Mostrando las entradas para la consulta laos ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta laos ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

Vietnam: Día 14 – Disfrutando de las vistas de Hai Van Pass


Muy temprano me despedí de la señora del hotel de Hue y me monté en el coche que le había alquilado para ir a Hoi An. El precio fue de 50$ con conductor que hablaba en inglés, mucho más barato que si lo hubiera contratado a través de su página web.

El viaje en coche lo hicimos por carreteras montañosas, serpenteantes y con un buen paisaje. El conductor me paró en un llano para que me hiciera fotos con unos búfalos que estaban pastando por allí.

El acuerdo fue que me pararía en Lan Co Beach para que me bañara un rato en la playa (algo que no hizo), Hai Van Pass y en las Montañas de Mármol de Danang.

La primera parada fue en Hai Van Pass, el Paso de la Nube sobre el Océano, un puerto de montaña, de 21 km, que se encuentra en la Carretera Nacional 1Z. su nombre proviene de la neblina que sube normalmente del mar y que se puede ver desde la montaña.

La carretera que lleva hasta allí es todo un reto para los conductores y los arcenes están llenos de flores y altares en honor a las personas que han muerto en ella. Desde el 2005 existe una alternativa mucho más rápida, más segura, pero menos atractiva desde el punto de vista del paisaje: atravesar el túnel más largo del Sudeste Asiático, cuya longitud es de 6’28 km.

El puerto emerge al oeste de la cordillera Annamita, una cadena montañosa que se extiende por Laos, Vietnam y Camboya, y se une al Mar del Sur de China, formando la Península de Hai Van y la Isla de Son Tra. En su día, sirvió de frontera natural entre Vietnam y el reino de Champa.



En la cima puedes ver los restos de un fuerte francés acribillado a balazos, que más tarde aprovecharon los ejércitos del EEUU y Vietnam del Sur. No es que merezca mucho la pena el ascenso para ver el fuerte. Éste está muy deteriorado y el camino está lleno de piedras que escurren. Pero las vistas son magníficas y el acceso es gratuito. 

En el aparcamiento hay una cafetería y unas cuantas tiendas.


Allí estuve un rato echando fotos hasta nuestra siguiente parada: las Montañas de Mármol. 


Vietnam: 20 sitios imprescindibles que ver en Hanoi


Qué ver en Hanoi

1. Templo Bach Ma: este pequeño templo está dedicado a un gran caballo blanco. Cuanta la leyenda que es la reencarnación de un dios que habitaba en las aguas del río. Cuando el rey Ly Tahi To trasladó la capital a Hanoi, sus seguidores trabajaron arduamente para construir una gran ciudadela. Sin embargo, cada vez que levantaban los muros, éstos se caían debido al suelo arcilloso. Un día, mientras el rey recaba, se le apareció un gran caballo blanco que le indicó dónde podía construir su imperio sin que se cayera. Como agradecimiento, Ly le construyó este templo.


2. Casa Monumento: 87 Ma May House. Situada en el Barrio Viejo, esta casa es un ejemplo de las viviendas del siglo XIX. A este tipo de casas se las conoce como “tuve houses”, ya que medían unos 70 metros de largo, pero tenían tan sólo 2 metros de ancho. De este modo, había que pagar menos impuestos por su fachada. Su visita es curios y se hace muy rápido.


3. Teatro de Marionetas de Agua: en frente del lago Hoan Kiem, este espectáculo es un “must do” en Hanoi. Aunque no sepas vietnamita, no pasa nada. La función es entretenida, amena, divertida y asombrosa. Se hace realmente corta. Merece la pena. www.thanglongwaterpuppet.org     👉 Más información. 


4. Museo de Historia Nacional Vietnamita: desde el Neolítico hasta nuestros días, lo más interesante que tiene este museo es la impresionante colección de objetos Champa. baotanglichsu.vn


5. Prisión de Hoa Lo: cárcel utilizada por los colonos franceses para encerrar a prisioneros políticos. Más tarde, las fuerzas norvietnamitas la usaron para albergar a los prisioneros estadounidenses. En esa época fue conocida como el Hanoi Hilton por lo bien trataban a los prisioneros americanos allí. La cárcel se derruyó en 1990, hoy puedes visitar un interesante museo. 


6. Lago Hoan Kiem: su nombre significa “El Lago de la Espada Restituida”, refiriéndose a una leyenda del siglo XV que cuenta que Le Loi (quien luchó contra la Dinastía Ming china), recibió una espada mágica de manos de la tortuga que lo habitaba. Con ella ganó, pero la tortuga le reclamó al emperador vietnamita que le devolviera su espada, una vez realizada su hazaña. El emperador, agradecido, construyó una Torre con forma de tortuga en una isla al sur del lago. En el lado norte, se alza el templo de Ngoc Son.


