Hoy visito la Motilla del Azuer, el que está considerado uno de los yacimientos más misteriosos de Europa. Una maravillosa fortificación de más de 4.200 años de historia y que guarda en su interior el pozo más antiguo de la Península Ibérica.
Realizar la
visita no es fácil. Estuve intentando durante meses hacer una reserva para un fin
de semana y las entradas se agotaban de inmediato, por lo que te recomiendo que
planifiques con tiempo tu viaje y que estés pendiente de su página web.
Después de
darme un paseo por el bonito pueblo de Daimiel, recordando viejos tiempo de
cuando yo trabajé allí de voluntaria en el Parque Nacional durante un verano,
me dirigí al lugar indicado para realizar las visitas a la motilla: el Museo Comarcal.
1. Punto de
encuentro: el Museo Comarcal
El museo lo
encontrarás muy cerca de la céntrica plaza de Santa María. Se ubica en un
antiguo edificio de arquitectura tradicional totalmente reformado y que se
organiza en torno a un patio central. El recinto tiene tres plantas, a través
de las cuales se expone la historia de Daimiel y su entorno desde la antigüedad.
Si quieres ver
el museo entero, tendrás que ir mucho antes que la hora a la que te han citado
con tu entrada o reservar tiempo para verlo después de la visita a la motilla
(teniendo en cuenta los horarios de apertura).
Una vez
presentado, tu guía te acompañará por los pasillos para recorrer los espacios de
la planta semisótano dedicados a la Motilla del Azuer (el resto no se visitan
en ese momento). Allí hay varios paneles y mapas que explican las características
de estas formaciones, así como una gran maqueta para que te vayas haciendo una
idea de la maravilla que verás en el campo. También te mostrarán la recreación
de un enterramiento encontrado en la motilla y varios restos arqueológicos. Lo
que más me llamó la atención fue el descubrimiento de objetos agujereados utilizados
para hacer queso ya en aquella época.
2. La Motilla
del Azuer
A la salida
del museo, te esperará un minibús con otra guía para llevarte al yacimiento, a
unos 10 km de Daimiel. Una vez allí recorrerás la motilla por dentro y por fuera.
👉¿Qué es una
motilla? Son elevaciones artificiales fortificadas, construidas entre 2200 y
1300 a.C. que se alzan sobre una gran llanura y que están cercanas a los cauces
de los ríos o junto a alguna laguna No existe nada con estas características en
otras zonas de la península. Actualmente se conocen 46, siendo la más
importante la del Azuer. En el término municipal de Daimiel se han encontrado
varias a lo largo de los ríos Guadiana y Azuer, a una distancia de unos 4 ó 5
kilómetros entre cada una de las construcciones.
Cerca de las
motillas existían poblados en altura, localizados sobre pequeños cerros. Allí
vivían las élites, controlando el territorio desde arriba.
La Motilla del
Azuer surgió hace más de cuatro mil años como una construcción compuesta de
varias líneas concéntricas de murallas, una gran torre, un patio y un custodiado
pozo en su interior. Ocupa una hectárea y desde la distancia parece un
castillo.
La visita
comienza caminando alrededor de sus murallas exteriores para rodearlas y
acceder al interior del recinto a través de unos pasillos laberínticos y muy
estrechos, que van paralelos a las murallas. Entre ellos se fueron construyendo
hornos de planta circular u oval y silos rectangulares para almacenar el
cereal.
El siguiente
paso será entrar en el recinto intermedio, que ocupa la mitad occidental de la
fortificación entre la muralla intermedia y el exterior del pasillo que rodea a
la torre. Esta zona se utilizó para la cría del ganado y para almacenar cebada
y trigo.
Los pasadizos y
escalones llevan a continuación a un patio de planta trapezoidal en el que los
habitantes de la motilla guardaban lo más valioso: el pozo. Ellos habían
excavado la tierra hasta alcanzar el nivel freático y así poder abastecer de
agua el asentamiento. Hasta la fecha se ha conseguido descubrir que tiene al
menos 16 metros de profundidad.
Desde este patio
subirás unas escalerillas para llegar a la torre, de planta cuadrada y con una
altura superior a los 10 metros. Los vigilantes eran capaces de controlar
grandes extensiones de territorio desde ella y ordenar a sus habitantes que
fueran implacables con los que intentaran invadirles. Se han encontrado muestras
que reflejan que la emprendían a pedradas desde los muros. Todo para proteger
sus silos llenos de cereal y su agua. Y más teniendo en cuenta que durante la
Edad del Bronce Manchega, se declaró una gigantesca sequía que duró 600 años y
que provocó luchas entre pueblos vecinos.
Una vez fuera,
tendrás tiempo de ver algunos restos del poblado que se organizaba alrededor de
la motilla. Se sabe que había viviendas de planta oval o rectangular en el
exterior, ocupando un radio de unos 50 metros. Además, había zonas dedicadas a
actividades de almacenamiento, trabajos de producción, basureros y
enterramientos.
3. Centro de
Interpretación
Para finalizar
la visita, tendrás un poco de tiempo para que andar por las salas de este
pequeño museo. Es un espacio dedicado a la evolución de las campañas de
excavación y reconstrucciones arqueológicas que se han llevado a cabo a lo
largo de los años en la Motilla del Azuer. Lo más llamativo es una gran foto en
la que se aprecia la motilla desde arriba, con un pozo rebosando de agua.
Toneladas de agua se acumularon fruto de las lluvias del invierno de 2013,
haciendo que llegaran hasta el borde del orificio.
A la salida
del centro te estará esperando el minibús para llevarte de vuelta al Museo Comarcal,
donde finaliza esta increíble experiencia.
He de decir
que la visita fue muy amena. Duró más de dos horas, pero se pasaron volando. Se
notaba que los guías eran unos apasionados del tema y les gustaba su trabajo.
Excelente.
⏰ Horarios y precios de la visita a la Motilla del Azuer.
👉 No se puede
visitar sin reserva previa.
⛄ En invierno,
llévate ropa de abrigo.
👒 En verano, protégete
del sol. No hay ninguna sombra cerca.
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