En la comarca cántabra de Trasmiera, Liérganes aparece como
un pueblo precioso y tranquilo atravesado por el río Miera. De hecho, su nombre
proviene de éste: Lie erga annes, lugar junto al río. Hoy pertenece a la red de Pueblos más bonitos de España.
El centro del pueblo está lleno de casas de arquitectura tradicional,
contando con algunos palacetes y algunas muestras de arquitectura renacentista,
clasicista, barroca e indiana, que representa todas las fases por las que ha
pasado el pueblo a lo largo de su historia.
Una de las callejuelas te llevará al Puente Mayor o Romano,
del siglo XVI, construido con piedras extraídas del propio río Miera para unir
la comarca de Trasmiera con las Asturias de Santillana. Cerca hay un molino y
la estatua del Hombre Pez.
Justo en frente se haya el Ecomuseo Fluviarium, cuya entrada
cuesta 6€ y a determinadas horas se puede ver cómo dan de comer a las nutrias
(yo no tuve tanta suerte).
Desde este paraje hay unas vistas maravillosas de “Las Tetas”,
nombre con el que los lierganenses han bautizado a los Picos Cotillamón y
Marimón.
Continuando hasta casi el final del pueblo, aparece un
sendero cuesta arriba por el que, en pocos minutos, llegarás a la Iglesia de
San Pantaleón. Éste es un edificio gótico del siglo XIV. El templo es bonito,
pero las vistas desde el columpio que hay a la entrada lo son más.
La Leyenda del Hombre Pez de Liérganes
Según la leyenda, Francisco de la Vega Casar,
que sí que se sabe que existió realmente, se perdió en el río Miera durante la
víspera de la noche de San Juan, en 1674. Se supone que desapareció en el
Cantábrico y que, años más tarde, lo encontraron en la bahía de Cádiz.
Francisco había perdido la razón y el habla. Lo único que logró
articular fue “Liérganes”. Por ello fue enviado a su pueblo natal en el que vivió
con su familia durante nueve años, tras los cuales volvió a desaparecer en el río.
Otra variante de la leyenda cuenta que apareció en Cádiz
convertido en tritón.
Junto al paseo del Hombre Pez, se encuentra esta placa
recordándolo:
Su proeza atravesando el océano
del norte al sur de España,
si no fue verdad mereció serlo.
Hoy su mayor hazaña
es haber atravesado los siglos
en la memoria de los hombres.
Verdad o leyenda,
Liérganes le honra aquí y patrocina
su inmortalidad.
¿Qué comer en Liérganes?
El pueblo cuenta con algunos restaurantes y bares en los que
se pueden degustar carnes procedentes de los pastos pasiegos, truchas del río
Miera y quesos. También hay alguna que otra pastelería en la que poder comprar
los dulces típicos de Liérganes:
- Los sacristanes: un hojaldre hecho con harina, mantequilla, sal y azúcar. Tiene forma de lazo y su origen está en los obradores de Torrelavega.
- Los corazones: una pasta con sabor a canela.
En las pastelerías de la zona también se pueden comprar otros
productos que han surgido más recientemente, como son las rocas del Río Miera,
los coquitos del Miera, las losas del Valle de Miera o las tetas de Liérganes.
Aquí las puedes comprar online.