Si no puedes ir a La Selva de Irati, porque te has levantado tarde y ya no te dejan pasar, o simplemente tienes tiempo para pasear tranquilamente por Ochagavía, este paseo en una alternativa perfecta para aprovechar la mañana antes de pasar por alguna sidrería.
Subiendo la calle de la iglesia, tienes que seguir las señales cuesta arriba que indican Muskilda.
La ruta completa es de 6’3 km. El recorrido va por el camino viejo de Irati todo inmerso en naturaleza, y lleno de paneles interpretativos en su primera parte.
Tras llegar a una gran explanada donde la gente hace una parada para disfrutar de las vistas y reponer fuerzas, el sendero continúa cruzando la carretera. Este tramo es un poco más dificultoso, pero no exige tampoco mucho.
La siguiente parada es la ermita de Muskilda, del siglo XII. En medio del bosque aparece un recinto pequeño y amurallado en el que se encuentra la ermita, una casa para el capellán y otra para el ermitaño.
Antes de entrar hay un pilar de piedra con una imagen de la Virgen con la inscripción: “La villa de Otxagabia hizo hacer este Pilar, año 1654. Jesús María”.
Dentro de la ermita hay una imagen de 60 cm, hecha de madera y pan de oro, que pertenece a los siglos XIV – XV (no se sabe con certeza). Una leyenda cuenta que un pastor se la encontró cuando vio a un toro escarbando bajo un roble. Se la llevó al pueblo varias veces, pero siempre desaparecía y volvía a su lugar de origen. Supusieron que la imagen no quería irse de allí y construyeron la ermita para albergarla.
Saliendo de la ermita, el sendero continúa, más salvaje, bajando de vuelta al pueblo.
Si no quieres andar, te perderás este magnífico paseo, pero también puedes ir directamente a Muskilda en coche, siguiendo el desvío que sale a la izquierda por la carretera principal del pueblo y continuando 4 km. Está señalizado.
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