Uno de los lugares más bonitos de todos los que he visitado en España es el Monasterio de Piedra. La entrada, en un principio, puede parecer bastante cara pero, si tienes en cuenta todo lo que incluye, es bastante aceptable.
En el siglo XIX, Juan Federico Muntadas, descubrió este
lugar que más tarde (1945) se convertiría en Paraje Pintoresco Nacional y que
en 2014 fue nominado para el listado de las Siete Maravillas Naturales de
España.
El recorrido de unos 5 km disfrutando del parque ha sido
modelado por el río Piedra en todo su esplendor que, durante cientos de años,
ha conseguido formar cascadas, lagos, grutas y un paisaje incomparable.
Después de dejar el coche en el amplio parking, atravesarás la Puerta Colorada para acceder a la Plaza de San Martín y allí hacer la
larguísima cola de las taquillas. Si has comprado la entrada por internet,
no hace falta esperar. Basta con llegar a los tornos y enseñarla. Allí te darán
un plano del parque y tendrás la oportunidad de comprar por 2€ una bolsa de
comida para peces. Merece la pena comprarla, porque luego no hay ningún puesto
donde la vendan y puedes pasar un buen rato alimentando a las grandes truchas
de la piscifactoría.
Después de todo este tinglado, llegarás a Cuatro Calles.
Siguiendo las indicaciones irás recorriendo los distintos puntos de interés
acompañado, en todo momento, por el sonido del agua del río Piedra.
Aunque todos son reseñables, a mí los que más me gustaron
fueron la zona de la piscifactoría y el lago espejo, la gruta arco iris y la
Cola de Caballo, con sus más de 50 metros de altura).
Si te quedas con ganas de más, también puedes hacer el
recorrido adicional que te lleva por el Paseo de la Olmeda, atravesando el
cañar, hasta llegar al Mirador de la Puerta Negra, con el Monasterio al fondo.
Además, hay un espectáculo de rapaces cerca de la entrada
del parque. En las taquillas te darán información sobre los horarios del día.
El Monasterio de Piedra
Fuera del complejo del parque, a la derecha de las
taquillas, está el Monasterio. Éste fue fundado en el siglo XII por trece
monjes de Poblet a los que Alfonso II de Aragón y Sancha de Castilla habían
donado el Castillo de Piedra para este propósito. Contando con un espacio de
30 km², construyeron su primer
emplazamiento provisional en la orilla izquierda, el Monasterio de Pedra Vieja,
realizado en madera y adobe. Más tarde, se mudarían a la orilla derecha al
acabar el Monasterio de Piedra Nueva. Y ahí es donde lo tienes ahora.
Actualmente, la iglesia está en ruinas. El Monasterio
atravesó tres desamortizaciones: con José I los mojes fueron expulsados y el
ejército francés saqueó la abadía y la convirtió en hospital, durante el
Trienio Liberal muchos de sus bienes fueron subastados y con Mendizábal la
orden quedó suprimida del todo.
Tras la subasta de 1844, el complejo fue adquirido por la
familia Muntadas Campeny. Sus propietarios realizaron un jardín paisajista,
convirtieron el convento en una instalación hostelera e hidroterápica y
construyeron una piscifactoría pionera en España. Hoy en día es una Sociedad
Anónima.
Durante tu visita accederás al claustro, a la sala
Capitular con su excelente portada, verás la Puerta de Santa María que da acceso a la
Iglesia en ruinas, la cripta panteón bajo la antigua capilla mayor,
el pasillo de los legos conversos, el refectorio, el calefactorio y el famoso
Tríptico Relicario del gótico mudéjar (Bueno, una imitación. El auténtico se
conserva desde 1851 en la Real Academia de Historia.)
Además, hay tres pequeños museos:
● El Museo del Chocolate, ubicado en la antigua cocina. No hay
que olvidar que el Monasterio de Piedra fue el primero en realizar este manjar
en Europa. Fray Jerónimo de Aguilar, fraile de este monasterio, acompañó a
Hernán Cortés en la Conquista de México. Cuando volvió trajo el cacao con él y
en estas cocinas se hizo el primer chocolate europeo. Los monjes afirmaban que
como no estaba citado en el Antiguo Testamento, el chocolate no debía
entenderse como alimento, así que su consumo no rompía sus ayunos litúrgicos.
● El Museo de Carruajes lo puedes ver en el mandatum y donde
están los restos de una torre puerta del antiguo castillo. En él se exponen los
que se usaban para llegar a Piedra a finales del XIX y principios del XX.
● El Museo del Vino pretende resaltar la importancia de la
Denominación de Origen de Calatayud. Se encuentra en la antigua cillería,
repartida en tres plantas. Aquí había una de las neveras del
monasterio, el lagar para recoger el mosto y las cubas donde fermentaba. Y es
que, además del chocolate, estos monjes producían vino para consumo propio (“una
jarra diaria de caldo”) y para vender en Calatayud y Daroca.
Dónde comer en El Monasterio de Piedra
A la entrada del complejo hay dos restaurantes de precios
moderados y una zona de picnic.
Ya en el coche, verás gente dando folletos en
el cruce con ofertas muy buenas de restaurantes de la carretera y de Nuévalos.
Horarios
- De abril a octubre: de 9’00 a 19’00
- De noviembre a marzo: de 9’00 a 18’00
- Monasterio: de 10’00 a 13’00 y de 15’00 a 18’00.
Precio de la entrada al Monasterio de Piedra
- Adultos: 15€
- Niños (de 4 a 11 años) y mayores de 65 años: 11€
- El precio incluye la visita al parque, la exhibición de rapaces y la visita al monasterio. La entrada sólo para ver el monasterio es de 8€, pero no merece la pena.
Consejos
- Compra la entrada por internet. Puede salir más barato y se ahorra mucho tiempo de cola porque entras directamente.
- Llega a primera hora de la mañana o a la hora de comer. Siempre está saturado de gente y no se disfruta igual, porque no se puede ni hacer fotos tranquilamente con tanto empujón.
- Con tanta agua por todos lados y en umbría, lleva algo de abrigo aunque haga buen tiempo.
Excursiones cercanas
MONASTERIO DE PIEDRA
Calle Afueras, s/n 50210 Nuévalos, Zaragoza
Teléfono: 976 870 700