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Cómo son los Jardines de la Quinta del Pardo

Uno de los lugares más olvidados y no incluidos en las visitas tradicionales que se hace a El Pardo son los Jardines de la Quinta del Duque de Arco, un recinto no muy extenso, con amplio aparcamiento y que te puede proporcionar una sobremesa tranquila después de disfrutar de todas las delicias gastronómicas y paisajísticas que tiene este entorno.

A tan sólo 3 km del centro de El Pardo, se encuentra el desvío hacia el monte que alberga este singular enclave. En la misma carretera de la entrada tienes un merendero en frente del cual también puedes aparcar. Desde allí, la carretera te lleva hasta el arco de la Puerta de Madrid, que da acceso al conjunto. Una vez atravesado el arco, el camino te lleva directamente a la parte baja de los jardines. 

En sus orígenes este lugar no era más que una casa de labor llamada la Quinta de Valrodrigo, perteneciente a Francisco Quirivia. El duque del Arco, Alonso Manrique de Lara y Silva, Caballerizo Mayor de Felipe V y alcaide de El Pardo, la compró en 1717 y construyó en sus tierras un palacete, un jardín y varias huertas. A su muerte, su viuda cedió la propiedad a Felipe V, quien la incorporó al Real Sitio de El Pardo, integrándolo en el Patrimonio Real.

En el siglo XX fue residencia del Presidente de Estado, Manuel Azaña, en la época en la que fue declarado Monumento Nacional. De hecho, fue aquí donde le sorprendió el golpe de estado de 1936. Hoy pertenece a Patrimonio Nacional.

A ambos lados del camino que va desde la entrada hasta los jardines se pueden ver los restos de la huerta original, hoy está llena de hileras de olivos y árboles frutales, que te acompañan hasta la parte baja. 

Su diseño se debe a Claude Truchet, siguiendo las influencias francesas de la época y añadiéndole algunos rasgos españoles e italianos. Su creador concibió un espacio delimitado a través de distintas rampas y escaleras aprovechando la fuerte pendiente del terreno, dividiendo en terreno en cuatro grandes terrazas. Cada una de ellas está ajardinada con parterres de estilo francés.

En el centro del jardín inferior se encuentra la Fuente de los delfines. Justo en frente, se halla una bonita escalinata que lo une con el Plano de la Cascada, formado por cuatro cuadrados de boj y una cascada de piedra

Subiendo por la escalera del lateral, llegarás al tercer plano del jardín. Antiguamente contaba con varias estatuas, pero éstas y otras ornamentaciones originales ya han desaparecido. En el centro de los cuatro cuadros que lo componen, se encuentra la Fuente Ochavada.

Otra escalera lleva al plano superior, en la que destacan dos secuoyas rojas, que fueron añadidas posteriormente durante el reinado de Amadeo de Saboya, en el último tercio del siglo XIX. 

El jardín acaba en el Plano del Estanque. Es curioso que al final de todo el conjunto no se encuentre el palacio, sino que el camino termine en un gran estanque con una gruta artificial, defendida por diez hornacinas decoradas con grandes jarrones y por una gran verja de hierro en la que aparece la corona real.

El Palacete de la Quinta

A la izquierda de los jardines, sobre un collado al que se accede por una bonita escalinata, se puede ver el Palacio de la Quinta, desde el que se obtiene una visión completa del conjunto y de parte de las huertas. 


En su interior hay quince estancias, distribuidas en un sótano utilizado por los sirvientes, la planta noble y una buhardilla. Su decoración está realizada con papeles pintados franceses de 1820 (la mejor colección que tiene Patrimonio Nacional) y aún quedan restos de mobiliario y alfombras de la época de Fernando VII e Isabel II.

Lo que ves actualmente es fruto de la reconstrucción que se llevó a cabo en los años cuarenta para albergar a la Sección Femenina, especializada en formadoras para música, cultura y bellas artes de la Academia de Mandos Isabel la Católica, que fue inaugurada por Franco en 1942, época en la que el estanque se utilizó como piscina recreativa. Posteriormente, durante los años setenta, se utilizó para celebrar las audiencias del príncipe Juan Carlos y Sofía.

