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12 cosas imprescindibles que ver y que hacer en San Lorenzo de El Escorial

Es una de las excursiones indispensables para pasar un día si estás en Madrid o alrededores. Los fines de semana San Lorenzo de El Escorial se llena de gente que va a visitar el monasterio o a comer en los múltiples restaurantes del centro. El ir y venir de gente es tal, que se hace difícil encontrar aparcamiento. ¡Tenlo en cuenta y ven temprano! Pero San Lorenzo es mucho más que el monasterio, en esta entrada te propongo algunos planes imprescindibles para completar tu visita y hacer que tengas ganas de volver y quedarte más de un día.

¡Ah! A la hora de venir, es importante que distingas San Lorenzo de El Escorial de El Escorial, pues son dos pueblos totalmente distintos, a pesar de estar unidos. El primero es donde se encuentra el monasterio, el segundo es mucho más antiguo y es donde está la estación de Renfe.

🚗 Dónde aparcar en San Lorenzo de El Escorial gratis

En el centro se hace verdaderamente difícil. Lo más sencillo es buscar un sitio en los alrededores del Parque Adolfo Suárez, por el Paseo de los Alamillos, o por la Plaza San Antón, junto a la coqueta Ermita de San Antonio Abad. Otra opción es ir a la Calleja Larga.

12 cosas imprescindibles que hacer en El Escorial

1. Visitar el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial: reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984, es el principal reclamo para venir a este hermoso pueblo. Lleva en pie desde 1584, cuando Felipe II lo inauguró para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín, que tuvo lugar el día de San Lorenzo de 1557. El monasterio permaneció aislado hasta finales del XVIII, cuando Carlos III propició la expansión de una pequeña villa cortesana que dio lugar al actual municipio. De hecho, le gustaba tanto este sitio que obligó a los Jerónimos a vender terrenos para construir viviendas privadas.

La visita se puede hacer de manera libre o guiada (1h– 1’30h) y las entradas se pueden comprar allí o por internet. Dada la afluencia de gente, te recomiendo hacerlo online para evitar sorpresas.            👉 Comprar entradas.

El recorrido incluye la Galería del Claustro del Patio de los Evangelistas, la Sala de Batallas, el Museo de Pinturas de las Salas Capitulares (con obras de Velázquez, El Greco y Ribera, entre otros), el impresionante Panteón de Reyes (incluida la llamada tarta – donde fueron enterrados los infantes) y la espectacular biblioteca. Con otro horario distinto, pero con la misma entrada, podrás acceder también a la Basílica.

2. Deleitarte con las vistas desde el Mirador del Parque Adolfo Suárez: si quieres obtener unas buenas vistas del monasterio, el estanque, los jardines y las huertas, puedes acercarte el cercano Parque Adolfo Suárez. Desde allí se sacan preciosas fotos del paisaje con la sierra al fondo.

3. Pasearte por los jardines de la Casita del Príncipe: también pertenecientes a Patrimonio Nacional, forman un agradable paseo de casi 400.000 metros cuadrados al cobijo de grandes robles, secuoyas, pinsapos y boj. Lo mandó construir Carlos III como sitio de recreo para su hijo a imitación de las modas francesas. Al final del paseo se encuentra la Casita del Príncipe o Casita de Abajo, que también puedes visitar con tu entrada al monasterio (cuando está abierta). Al lado de la casita hay una bonita cafetería en la que descansar al frescor de los árboles mientras disfrutas de una bizcotela.

4. Pasar por el arco entre las Casas de Oficios: en frente de la entrada al Monasterio puedes ver dos edificios del siglo XVI que se utilizaron como dependencias palaciegas y uno del siglo XVIII, que alojó al Primer Secretario de Estado. Hoy albergan la Casa de la Cultura, la Oficina de Turismo, el Santuario de Nuestra Señora de Gracia y el Centro de Estudios Musicales Padre Antonio Soler. Una estampa típica de El Escorial es el arco de comunicación que existe entre las dos primeras Casas de Oficios, construido por Pedro Antonio de Pontones.

5. Entrar al Museo Cocheras del Rey: en este edificio construido por Carlos III para cubrir las necesidades de transporte de mercancías y personal, hoy puedes ver este museo que no sólo exhibe coches antiguos. Su visita te sorprenderá por la cantidad de enseres que hay expuestos. 👉 Comprar entradas. 