7. Museo de la Revolución Vietnamita: este museo está divido en tres partes: la lucha por la independencia (1858-1945), la guerra de resistencia (1945-1975) y el camino hacia la recuperación (1975 hasta nuestros días). Está lleno de documentos de la época, fotografías en blanco y negro, y algunas armas. Es recomendable sólo si estás interesados en esta época de la historia de Vietnam.


8. Museo de las Mujeres Vietnamitas: en un edificio blanco con ventanas de colores está ubicado este museo con 5 plantas. En ellas se habla del papel que las mujeres han tenido en las distintas etapas de la historia del país, así que como en los distintos grupos étnicos. www.womenmuseum.org.vn

9. Templo Ngoc Son: construido durante la dinastía Tran, venera al Dios de la Literatura (Van Xuong) y al físico La To, que lideró la guerra contra Nguyen. El templo se renovó en el siglo XIX. Las obras las dirigió el escritor Nguyen Van Sieu, quien hizo una torre a la entrada con forma de pluma. Pasear por el lago es una delicia, un respiro para escapar de la ajetreada ciudad.


10. Catedral de San José: construida en 1886 en un estilo que se asemeja a la Nôtre Dame de París, fue uno de los primeros edificios que los colonos franceses hicieron en Indochina. Asimismo, es la iglesia más antigua de la ciudad. Su fachada está bastante deteriorada por la contaminación y su interior no tiene mucho interés.


11. Templo de la Literatura: conocido como Van Mieu, se fundó en 1072, con la Disnastía Ly. Honrando a Confucio y a 72 de sus discípulos, se utilizó también como centro de estudios universitarios para los funcionarios administrativos del estado Ly. Durante la invasión mongola, sus puertas se abrieron también al público en general.  En el siglo XV, fue dotado con una nueva biblioteca y nuevos salones. Los nombres de los que aprobaban los exámenes eran recogidos en las estelas de piedra que hoy decoran el templo.  Su función acabó en 1919, acabando con 800 años de tradiciones, cuando se abolieron este tipo de exámenes. Quedó abandonado hasta la colonización francesa. Hoy es un sitio que no te puedes perder en Hanoi. 👉 Más información.


12. Mausoleo de Ho Chi Minh: ignorando los deseos del Tío Ho de ser incinerado, sus seguidores le construyeron este gran mausoleo, a semejanza de los de Lenin y Mao.  Está todo erigido con materiales del país, en el centro de Ba Dinh Square, lugar en el que el líder leyó la Declaración de Independencia en 1945. Para llegar a él hay que atravesar una gran avenida, todo está lleno de militares y el mausoleo está vigilado por un montón de guardias vestidos de blanco. No se permiten cámaras, ni mochilas. Las colas suelen ser enormes, ya que es un lugar de peregrinación para los vietnamitas. Conviene llegar muy temprano y armarse de paciencia. Lo que se ve dentro es el cuerpo embalsamado de Ho Chi Minh, a través de unos cristales. 👉 Más información. 


13. Museo de Historia Militar Vietnamita: el museo comienza con una serie de galerías dedicadas a la colonización china, prosigue con el periodo francés y continúa con la Guerra de Vietnam.  Es bastante grande. En la entrada, fuera, hay una pirámide construida con los restos de un B-52, un F-111 y un avión francés, todos derruidos por los vietnamitas. Está justo al lado de la Ciudadela Imperial y en frente de un parque donde hay una estatua de Lenin. www.btlsqsvn.org.vn


14. Museo de Bellas Artes: se encuentra en un edificio de estilo colonial. Sus primeras salas muestran restos arqueológicos de más de 10.000 años y continúa con una buena selección de arte vietnamita hasta 1800. Cabe destacar la sección dedicada a Artes decorativas aplicadas, llena de trajes y vestidos étnicos. www.vnfam.vn


15. Ciudadela Imperial: junto al Museo Militar están los restos de la antigua ciudadela, construida durante la Dinastía Ly y ampliada durante la Dinastía Nguyen. Originariamente se usó como palacio real. Durante la guerra contra los franceses sus instalaciones se renovaron para albergar búnkeres y despachos desde donde organizar la revolución. El complejo es enorme, hay guías voluntarios gratuitos que hablan inglés muy bien. Las excavaciones continúan al otro lado de la calle, justo en frente de la entrada principal. Si vas con uno de estos guías, también tendrás oportunidad de ver estos trabajos. www.hoangthanhthanglong.vn  👉 Más información.


