Por sí sola
Fermoselle ya merece la pena una visita. Sus calles, sus miradores y su entorno
la convierten en un lugar precioso desde el que se dominan los Arribes del
Duero. No es de extrañar que la villa sea considerada Conjunto Artístico,
Histórico, Cultural y Arquitectónico.
Qué ver en
Fermoselle
1. Plaza Mayor:
presidida por el Ayuntamiento, con su bonito reloj, en sus inmediaciones está
el Mirador del Terraplén, orientado hacia el oeste.
2. Iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción: el centro
de la villa está presidida por la Iglesia de la Señora de la Asunción, un
templo románico del siglo XIII, con muchos elementos góticos. En su interior hay
un Museo Parroquial.
3. Mirador del
Castillo: una estrecha cuesta te llevará hacia los restos del castillo de Doña
Urraca. Un asentamiento castreño celta, que pasó a manos de la esposa de
Fernando II de la ha tomado el nombre. A lo largo de la historia ha tenido
diversos usos deteriorándolo aún más, como servir de discoteca del pueblo. Según
reza el cartel, Paco se ocupa de él. El acceso es gratuito, aunque puedes
aportar algo a cambio de unas almendras. Merece la pena subir y asomarse al
mirador.
4. Convento de San Francisco: construido por los franciscanos en 1730, el recinto original
contaba con una iglesia propia consagrada a la Virgen de la Bandera. A su lado
se le unió un convento barroco. Hoy puedes visitar su interior para ver la Casa
del Parque Natural de Arribes del Duero.
5. Iglesia de Santa Colomba: En la parte alta
de la villa se alza este templo románico data del siglo XII. En su interior hay
un tallado románico en madera de Cristo del Humilladero de un siglo anterior y
en su torre hay un gran reloj y una monumental escultura de Cristo realizada en
mármol y rematada con un campanil de forja.
6. Bodegas subterráneas: conocido popularmente como el pueblo de las mil bodegas, su suelo está completamente horadado para alojar hasta cinco niveles distintos de ellas. La gran mayoría están ahora en desuso, aunque también hay algunas que se pueden visitar, como las de la peña El Pujilón.
7. Crucero por
los Arribes del Duero: desde el embarcadero de Fermoselle-Bemposta sale un
pequeño barco de dieciséis plazas que realiza un recorrido de dos horas y media
por el río Duero. La experiencia es bien distinta a la que puedes vivir en el
que se hace en la vecina ciudad portuguesa de Miranda do Douro, por lo que se
pueden combinar las dos.