856 alberga el Ayuntamiento de la villa. Allí también está la Oficina de Turismo, con la que tienes que contactar para ver por dentro el Conjunto de Santa Clara.
2. La Iglesia
Colegiata de Santa María: la primera colegiata de la diócesis de Burgos hasta
el XIX, es una de las construcciones más emblemáticas de Briviesca. Conserva su
estructura gótica original, a pesar de haber sido reformada en varias ocasiones.
Data de 1794 y sólo se puede visitar en Viernes Santo.
3. La Iglesia
de San Martín: templo gótico en el que se encuentra el sepulcro de don Pedro Ruiz
de Briviesca y el de su esposa, Teresa Ruiz.
4. El Convento
de Santa Clara: fundado por doña Mencía de Velasco en el siglo XVI, está
compuesto por un monasterio, una iglesia, un hospital y una casa solariega. Dentro puedes ver el mayor tesoro del pueblo: un gran retablo de madera de nogal de 24 metros de altura.
5. Mirador de
los Pinos: desde donde se obtienen las mejores vistas de Briviesca.
6. El paso del
río Oca: paralelo al río Oca puedes pasear por la senda arbolada del Parque de la Florida.
7. El Santuario
de Santa Casilda: a 11 km del centro de Briviesca, puedes ver este santuario del
siglo XI construido en honor a Santa Casilda, la hija del rey moro Al-Mamún de
Toledo, que se convirtió al cristianismo y se hizo eremita. El edificio actual
es una obra del siglo XVI y en su interior se puede ver la estatua de la Santa
tallada por Diego de Siloé.
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