Después de volver de
hacer el minitrekking y de atravesar de nuevo el Lago Rico en barco, el autobús
nos dejó en el aparcamiento de las pasarelas del Perito Moreno. Allí hay un
restaurante y una tienda. Los que quisieron se fueron con la guía a ver las
pasarelas, los que no, podían hacer el recorrido autoguiado.
Las pasarelas están
dispuestas formando un circuito de tres niveles, con escalinatas y balcones que
permiten apreciar el glaciar desde diversas perspectivas. Tienen una extensión
de 5 km y están formadas por escalinatas que descienden hasta aproximarse a
unos 300 metros del frente del glaciar.
Las escaleras escurren
bastante y hay que ir con cuidado. Existen 5 paseos distintos llenos de miradores
para deleitarte con la parte frontal del glaciar. Ninguno de ellos es difícil,
ni largo.
🏃 Central: 1 hora
🏃 Inferior: 1h 15’
🏃 Accesible: 30’
🏃 Del bosque: 45’
🏃 De la costa: 1 h 30’
Andando a paso ligero,
me dio tiempo a hacer el accesible, el central, y dar la vuelta por el inferior.
El camino de la costa estaba cerrado. Las vistas eran maravillosas.
Cada mirador ofrecía una
imagen distinta y preciosa, pero el balcón intermedio es el mejor para tener
una visión general de todo el glaciar y del Canal de los Témpanos. La imponente
masa de hielo es la tercera más grande del mundo, después de la Antártida y
Groenladia.
A lo largo de la
historia ha recibido diversos nombres y ha supuesto siempre un punto de disputa
entre Chile y Argentina. Su descubridor fue un capitán de la Armada Chilena en
1879, quien lo nombró Francisco Gormaz (el que patrocinaba la expedición). Un poco
después, Rudolph Hauthal, adscrito a la Comisión Argentina de Límites, lo
encontró y lo nombró Bismarck.
En 1881 se firmó el tratado
de límites entre Argentina y Chile, quedando definida la frontera de ambos
países en la cordillera de los Andes hasta el paralelo 52. Así, el glaciar,
quedaba en manos argentinas.
En 1889, quedó bautizado
como Perito Moreno, en honor a Francisco Pascasio Moreno (el perito), uno de
los personajes argentinos más famosos del mundo. Durante las disputas
limítrofes con Chile, fue él quien, acompañado de su esposa y de sus cuatro
hijos, cruzó la cordillera de los Andes en mula. Hizo múltiples viajes a la Patagonia
como perito de límites y su arbitraje como experto le permitió a la Argentina
retener 1800 leguas cuadradas de tierras.
Diputado nacional, creador de los comedores escolares (pagados de su bolsillo), promotor de los Boy Scouts
Argentinos, Consejero Nacional de Educación… múltiples hazañas que le valieron el
convertirse en leyenda. Desgraciadamente, nunca llegó a ver el glaciar que hoy
lleva su nombre.
Después de descansar un
poco en la cafetería del restaurante y de comprar algo en la tienda de
souvenirs, volví al minibús que me llevaría de vuelta a El Calafate.
🏃 Ventajas del minitrekking:
La principal diferencia entre cualquier actividad que contrates y ésta es que,
a mi parecer, es la más completa. Puedes ver el glaciar desde dos puntos
distintos, caminas sobre él, montas en barco y haces el circuito de las
pasarelas. El personal es experto, se toma muchas molestias y se nota que
disfrutan con lo que hacen. Es caro, pero merece la pena. La experiencia es
inolvidable.
🏃 Puedes contratar la misma excursión que hice yo en: www.patagoniadreams.com.ar
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