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Ruta de Senderismo - Desfiladero del Ayuda en Treviño


Si estás visitando el Condado de Treviño, una de las mejores sendas que puedes hacer es la del imponente Desfiladero del río Ayuda. Una ruta sencilla, envuelta entre las sombras de hayas, tejos, boj y robles.

Se trata de una estrecha garganta en el que río realiza su recorrido por los Montes de Vitoria, uniendo el pueblo alavés de Oquina y el burgalés de Sáseta. Nace muy cerca de Oquina, atraviesa Álava y el condado de Treviño y desemboca cerca de Miranda de Ebro, en las aguas del río Zadorra.

Cómo es la Ruta del Desfiladero del Ayuda

👉Inicio de ruta: la ruta parte del pueblo del pueblo de Sáseta, una pequeña localidad de tan sólo 9 habitantes censados y con un bar que abre los fines de semana. Puedes dejar el coche allí mismo, en su Plaza Mayor, donde verás un panel informativo con los datos de la ruta. Se trata de los caminos balizados con marcas blancas y rojas GR-282 (Senda Natural del Pastoreo) y GR-38 (Ruta del Vino y del Pescado) que coinciden en este tramo hasta llegar a Okina.

Siguiendo la señal, hay que bajar por la calle que se dirige al río y continuar cuesta abajo por un camino de tierra con apenas sombra. En el primer desvío que te encuentres a la derecha, continúa recto (está señalizado).

Siempre bajando y bajando por un sendero que se vuelve más estrecho y pedregoso, llenándose un poco más de vegetación. Seguidamente, tendrás que atravesar una puerta y continuar caminando acercándote al curso del del río.

Poco a poco la vegetación se va volviendo más frondosa y te verás rodeado de grandes árboles mientras el camino subiendo y bajando en algunos tramos, pero con un desnivel muy llevadero.


A tu izquierda irá apareciendo el río, en un principio casi invisible detrás de la vegetación. A tu derecha verás la cascada que forma el arroyo Surbarana, que será preciosa en época de lluvias. En mi caso, el verano estaba siendo muy seco, aunque aún así, llevaba algo de agua.

A partir de aquí podrás acercarte fácilmente al río Ayuda y disfrutar de las vistas de su caudal y de sus preciosos saltos de agua, a través de un camino inmerso en un valle que se va estrechando y que te llevan casi hasta la misma orilla.


Después verás una amplia pradera en la que pasta el ganado entre las aguas del arroyo Arangacha, que tendrás que cruzar por un puentecillo. Habrás llegado a Las Campas, al límite entre las provincias de Burgos y Álava.

Si ha llovido, tendrás la oportunidad de ver las múltiples cascadillas que se forman en este lugar bajando por el barranco.


Si sigues por el sendero, que en algunos tramos está poco marcado, pero se distingue, la pradera se acabará y el camino se convertirá en una pista de cemento que te acompañará hasta el pueblo vasco de Okina.

La vuelta se hace por el mismo camino, pero esta vez, cuesta arriba. Si te has quedado con ganas de más, de vuelta a Sáseta acércate a la Cascada de Roda Vieja. Junto a un pequeño molino, el río salva este desnivel precipitándose desde una gran roca dando lugar a un impresionante paraje.


                              🏃  Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
                              🏃  Longitud:  11 km.
                              🏃  Dificultad:  baja. Más difícil es la vuelta, cuesta arriba.
                              🏃  Duración: 3 horas aproximadamente.
                                 🏃  Recorrido lineal.

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6 lugares imprescindibles que ver en Miranda de Ebro

La segunda ciudad más poblada de la provincia de Burgos descansa a ambos lados del Ebro, en los límites con Álava y La Rioja, sobre una gran llanura rodeada por los Montes Obarenses. El río divide a la ciudad en dos zonas: el centro histórico (Aquende) y la parte moderna (Allende).

No se sabe mucho de su fundación, aunque Miranda comienza a ser relevante gracias al fuero de repoblación que le concedió Alfonso VI en el año 1099, este privilegio contribuyó a la aparición de una gran actividad mercantil, que se vio aún más reforzada por ser elegida en el siglo XIV como lugar de celebración de distintas ferias.

Hoy sigue siendo un núcleo importante de conexión con el norte de España y su casco histórico aún conserva restos de su pasado medieval. Además, te ofrece la oportunidad de probar su vino con Denominación de Origen o sus morcillas y delgadillas (más finas).

