¿Qué puedes ver en Toledo si sólo tienes un día para estar allí? Bueno, para disfrutarla de verdad, yo reservaría dos días para que te hagas una mejor idea de todo lo que ofrece. Y es que sólo caminar por sus calles ya es un placer. En cada rincocito encuentras algo que merezca la pena y que llame tu atención. Para eso es Patrimonio de la Humanidad.
Con 83. 600 habitantes, es el segundo municipio de la provincia en número de habitantes, superado por Talavera de la Reina. También es el cuarto de Castilla-La Mancha, por detrás de Albacete, Talavera de la Reina y Guadalajara.
Nada más entrar en la ciudad, te saludará la Puerta de la Bisagra,
presidiendo lo que queda de la antigua muralla de la ciudad. En sus orígenes
fue una construcción del Toledo musulmán, pero lo que ves ahora, a excepción del
centro, es una reconstrucción del siglo
XVI, de Alonso de Covarrubias. Este arco de medio punto tiene en su parte
superior el escudo de Carlos V.
Lo mejor que empieces tu visita por la famosa Plaza de
Zocodover, en pleno centro. Famosa por los Autos de Fe que la Inquisición
realizaba en ella, su nombre significa en árabe “mercado de bestias de carga”.
Una de sus partes fue diseñada durante el reinado de Felipe II por Juan de
Herrera. Allí hay una Oficina de Turismo donde podrás cargarte de información. Lo peor: en uno de los sitios más representativos
de Toledo, que debería estar lleno de tasquillas te encontrarás con… un Burger
King y un McDonald’s bajo tremendos soportales, rompiendo con toda estética e
historia. Pasad de ellos e id a por carcamusas.
Plano en mano, corre a ver primero la Catedral, porque allí
es donde tendrás que hacer la fila más larga. La entrada se compra en la calle
Cardenal Cisneros, frente a la puerta. Allí te darán una audioguía con la
entrada. El local es también una tienda de recuerdos y tiene servicios
gratuitos.
🕑 Horario: de lunes a sábado de 10’00 a 18’00. Domingos: de
14’00 a 18’00. La entrada me costó 8€.
Entrada trasera. Por aquí sólo te puedes asomar para rezar. |
Entrada principal |
Nada más salir de la Catedral hacia la derecha, verás la
Plaza del Ayuntamiento. Construido en 1575 siguiendo el diseño de Juan de
Herrera, en él han participado muchos artistas hasta verlo como está hoy,
incluido el hijo de El Greco: Jorge Manuel Theotocópulos.
En plena Plaza del Ayuntamiento, para atajar, atraviesa el
Pasadizo de Balaguer hasta Santo Tomé. Antiguamente este pasadizo era una de
las entradas al Palacio de Caracena, la casa de Juan Gaytán. Se hizo
famoso por la película Tristana de Buñuel ,donde la casa del protagonista Don
Lope estaba justo en frente. El nombre se debe a un anticuario que tenía allí
su tienda.
En la iglesia de Santo Tomé tendrás que aguantar la segunda
fila grande, aunque como es pequeña y la gente la ve rápido, la cola avanza
mucho. Se sabe que se construyó en el siglo XI sobre una mezquita y en el siglo
XVI el Conde de Orgaz se encargó de restaurarla debido a su estado ruinoso. De
estilo mudéjar, su torre tiene cerámica vidriada e incrustaciones de una
hornacina visigótica y una cruz patada.
En cuanto entres, verás un montón de gente agolpada para admirar el famoso cuadro del Entierro del Conde de Orgaz. Es tal el
griterío, el jaleo y el abarrotamiento, que es imposible hacer una foto decente, ni disfrutar de la vista. La verdad es que me decepcionó.
Dentro, la iglesia es muy normalita. Hay un retablo plateresco del siglo XVI y
dos barrocos, una pila bautismal de mármol del siglo XVI, una estatua de mármol
de la Virgen del siglo XII, dos lienzos de Luis Tristán y dos esculturas de la
escuela de Alonso Cano.
🕑 Horario:
Del 15 de marzo al 14 de octubre: de 10’00 a 18’45.
Del 15 de octubre al 14 de marzo: de 10’00 a 17’45
Dejando la iglesia atrás, a escasos metros, baja la cuesta
hasta el Museo de El Greco, frente a unos amplios jardines. Este museo se debe
visitar porque es bonito, pero es una incoherencia total. Esta es la casa que
tiene una estructura posiblemente parecida al edificio donde pudo haber vivido El
Greco, pero no vivió aquí, ni hay muchas obras suyas porque han sido cedidas a
El Prado. Como digo, es interesante visitarlo. Tiene unos jardines preciosos,
una cueva, varias salas de pintura con obras de otros pintores, como Luis
Tristán.
