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Cómo es la visita al Parque Arqueológico de Alarcos

 

Si quieres conocer más sobre uno de los yacimientos más importantes de la región, basta con que te dirijas hacia Alarcos, a tan sólo 8 km de Ciudad Real. Un cerro lleno de historia, que ha sido excavado desde 1984, pero que continúa teniendo una riqueza oculta enorme escondida entre sus tierras. Y esto se debe a que en sus más de 33 hectáreas hay pruebas de que han sido habitadas desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media.

Para poder acceder al complejo tendrás que reservar tu entrada en su web. Por ahora las visitas siguen siendo sólo guiadas y gratuitas. Allí, en lo alto del cerro, hay una amplia zona de aparcamiento y una gran explanada en la que la gente aprovecha también para pasar un buen día de campo disfrutando de la naturaleza. 👉 Más información. 


La visita comienza en el Centro de Interpretación en el que, a través de paneles y maquetas, la guía te irá dando a conocer la historia de este oppidum ibérico que muchos han identificado como la antigua ciudad de Lacuris. Parece ser que este poblado oretano sufrió un profundo proceso de iberización y de romanización, como afirman los restos cerámicos encontrados, así como la existencia de una necrópolis cercana al centro.

El recorrido continúa yendo al propio yacimiento para ver lo que queda de la antigua Lacurris oretana: algunos cimientos de viviendas, calles, un santuario y una necrópolis. Desde la época romana hasta el siglo XI no se vuelve a saber nada más de Alarcos.

Hay escritos que hablan de que la zona estuvo en manos musulmanas y que fue conquistada varias veces por Alfonso VII. Alfonso VIII la reedificó y la pobló, dándosela más tare a los Caballeros de la Orden de Calatrava. La ciudad fue rodeada por una gran muralla de tres metros de espesor que guardan un espacio interior de 33 hectáreas. La mayoría de ella aún se encuentra oculta y está siendo fruto de continuas excavaciones.

Subiendo por el cerro llegarás a ver la fosa de cimentación de la muralla, también conocida como el foso de los despojos. Aquí es donde fueron tirando los cuerpos de los muertos en la batalla de Alarcos. Y es que aquí se libró una de las batallas más sangrientas de la Reconquista. El 19 de julio de 1195 las tropas de los almohades de Almansur Yakub-ben-Yusef derrotaron a los cristianos de Alfonso VIII de Castilla.


Como consecuencia, los almohades se hicieron con las tierras controladas por la Orden de Calatrava y con el Castillo de Dueñas (actual Castillo de Calatrava la Nueva), propiciando continuas pérdidas y la desestabilización del Reino de Castilla durante años. El antiguo castillo árabe estaba siendo remodelado por los cristianos en el momento de la batalla, por lo que el proyecto del monarca de hacer una mega obra no pudo completarse.

El camino te llevará ya al interior del castillo a través de unas escalerillas. Allí podrás ver los restos de un barrio almohade y un mirador desde el que se ven cómo estaban distribuidas las casas y las calles. La ciudad se mantuvo en manos musulmanas durante 17 años. Los cristianos recuperaron Alarcos en 1212, tras la batalla de las Navas de Tolosa, pero nunca se consiguió volver a repoblarla y comenzó su declive. Muchos de sus materiales se llevaron a la cercana Aldea de Pozo Seco de Don Gil para levantar el pueblo de Villareal con los supervivientes de la batalla, origen de Ciudad Real.


Finalmente, tras bajar el cerro, sólo te quedará por ver la Ermita de Nuestra Señora de Alarcos. De estilo gótico, a ella se accede por una abertura en la muralla del antiguo castillo. Se encuentra a unos cien metros del Santuario Íbero de Alarcos. Así que puede ser que su ubicación estuviera basada en una posible tradición sagrada del lugar.

Muy importante: 

👉 El complejo es tan grande, que la visita tiene bastante duración. Cuando estés planificando tu viaje, reserva una mañana o una tarde entera para visitar Alarcos. 

👉 Llévate protección solar. No hay sombras.

👉 Abrígate en invierno.