Hoy, los pabellones de servicios para guardas y oficinas que se construyeron en frente del palacio, se han habilitado como Colegio Público de Educación Especial de la Comunidad de Madrid.

Visitas:

➤ Desgraciadamente, el interior del palacete no se puede visitar. Tan sólo es posible pasear por sus jardines. Aunque sí que puedes alquilarlo para fiestas privadas. 😒

Horario: todos los días, de 8'00 a 18'00.

Entrada: gratuita.


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Ruta de senderismo circular por El Pardo y la Quinta

He realizado muchas rutas de senderismo por El Pardo y he decir que ésta es una de las más completas de las que me he encontrado. A lo largo de ella puedes disfrutar de varios paisajes, plantas y animales, que te hacen olvidar que aún sigues dentro de la ciudad de Madrid. 

La ruta se divide en varios tramos a través de los cuales puedes pasear por los Jardines de la Quinta, atravesar el monte de El Pardo, disfrutar varias veces con diversos lugares de observación de ciervos y gamos, encontrarte con algún que otro jabalí, caminar por la colonia de Mingorrubio y hacer la senda ecológica del corredor ambiental.

La idea la saqué de esta web, en la que aparece el plano completo. Aunque inicialmente está diseñada para hacerla en bicicleta, yo la hice andado fácilmente.

Tramo 1: De La Quinta a Mingorrubio - 5,5km

El coche lo puedes dejar en la carretera que da acceso a la Quinta de El Pardo. Desde allí, justo antes de la Puerta de Madrid por la que se entra a los jardines del recinto, sale un sendero a mano izquierda que va subiendo poco a poco paralelo a una tapia y que acaba en una carretera. La subida es sencilla y no dura ni un kilómetro. 

A continuación, la tapia y la senda tuercen hacia la derecha, tramo que tienes que seguir hasta la portillera del Tambor, momento en el que hay que cruzar al otro lado de la carretera. Hay un poste indicativo al inicio de la senda. Ahí comenzarás una larga bajada siguiendo una valla de alambre, que no debes abandonar nunca. 


Al acabar la bajada, si sigues pegado a la valla, podrás disfrutar del espectáculo que ofrecen los ciervos y los gamos que se acercan a ésta y no que no tienen ningún miedo de los visitantes. El entorno es precioso. 



A partir de aquí comienza la parte más dura del itinerario. No hay ninguna sombra y el sendero se vuelve más irregular, con varias bajadas y subidas largas, que se hacen bastante pesadas. No hay que abandonar la valla en ningún momento.


Pero pronto verás a lo lejos una bajada llena de sombras y vegetación, que te proporcionarán el lugar perfecto para hacer una parada, tomarte algo y recuperar el aliento. El paisaje ha cambiado totalmente, en este frondoso pinar hace mucho más fresquito.  Además, desde la parte alta podrás tener unas bonitas vistas de El Pardo al fondo. 



Atravesando el pinar cuesta abajo, el sendero te lleva directamente a la colonia de Mingorrubio, a la que sales justo en frente de la zona del área recreativa. 


Tramo 2: De Mingorrubio a El Pardo - Km 9 

Una vez en el parque, el camino continúa paralelo al cauce del río Manzanares. Cuando te encuentres un puente, cruza por él para llegar a la otra orilla y encontrarte de frente con otra valla metálica. 

A lo largo de esta valla, que debes seguir dejándola siempre a tu lado derecho, es donde se concentra mayor cantidad de gente, pues es donde más oportunidad tendrás de ver ciervos, gamos y jabalíes. El camino va estrechándose dejando el río a tu izquierda y la valla a tu derecha hasta llegar al famoso Puente de los Capuchinos, que te dejará en el núcleo de El Pardo. Si no lo has hecho antes, puedes aprovechar para pasear por él y tomarte algo en los numerosos bares y terrazas que hay en la zona.



Tramo 3: De El Pardo al Club Deportivo Sotomontes - Km 14

Dejando El Pardo atrás y yendo siempre paralelo al río (esta vez dejándolo a tu derecha), comenzarás a recorrer el último tramo de la Senda Ecológica del Corredor Ambiental del Río Manzanares. Pasarás por el Centro Tecnológico de Seguridad y continuarás hasta llegar a los primeros pinares, donde ya aparece marcada también la Senda Fluvial, un pequeño sendero que va paralelo al río y a la vía principal. Puedes ir por cualquiera de los dos.