6. Ver una obra en el Real Coliseo: se abrió al público en 1771 para ofrecer representaciones a la corte. Esto lo hace el más antiguo de todos los teatros cubiertos que se conservan en España y el único teatro de corte que aún se mantiene en uso. Puedes adquirir las entradas para cualquiera de los espectáculos que aún se siguen ofreciendo , apuntarte a una visita teatralizada gratuita o entrar al Museo del Coliseo, que se encuentra en la parte trasera del edificio y que muestra su historia. 👉 Comprar entradas. 

7. Curiosear por la Galería Martín: hasta su reinauguración en 1979 servía como residencia de cómicos del Real Coliseo. Posteriormente pasó a ser una galería comercial con varios salones, de los que hoy sólo quedaba el histórico Restaurante Fonda Genara, aunque ahora está cerrado temporalmente.

8. Aprender sobre bichos en Insect Park: a unos 4 km del Monasterio, en el área recreativa de El Tomillar, puedes visitar este curioso lugar en el que descubrirás coloridas mariposas, espectaculares escarabajos y enigmáticas arañas.👉 Comprar entradas.                                                                                                                                                                

9. Hincharte a bizcotelas, los dulces típicos de El Escorial: el dulce por antonomasia de San Lorenzo son las bizcotelas, un manjar llamado Bizcocho del Palacio Real cuya receta aparece en el libro Arte de Repostería (1747), de Juan de la Mata, confitero de la corte de Carlos III. Hoy las puedes encontrar en las pastelerías del pueblo. Cada una tiene distintas especialidades y sabores, por lo que te recomiendo que visites este lugar varias veces para probarlas todas. 😋

10. Merendar chocolate con picatostes en El Miranda: Es el establecimiento hotelero más antiguo de San Lorenzo de El Escorial, remontándose a 1846 con la creación de la Fonda de San Luis, siendo una de sus primeras huéspedes Isabel II en su camino del destierro. Al haber sido destronada y no poder pasar la noche en las habitaciones reales del monasterio, las pasó aquí. También Isaac Albéniz eligió este lugar para tocar sus primeras composiciones cuando se escapó de casa y se hizo aventurero. Hoy el Hotel Miranda & Suizo sigue siendo el lugar en el que tradicionalmente se merienda esta especialidad de la casa. 👉 Precios.     


11. Hacer una sencilla ruta por el Bosque de la Herrería: con casi 500 hectáreas, este enorme pulmón verde fue declarado Paisaje Pintoresco en 1961 y actualmente es considerado Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves. Su origen se remonta a 1561, cuando Felipe II adquirió los terrenos para construir el Monasterio y las tierras colindantes para crear un coto real de caza, pastos para el ganado y huertas de abastecimiento de los mojes. Actualmente es un lugar de acceso gratuito y público, ideal para realizar sendas, visitas sus ermitas y pasar un agradable día de campo junto al arroyo.

12. Subir a la Silla de Felipe II: la leyenda cuenta que estas piedras de granito escalonadas sirvieron como observatorio para que Felipe II viera cómo iban las obras del monasterio. No obstante, los estudiosos apuntan a que se trata de un altar de sacrificios vetón. Está situada a unos 2’5 km al sur del pueblo, en el espacio natural protegido del Paraje pintoresco del Pinar de abantos y Zona de la Herrería. Desde aquí se obtienen las mejores fotos de todo el Monasterio. La gente suele dejar el coche en el parking del área recreativa, junto a la ermita y subir andando. Si lo prefieres, puedes probar suerte a aparcar a los pies de la misma silla para no tener que andar tanto, pero tendrás que ir muy temprano.  👉 Cómo llegar.  

🎄Una más de propina: Si vas en Navidad, no te puedes perder la visita al Belén de El Escorial, creado por sus vecinos a escala natural. El acceso es gratuito. Hay figuras puestas por las calles céntricas, pero lo más espectacular es el Portal de Belén situado frente al Ayuntamiento.