🕑 Horario:
Del 1 de abril al 30 de septiembre: 9’30-20’00 de martes a
sábados.
Del 1 de octubre al 31 de marzo: 9’30-18’30 de martes a
sábados.
Domingos y festivos de 10’00 a 15’00
💴 Entrada 3€. Conjunta con el Museo
Sefardí, 5€. Hay diversos descuentos.
Entrada gratuita sábados a partir de las
14h, y domingos todo el día.
No puedes alejarte del museo sin disfrutar de las maravillosas vistas desde los Jardines del Tránsito.
Saliendo del museo a mano derecha, está la Sinagoga
del Tránsito. Ya que sólo dispones de un día, aunque haya varias sinagogas
para visitar, ésta es la más indispensable ya que alberga el Museo Sefardí. Es un
edificio construido en el siglo XIV en tiempos de Pedro I, esta sinagoga de
estilo mudéjar se convirtió en museo en 1964. En él puedes ver a través de
diversas salas una colección de objetos relacionados con el pueblo judío. También
tiene un pequeño jardín, el Jardín de la Memoria, donde se puede uno sentar a
descansar un ratito.
🕑 Horario:
Verano: del 1 de abril al 30 de
septiembre, de martes a sábado de 9:30 a 20:00 horas.
Invierno: del 1 de octubre al 31 de
marzo de martes a sábado de 9:30 a 18:30 horas.
Domingos y festivos: abrimos de 10:00 a 15:00
horas.
💴 Entrada: general 3€. Hay diversos
descuentos.
Desde allí, disfruta de un pequeño paseo recorriendo las
diversas callejuelas y callejones de la judería.
Iniciando ya el camino de vuelta, aprovecha para ir viendo
las fachadas de algunos edificios importantes cercanos como: el Monasterio de
San Juan de los Reyes. Pero muy
cerca está el Real Colegio de Doncellas Nobles, edificio neomudéjar fundado en
1551 por el cardenal Silíceo, arzobispo de Toledo, siendo desde entonces sus
patronos El Rey de España y el Arzobispo de Toledo. La arquitectura actual es del
XVIII, con un bello claustro y una galería hacia el jardín, obra de Ventura
Rodríguez. La iglesia y la torre son obras barrocas del maestro de la Catedral
de Toledo, Sierra. En la portada de la iglesia se integra un bello bajorrelieve
del siglo XVI debido a Vázquez el Viejo. Está incluido en la Red de Patrimonio
Nacional.
Monasterio de San Juan de Los Reyes |
Este pasaje comunica el edificio primitivo con la ampliación en el otro extremo de la calle. |
Si continúas bajando por los callejones, llegarás a la
calle de Emilio Cebrián Ruiz, (autor del himno de Toledo y de Nuestro Padre Jesús, marcha de
procesión sobre motivos andaluces, dedicada a la imagen del Nazareno conocido
como "El abuelo" en Jaén). A través de ella puedes acceder a la
Mezquita del Cristo de la Luz.
Atraviesa la Puerta del Cristo de la Luz o
de Valmardón, que permitía el acceso a la medina islámica toledana. Su nombre
musulmán indica que durante cierto tiempo estuvo tapiada, al ser utilizado
como paso principal la cercana Puerta del Sol, más accesible y con menos
pendiente. Sus restos más antiguos se datan en torno a los siglos IX y X,
Desde allí verás la imponente Puerta del Sol. Una preciosidad. Esta puerta, construida durante el reino taifa, fue reconstruida en el siglo IV
en estilo mudéjar. En el siglo XVI se le añadió un relieve con el emblema de la
Catedral bajo el sol y la luna. En el pasado pudo ser utilizada como arco
triunfal.
Si aún te queda tiempo, basta con buscar desde allí el
parking del Palacio de Congresos, que está a escasos metros. Si bajas por sus
escaleras mecánicas, cuando salgas del parking sigue toda la cuesta abajo y,
en menos de cinco minutos, te encontrarás con el famoso Puente de Alcántara.
Esta maravilla ya se cita en el 788, pudo haber sido en sus orígenes romano, ya
que en el centro del puente una inscripción indica que fue construido en honor
a Trajano y que su ingeniero fue Cayo Julio Lacer. Formaba parte del recinto defensivo de la
ciudad. Está fuertemente protegido con dos
puertas fortificadas en sus extremos, siendo una de ellas de estilo barroco y
otra construida en época medieval.
Espero que te haya gustado este viajecito de un día. Pero, como digo, reserva dos diíllas para recorrer esta hermosa ciudad. Yo, sin duda, volveré para ver todas las cosas que se me han quedado en el tintero.