🚘 Aparcar en el centro histórico es casi imposible. En mi caso, dejé el coche gratis en el aparcamiento público que hay en la calle Reyes Católicos. Se encuentra en la parte nueva de la ciudad, a unos diez minutos andando del famoso Puente de Carlos III.

Qué ver en Miranda de Ebro

1. Puente de Carlos III: es el puente más conocido de la ciudad. Antiguamente fue uno de los pasos más importantes que había sobre el río Ebro y por él se transportaban mercancías, ejerciendo derecho de pontazgo para cobrar impuestos. Se cree que el primero fue de madera y que estuvo en pie hasta 1177, cuando se construyó el puente medieval con permiso de Sancho III. Desgraciadamente, una fuerte riada acabó con él en 1775. Lo que ves ahora es la edificación que se levantó después, en tiempos de Carlos III. Al atravesarlo, llegarás al casco antiguo.

2. Castillo: su construcción data del siglo XIV, aunque se piensa que Miranda tuvo que tener otras fortalezas anteriores. La historia del actual comienza con el Señor de Vizcaya, Don Tello, quien solicitó al Obispado que le cediera los terrenos en los que se encontraba la iglesia de Santa María. Los permisos llegaron tarde, justo tres años después de que muriera Tello. Sin embargo, los recogió Pedro Sarmiento quien ocupó la iglesia en contra de los vecinos y comenzó la construcción de un castillo, cuyas obras estuvieron dirigidas por el cantero Juan Guas.

Hoy puedes visitar sus restauradas ruinas a través del CIMA (Centro de Interpretación de Miranda Antigua). Con la entrada se accede al Jardín Botánico de las terrazas de la ladera del cerro de La Picota y al interior del castillo. Desde allí hay unas increíbles vistas de la ciudad.

3. Plaza de España: constituye el centro del casco histórico. Allí se concentran el edificio del Ayuntamiento, la Casa de los Urbina (s. XVI) y la Casa de las Cadenas, un palacete en el que se hospedó Napoleón y Fernando VII, quien colocó en 1828 unas cadenas en recuerdo de su estancia.

4. Teatro Apolo: junto a la Iglesia de Santa María puedes ver el teatro más importante de la ciudad. Se construyó en estilo neoclásico en 1921 y destaca sobre las demás casas por su emblemático color.

5. Iglesia de Santa María de Altamira: constituye la sede actual de la iglesia que tomó Pedro Sarmiento para hacer su castillo. Se levantó en el siglo XV, cuando éste perdió el favor real y todas las propiedades de la iglesia (incluidas sus piedras) fueron bajadas a este lugar, conocido como Hospital del Chantre de Calahorra, quien antiguamente daba agua, pan y queso a los peregrinos del Camino del Santiago.

6. Iglesia del Espíritu Santo: se encuentra fuera del centro histórico, justo en frente del Puente de Carlos III. Se levantó en el siglo XIII, lo que la hace la iglesia más antigua de Miranda. Cuenta la leyenda que el Cid Campeador oró aquí con sus caballeros en el siglo XI, en un templo anterior sobre el que se habría levantado posteriormente éste.

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5 lugares imprescindibles que ver en Medina de Pomar

Medina de Pomar es el municipio más poblado de la comarca burgalesa de Las Merindades. Está situada cerca del río Trueba y su nombre hace referencia a los manzanos (pomar) que antiguamente crecían en su territorio. El origen de este núcleo está en la repoblación de Castilla realizada por grupos mozárabes durante la Alta Edad Media.

Su primer fuero le fue concedido en el siglo XII, aunque su verdadero esplendor le llegó en 1369, cuando fue donada a Pedro Fernández de Velasco. Los Velasco, futuros Condestables de Castilla, la hicieron centro de su extenso señorío construyendo su alcázar y su panteón, así como otros muchos edificios que contribuyeron a dejar el importante legado patrimonial del que puedes disfrutar hoy y que han hecho que su centro sea declarado Bien de Interés Cultural.

La antigua capital de Las Merindades (cuyo título le arrebató la vecina Villarcayo), también se hizo famosa por servir de lugar de paso al Calos V en su camino desde Laredo a Yuste. El 9 de octubre de 1556 llegó el Emperador a Medina de Pomar. Allí se hinchó a escabeches que le había dejado su hija Juana y le dio tal indigestión, que tuvo que guardar cama en la villa durante dos días. En recuerdo de este suceso cada mes de octubre se celebra una gran fiesta en la localidad, que ha sido incluida también en la famosa Ruta de Carlos V.

