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Nueva Zelanda: Día 14 – Qué ver en Oamaru, la ciudad del Steampunk


Con sus 13.000 habitantes Oamaru es una ciudad curiosa a 3 horas de Christchurch y a 90 minutos de Dunedin. Se sitúa en un pequeño puerto victoriano que ha mantenido su arquitectura de la época adaptándola a las necesidades de ahora. Parece un pequeño parque temático en el que se recrean los edificios de 1870.

Oamaru se convirtió en un lugar próspero a finales del siglo XIX por los yacimientos de oro y por el negocio del transporte de carne refrigerada. Esto favoreció la construcción  de los edificios de piedra caliza de los que hoy puedes disfrutar.

Aparte de sus edificios, Oamaru es famosa por sus sastrerías, el SteamPunk y los pingüinos. Si Nueva Zelanda es famosa por la calma de sus gentes, en Oamaru es extrema. Parece que el tiempo no pasa y todo está lleno de tranquilidad.

Sin duda, un paraíso para hipsters: tiendas de ropa vintage, librerías antiguas, viejos encuadernadores de libros, ambiente curioso…

Dónde aparcar en Oamaru

🚘 El centro es de pago, pero en cuanto sales de él, hay sitios para aparcar gratis por todas partes.

Qué ver en Oamaru Victorian Precinct

▪  National Bank: el primer Banco de Nueva Gales del Sur, de 1883.
▪  Forrester Gallery: esta imponente construcción se convirtió en galería de arte en 1983.


▪  Criterion Hotel: construido en 1877 en estilo victoriano italiano, alberga el hotel más lujoso de la ciudad.


▪  Custom House: antiguo edificio dedicado hoy a usos múltiples.


▪  North Otago Museum: antigua Biblioteca de 1882 que hoy sirve de museo gratuito donde hay una pequeña exposición sobre el lugar.


▪  Opera House: de 1907, aún sigue en funcionamiento.


▪  Court House: edificio de 1882.


▪  Union Bank: hoy alberga el club de squash y bádminton de Oamaru.


▪  First Post Office: es el edificio público más antiguo de la ciudad. Data de 1864 y sirvió como oficina de Correos.


▪  AMP Building: construido en 1871.


▪  Thames Street Bridge: puente construido en 1861 para unir el antiguo centro de la ciudad con Thames Street, que estaba en el norte y hoy se ha convertido en su calle principal.

▪  Railway Station: edificio de madera de 1900. Servía como segunda estación de trenes de Oamaru.


▪  St Albans Chapel and Vicarage de 1892.

▪  St Kevins College: colegio católico de 1927. Hoy se conoce como Redcastle.

▪  Nz Loan and Mercantile Wharehouse: hoy sirve como fábrica de Whisky.


▪  Harbour Board Office: hoy contiene el Oamaru Whitestone Civic Trust.

▪  Smith’s Grain Store: de 1881, albergó Correos desde 1906 hasta 1970.


▪  Saint Patrick’s Basilica: enorme basílica de 1918.


▪  St Martin’s Anglican Church: de estilo gótico, data de 1901.


▪  Stanley’s Hotel: de 1882, este hotel sigue en funcionamiento.

▪  Wainakarua Bridge: puente de dos arcos, construidos en 1874, es uno de los puentes más viejos que aún sigue usándose en una carretera principal.

▪  St Paul’s Presbyterian Church: hecha en 1875 sobre una antigua iglesia.


▪  St Luke’s Anglican Church: el complejo quedo completo en 1922, aunque se empezó a construir en 1866. 


Otros lugares y cosas que hacer en Oamaru 

▪  Oamaru Cycle Works:  aquí puedes montar en velocípedos y bicis retros de 1940 por 20$ el día entero.

▪  Steam Train: montar en un tren de vapor antiguo que hace un trayecto muy corto: va desde el casco antiguo hasta el puerto. Los trenes son de 1877 y 1924. El trayecto cuesta unos 8$, pero sólo funciona los domingos. www.oamaru-steam.org.nz



▪  Oamaru Public Gardens: visitar los jardines públicos de Oamaru, inaugurados en 1876.


