A 97 km de la costa africana,
Fuerteventura es la isla más antigua del archipiélago canario. Además, toda ella
está registrada como Reserva de la Biosfera por la Unesco. Venir aquí sólo por
el sol y la playa, sería un desperdicio. Fuerteventura está llena de paisajes
paradisíacos, historia, naturaleza y lugares donde disfrutar de la calma y la
tranquilidad de sus habitantes, de su gastronomía, de sus escenarios desérticos
y de su viento.
Hay quienes sólo vienen a
Fuerteventura para hacer una excursión de un día cogiendo el ferry desde
Lanzarote. Para mí, lo mejor es alquilar un coche y dedicarle varios días a la
isla. Ten en cuenta que en visitar el Islote de Lobos ya habrás echado más
de medio día y otro medio si quieres ir al Faro de Jandía y a la Playa de
Cofete.
Aquí te dejo los que son para mí
lugares imprescindibles de Fuerteventura:
Qué ver en Fuerteventura
1. La Península de Jandía: se
encuentra en el extremo sur de la isla y de sus 200 km², 144 son Parque
Natural. Morro Jable es el último centro turístico que vas a ver por allí. A partir
de entonces, las carreteras no asfaltadas te llevarán a Puertito de la Cruz
(donde dicen que se come el mejor caldo de pescado de Fuerteventura), el Faro
de Jandía (en la punta más al sur de la isla) y a la espectacular Playa de Cofete con la misteriosa Casa Winter al fondo. La carretera es dura, pero venir
a Fuerteventura y no verla es una pena.
2. El Islote de Lobos: tan sólo mide
4’58 km², pero en sus tierras alberga más de 130 especies vegetales y varias
especies de aves. Sus fondos marinos son área de reserva submarina de gran
riqueza ecológica. Hasta ella os llevará un ferry desde Corralejo. Allí podrás recorrer sus senderos (¡no te olvides de traer calzado adecuado!), subir a su
cima más alta (La Caldera), disfrutar del pescaíto frito y la paella en el
único restaurante de la isla y bañaros en su Playa de La Caleta.
3. Las Dunas de Corralejo: desde la Isla
de Lobos se observa, en la otra orilla, una gran extensión de arena blanca
procedente de la pulverización de conchas (2600 hectáreas). Podrás ver las
dunas paralelas a unas aguas de azul turquesa, que se mezclan con el azul del cielo
lleno de kitesurfers y cometas.
4. La Playa del Cotillo: en los
alrededores del pueblo marinero de El Cotillo, hay una serie de calas
pequeñitas de arena blanca y aguas turquesas. La más famosa es la de La Concha,
por su bajo oleaje. También te puedes acercar a las inmediaciones del Faro del
Tostón, donde las aguas turquesas se funden con los reflejos rojizos de las algas.
5. Betancuria: Juan de Bethencourt
fundó la primera capital de Fuerteventura en 1404. Es el municipio menos
poblado de la isla, pero es la que cuenta con el mayor interés histórico
artístico. En ella se encuentra la Iglesia de Santa María (s. XV) reconstruida
tras el saqueo de los piratas, un museo arqueológico y varios restaurantes. El pueblo
tiene un encanto particular, un oasis en mitad de la aridez majorera.
6. El cráter del volcán Calderón Hondo: Al norte de
Lajares se encuentran una serie de volcanes formados hace más de 50.000 años
que contribuyeron a aumentar la superficie de Fuerteventura, acercándola a
Lanzarote, y creando el Islote de Lobos. El Volcán Calderón Hondo es uno de los
que mejor se conservan y la vista de su cráter, de 70 metros de profundidad
desde arriba… es impresionante.
7. Las cuevas de Ajuy: en el pequeño
pueblo de Ajuy existe un sendero, que parte desde la playa, y a través del cual
se puede llegar tras un corto paseo a dos cuevas gigantescas comunicadas entre
sí. Por el camino, también podrás ver un antiguo horno de cal, dunas fósiles y
un mirador que cuelga sobre el mar a más de 20 metros de altura.
8. La montaña sagrada de Tindaya: en
lo alto de la montaña, los guanches grabaron cientos de dibujos de pies
orientados hacia las cumbres de Tenerife y Gran Canaria, que usaban como un
complejo reloj astronómico desde el que calcular los solsticios o los tránsitos
de Venus, usando las cumbres de estas islas como puntos de referencia. Está
prohibido escalarla y sólo se puede visitar concertando una cita (+34) 928 862
300.
9. El Faro de la Entallada: a 12 km de Gran Tarajal se encuentra este edificio peculiar, que data de 1953, y al que se
accede por una cuesta de 6 km, sinuosa y muy estrecha. El camino puede asustar
un poco, pero merece la pena. El Faro está en la cima de un acantilado de 200
metros de altura y es el punto geográfico de Canarias más cercano a África.
10. El Observatorio Astronómico de
Sicasumbre: la escasa contaminación lumínica de Fuerteventura y la calidad de
su cielo nocturno, hacen que sea considerada Reserva Starlight. El Observatorio
se encuentra en la carretera FV-605, entre los kilómetros 11 y 12. Allí hay un
pequeño aparcamiento y un sedero con una escasa subida. La isla celebra la Noche Mundial de las Estrellas cada mes de abril haciendo talleres de observación
solar, observaciones nocturnas y visitas guiadas.
11. Las Playas de Costa Calma: aunque es
uno de los grandes centros turísticos de Fuerteventura y está lleno de alemanes
(hay sitios donde ni los menús los verás en español), aún quedan joyitas para
disfrutar de una mañana haciendo kayak o snorquel en sus aguas turquesas.
12. Las ardillas morunas de
Fuerteventura: llegaron a la isla en 1965, cuando un vecino de Gran Tarajal trajo
una pareja de Sidi Ifni, antigua colonia española. Una se le escapó y la otra
la liberó. Resultado: un millón de ejemplares en Canarias, de los que el 99% están
en Fuerteventura. Están por todos lados y, por más que hay carteles avisando de
que no se les dé de comer, muchos turistas hacen caso omiso. Son portadoras de
enfermedades mediante amebas, bacterias contagiosas, de un virus
hispano-africano transmisible al hombre y sensibles al tifus murino y a la
leismaniasis cutánea. Una mordedura puede provocar nuestra muerte.
⚠ ¡Cuidado! ⚠
Disfruta de
su vista, hazles todas las fotos que quieras, pero NO LES DES DE COMER.