Antes de coger
el vuelo que me llevaría a Seúl, aproveché las pocas horas que me quedaban en
Japón para hacer algunas compras en cuatro buenas zonas para adquirir souvenirs en
Fukuoka.
Dónde comprar souvenirs en Fukuoka
1. Kawabata
Shotengai: se trata de un pasaje peatonal cubierto situado al lado del Templo
Kushida y que tiene cien tiendas. En él se pueden encontrar kimonos, yukatas, vidrios,
bolsos, souvenirs… Mis tiendas favoritas fueron las que estaban llenas de
artículos de papelería japoneses a muy buen precio. A lo largo del pasaje hay
también algún que otro restaurante que, cuando cierra, no duda en pedir
disculpas a sus clientes.
2. Canal City
Hakata: se hace llamar “Ciudad dentro de una ciudad”,
así que imagina su extensión. Más de 250 tiendas, cafeterías, restaurantes, cines, dos hoteles, un
teatro… y un canal de agua que recorre todo el complejo y en cuyas fuentes se
hacen espectáculos diariamente a unas horas concretas. En la quinta planta está
el Ramen Stadium, lleno de puestos
que sirven ocho especialidades distintas de ramen, procedentes de todo Japón.
La
verdad es que fue un agobio. Los planos no sirven de mucho y acabé cansada de subir
y bajar escaleras y de atravesar de un edificio a otro sin ni siquiera darme
cuenta. Lo más me gustó de aquí fue la tienda del Studio Ghibli, el centro donde
vendían carritos de bebé (pero para perros), el puesto en el que te grababan
los palillos a un precio muy interesante y las tiendas de chucherías japonesas.
3. Don Quixote:
una locura de tienda. Donki, como la llaman los japoneses, pertenece a una
cadena de centros comerciales japoneses de productos a bajo coste. Pasillos y
más pasillos de estanterías repletas de productos, que muchos no tenía ni idea
de qué eran. Iba pasando de una sección a otra sin saberlo, pues no hay
separación entre, por ejemplo, el supermercado y el sex shop.
Hay secciones
de comida, cosméticos, ropa, complementos, tecnología, medicinas (hasta
ibuprofeno puedes comprar en ellas), disfraces y juguetes. A veces estaba todo
muy remezclado y era difícil saber en qué sección te encontrabas. Cuando yo fui
estaban promocionando un consolador masculino que estaba colocado en todas las
secciones… ¡Hasta en la de juguetes infantiles!
La música
estaba a tope y acabé con la cabeza como un bombo. Pero encontré muchas cosas
interesantes. De hecho, los chocolates y snacks fueron los más baratos que
encontré en Kyushu. Ya sabes, si quieres tonterías japonesas baratas, busca un
Don Quijote.
4. Shintencho
Shotengai: una galería comercial cubierta que está a escasos metros de la
estación de Hakata y que se fundó en 1946. Allí hay cerca de 90 negocios. Ya había
pasado por ella durante el primer día que pisé Fukuoka. En este último día
volví a la galería a comprar más libros en la gran librería que tienen a la
entrada.
Y no pude
despedirme de Japón, sin decir adiós a mi querido Yoshinoya en el aeropuerto.
Todo un símbolo de mis viajes asiáticos. Y es que, siempre que haya uno cerca,
acabaré entrando allí a por butaniku.
Otra entrada que te puede interesar: