Los dragos son
las plantas más representativos de Canarias. Según la leyenda, el origen de
este endemismo está un dragón de cien cabezas (llamado Ladón) que protegía los Jardines de las
Hespérides. Curiosamente, los jardines estaban ubicados en estas islas. Y las
hojas puntiagudas de estas plantas, recuerdan a las cien cabezas de este
supuesto dragón.
Este símbolo
de Canarias lo puedes encontrar en cualquiera de las islas, pero donde más hay
es en el oeste de Marruecos.
A través de
esta ruta podrás disfrutar de la zona con mayor concentración de dragos del
archipiélago: el término municipal de Garafía.
Cómo llegar a
la ruta de los Dragos de Buracas
👉Inicio de ruta: para comenzar la
ruta es necesario que llegues a la localidad de Las Tricias. Allí puedes pararte
a comprar algo en el supermercado, tomarte algo en su bonita plaza y aprovechar
para ver su iglesia y sus preciosas casas típicas canarias. También hay una
oficina de información turística. Hay gente que deja el coche en frente y
comienza a andar desde ahí. Yo no te lo recomiendo, porque el camino se te va a
hacer demasiado largo, sobre todo a la vuelta (que es cuesta arriba).
Para ahorrarme
todo este trecho, una vez en Las Tricias, yo continué con el coche hasta el
Museo del Gofio. Allí hay un gran molino y puedes dejar el coche al lado de la
carretera, frente al museo.
Una vez dejado
el coche ahí, si andas un poco hacia atrás (por donde has venido, no hay que seguir la señal de kiosco) verás un
cruce en el que hay una caseta de parada de autobús. Nada más pasarla, a la
izquierda, encontrarás una señal pequeñita que indica el inicio de la ruta (Buracas),
siguiendo unas escalerillas hacia abajo.
Primera parte – Los Dragos
El sendero discurre
por un camino en continuo descenso, que va atravesando pintorescas casitas y
huertas. Algunas de ellas comenzaron como casas-cueva y las fueron ampliando. Hoy
cuentan con placas solares y antenas.
A ambos lados
del camino te encontrarás con improvisados puestos de venta de frutos y
artesanía (pendientes, pulseras…), cosas de segunda mano, semillas… Todos sin
personal. Algunos sólo piden la voluntad y otros tienen marcados el precio que
se supone que debes meter en unos botes.
Enormes dragos
aparecen a los lados de la senda, siempre hacia abajo y con el océano al fondo.
Es un paisaje realmente bello.
Continuando las
señales, te recomiendo que te desvíes un poco hacia la indicación de Cafetería.
A mí me sorprendió mucho encontrarme allí abajo esa señal. La seguí y me topé
con un restaurante espléndido, que superó mis expectativas. No hay carreteras,
así que todos sus ingredientes los cultivan allí o los traen a cuestas
andando por el camino. Bio Café Finca Aloe.
Segunda parte –
Las Buracas
La senda de
los dragos puedes terminarla aquí y darte la vuelta. También tienes la opción
de continuar las indicaciones hacia las buracas. Para ello, tienes que rodear
el barranco Izcagua.
En las paredes
de este barranco verás muchísimas cuevas. De hecho, esto es lo que significa el
término “buracas”: Poblado en cuevas. Antiguamente estaban habitadas por tribus
benahoaritas. También fue un destino muy deseado por los hippies. Hoy hay una gran diversidad de gente, y tienen agua y
electricidad.
Dicen que en esta senda también puedes encontrar petroglifos. Yo, la verdad es que no encontré señal alguna que me llevará a ellos y no vi ninguno. A ver si tú tienes más suerte.
Una vez vistas
estas curiosas viviendas, me di la vuelta e inicié mi camino de regreso hacia el
Museo del Gofio, para coger el coche y dirigirme hacia mi próximo destino: el
Porís de Santo Domingo.
🚶 Distancia: unos 3 - 4km🚶 Tiempo: menos de dos horas.🚶 No hay sombra.🚶 Llévate agua, protección solar y un buen calzado.