El Islote de Lobos tan sólo
mide 4’58 km², pero en sus tierras alberga más de 130 especies vegetales y varias
especies de aves. Sus fondos marinos son área de reserva submarina de gran
riqueza ecológica.
Lobos se encuentra en medio
del Estrecho de la Bocaina, que separa Fuerteventura y Lanzarote. Es Zona de
Especial Protección para las Aves (ZEPA) y forma parte del Parque Natural de Corralejo.
Su nombre se debe a que, antiguamente, estaba llena de lobos marinos. Desgraciadamente
ya no hay más que una estatua recordándolos en El Puertito. Los pescadores los
eliminaron a todos. Estos animales necesitan unos 35 kg diarios de pescado para
sobrevivir y los vieron como una amenaza para sus trabajos.
Ruta de senderismo circular
por el Islote de Lobos
El barco te dejará en el muelle,
único sitio permitido en la isla para desembarcar. En el embarcadero hay un
centro de visitantes, una zona de acampada y un poco más adelante, las casas de
El Puertito.
Si coges el sendero de la
izquierda, pronto aparecerá la Playa de La Concha o de La Caleta, debido al
horno de cal que se localizaba allí y que se usó para construir el faro. En sus
inmediaciones está la estatua de la escritora Josefina Plá, quien nació en
Lobos. Las vistas desde La Caleta son inmejorables: las Dunas de Corralejo aparecen
justo en frente, separadas por unas aguas azules turquesa.
El sendero continúa hacia Las
Salinas del Marrajo, atravesando campos de tabaiba dulce y aulagas.
Siguiendo la señal de La
Caldera, subirás a la cima de la montaña más alta del Islote de Lobos, un cono
volcánico de 127 metros de altura. El camino está lleno de piedras volcánicas y
grava, se escurre muchísimo y hay que tener mucho cuidado, sobre todo al bajar
por él, el viento azota fuerte y te puede desnivelar. Es necesario que lleves calzado adecuado para emprender la subida. Desde la cima tendrás increíbles vistas
de Fuerteventura y Lanzarote.
Una vez bajada La Caldera, verás a la izquierda el Llano de los Labrantes, donde vivieron los trabajadores portugueses
que construyeron el faro en 1860. Aún quedan algunos vestigios de esta
historia.
Siguiendo por el sendero que
pasa entre el Morro de Las Pilas y Morro Escarchado aparecerá a lo lejos el Faro
de Martiño, que estuvo habitado hasta 1968. Su último encargado fue Antoñito el
Farero, a quien le debe el nombre el restaurante de la isla. Es de los pocos
sitios en los que encontrarás algo de sombra, aprovéchalo para descansar un
rato.
Iniciado el descenso, el
sendero os llevará a Las Lagunitas, un lugar de belleza indescriptible, lleno
de aves.
Y, para acabar, la llegada a
El Puertito, el antiguo pueblo de pescadores. En él hay una pequeña cala y
algunas casas pintadas de blanco y azul, que le dan un toque idílico al paisaje.
Su construcción es de antes de que se declarase zona protegida, pues hoy está
totalmente prohibido.
En El Puertito está el único
restaurante y negocio de la zona. A la hora de comer siempre está lleno, por
lo que te recomiendo llamar para reservar, tanto para comer allí, como para
encargar una paella para llevar. La gente también reserva nada más atracar en
el muelle, a primera hora de la mañana. Desde las 10h de la mañana abre una
ventana para ir apuntando reservas y ya se forman colas. Si vas en el ferry
de las 10h cogerás mesa, pero como llegues en los ferrys de las 11-12h… puede
que ya no. Sólo sirven paellas (7€ por persona) y pescaito frito (9€).
Datos de la ruta por la Isla
de Lobos:
🏃 Tiempo: unas 4 horas.
🏃 No hay sombras por el camino.
🏃 No hay fuentes.
🏃 Está muy bien señalizado
🏃 El sendero es pedregoso, llévate botas de montaña.
🏃 Si quieres comer en el Restaurante de Antoñito el Farero, reserva nada más llegar a la isla.
🏃 Está prohibido salirse de los caminos marcados.
🏃 Sé cívicos, compórtate y no tires basura.
🏃 Es posible que haya algunas zonas que no se puedan visitar por ser época de crías de aves.