En una hora de viaje desde Madrid llegarás al Monasterio, pasando Rascafría y en pleno Valle del Lozoya. Comenzada su construcción en 1390 por Juan I de Trastámara, se convirtió en la primera Cartuja de Castilla y en una de las más ricas por medio de los ingresos que conseguían derivados de sus granjas, sus rentas, su molino de papel y su ganado lanar.
Tal fue su importancia, que los Reyes Católicos encomendaron
a su arquitecto, Juan Guas, la remodelación del monasterio para ampliarlo y
acomodarlo a los nuevos tiempos.
Con la desamortización de 1835 todas sus joyas
desaparecieron (pinacoteca, archivo, sillerías, biblioteca…) y quedó abandonado y en estado ruinoso. En 1954 se entregó a los benedictinos, quienes
se hicieron cargo de su rehabilitación y de recuperar algunas de los tesoros
perdidos, como los cuadros de Vicente Carducho.
Cómo es la visita gratuita de El Paular
La verdad es que si no pagas la entrada de la visita
guiada al monasterio, es una pena, porque no se puede ver toda la grandeza de
este monumento. De manera gratuita se puede ver:
4. La exposición sobre la restauración del monumento: que está
localizada en la zona de las antiguas celdas cartujas (hoy desaparecidas).
5. La iglesia: sólo en horario de misa.
6. El claustro: alrededor de todo el claustro puedes ir disfrutando de los cuadros recuperados de Vicente Carducho. Este pintor se encargó de pintar 56 cuadros para el monasterio, que se perdieron con la desamortización. 27 de ellas tratan de la vida del fundador de los cartujos, San Bruno de Colonia, y las restantes están dedicadas a los hechos más notables de los cartujos en Europa, desde el siglo XI hasta el XVI. Los últimos dos cuadros, un escudo de la orden y otro de Felipe IV, están actualmente desaparecidos.
En 1835 los cuadros se arrancaron y se llevaron al
convento madrileño de la Trinidad, que no se vio afectado por la
desamortización. Allí se restauraron y
pasaron a formar parte del Museo del Prado pero, al ser tan grandes dijeron que
no podían almacenarlos en el museo por lo que los fueron distribuyendo por
varias ciudades. Afortunadamente, desde
el 2006 se han ido devolviendo las obras al Paular (aunque dos de ellas fueron desaparecidas
en la Guerra Civil).
Qué se ve en la visita guiada de El Paular
Con la visita guiada se accede a parte de la zona monástica.
Un monje benedictino muy amable nos dirigió durante toda la visita dándonos muy
buenas explicaciones de todo y de una manera muy amena, se notaba que le
gustaba su trabajo. Además, nos permitió –como excepción- hacer fotos sin flash
y la entrada al tabernáculo y respondió
a todas las preguntas. La gente tenía mucha curiosidad sobre el tipo de vida
que llevan los monjes.
1. La iglesia: La visita comienza por el patio de la iglesia. Allí se puede ver la entrada renacentista, con muchísimos detalles.
Nos adentramos en la iglesia para disfrutar, sobre todo, del
retablo mayor y de la sillería de madera de nogal, tallada en el siglo XVI y
que ha sido devuelta al monasterio hace poco, ya que estaba en la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid.
El retablo del siglo XV es único por estar labrado en
alabastro policromado, que representa 17 escenas magníficas.
2. La Sala Capitular: zona rectangular con un inmenso retablo. En el siglo XVIII, durante la restauración del conjunto, se quitaron los elementos góticos para implantar adornos barrocos, como el entablamento lleno de ángeles. En un primer momento, se pensó que su remodelación en el siglo XVIII se debía a los daños sufridos durante el terremoto de Lisboa, pero recientemente se han descubierto documentos en el archivo del Ayuntamiento de Rascafría que afirman que el pueblo y su entorno apenas fueron afectados. Por lo tanto, los expertos ahora piensan que se debió más al hecho de adaptarse a la nueva moda barroca.
● El Tabernáculo, realizado en 1702 por Francisco Hurtado Izquierdo, el mismo que hiciera el Sagrario de la Cartuja de Granada, está hecho con mármoles de colores traídos de Andalucía: Granada, Priego de Córdoba y Cabra. En su centro hay una estatua de Cristo Resucitado.
● La Antecámara presenta, sobre las puertas de acceso a las capillas, tallas de San Hugo, San Nicolás Albergati, San Anselmo (obispos Cartujos) y San Bruno (fundador de la orden, que aparece con la mitra en el suelo porque rechazó ser obispo). También hay imágenes de cuatro mártires que murieron por mantener su virginidad, como Santa Águeda.
4. El Refectorio: después de tanto esplendor, volvemos a la austeridad del refectorio. Hoy, los monjes sólo comen allí en Solemnidades.
A la entrada del monasterio también hay una tienda donde
venden recuerdos y productos de allí. Yo aproveché para comprar
unos yogures de leche de cabra a 1€ cada uno. Cuál fue mi sorpresa al ver que
el monje me cobraba mientras miraba su Smartphone, que era más nuevo que el
mío, jajaja. Definitivamente, no son
cartujos :)
Qué ver en los alrededores de El Paular
En frente del monasterio, se encuentra el puente del Perdón.
Realizado en el siglo XVIII. Sirvió a los monjes para atravesar el río Lozoya y
acceder al Molino de papel de Los Batanes. De aquí salió el papel con la que se
imprimió la primera parte de El Quijote en 1605.
Cómo llegar al Monasterio de El Paular
👉 A1, salida 69 dirección Lozoya/Rascrafía. Una vez llegado a
Rascafría, seguir las indicaciones, está muy bien señalizado.
Rascafría |
1 comentarios :
comentariosFotos muy chulas, el paraje merece la pena por lo que veo