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Cómo es la visita al volcán de Cerro Gordo, el volcán de La Mancha

 

Desde la erupción del Volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma, el interés por estas formaciones naturales ha crecido bastante en España. Aunque pocos saben que puedes visitar uno muy cerquita, en Ciudad Real. Y es que Campo de Calatrava es una maravilla geológica que alberga 332 edificios volcánicos en una extensión de 5000 km², siendo una de las zonas de vulcanismo reciente más destacadas de nuestro país.

Uno de estos volcanes es el de Cerro Gordo, el primer volcán musealizado de la península. Está muy cerca del turístico Almagro, por lo que puedes aprovechar para combinar ambas visitas.  Así lo hice yo. Después de comer en el famoso Bar Restaurante El Gordo, me dirigí allí para comprar las entradas. A día de hoy no se pueden comprar online.

El museo ofrece dos tipos de visitas: una más especializada, que dura 90 minutos, y una minivisita de una media hora de duración. En cualquier caso, te recomiendo que vayas con tiempo para hacerte con la entrada en la taquilla y no dar el viaje en balde porque se haya acabado el cupo. 👉 Más información. 

En la cabaña de entrada se presenta el guía que te acompañará por el complejo. Desde allí, accederás a una rampa situada entre dos paredes de tierra. Si tienes en mente un volcán normal y corriente, de los típicos, aquí no lo vas a encontrar. Es más bien un montecillo. Pero, aun así, la visita merece la pena.


El origen de Cerro Gordo proviene de la erupción freatomagmática del vecino volcán de Varondillo. La erupción fue tal, que las coladas de magma llegaron a las aguas del Acuífero 23 (en la cuenca de Valenzuela), chocaron con ellas y, al no poder subir a la superficie, originó una detonación similar a la de una bomba termonuclear y que abrió un gran cráter. La erupción de Varondillo también dio lugar a otros pequeños volcanes cónicos, que actualmente verás como cerros un poco redondeados en el horizonte de Campo de Calatrava.

Unas pasarelas te llevan al interior de Cerro Gordo, a una profundidad de cien metros, donde verás una montaña cortada en la que resaltan capas de distintos colores y que conforman los diferentes estratos entre los que destacan grandes cantidades de ceniza.  Y, tranquilo, que la última erupción del volcán fue hace 700.000 o 800.000 años.

El guía te mostrará el origen del volcán mediante una serie de experimentos muy didácticos y completos, así como una exposición de diferentes rocas. Me llamó la atención que nos dijera que en la zona aún existen dos géiseres, pero que están situados en fincas privadas.

Y es que este terreno también estaba en manos privadas hasta hace poco. Durante muchos años la compañía francesa Lafarge ha sido la propietaria de la cantera Mina San Carlos, que se ha dedicado a su explotación minera. Actualmente está fusionada con la suiza Holcim. Después de muchos años negociando, la empresa cedió en 2011 una superficie de 2000 m² de sus tierras para la musealización de parte de la cantera abierta en el flanco del volcán. Finalmente, este espacio abrió sus puertas en 2016.

Al terminar las explicaciones didácticas, tendrás tiempo libre para terminar el recorrido por las pasarelas mientras lees los paneles que hay expuestos. El último paso será subir una cuesta hacia un gran mirador desde el que se ve la explotación que la empresa minera sigue haciendo en la zona.

La verdad es que salí encantada con la minivisita y al volver a Almagro, me fui a la céntrica Pastelería Hermanos López Vidal para llevarme un souvenir del volcán. Allí había visto por la mañana una botella de vino Vulcanus, de la Encomienda de Cervera, una bodega cuyos viñedos se sitúan en la ladera del volcán Maar de laHoya de Cervera. Me hacía ilusión hacerme con alguna de estas botellas como recuerdo de la visita. 

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7 lugares imprescindibles que ver en Valdepeñas, la Ciudad del Vino

Hoy visito Valdepeñas, un pueblo fuertemente ligado a la cultura del vino en el que puedes entrar a una de sus más de 600 bodegas. Sus orígenes se sitúan en el poblado íbero que se encontró en el Cerro de las Cabezas (siglos VII al III a.C.). Su periodo de máximo esplendor comenzó a finales del siglo XVIII, como podrás ver al caminar por su centro mientas admiras antiguas casas modernistas de la época, como la casa Cruz o el Casino La Confianza

Valdepeñas está rodeado de grandes extensiones de olivos y de viñedos. Su principal actividad es la producción vinícola, apareciendo recomendado en la Ruta del Vino cuyo centro se articula en torno a la Denominación de Origen del Vino de Valdepeñas. Con toda su historia y tradición de vinos, te ofrece un buen plan para un fin de semana dedicado principalmente al enoturismo. Bodegas, museos, yacimientos... y los bares de su Plaza Mayor completarán tu viaje. 

