El final de la etapa 9 del Viaje a La Alcarria de Cela, es la
llegada a Pastrana. Un pueblo pequeño, de menos de 900 habitantes, famoso por Cela
y por la Princesa de Éboli.
Habitada desde época romana, cuando era llamada Paternina,
fue comprada por Ana de Mendoza de la Cerda (la famosa princesa tuerta) quien,
tras su casamiento con el secretario de Felipe II, adquirió el título de
Duquesa de Pastrana y Princesa de Éboli.
Durante esta época, Pastrana se conviertió en una bella villa
presidida por la Colegiata que mandaron construir y dos conventos carmelitas
ayudados por Santa Teresa de Jesús. Al morir su esposo, la princesa decidió meterse
a monja causando muchas revueltas en el convento. Tanto revuelo causó, que
Santa Teresa decidió llevarse de allí a sus monjas.
En 1579, Felipe II descubrió las intrigas de Doña Ana y
Antonio Pérez, su secretario. Y la mandó encarcelar en su propio Palacio Ducal
hasta su muerte.
Qué ver en Pastrana
Para visitar la villa, Pastrana cuenta con un aparcamiento a
la entrada, que es gratuito. El resto del pueblo se recorre a pie.
1. El Palacio Ducal: diseñado
por Alonso de Covarrubias en el siglo XVI, es uno de los monumentos más
emblemáticos de la villa. Desde el balcón enrejado que da a la Plaza de la
Hora, la Princesa de Éboli podía salir una hora al día a mirar al exterior.
Tras la fuga de Antonio Pérez a Aragón, Felipe II no le dejó ni eso, y mandó enrejar
todo el palacio. Hoy pertenece a la Universidad de Alcalá, quien ha llevado a
cabo su restauración.
2. Palacio Viejo: antigua Hospedería de la Orden de
Calatrava. Fue la única construcción que se realizó fuera de la muralla
medieval.
3. Los Conventos de San José, fundado por Santa Teresa; de San
Pedro, en el que San Juan de la Cruz fundó los carmelitas renovados; y el de San
Francisco, hoy cuartel de la Guardia Civil. En el Convento de San Pedro (o del
Carmen) hoy hay un Museo de Historia Natural de Pastrana, con animales
disecados de Filipinas y Extremo Oriente, traídos por misiones franciscanos, y
el Museo Carmelitano.
4. Los Palacetes Renacentistas: Atravesando el Arco de San Francisco y los restos de la Muralla,
llegarás a la calle de La Palma, donde verás antiguos palacetes de la
época, como el Palacio de los Burgos, lo que se cree que pudo ser una antigua
sinagoga, un ejemplo de Casa de un Caballero Calatravo o la Casa de la
Inquisición, de la que recibe el nombre la calle al tener un escudo de armas
con una cruz, una espada y una palma.
5. La Plaza de la Fuente de los Cuatro Caños: una pequeña plaza
en la que se halla una gran fuente señorial del siglo XVI. Desde esta plaza
parte la calle Adolfo Martín Gamero, donde está el Colegio de San Buenaventura,
que alojaba a los niños que cantaban en las ceremonias religiosas de la
Colegiata.
6. La Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción: la Colegiata
fue construida sobre una iglesia románica del siglo XIII de los caballeros de
la Orden de Calatrava. Fue el Duque de Pastrana quien se encargó de convertirla
en Colegiata. En la cripta están los restos de Doña Ana de Mendoza, sus padres,
el Marqués de Santillana y otros miembros de la familia Mendoza. Debajo de los
restos de la Princesa, descansan los de su esposo.
Dentro de la Colegiata también puedes visitar un Museo de Tapices Flamencos del siglo XV.
Horario: Mañana: 10:30, 11:30 (domingos y festivos a las 11:00) y
13:15 h.
Tardes: 16:00 y 17:30 h. (junio, julio y agosto a las 17:00
y 18:30 h).
Precio de la entrada: 5€.
Cerca de la Colegiata está el Ayuntamiento y la Casa de los
Canónigos, una casona en la que vivía los clérigos capitulares.
De vuelta al aparcamiento, puedes pasearos por el antiguo
barrio del Albaicín, habitado en el siglo XVI por doscientas familias moriscas expatriadas
de las Alpujarras. Y la casa en la que se piensa que Leandro Fernández de Moratín
escribió El sí de las niñas.
Dónde comer en Pastrana
La Plaza de la Hora tiene algunos bares que están
repletos a la hora del vermut. Las raciones son generosas y siempre ponen tapa.
También en la Calle Mayor encontrarás algunos.
En esta web puedes ver una relación de los restaurantes que
hay en Pastrana. Los menús de fin de semana, de cocina tradicional de la zona,
oscilan entre los 15 y los 20€.
Lo que me llamó la atención es que no pude encontrar ninguna
cafetería. Tan sólo encontré una pastelería y estaba cerrada.
Si te ha sabido a poco, pasa en la zona una fin de semana y disfruta de su miel, del spa rural de Pastrana (que tiene muy buena fama) y de hacer otras visitas cercanas. Yo la combiné con Zorita de los Canes y Recópolis para completar un día entero por allí.