Medina de
Pomar es el municipio más poblado de la comarca burgalesa de Las Merindades. Está
situada cerca del río Trueba y su nombre hace referencia a los manzanos (pomar)
que antiguamente crecían en su territorio. El origen de este núcleo está en la
repoblación de Castilla realizada por grupos mozárabes durante la Alta Edad
Media.
Su primer
fuero le fue concedido en el siglo XII, aunque su verdadero esplendor le llegó
en 1369, cuando fue donada a Pedro Fernández de Velasco. Los Velasco, futuros
Condestables de Castilla, la hicieron centro de su extenso señorío construyendo
su alcázar y su panteón, así como otros muchos edificios que contribuyeron a
dejar el importante legado patrimonial del que puedes disfrutar hoy y que han
hecho que su centro sea declarado Bien de Interés Cultural.
La antigua capital de Las Merindades (cuyo título le arrebató la vecina Villarcayo), también se hizo famosa por servir de lugar de paso al Calos V en su camino desde Laredo a Yuste. El 9 de octubre de 1556 llegó el Emperador a Medina de Pomar. Allí se hinchó a escabeches que le había dejado su hija Juana y le dio tal indigestión, que tuvo que guardar cama en la villa durante dos días. En recuerdo de este suceso cada mes de octubre se celebra una gran fiesta en la localidad, que ha sido incluida también en la famosa Ruta de Carlos V.
Qué ver en Medina de Pomar
1. Castillo de
los Velasco: conocido como Las Torres, se comenzó a construir en 1370 como
palacio y castillo defensivo en un extremo del recinto amurallado que cercaba
la villa. Sus dos grandes torres le dan al alcázar un aspecto militar sobre, aunque
su interior alberga un lujoso palacio, decorado con elegantes frisos de estilo
mudéjar. Dentro puedes visitar el Museo Histórico de Las Merindades, donde se
muestra la historia de la comarca desde la época paleolítica.
2. Centro Histórico: en el casco antiguo puedes ver lo que queda del antiguo recinto amurallado del siglo XIV, como el Arco del Condestable y el Arco de la Cadena, que son las dos únicas puertas que quedan en pie de las cinco que daban acceso a la villa.
A lo largo de la calle Mayor puedes observar una serie de cuadros de artistas locales que embellecen las fachadas de las casas y un curioso taller de títeres. También en ella puedes disfrutar de la gastronomía local y de sus afamados pinchos y continuar hacia la Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento.
Aquí se celebran mercadillos con productos de la tierra, conciertos y otros espectáculos. Además, en uno de sus extremos puedes disfrutar de las vistas de un gran mirador.
3. Iglesia de
Santa Cruz: adosada a la antigua muralla, la iglesia parroquial fue levantada
en el siglo XIV, aunque hoy tiene un pórtico neoclásico del siglo XIX. Dentro
puedes ver varios sepulcros y retablos barrocos.
4. Ermita de
San Millán: fuera del casco urbano encontrarás esta ermita del siglo XII que
actualmente alberga el Centro de Interpretación del Románico de Las Merindades. Es el
edificio más antiguo de Medina de Pomar.
5. Convento de
Santa Clara: junto a la Ermita de San Millán se alza este monasterio construido
para guardar el panteón familiar de los Velasco. Uno de sus extremos ha sido
convertido en una excelente hospedería (que te recomiendo). Su interior lo puedes
ver a través de las visitas guiadas que ofrecen previa reserva. Además, antes
de irte, puedes aprovechar para comprar dulces artesanales en el torno que las
hermanas clarisas tienen junto a la entrada de la iglesia.
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