Qué visitar en Valdepeñas

1. La Plaza de España: esta plaza del siglo XVIII es la imagen más característica del pueblo de Valdepeñas. Te llamará la atención las fachadas historicistas que destacan al estar pintadas de blanco y azul. Desde ella puede ver el Ayuntamiento, el mercado y la Iglesia de la Asunción. En el centro, una gran fuente que representa al vino.

2. La Iglesia de la Asunción: el edificio más representativo de la plaza es este templo de finales del XII, que pertenecía a una fortaleza de la Orden de Calatrava. Su Puerta del Sol, en la fachada sur, está dedicada a la Asunción y tiene un estilo gótico-florido isabelino del XV. La Puerta de los Catecúmenos es más antigua, posiblemente románica.  

3. La Iglesia de los Trinitarios: se construyó en 1615 formando parte de un antiguo convento que fue remodelado para convertirse en el Convento de las Madres Agustinas. En su interior destaca adosada al crucero, la capilla barroca de Jesús Rescatado.

4. El Museo del Vino de Valdepeñas: está situado sobre la bodega de Leocadio Morales, de 1901. Paseando por sus salas conocerás la evolución que ha tenido el cultivo de la vid y la elaboración de los vinos a través de la historia. Además, hay un espacio reservado para la Denominación de Origen Valdepeñas. Varias de las estructuras de la bodega original aún pueden verse, como el patio, el pozo manchego, los aperos de labranza, la báscula… 👉 Horarios.

5. El Museo Municipal: en una casa solariega del siglo XVI presentan una planta dedicada a los hallazgos arqueológico provenientes del Cerro de las Cabezas, otra con muestras de pintores locales y una tercera llena de obras de arte contemporáneo. 👉Horarios.

6. El Molino de Gregorio Prieto: se encuentra delante del Museo de Gregorio Prieto, gran pintor valdepeñero al que varios trabajadores le regalaron este molino, del que se dice que es el más grande del mundo. En Valdepeñas también encontrarás la Fundación Gregorio Prieto, alojada en una típica casa manchega del siglo XVII y que cuenta con unas 6.000 obras de arte.

7. El Cerro de las Cabezas: a unos 7 km de Valdepeñas puedes pasearte por este yacimiento arqueológico cuya excavación sacó a la luz una ciudad íbera con una extensión de 14 hectáreas y datada entre los siglos VI y III a. C.

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6 lugares imprescindibles que ver en Almadén

 

Hace poco me estaba leyendo la saga de La Fundación (Asimov) desde el principio, y me sorprendió que hicieran referencia a estas minas en Yo, Robot (Un conflicto evitable). Y es que su fama llegó a extenderse a lo largo de los siglos y de los continentes.

El origen de su nombre ya daba pistas. Los árabes la llamaron al-maʿdin, la mina. Su historia ha estado siempre vinculada a la minería, aunque su máximo esplendor se dio en los siglos XVI y XVII cuando el mercurio se hizo tan necesario para realizar la amalgama de plata con todas las riquezas americanas. Además, se utilizaba en medicina para curar las enfermedades venéreas.

Las minas se cerraron en 2003, pero el pueblo sigue sin olvidar su pasado. La minería está presente en las calles del pueblo a través de sus edificios históricos, museos y esculturas, y cada año nuevos estudiantes siguen acudiendo a la primera Escuela de Minería de España y la cuarta del mundo (1777), tras las de Freiberg (Alemania, 1767), Schemitzz (Eslovaquia, 1770) y San Petersburgo (Rusia, 1772).

Qué visitar en Almadén

1. Las Minas de Almadén: sin duda, son el reclamo turístico por excelencia. En los dos mil años que estuvieron abiertas de ellas se extrajo un tercio de todo el mercurio que ha usado la humanidad a lo largo de su historia. En 2003 las cerraron por la prohibición de seguir usando mercurio dictada por la Unión Europea y en 2012 las declararon Patrimonio de la Humanidad. La visita merece mucho la pena y es muy completa. Primero accedes a un centro de interpretación en el que se proyecta un audiovisual sobre las minas. A continuación, bajas a los pozos. Y, para acabar, te llevan en un curioso vehículo a ver el Museo del Mercurio y varias instalaciones exteriores. Los últimos trabajadores que tuvo son ahora los que guían la visita. Toda una aventura.

