El lugar de
nacimiento de Hernán Cortés se encuentra al norte de la provincia de Badajoz. Una
localidad de unos dos mil habitantes que cuenta con un gran patrimonio
monumental, fruto de las diversas civilizaciones que la han ido moldeando a lo
largo de los años.
De fundación
romana, época en la que se conocía como Metellinum, la ciudad logró mucha
importancia por estar ubicada cerca de la Vía de la Plata. Aunque sus orígenes
son incluso anteriores, habiéndose descubierto restos tartésicos que la han
permitido identificar con Conisturgis, capital de los conios.
Caída en poder
de los musulmanes, quienes aprovecharon para reconstruir la fortificación
romana y hacerla más grande, en el siglo XIII Fernando III la reconquistó definitivamente y la incorporó a la Corona de Castilla.
Durante la
conquista de América, durante los siglos XVI y XVII, más de 280 personas
abandonaron Medellín para colonizar el nuevo continente. Entre ellos, Hernán
Cortén.
Aunque durante
la Guerra de Independencia y la Guerra Civil, la ciudad quedó devastada, hoy es
un importante enclave turístico, gracias a su patrimonio. Puedes dejar el coche
en el aparcamiento del castillo, aunque es mejor que lo dejes en el pueblo e
inicies tu camino andando. Lo más representativo se encuentra en la colina y
sus inmediaciones, a excepción del Puente de piedra.
Qué ver en
Medellín
1. Puente de piedra:
su estructura actual data del siglo XVII, aunque el original fue de origen romano.
Mide 400 metros y tiene 20 arcos que descansan sobre el río Guadiana. Para
evitar su deterioro prohibió el tráfico pesado y se construyó un segundo puente
que obtuvo el premio a la mejor obra extremeña de 2002.
2. Teatro Romano:
se sitúa a los pies del castillo medieval y al lado de la Iglesia de Santiago,
que actualmente es el Centro de Interpretación. El teatro pertenece al siglo I
d.C. y se puede ver parte de su graderío, escenario y algunos elementos decorativos.
Todavía está en proceso de excavación. La entrada es guiada y cuesta 3€. Cierra
los lunes y los martes sólo abre en horario de tarde.
3. Castillo
Medieval: sus cimientos son romanos, aunque quedaron modificados durante la
conquista musulmana, época de la que sólo se conserva el aljibe. En el siglo XIV,
Pedro I lo mandó destruir entero por rivalidades con el entonces alcalde, Alfonso
de Alburquerque. Enrique II fue el encargado de su reconstrucción, pero su
forma actual no la adquirió hasta el siglo XV. La entrada cuesta 2€. Cierra los
lunes y los martes sólo abre en horario de tarde.
4. Iglesia de
San Martín: en tu camino de vuelta, bajando la cuesta del castillo, te
encontrarás con este pequeño templo del siglo XIII, construida sobre un antiguo
templo romano. Su fama le viene dada por ser la iglesia en la que fue bautizado
Hernán Cortés.
5. Iglesia de
Santa Cecilia: construida en el siglo XVI sobre una iglesia menor para dar
cabida a una población más amplia en Medellín, presenta un estilo renacentista.
Del rico patrimonio artístico que se sabía que guardaba en su interior, hoy
apenas se conservan algunas piezas, como el retablo lateral del presbiterio que
pertenece al siglo XVIII.