 Qué ver en Medina de Pomar

1. Castillo de los Velasco: conocido como Las Torres, se comenzó a construir en 1370 como palacio y castillo defensivo en un extremo del recinto amurallado que cercaba la villa. Sus dos grandes torres le dan al alcázar un aspecto militar sobre, aunque su interior alberga un lujoso palacio, decorado con elegantes frisos de estilo mudéjar. Dentro puedes visitar el Museo Histórico de Las Merindades, donde se muestra la historia de la comarca desde la época paleolítica.

2. Centro Histórico: en el casco antiguo puedes ver lo que queda del antiguo recinto amurallado del siglo XIV, como el Arco del Condestable y el Arco de la Cadena, que son las dos únicas puertas que quedan en pie de las cinco que daban acceso a la villa.

A lo largo de la calle Mayor puedes observar una serie de cuadros de artistas locales que embellecen las fachadas de las casas y un curioso taller de títeres. También en ella puedes disfrutar de la gastronomía local y de sus afamados pinchos y continuar hacia la Plaza Mayor, presidida por el Ayuntamiento. 

Aquí se celebran mercadillos con productos de la tierra, conciertos y otros espectáculos. Además, en uno de sus extremos puedes disfrutar de las vistas de un gran mirador.

3. Iglesia de Santa Cruz: adosada a la antigua muralla, la iglesia parroquial fue levantada en el siglo XIV, aunque hoy tiene un pórtico neoclásico del siglo XIX. Dentro puedes ver varios sepulcros y retablos barrocos.

4. Ermita de San Millán: fuera del casco urbano encontrarás esta ermita del siglo XII que actualmente alberga el Centro de Interpretación del Románico de Las Merindades. Es el edificio más antiguo de Medina de Pomar.

5. Convento de Santa Clara: junto a la Ermita de San Millán se alza este monasterio construido para guardar el panteón familiar de los Velasco. Uno de sus extremos ha sido convertido en una excelente hospedería (que te recomiendo). Su interior lo puedes ver a través de las visitas guiadas que ofrecen previa reserva. Además, antes de irte, puedes aprovechar para comprar dulces artesanales en el torno que las hermanas clarisas tienen junto a la entrada de la iglesia.

👉 Más información. 



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7 lugares imprescindibles que ver en Santa Gadea del Cid

Considerado uno de los pueblos más bonitos del norte de Burgos, Santa Gadea del Cid se enmarca en la comarca del Valle del Ebro y todo su conjunto está declarado Bien de Interés Cultural.

Su origen se remonta al siglo XI, cuando se llamaba Término, por hacer frontera entre los reinos de Castilla y Navarra. Por aquel entonces se situaba donde hoy ves la Ermita de Nuestra Señora de las Eras, aunque cambió de ubicación en la segunda mitad del XIII de la mano de Alfonso VIII para que sirviera de enlace de las rutas comerciales que comunicaban Burgos con la costa cantábrica.

Su nombre poco tiene que ver con El Cid. Este sobrenombre se le puso en el siglo XIX para evitar confusiones con el pueblo de Santa Gadea del Alfoz. Su única vinculación con el personaje es que se cree que en su monasterio estuvo oculto durante muchos años el único ejemplar original del Cantar del Mío Cid.

Lo más interesante es pasear por su entramado de calles medieval y tomar algo en sus dos elegantes restaurantes, como una cerveza Gadea. Si tienes la oportunidad de estar allí cuando pase la furgoneta del panadero, aprovecha para comprarle alguno de sus panes, que están deliciosos.

Qué ver en Santa Gadea del Cid

1. Castillo: durante el siglo X esta fortaleza servía como defensa al trazado configurado por Don Rodrigo, aunque lo que ves hoy forma parte de una construcción del siglo XV realizada por Pedro López Manrique. Lo que más llama la atención es su torre del homenaje, con sus seis metros de altura.

2. Puerta de Encima de la Villa: esta es una de las tres puertas que tuvo la muralla que controlaba el acceso y el cobro de impuestos al transporte de mercancías. Su torre gótica posee un arco apuntado, un escudo de los Padilla y Manrique y varios restos de almenas y saeteras. En el pasado también tuvo la función de cárcel del pueblo.

3. Puerta de Las Eras: menos impresionante que la anterior, tiene un arco ojival gótico. Sobre la zona de paso hay una curiosa talla plana de una figura humana.

4. Iglesia de San Pedro: este templo gótico, levantado sobre uno románico anterior, contiene un valioso retablo mayor de estilo plateresco. En su interior puedes ver una capilla-museo.