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10 cosas imprescindibles que hacer y ver en Aranjuez

 

Aranjuez forma parte de los lugares reconocidos como Patrimonio de la Humanidad que tiene la Comunidad de Madrid, junto con Alcalá de Henares, San Lorenzo de El Escorial, el Hayedo de Montejo, el Paseo del Prado y el Retiro. Todos ellos ofrecen un buen plan para pasar un día entero disfrutando ellos si te encuentras en Madrid.

Aranjuez está a unos 50 km de la capital y es fácil llegar a ella en tren y en coche. Además, tiene bastantes plazas de aparcamiento gratuitas para que no tengas que preocuparte por el coche durante tu visita.

Fuertemente ligada a la historia moderna de la monarquía española, Aranjuez comenzó a configurarse como lugar de recreo real en el siglo XVI y consiguió su máximo apogeo en el siglo XVIII con la llegada de los Borbones. Desde entones la ciudad no ha hecho más que crecer y añadir atractivos a su oferta turística. El encantador Palacio Real y sus jardines la hacen uno de los lugares perfectos para disfrutar de la naturaleza y el arte en todo su esplendor.

Qué hacer en Aranjuez

1. Visitar el Palacio Real de Aranjuez: gestionado por Patrimonio Nacional, el palacio y sus jardines son lo que atraen a Aranjuez a miles de visitantes al año. Situado junto a las aguas del Tajo, se comenzó a construir en tiempos de Felipe II y fue residencia de primavera para los monarcas hasta 1870. En su interior verás estancias que te asombrarán por su cuidado y belleza, como la sala de los Espejos, las salas de pinturas chinas, el salón de baile o el comedor de gala. La ruta acaba entrando en la capilla real. Para visitarlo tendrás que comprar una entrada que incluye el acceso al palacio, al Museo de Falúas Reales y a la Casa del Labrador. Se puede comprar en las taquillas o en su página web. 👉 Más información.

2. Entrar a la Casa del Labrador: la verás dentro del Jardín del Príncipe. Carlos IV la levantó sobre un solar en el que había una choza de un labrador, de ahí su nombre. Juan de Villanueva es el arquitecto encargado de diseñar este palacete que sirvió para el recreo de los monarcas. En su interior destaca la galería de los emperadores, el salón de baile, el tocador de la reina y la sala de los bordados.

3. Ver pavos reales: paseando por los jardines, sobre todo por el de la Isla, es fácil que veas a estos preciosos animales paseándose entre los turistas. Sus sonidos son graciosísimos.



4. Pasear por sus jardines: cerca del Palacio Real, Aranjuez cuenta con jardines maravillosos en los que perderte entre la naturaleza. Su acceso es gratuito.

🌳 Jardín del Parterre: en la parte oriental del palacio una puerta de rejería rococó da acceso a este palacio francés encargado por Felipe V. En él destaca la fuente de Ceres y el estanque con la fuente de Hércules y Anteo. Sin duda, una de las imágenes más fotografiadas de Aranjuez, con el palacio al fondo.

🌳 Jardines del Rey y de la Reina: se sitúan a ambos lados del palacio, en la fachada este. En sus orígenes se concibieron como lugares privados y estaban cerrados por altos muros. Felipe IV le incorporó una gran colección de estatuas y bajorrelieves y posteriormente se quitaron los muros para que fueran espacios abiertos.

🌳 Jardín de la Isla: es el más importante del palacio y constituye un gran ejemplo de los jardines de los Austrias en España. Diseñado por Juan Bautista de Toledo y completados por Juan de Herrera, descansa entre el palacio y el Tajo formando una ría artificial. Su función era servir de lugar de recreo a la familia real y a su corte y en él se celebraron corridas de toros, espectáculos y cacerías. Cuenta con nueve fuentes que funcionan los fines de semana y festivos.

🌳 Jardín del Príncipe: un poco más alejado del palacio, cuenta con una longitud de 3 km y fue concebido por Juan de Villanueva, arquitecto de Carlos III. A mí es el que más me gusta de Aranjuez. Está lleno de lugares encantadores, como un bello embarcadero, el estanque chinesco y las monumentales fuentes de Narciso y Apolo. Su paseo central bajo enormes árboles lo hacen un lugar ideal para descansar en verano huyendo del tórrido calor. En el interior de este jardín también encontrarás el Museo de Falúas y la Casa del Labrador.