Para acceder a ellas, reserva toda una mañana o toda una tarde. Tendrás que hacer muy bien las cuentas para que te cuadre todo y te dé tiempo a visitar el Hospital de Mineros de San Rafael, cuya entrada va incluida en el ticket. Las entradas se agotan muy rápido cuando las ponen a la venta. 👉 Más información.

2. La Plaza de Toros: es única en el mundo por tener forma hexagonal y por ser una de las más antiguas de España (1752). Las epidemias y la falta de alojamientos propiciaron la construcción de veinticuatro viviendas alrededor de esta plaza para evitar el hacinamiento de los vecinos en una época en la que cuatro o cinco familias compartían casa y sacar dinero alquilándolas para construir el futuro Hospital de Mineros.

3. Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella: fue construida en 1747 gracias a los donativos de los mineros y de los vecinos de Almadén. Es de estilo neoclásico y destaca su colores blancos y amarillos. En su interior descansa el Cristo de la Fuensanta, la imagen más antigua del templo (s.XVI).

4. La Real Cárcel de los Forzados: se tiene constancia de que estaba ya funcionando en 1525 para encerrar a presos comunes, pero sobre todo, a presos forzados de la Corona, gitanos y esclavos. La cárcel contaba con una galería que la comunicaba con la mina, con lo que los presos no veían nunca el exterior. A los forzados se les cargaba con una pena temporal o perpetua, pero la mayoría no vivía lo suficiente como para volver a ser libre. Se demolió en 1969 y sobre ella se construyó la actual Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén. Hoy quedan sus sótanos para ser visitados.

5. El Castillo de Retamar: en pleno centro del pueblo se conservan los restos de este castillo árabe del siglo XII, construido para defender las minas. Su nombre fue Hins-al-madin o Fuerte de la Mina. Puedes subir a su mirador para observar Almadén y su entorno desde las alturas.

6. El Real Hospital de Mineros de San Rafael: cuando se intensificaron las extracciones de las minas para abastecer a las colonias americanas, aumentó el número de mineros enfermos (sobre todo con azogue). Esto llevó a la construcción de este hospital en 1755 y que tuvo métodos de curación novedosos como la playa, en el que los enfermos daban vueltas sobre un círculo que había en el suelo mientras exudaban el mercurio gracias a las altas temperaturas que tenía la habitación en la que se encontraban, o el cajón de madera, que tenía varias lámparas que daban calor al enfermo que se sentaba en él para que sudara. Estuvo abierto hasta 1980 y hoy puedes ver un museo sobre Almadén y su precioso patio.


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10 lugares imprescindibles que ver en Ocaña

Ocaña es un pueblo toledano que da la oportunidad de hacer una escapada tranquila desde Madrid (a una hora), Toledo (a unos 40 minutos) o desde cualquier sitio cercano. Situada en la comarca de la Mesa de Ocaña, sus orígenes parecen ser prerromanos, aunque no se sabe muy bien de dónde procede su nombre. Sí que se sabe que en el siglo XV su judería era una de las más grandes del reino de Castilla y que sus habitantes son llamados también botijeros por ser famosos productores de esta artesanía.

Hoy su Plaza Mayor sigue atrayendo a cientos de visitantes cada año como antiguamente. Puedes darte una vuelta por sus calles, disfrutar de la gastronomía manchega en una de sus terrazas, apuntarte a una de las visitas guiadas que ofrece la Oficina de Turismo y comprar uno de los famosos Quesos de Ocaña en las tiendas del pueblo. Aquí te cuento algunos lugares que ver en Ocaña.  

Qué visitar en Ocaña

1. Plaza Mayor: es el principal atractivo del pueblo. La gente llena la plaza los fines de semana para tomarse algo en sus terrazas y es que se está bien a gusto bajo sus soportales, hasta en invierno. Se construyó a finales del siglo XVIII bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV. Su fama fue tal, que sirvió como escenario a Lope de Vega para su obra Preibáñez y el Comendador de Ocaña. Actualmente se sigue utilizando para ofrecer en ella espectáculos y obras de teatro.