▪  Colonia de pingüinos de ojos amarillos: hay que ir a Bushy Beach dos horas antes de que anochezca. En invierno no se puede ver casi nada.


▪  Colonia de pingüinos azules: un sacadineros. Una empresa tiene ocupada la zona a la que llegan los pingüinos, por lo que si los quieres ver hay que pagar 25$. www.penguins.co.nz


▪  Visitar la Oamaru Heritage Radio, que aún sigue funcionando. Se puede pasar gratis para ver las instalaciones y un pequeño museo histórico.


▪  Simplemente dar un paseo por sus calles:


▪  Visitar el Steampunk HD al que por su originalidad dedicaré otra entrada. 


Nueva Zelanda: Día 13 – Opinión del Camping Oamary Top 10 Holiday Park


Por la noche conseguí llegar a Oamaru después de una excursión nocturna a las Moeraki Boulders para descansar un rato. Aunque, obviamente, no vi nada porque no había nada iluminado. Bueno, fue emocionante porque bajé a la playa con la linterna y allí no había ni un alma.

El camping de Oamaru no estuvo mal del todo para ser en la isla sur, donde los campings son por lo general peores. La zona de caravanas estaba en hierba, así que con todas las lluvias,  estaba todo embarrado. Un asco.

Cerca de la zona de caravanas había una cocina chiquitita, pero muy bien equipada, en la que conocí a unos españoles que también estaban dando la vuelta al país.

En ese mismo edificio había unos aseos unisex.

En el ala izquierda del camping se encontraban los aseos grandes, pero estaban reformándolos. También tenían zona de TV y lavandería.

El camping cuenta con bungalows de diversos tipos y también con una cama elástica justo a la entrada.

Aunque en la reserva ponía que tenían wifi gratis, allí me quisieron cobrar por él y no lo contraté.

Su situación es bastante buena porque se puede llegar al centro de Oamaru andando.

💲 Precio 1 noche: 42$

   OAMARU TOP 10 HOLIDAY PARK.  
30 Chelmer Street
Oamaru




Nueva Zelanda: Día 14 – Visitando el Oamaru Steampunk HD


Si hay algo característico de Oamaru es el Steampunk. Desfiles, fiestas, espectáculos, exposiciones, geste vestida así por la calle… es casi una forma de vida.

Pero, ¿qué es el Steampunk?

Es algo bastante raro. Empezó como un subgénero dentro de la ciencia ficción en los ochenta y su creador fue K. W. Jeter, un escritor cuyos relatos estaban ambientados en el siglo XIX pero con un extraño estilo histórico lleno de retrofuturismo: la civilización ha tomado una camino científico diferente al actual, reemplazando los modernos avances científicos de ahora por la tecnología del vapor (steam) y el carbón. Algunos incluso mezclan criaturas mitológicas, terror, elementos mágicos con los elementos tecnológicos y anacrónicos propios del Steampunk.

El Steampunk HD de Oamaru

Esta galería de arte merece una visita obligada si pasas por esta ciudad. La verdad es que me sorprendió muchísimo. En la entrada hay una locomotora que se enciende si le echas un dólar. Me asomé un poco para ver la puerta y salió un señor muy extraño: bastante gordo, con el pelo blanco largo y la barba también, y vestido como un motero americano. Se ahogaba hablando y no paraba de fumar. Me hizo muchas preguntas y me convenció de que entrara a la galería para verla, contándome todo lo que iba a ver dentro (unas tres o cuatro veces). Con tal de no escucharlo más, entré.

En el hall había varias figuras raras de toros que valían una milloná. Dentro, sonaba una música extraña a todo volumen y sonidos electrónicos, y una voz de mujer que cada minuto decía “Welcome to Steampunk HD”, una y otra vez. Rayante a tope.

Entré por una de las puertas y todo estaba en penumbra, con esa música y un ambiente raro de narices. Máquinas oxidadas, esculturas  terroríficas, inventos extraños que se podían activar… y un denominador común: el polvo. Yo no sé si era para crear ambiente, si es algo característico del Steampunk (que poco sabía yo – y sé – del tema), o si el hombre llevaba sin pasar una escoba por allí desde que se creó el movimiento en los ochenta. A saber…


A través de otra puerta salí al patio. Allí había una amalgama de cosas varias oxidadas, desde un misil hasta una moto enorme. Daba cosa tocarlas por si te cortabas y pillabas el tétanos.