5. Ermita del Patrocinio: se encuentra en mitad del pueblo. Su origen es del siglo XVIII y tiene una bonita espadaña barroca de tres cuerpos sobre la entrada.

6. Monasterio del Espino: data del siglo XIV, cuando se construyó para conmemorar las apariciones de la Virgen a dos pastores de Santa Gadea bajo un arbusto de espino, en la primavera de 1399. Se dice que aquí estuvo custodiado durante mucho tiempo el manuscrito original de Cantar del Mío Cid, que hoy se guarda en la Biblioteca Nacional. Aunque este acontecimiento se lo disputan con la localidad de Vivar del Cid.

7. Ermita de Nuestra Señora de Las Eras: la verás desde la carretera, allí solitaria, entre unos cuantos árboles, junto al cementerio. Se construyó en el siglo XII en estilo románico y llegó a convertirse en la parroquia del lugar cuando éste se llamaba Término, ya que hacía frontera entre Castilla y Navarra.


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7 lugares imprescindibles que ver en Pancorbo

Siempre había pasado por la carretera, pero nunca me había detenido a visitar el pueblo del famoso desfiladero hasta que emprendí mi viaje recorriendo la provincia de Burgos. La verdad es que merece la pena desviarse un poco del camino y disfrutar del majestuoso entorno que ofrece este pequeño lugar, de unos 400 habitantes, enmarcado en los Montes Obarenses y atravesado por el río Oroncillo.

Pancorbo siempre ha sido el paso natural entre las tierras del norte y el interior de la península. Por aquí pasaba la Vía Aquitania, que a partir del siglo X se utilizó como una vía secundaria del Camino de Santiago. Sus edificios han sabido conservar su estructura original siguiendo el trazado estrecho de la garganta.

Su entorno forma parte del Espacio Natural de Montes Obarenses-San Zadornil y de la comarca burgalesa del Valle del Ebro. El río ha ido modelando este profundo desfiladero que guarda una gran variedad de flora y fauna y en el que existen veinte senderos señalizados. Pancorbo posee el primer Centro de Cría en pureza y Selección del caballo Losino, además de ser un lugar excelente para la observación aves.

Además, se agradece que siempre que pides un café viene acompañado de un sobao 😋

Qué ver en Pancorbo, la Puerta de Castilla

1. Arquitectura tradicional: la villa ha conservado parte de su trazado medieval, como podrás ver a lo largo de sus estrechas calles. Las casas tradicionales están compuestas por un entramado de madera y yeso y en la calle Real tienes un ejemplo de viviendas con soportales. Aún existen algunas casas solariegas como la de los Salazar o la de los Urruelda. Bajo el castillo de Santa Marta, en la parte alta del pueblo, se situó una importante judería que llegó a tener sinagoga propia.

2. Puentes sobre el Oroncillo: Pancorbo está divido por este río que salvan los puentes del Prau, del Ayuntamiento, del Hastial y de San Juan. Fuera de la villa también puedes ver las ruinas del puente de la Magdalena.

3. Torreón de la Cárcel: en su interior se halla la Oficina de Turismo y un centro de Interpretación sobre la historia de Pancorbo, del fuerte de Santa Engracia y del caballo Losino.

4. Iglesia de Santiago: se levantó en el siglo XVI sobre un templo románico anterior. Dentro hay un museo con grabados, esculturas y pinturas de artistas de la zona.

5. Iglesia de San Nicolás: es la actual parroquia de Pancorbo. Se construyó en el siglo XVIII en estilo neoclásico junto al puente del Ayuntamiento. De ella destaca su bonita fachada barroca y su gran cúpula central.

6. Fortaleza de Santa Engracia: el pueblo está defendido por este fuerte levantado en 1794 para dominar el paso por el desfiladero durante la Guerra de la Convención contra Francia ante una posible invasión, aunque quedó destruida y abandonada en 1823. Está situada sobre una plataforma alargada en el punto más alto de los Montes Obarenses. Al ascender hacia ella, existe un desvío a la derecha que te conducirá al increíble Mirador Peña el Mazo (14’7 km).

7. Castillo de Santa Marta: en una cresta rocosa encontrarás los restos de este castillo del siglo IX del que quedan unas pocas ruinas, ya que quedó arrasado en 1835 durante la I Guerra Carlista. Aun así, está bien subir por el sendero para disfrutar de las maravillosas vistas que se obtienen desde allí.

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