Con sus 70 pilares de piedra proveniente las canteras de Colmenar de Oreja, hoy es la tercera mayor de España, después de la de Madrid y la de Salamanca. En ella destaca el edificio del Ayuntamiento, la Oficina de Turismo y la torre del reloj, que sirve también como campanario utilizando para ello la campana de la derribada Iglesia de San Pedro.

2. Palacio de Don Gutierre de Cárdenas: construido en el XVI, sirvió como vivienda a este asesor de los Reyes Católicos y Comendador Mayor en León de la Orden de Santiago. Tras pasar por las manos de los duques de Maqueda y los de Frías, desde el XIX pertenece al Ministerio de Justicia albergando los juzgados de Ocaña. En su portada destaca una gran S tumbada, presente del escudo de Don Gutierre. Según dicen, la obtuvo cuando éste presentó a Isabel la Católica a su futuro marido, Fernando, y le dijo: “Es ése.” Y se quedó con la S por la gracia. 😐

3. Iglesia de Santa María de la Asunción: es la más antigua del municipio. Se construyó sobre una antigua mezquita del que sólo queda el alminar interior. Su fachada principal es de estilo plateresco. En su interior destaca la Capilla de Jesús Nazareno, patrón de Ocaña, y una amplia colección de armaduras en su sacristía.

4. Teatro Lope de Vega: este antiguo colegio jesuita se transformó en teatro en 1832. Lo que más te llamará la atención será la torre campanario neo-mudéjar. Delante del teatro podrás ver el Rollo de la Justicia (s. XV), una picota muy elaborada, de estilo gótico.



5. Museo Arqueológico: al lado del teatro se halla este museo que recorre la historia de la comarca de Ocaña desde la Prehistoria hasta la actualidad.

6. Torre de la Iglesia de San Martín: de la antigua inglesia de San Martín Obispo, sólo ha llegado hasta nuestros días esta torre herreriana del siglo XVI y su portada plateresca, que descansa junto a ella.

7. Fuente Grande: junto con la Plaza Mayor, es el monumento más característico de Ocaña. Esta fuente, diseñada por Juan de Herrera, es una de las obras de ingeniería hidráulica del siglo XVI. Se compone de una gran galería de piedra cubierta con veinte pilastras toscanas de sillería, que conforman sus arcos adintelados. A pocos metros de la fuente hay un manantial de agua que fue canalizada a lo largo de un túnel de ladrillo de más de 274 metros de largo. Al otro lado, se encuentran unos lavaderos de tal envergadura, que podían acoger a trescientas mujeres lavando a la vez. Para acceder a la fuente, tienes que ponerte en contacto con la Oficina de Turismo de Ocaña, que organiza visitas gratuitas.

8. Belén del Convento de Santo Domingo: esta construcción renacentista cuyo claustro se atribuye a Alonso de Covarrubias. Su impresionante coro fue esculpido en 1573 en madera de nogal de estilo renacentista italiano, obra sufragada por el clavero de la Orden de Calatrava, Fernando Fernández de Córdoba, y ubicado en el Convento de la Asunción de Calatrava de Almagro. En 1866, el rector de la Orden del Convento de Santo Domingo de Guzmán de Ocaña se lo compró a Isabel Aparicio por 11.000 reales. En el interior del edificio podrás ver el Museo Porticum Salutis, en el que destaca un original belén interactivo.

9. Convento de San José: fue construido en 1595 a instancias de María de Bazán, la mujer de Alonso de Ercilla. A su cargo, como priora y maestra de novicias, se mantuvo la sobrina de santa Teresa de Jesús, Beatriz de Jesús. En su interior descansan los sepulcros de Alonso de Ercilla y Zúñiga, su hermana y su esposa.

10. Museo del Guante: el Restaurante Tenería ofrece excursiones para disfrutar de su edificio del siglo XV y de su museo del guante, un curioso espacio que honra al oficio que se ejercía aquí. Esta prenda de cuero y piel se confeccionaba para la nobleza y la realiza europea en España, teniendo especial importancia la industria desarrollada en Sevilla y en Ocaña, convirtiéndose en la actividad principal de esta localidad en el siglo XV.


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