De vuelta adentro, bajé por unas escaleras estrechitas de caracol, llenas también de polvo. Abajo me esperaba lo más raro de la exposición. El ruido taladrador allí taladraba mucho más y, en mitad del sótano, había una antigua silla de dentista en la que te podías sentar para ver una proyección en la pared de ladrillo de la habitación. La proyección era de elementos geométricos mareantes. Al otro lado de la silla había una mesa de bar con sifones y con una nevera de calavera.

El estar allí metida en ese sótano, con la música, sin luz, con la proyección de formas raras, rodeada de polvo y calaveras, y, encima, la silla de dentista presidiendo la sala… imagínate el panorama.

Cuando salí de la galería, el hombre me paró otra vez y me preguntó si me había gustado. Le dije que sí y… ¡me volvió a repetir otra vez el discurso de lo que había dentro de las habitaciones! Ya no sabía cómo iba a salir de allí.


Una experiencia única, sin duda. Aunque… no me quedó muy claro a mí ni lo que vi, ni lo que realmente pasaba por la mente de ese señor   😕

Aquí dejo unas fotos para que te hagas una idea de esta famosa galería:



💲Precio: 10$





Nueva Zelanda: Día 14 – Visita a las Moeraki Boulders, unas misteriosas rocas


Por la mañana, aproveché que Oamau aún no se había despertado y fui hacia Moreaki Boulders. A media horilla de Oamaru se encuentra el desvío, que cruza un paso a nivel.

A pocos metros hay un amplio aparcamiento, una cafetería con tienda de regalos y aseos, y alpacas en un cercado.

Bajando las escaleras ya pude ver este fenómeno de la naturaleza. La playa está llena de unas bolas de piedra gigantes a las que llaman Moeraki, por la playa de nombre homónimo.


Son un verdadero misterio. Nadie sabe cómo, ni de dónde han salido. La explicación que algunos científicos dan es que están compuestas por calcio cristalizado de un sedimento mineral de hace más de 60 millones de años. Las olas y el viento azotando KoeKohe provocaron que estas bolas se fueran liberando de la tierra. Y allí las descubrieron los maoríes. Para ellos son piedras sagradas.

Se dicen que tienen poderes magnéticos, al igual que la piedra esférica de la Isla de Pascua. Si pones una brújula encima de cualquiera de estas rocas, ésta empezará a dar vueltas sin parar.

También hay moerakis de estas características en Hokianga Harbour, en la isla norte. Allí se las llama Koutu Boulders y se pueden ver en las playas y en los acantilados de la zona.

En la orilla de Shag Point, a 19 km de Moreaki Boulders, se han encontrado las Katitki Boulders.  Estas se diferencian en que entre sus componentes hay restos de huesos de mosasaurios y plesiosaurios.

Tras varios análisis, se ha descubierto que están compuestas de barro, limo fino y arcilla, cimentadas con calcita. Algunas también tienen dolomita y cuarzo cubriendo el espato amarillo de calcita.

Su visión es increíble y la playa, ademas,  está llena de conchas preciosas. 




Dando la vuelta a Nueva Zelanda - Itinerario de viaje


Estreno continente

Este año intentaré adentrarme en las Antípodas, al país más retirado que se puede visitar desde España. Tengo pensado alquilar una campervan para ir alternando entre hoteles y campings, dando la vuelta a Nueva Zelanda con la mochila a cuestas.


Para ello iré en un vuelo con escalas en Amsterdam y en Guangzhou, y llegaré a Auckland dos días después. Cruzaré la isla norte y sur en campervan, atravesaré el Estrecho de Cook en un camarote del ferry nocturno  y volveré a Auckland desde Christchurch en vuelo interno.


Más de 3400 km en coche visitando:


A ver cómo me sale. Dependo de un tiempo bastante malo, de unos coches de alquiler bastante viejos en todo el país y de zonas montañosas que puede que estén cortadas… Nueva aventura  😀