Unos cuantos metros después, aparecerá el puente del tren de cercanías. Justo al lado de éste acaba la Senda Fluvial. 



Un poco más adelante, el sendero se vuelve más estrecho y menos transitado, hasta llegar al Club Deportivo de Sotomontes

Tramo 4: Del Club Deportivo a La Quinta - Km 20

Acabado el Club Deportivo, sale un desvío a la izquierda que llega hasta la carretera M-605. Tienes que cruzarla y seguir paralelo a ella por cualquiera de los senderos que surgen a la izquierda, dirección Madrid. Pronto aparecerá la carretera que va al Tiro de Pichón, hay que cruzarla y seguir paralelo a la M-605 durante un buen trecho. 


El camino poco a poco va girando hacia la izquierda, abandonando la M-605 y empezando una subida bastante pesada hasta llegar a la Tapia de El Pardo, toda llena de grafitis y en muy malas condiciones. Tienes que atravesarla por cualquiera de las puertas que hay para ello. Al otro lado verás ya Madrid.




La verdad es que el sitio da bastante pena, hay basura por todos lados. Tendrás que continuar paralelo a la tapia y a la M-40 durante unos cuantos metros por una camino de tierra bastante ancho. Justo antes de que se acabe la tapia hay otra puerta-agujero que tienes que atravesar de nuevo y que desciende hacia la izquierda. Esta última bajada te llevará de nuevo a la Puerta de Madrid, en pleno recinto de La Quinta




Si te has quedado con fuerzas después de la caminata, te recomiendo que continúes andando un poquito para visitar los bonitos jardines de La Quinta y descansar en un banco bajo sus increíbles secuoyas. 

Al no estar señalizada, la ruta puede parecer algo engorrosa por la cantidad de desvíos y caminos que salen por todos lados. Si tienes GPS, puedes descargártela aquí.

                            🏃  Llévate agua, crema solar y un buen calzado. 
                            🏃  Longitud: 20'8 km 
                            🏃  Dificultad:  fácil
                            🏃  Duración: unas 7 horas.
                            🏃  Recorrido circular.
 

                            🚴  Ten cuidado con los ciclistas.

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Locales con historia: La Marquesita de El Pardo. Una cafetería con mucho encanto


Hace poco te hablé de lo que daba de sí una visita a El Pardo. Desde ver el magnífico palacio hasta descansar tranquilamente junto a los patos y los cisnes en las áreas recreativas que hay junto al río y, si tienes suerte, ver de lejos algún ciervo.

Sin duda, la cafetería más famosa de todo El Pardo es La Marquesita. Después de tapear por el pueblo (El Pepenúltima, La Montaña, El Gamo…) a precios bastante asequibles y raciones copiosas, no hay mejor lugar para pasar la sobremesa. He ido varias veces y nunca me han decepcionado.

Un lugar con historia

El local se ubica en la plaza, frente al palacio, cerca de la antigua Casa de Postas, que era donde Goya se quedaba alojado durante la época en la que trabajó como retratista de El Pardo.  

El negocio data de 1926, aunque inicialmente fue un restaurante. Y de renombre, pues aprovechaban su cercanía para mandar desde allí las comidas que Franco daba en El Pardo todos los viernes, durante el Consejo de Ministros.

Pero lo que de verdad les hizo famosos no fueron sus menús, sino uno de sus postres: las famosas Marquesitas (1€), unos dulces cuadrados, pequeños, que están hechos con huevo, azúcar y almendras. Están muy buenos y es lo que más se pide en el local. Nada más te sientas, el camarero ya pregunta directamente: “¿Cuántas Marquesitas van a querer?”


Pero, para mi gusto, hay otras cosas mejores en esta cafetería. No sabes qué elegir por la buena pinta que tiene todo y lo bueno que está, sobre todo sus suflés. 

La única pega que tiene es que es un lugar muy pequeñito, con apenas unas mesas, pero decorado con un gusto acogedor. Hasta la música que ponen es de época y le pega muy bien al entorno.