🌳 Jardín de Isabel II: este coqueto y pequeño parque está junto a la Plaza de San Antonio. Está formado por parterres de flores, árboles y la estatua de Isabel II de niña que le regaló el embajador francés Juan Luis Brunette.

5. Entrar a la Iglesia de San Antonio: está en la Plaza de San Antonio, que se halla presidida por la Fuente de Mariblanca. Fernando VI la encargó a Santiago de Bonavía en 1750 y sufrió grandes saqueos por parte de los franceses durante la Guerra de Independencia.

6. Caminar por la Plaza de Parejas: en frente del Palacio Real se encuentra esta explanada en la que se celebraban fiestas hípicas y desfiles militares. En ella puedes ver un edificio que albergaba la Casa de los Oficios y el Cuarto de los Caballeros. Los mandó construir Felipe II como viviendas para el personal de servicio. Lo más llamativo son las galerías formadas por arcos de medio punto sobre pilastras de sillería.

7. Admirar el Museo de Falúas: su visita está incluida en la entrada al Palacio Real. Para llegar a él, tendrás que dirigirte al Jardín del Príncipe, donde descansa este museo construido en la década de los sesenta para guardar las embarcaciones que usaba la familia real durante sus paseos por el Tajo. Son impresionantes.

8. Hacer un divertido crucero por el río: si quieres disfrutar de un paseíto en barco por el Tajo, ésta es una manera bastante original de hacerlo. Muchas veces tienen barra libre y juegos. Está bastante chulo. A la entrada de Aranjuez, junto a la Glorieta de Fernando VI y muy cerca del Jardín del Parterre, está el embarcadero donde se sacan los tickets, aunque lo mejor es sacarlos online porque casi siempre está lleno. 👉 Más información.

9. Comer fresas con nata: Aranjuez también es famoso por su producción de fresas, una exquisitez potenciada por la Casa de Borbón y de la que se tiene constancia desde el siglo XVI. Aunque cada vez quedan menos agricultores dedicados a su cultivo, aún siguen siendo muy reputada. En temporada es común que vendan fresas con nata en las heladerías cercanas al palacio. La fresa tiene tanta fama en Aranjuez que cuenta con el bonito Tren de la fresa, un tren histórico que funciona desde 1984 entre el Museo del Ferrocarril de Madrid y Aranjuez, y en el que puedes degustar esta especialidad. 👉 Más información.

10. Hacer senderismo por el Mar de Ontígola: a dos kilómetros de Aranjuez tienes esta Reserva Natural con una superficie de cas 630 hectáreas. Este humedal se remonta a 1552, cuando Felipe II ordenó la ampliación de la balsa que regulaba las aguas del Arroyo de Ontígola que regaba las huertas y los jardines reales construyendo la Presa de Ontígola. Hoy es una zona naturalizada en la que habitan una gran variedad de aves y plantas. Un sendero recorre la laguna hasta un alto observatorio. 


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7 lugares imprescindibles que ver en Alpedrete

 

En pleno Valle del Guadarrama, Alpedrete ha pasado a la historia por sus canteras de las que se extrajo granito para construir monumentos como El Escorial, el Palacio Real de Madrid, los Nuevos Ministerios o el Valle de los Caídos. Sus orígenes se remontan a hace unos 4.000 años, como demuestran los restos arqueológicos encontrados entre los que destaca un antiguo dolmen. Pero son sus piedras las que lo hicieron ya famoso en época romana y árabe, de donde probablemente venga su nombre: Ad Petrum / Al Pedrete.

Hoy es un lugar elegante, rodeado de naturaleza y lleno de segundas residencias, por lo que la población aumenta durante los fines de semana y vacaciones. Ofrece una escapada ideal para disfrutar de uno de los conjuntos arquitectónicos que sobresalen en la Sierra de Guadarrama y de su maravilloso entorno natural. 

Qué visitar en Alpedrete

1. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción: con aspecto de imponente castillo fortaleza, fue construida con sillares a finales del siglo XV, siendo reformada con mampostería en el XX. Su puerta con arco románico da acceso al interior de su única nave con cuatro tramos y artesonado mudéjar. Dentro llama la atención la escalera de caracol realizada en piedra, por la que se sube al campanario y al coro.

2. Plaza de la Villa: en ella se encuentra el conjunto formado por la Iglesia de la Asunción y el Ayuntamiento. Su construcción data de 1959 y presenta un estilo escurialense provisto de balconada.