Así que, ya sabes. Si vas a El Pardo, haz  una paradita aquí para reponer fuerzas y me cuentas.


   LA MARQUESITA   
Avenida de la Guardia, 29
28048 El Pardo. Madrid
Teléfono: 913 761 799


10 cosas que ver y hacer en El Pardo


Con sus poco más de 3500 habitantes, El Pardo te ofrece una oportunidad excepcional para una escapada tranquila, rodeado de naturaleza, sin tener que alejarte mucho del barullo de la capital madrileña.

A tan sólo 20 minutos del centro de Madrid puedes disfrutar de animales salvajes, paisajes bonitos, palacios y gastronomía. Su encanto cautivó hasta al mismísimo Goya, quien vivió en la antigua Casa de Postas durante muchos años. Un planazo para una escapada de fin de semana.

Qué hacer en El Pardo

1. Apuntarse a una visita guiada para recorrer El Palacio de El Pardo: sin duda, es lo más reconocido de esta localidad. Construido en 1405 por Enrique III de Castilla, originalmente fue una Casa Real para descansar durante sus cacerías en la zona. Sobre la casa, Enrique IV mandaría edificar su castillo, y Carlos I lo acabaría transformando en palacio.

Tras varias modificaciones, ha servido de residencia a diversas personalidades a lo largo de los años, como la Familia Imperial Austriaca durante su destierro o Francisco Franco. Hoy se sigue utilizando para actos oficiales y para alojar a los jefes de estado, diplomáticos y otras personalidades importantes, que visitan nuestro país.

Durante la visita, siempre guiada, el personal que trabaja para Patrimonio Real  explica una muestra de las salas que tiene el palacio (200 estancias). El estado de conservación es exquisito, ya que está todo elegantemente restaurado. Está lleno de obras importantes, como varios tapices de Goya, lámparas de La Granja, lienzos de Ribera…


La visita comienza en el patio de Carlos I, que hoy se encuentra cubierto para celebrar en él banquetes y ceremonias. A continuación, se sube a la primera planta (el palacio tiene 4 niveles) y allí se pueden ver varias estancias decoradas en época de Carlos III, todas llenas de tapices de la Real Fábrica con motivos de Goya. Después se pasa a la zona de los invitados, el despacho, un comedor oficial y una de las salas donde se alojan los visitantes de Palacio (se ve desde una barrera, muy moderna, tipo pequeño chalet). La visita acaba con las estancias de Franco: su despacho, su horroroso dormitorio, un salón con sus trajes y condecoraciones, su televisión y su cuarto de baño. Todas estas zonas estuvieron cerradas en 2010 por la Ley de Memoria Histórica. Antes de acabar, se visita la Capilla Real con su lienzo de Ribera.



Son interesantes los datos curiosos y algunos chismes que cuenta el personal, como que para los banquetes y demás comidas que se realizan aquí, contratan los servicios de catering del Hotel Ritz de Madrid.

Es una pena que no se puedan visitar más salas, o ver otras secciones del palacio, como su pista de tenis. Aun así, podrás disfrutar del paseo durante una hora más o menos. Tampoco se pueden hacer fotos.  
👉 Más información. 

2. Adentrarse en La Casita del Príncipe: hay mucha gente que por despiste se queda sin verla. La misma entrada que adquieres en el Palacio, sirve para visitar este bonito lugar (aunque no lo avisen por ningún lado). A escasos metros, siguiendo las indicaciones de la carretera, se llega esta Casita. Se visita rápido, acompañada de una guía. Aunque por fuera no impresione mucho, por dentro es una delicia. Juan de Villanueva la construyó en 1784 como pabellón de caza para Carlos IV y Mª Luisa de Parma (quien acabaría odiando este lugar gracias a la fatal convivencia con su suegro), inspirándose en las Casitas de Arriba y Debajo de El Escorial. El frío y la humedad se aprecian durante toda la visita.


Dentro hay nueve estancias: El vestíbulo principal está decorado a base de estucos. La Sala de Terciopelo está recubierta de sedas francesas de la época y rematada con un fresco de Maella que representa La protección de la Monarquía a las Bellas Artes. La Sala Pompeyana está decorada con sedas de color ocre con motivos pompeyanos, al igual que las sillas. La Sala de Sedas Lionesas muestra decoraciones con aves y ramas. El Comedor contiene un impresionante fresco de Bayeu y consolas con sus patas talladas con forma de cabeza de carnero. El Gabinete de Fábulas muestra una decoración inspirada en las fábulas de Esopo. Por último, se visita la Sala Amarilla, en la que Vicente López pintó un enorme fresco con motivos en tonos amarillos y ocres para que concordase con el tapizado de las paredes y sillas.

En frente del palacio, cruzando la carretera, están sus antiguos jardines neoclásicos.



3. Dar un paseo recorriendo el pueblo: formado principalmente por descendientes del personal al servicio del Palacio, trabajadores de Patrimonio Nacional y militares, hoy constituye el distrito de Fuencarral-El Pardo, el más extenso de Madrid y el de menos densidad de población. Durante tu paseo, podrás descubrir la Casa Infantes, el Convento de las Monjas, la Iglesia del Pardo, la Plaza llena de restaurantes…


4. Visitar la Sala Histórica de la Guardia Real: en este museo puedes hacer un recorrido histórico que comienza en la fundación de la Guardia Real en 1504 y llega hasta la actualidad. Está lleno de uniformes, fotos, armas, condecoraciones y vehículos históricos. Aquí está el único modelo que se conserva en el mundo del Mercedes Benz 540-G-4 W31, de tres ejes, fabricado en 1934 y que Hitler regaló a Franco. 


5. Subir al Cristo del Pardo: tras la empinada cuesta, que puedes hacer andando o en coche, se sube al Convento de los Padres Capuchinos. Construido en el siglo XVII, hoy se encarga de la formación de más de doscientos seminaristas en sus dependencias. Dentro guarda el Cristo del Pardo, una escultura del siglo XVII realizada por Gregorio Fernández, que se encuentra en el interior de una urna costeada por Franco. Delante del edificio hay un amplio aparcamiento.


6. Dar en paseo por la Ribera del Manzanares hasta llegar al bosque del Monte del Pardo. Allí hay aparcamientos y una gran variedad de animales, como cisnes, jabalíes y ciervos. Especialmente importante es la berrea, durante los meses de octubre y noviembre. 



7. Solicitar una visita al CEHIPAR, el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo: fundado por la Armada Española en 1928, aquí se investigan los aspectos hidrodinámicos de la construcción naval militar, pesquera y deportiva. Cuenta con la piscina más larga de España, en la que se prueban los cascos de los barcos.


8. Pasear por los jardines de Quinta de El Pardo: cedida a Felipe V por su Montero Mayor, el Duque de Arco, fue residencia de Manuel Azaña cuando se dio el Golpe de Estado de 1936. 👉 Más información.


9. Disfrutar de su gastronomía: en este lugar hay un montón de bares y restaurantes donde poder comer los platos típicos de la zona basados en la caza (carne de gamo, jabalí, conejo, perdiz…).

10. Tomarte un dulce en un lugar con historia: La Marquesita es la pastelería más famosa de El Pardo. Cafés y excelentes dulces y bombones se sirven en este lugar desde 1926. El local se encuentra ubicado cerca de la Casa de las Postas, lugar en el que se alojaba Goya.   👉 Más información.



Cómo llegar a El Pardo

🚇 Cómo llegar a El Pardo en metro
El Metro de Madrid no da servicio al barrio. Se consideran estaciones de acercamiento:
▪ Moncloa (líneas 3 y 6, barrio de Argüelles, distrito de Moncloa-Aravaca) a la que se llega directamente mediante el autobús 601.
▪ Peñagrande (línea 7, barrio de Peñagrande) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.
▪  Barrio del Pilar (línea 9, barrio del Pilar) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.
▪  Begoña (línea 10, barrio de La Paz) a la que se llega directamente mediante el autobús 602.

🚍 Cómo llegar a El Pardo en autobús
▪  El barrio sólo posee dos líneas de autobuses de la empresa Alacuber:
LíneaTerminales
601Moncloa - El Pardo - Mingorrubio
602Hospital La Paz - El Pardo - Mingorrubio

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