3. Monumentos al cantero y a la piedra: ambas esculturas homenajean al oficio que tradicionalmente tuvieron los habitantes de Alpedrete, aunque hoy la población esté dedicada principalmente al sector servicios.

4. Dehesa Municipal: este espacio cercado por muros de piedra constituye una de las mejores dehesas de encinas de la Sierra de Guadarrama. Su sendero discurre por canteras, bellos bosques y antiguos lavaderos. Estos tres lavaderos han sido recientemente restaurados, están construidos en granito y mantuvieron su actividad hasta los años sesenta. A su alrededor hay una zona de picnic con mesas, bancos y papeleras. Ten en cuenta que la Dehesa es coto de caza. La temporada suele comprender desde octubre hasta finales de enero durante los jueves, domingos y festivos.

5. Las Canteras: se localizan en un entorno natural apreciado por su flora y por su fauna, especialmente anfibia. Es por ello por lo que finalmente consiguieron incluirse en la ampliación que se realizó en 2019 de la Reserva de la Biosfera de la cuenca alta de los Ríos Manzanares, Lozoya y Guadarrama. Situadas en la Dehesa El Boyal, son actualmente un parque con una laguna bajo lo que parecen acantilados de roca que pueden alcanzar los 14 metros de altura. Está prohibido el baño, pero ofrecen un lugar idóneo para el descanso y el disfrute de la naturaleza. Existen varias alrededor del municipio, por lo que te recomiendo que realices una ruta que las englobe todas para visitarlas, por ejemplo 👉 Canteras y dehesas de Alpedrete. 

6. Ermita de Santa Quiteria: en ella permanece la imagen de la patrona del pueblo y a ella bajan los fieles cada 22 de mayo para celebrar los festejos que se organizan en honor a la Virgen. La víspera de la festividad, se encargan de llevarla en romería desde la ermita hasta la iglesia.

7. Castillo de Mataespesa: aunque es conocido como el Castillo de Alpedrete, en realidad su origen fue el de servir a finales del siglo XIX como palacio señorial a de la Duquesa de Valencia, doña María del Carmen Macías y Ramírez de Avellano, hija del gobernador de Puerto Rico durante la guerra con EE.UU. y de Melilla. La finca contaba con 118 hectáreas y un apeadero por el que pasaba la línea ferroviaria Madrid-Segovia, conformando un imponente complejo agropecuario y de caza. Incluso hubo dos hoteles junto a esta casa señorial. Hoy está totalmente abandonado y sigue siendo de titularidad privada, pero merece la pena acercarse a él para recordar la historia y tener unas vistas privilegiadas desde el otero sobre el que se asienta.

Si te has quedado con ganas de más puedes acercarte a la urbanización de Los Arcilleros, en la parte más elevada de Alpedrete. Allí abundan especies como las encinas, los robles o los enebros y es posible ver zorros y diferentes tipos de aves y anfibios protegidos. Desde allí parte una importante red de senderos y vías pecuarias de gran belleza. También puedes realizar uno de los paseos señalizados por el Ayuntamiento. 👉 Folleto. 

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12 lugares imprescindibles que ver en Palencia capital

Situada en la llanura de Tierra de Campos, a orillas del río Carrión cuando se aproxima a su desembocadura, se encuentra a tan sólo 47 km de Valladolid, siendo las capitales de provincia más próximas entre sí.

Su nombre proviene de Pallantia, que es como los primeros habitantes de Palencia (los vacceos) llamaron a esta tierra. Después estuvo en manos de los visigodos, quienes la convirtieron en Corte y sede episcopal. En el XI cobró gran importancia gracias a la construcción de la Catedral y un Estudio general que reza como primera universidad aprobada por un Papa.

En el siglo XVI comenzó su época de decadencia hasta la construcción del Canal de Castilla en el XVIII, fomentando su recuperación económica.

Hoy es un importante centro industrial de Castilla y León y, a pesar de su incalculable belleza artística y natural, no suele ser un destino masificado. Ni tiene mucha población, ni tiene muchos turistas. Por ello se la llama La Bella Desconocida.


Qué ver en Palencia capital

1. Calle Mayor: en pleno corazón de la ciudad, sus más de 900 metros de longitud están llenos de ejemplos de la arquitectura de la burguesía palentina de los siglos XIX y XX, como la Casa de los Señores García Germán, el Casino, el Colegio de Villandrando o el Consejo de Cuentas de Castilla y León. En ella destacan sus grandes soportales formados por columnas que sostienen los miradores de las viviendas más cotizadas de Palencia.

2. Catedral de Palencia: la Catedral de San Antolín es un edificio gótico enorme dedicado al patrón de la ciudad. De hecho, es la tercera catedral más grande España en cuanto a extensión y la segunda en cuanto a la largura de su nave. En su interior puedes ver el retablo mayor, uno de los primeros ejemplos de Renacimiento en España; una colección de tapices; la Cripta de San Antolín, uno de los primeros edificios románicos en Castilla y El martirio de San Sebastián, obra de El Greco.

3. Cristo del Otero: sobre el cerro que la domina, destaca el Cristo del Otero, símbolo de la ciudad. Una increíble imagen de Cristo de 20 metros de alto desde la que se lanzan pan y quesillos en honor a Santo Toribio el domingo más cercano al 16 de abril.

4. Estatua de La Gorda: esculpida en piedra negra, se trata de una conocida escultura moderna dedicada a la Mujer Palentina, pero popularmente se la conoce como la Estatua de La Gorda.

5. Iglesia de San Francisco: justo detrás del Ayuntamiento puedes ver este Monumento Nacional construido en el siglo XIII en estilo gótico, con añadidos posteriores renacentistas y barrocos. Durante un tiempo el antiguo monasterio al que estaba adosada fue la sede de las Cortes de Castilla y residencia real.

6. Iglesia Fortaleza de San Miguel: cuenta una leyenda que aquí se casó el Cid con Doña Jimena. Lo que más llama la atención de esta construcción es su torre, que se asemeja a las torres almenadas de un castillo. Su exterior muestra una fusión perfecta entre el Románico y el Gótico.

7. Iglesia Monasterio de San Pablo: el Convento de San Pablo es una casa religiosa fundada por santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, aunque lo que ves ahora es fruto de las obras que se realizaron entre los siglos XIV y XVI, en estilo gótico tardío. Dentro se encuentra el suntuoso mausoleo de Juan de Rojas y María Sarmiento, primeros marqueses de Poza. Justo delante de su puerta hay una escultura dedicada a dos capuchinos, que recuerdan a la estatua que hay en Zamora.

8. Monumento al Maestro: este Homenaje al Maestro es obra de Rafael Cordero. En él se puede ver un profesor sentado con un libro en las manos al que le presta atención una niña sentada en el suelo. Se encuentra justo delante de la Catedral.

9. Paseo por la Ribera del río Carrión: a la orilla del río tienes importantes parques en los que puedes disfrutar de un entorno totalmente integrado en la naturaleza, como el Sotillo de los Canónigos, la Isla Dos Aguas o el Paseo del Salón de Isabel II. No en vano, la ciudad posee la mayor superficie ajardinada de España en relación a la superficie que ocupa y fue galardonada en 2010 con el premio de Ciudad más sostenible de España.

10. Plaza Mayor: creada en el siglo XVII, gran parte de ella está cubierta por soportales semejantes a los que puedes ver en la Calle Mayor. En uno de sus lados se alza el edificio neoclásico del Ayuntamiento y en su centro descansa el monumento que Victorio Macho le hizo al imaginero Alonso Berruguete.

11. Puente Mayor: puente de piedra originario del siglo XVI y reformado a finales del XIX que pasa sobre el río Carrión.

12. Puentecillas: antiguo puente de origen romano que permitió el paso desde la ciudad hasta la isla natural del Carrión, en el Parque del Sotillo de los Canónigos. A la entrada del puente puedes ver el Bolo de la Paciencia, que actúo en la antigüedad como mentidero de Paciencia.


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Cómo son los Jardines de la Quinta del Pardo

Uno de los lugares más olvidados y no incluidos en las visitas tradicionales que se hace a El Pardo son los Jardines de la Quinta del Duque de Arco, un recinto no muy extenso, con amplio aparcamiento y que te puede proporcionar una sobremesa tranquila después de disfrutar de todas las delicias gastronómicas y paisajísticas que tiene este entorno.

A tan sólo 3 km del centro de El Pardo, se encuentra el desvío hacia el monte que alberga este singular enclave. En la misma carretera de la entrada tienes un merendero en frente del cual también puedes aparcar. Desde allí, la carretera te lleva hasta el arco de la Puerta de Madrid, que da acceso al conjunto. Una vez atravesado el arco, el camino te lleva directamente a la parte baja de los jardines. 

En sus orígenes este lugar no era más que una casa de labor llamada la Quinta de Valrodrigo, perteneciente a Francisco Quirivia. El duque del Arco, Alonso Manrique de Lara y Silva, Caballerizo Mayor de Felipe V y alcaide de El Pardo, la compró en 1717 y construyó en sus tierras un palacete, un jardín y varias huertas. A su muerte, su viuda cedió la propiedad a Felipe V, quien la incorporó al Real Sitio de El Pardo, integrándolo en el Patrimonio Real.

En el siglo XX fue residencia del Presidente de Estado, Manuel Azaña, en la época en la que fue declarado Monumento Nacional. De hecho, fue aquí donde le sorprendió el golpe de estado de 1936. Hoy pertenece a Patrimonio Nacional.

A ambos lados del camino que va desde la entrada hasta los jardines se pueden ver los restos de la huerta original, hoy está llena de hileras de olivos y árboles frutales, que te acompañan hasta la parte baja. 

Su diseño se debe a Claude Truchet, siguiendo las influencias francesas de la época y añadiéndole algunos rasgos españoles e italianos. Su creador concibió un espacio delimitado a través de distintas rampas y escaleras aprovechando la fuerte pendiente del terreno, dividiendo en terreno en cuatro grandes terrazas. Cada una de ellas está ajardinada con parterres de estilo francés.

En el centro del jardín inferior se encuentra la Fuente de los delfines. Justo en frente, se halla una bonita escalinata que lo une con el Plano de la Cascada, formado por cuatro cuadrados de boj y una cascada de piedra

Subiendo por la escalera del lateral, llegarás al tercer plano del jardín. Antiguamente contaba con varias estatuas, pero éstas y otras ornamentaciones originales ya han desaparecido. En el centro de los cuatro cuadros que lo componen, se encuentra la Fuente Ochavada.

Otra escalera lleva al plano superior, en la que destacan dos secuoyas rojas, que fueron añadidas posteriormente durante el reinado de Amadeo de Saboya, en el último tercio del siglo XIX. 

El jardín acaba en el Plano del Estanque. Es curioso que al final de todo el conjunto no se encuentre el palacio, sino que el camino termine en un gran estanque con una gruta artificial, defendida por diez hornacinas decoradas con grandes jarrones y por una gran verja de hierro en la que aparece la corona real.

El Palacete de la Quinta

A la izquierda de los jardines, sobre un collado al que se accede por una bonita escalinata, se puede ver el Palacio de la Quinta, desde el que se obtiene una visión completa del conjunto y de parte de las huertas. 


En su interior hay quince estancias, distribuidas en un sótano utilizado por los sirvientes, la planta noble y una buhardilla. Su decoración está realizada con papeles pintados franceses de 1820 (la mejor colección que tiene Patrimonio Nacional) y aún quedan restos de mobiliario y alfombras de la época de Fernando VII e Isabel II.

Lo que ves actualmente es fruto de la reconstrucción que se llevó a cabo en los años cuarenta para albergar a la Sección Femenina, especializada en formadoras para música, cultura y bellas artes de la Academia de Mandos Isabel la Católica, que fue inaugurada por Franco en 1942, época en la que el estanque se utilizó como piscina recreativa. Posteriormente, durante los años setenta, se utilizó para celebrar las audiencias del príncipe Juan Carlos y Sofía.

Hoy, los pabellones de servicios para guardas y oficinas que se construyeron en frente del palacio, se han habilitado como Colegio Público de Educación Especial de la Comunidad de Madrid.

Visitas:

➤ Desgraciadamente, el interior del palacete no se puede visitar. Tan sólo es posible pasear por sus jardines. Aunque sí que puedes alquilarlo para fiestas privadas. 😒

Horario: todos los días, de 8'00 a 18'00.

Entrada: gratuita.


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