16. Pagoda de los Embajadores: éste es un pequeño templo budista del siglo XV. Durante la Dinastía Le era muy común recibir a embajadores que venían de los reinos de Champa y Laos. El emperador mandó construir un edificio llamado Quan Su (Embajada) para recibirlos. Como todos ellos eran budistas, decidieron hacer un templo que les honrara.


17. Museo Etnológico: uno de los mejores museos de Hanoi, aunque está bastante alejado y tendrás que coger un taxi para llegar. Todos los carteles están en inglés y hay mucha información audiovisual. La mejor parte del museo está al aire libre. En un enorme jardín se exponen ejemplos de casas tradicionales de las minorías étnicas de Vietnam. www.vme.org.vn


18. Lago Tay Ho: es el lago más grande de la ciudad, con 15 km. La leyenda cuenta que el lago se formó cuando el Rey Dragón ahogó a un malvado zorro de nueve colas en su propia guarida y de aquélla salió el lago. Pero, realmente, se formó debido a una crecida del río Rojo (Song Hong). En una de sus islas se encuentra la popular pagoda Tay Ho, a la que acuden multitud de creyentes.

19. Pagoda de Tran Quoc: en el West Lake, en una islita, descansa esta pagoda construida hace 1400 años, conocida como Khai Quoc (Fundador Nacional). Originalmente estuvo en el río Rojo, pero en el 1600 la trasladaron a su ubicación actual y la rebautizaron, llamándola Tran Quoc (Defensa Nacional).



20. Lago Truc Bach: muy cerca del Lago Tay Ho, este lago está rodeado por un paseo lleno de árboles llama. Durante el siglo XVIII los señores Trinh construyeron un palacio junto al lago, más tarde fue transformado en un reformatorio para concubinas reales descarriadas. 



Laos: Día 9 – Opinión sobre el Golden Sun Moment de Hanoi


Este hotel lo contraté directamente a través de su página web, tenía buenas recomendaciones en general y no me defraudó. Su precio fue de 133€ por una habitación superior para tres noches, con desayuno incluido. Además, pagué a través de la web un servicio de recogida del aeropuerto.

Servicio de recogida del aeropuerto

Cuando llegué al aeropuerto había un jaleo enorme en el hall de llegadas. Yo no encontraba ningún cartel con mi nombre por ningún sitio. Y venga a dar vueltas delante de un montón de vietnamitas insistentes convenciéndote de que ellos te llevaban a tu hotel.

Media hora más tarde apareció un hombre con un cartel del Golden Sun Moment Hotel. Le pregunté que si era para mí. Dudó y me dijo que sí. Ahí ya dudé yo. Empiezó a dar vueltas por el aeropuerto y a hablar por el móvil. Al rato vino otro hombre con otro cartel. Se cambiaron los carteles y me dijo que me fuera con él. A medio camino se puso a hablar también por el móvil y me pidió que me esperar. Me quedé allí apavá. Después de 40 minutos volvió y me puso al teléfono con una mujer que decía que era del hotel. Esta chica confirmó mis datos y me insistió mucho en que sólo me montara en el coche de un hombre que tenía bien apuntado mi nombre… Le dije que el chico que me ha dado el móvil y que me ha puesto en contacto con ella no tenía ningún papel. Me repitió que no me fiara y que esperara a uno que tuviera mis datos.

Pasó más de una hora y, por fin, volvió… ¡el mismo chico del móvil! Pero ya con un papel en el que había escrito mi nombre. Me dio otra vez el móvil. Hablé de nuevo con la recepcionista y me preguntó que si ese chico, el que me había dado el móvil, tenía ya un papel con mi nombre. Le dije que sí. Si es que se lo había dictado ella y él mientras estaba copiándolo, que lo había visto yo en el mostrador… No entendí la jugada. Me monté recelosa en el coche y llegué al hotel otra hora después. En total eché más de dos horas perdiendo el tiempo.

La habitación

Cuando llegué todos eran halagos por parte de la recepcionista, que era la misma con la que había hablado. Todos los empleados del hotel hablaban un perfecto inglés. Me recibieron con un vaso de zumo gratis y con un plato con fruta.


La habitación estaba cuidada al detalle. Todo parecía muy nuevo. La cama muy grande y cómoda (llena de pétalos de rosa naturales), el wifi funcionaba muy bien (pese a estar en una 5ª planta), y había una kettle con sobres de café y té gratuitos. El minibar no era muy caro.


Lo que más me gustó fue la decoración del cuarto de baño.

El desayuno

El desayuno fue inmejorable. Se hace en la planta baja del hotel, hay que salir y bajar unas escaleras. Lo único malo es que es muy pequeño y se llena pronto y hay que esperar a que se vacíe. Pero la comida estaba buenísima.


Nada más llegar me dieron una carta con el menú del desayuno. En la mesa había un yogurt vietnamita, pan y mantequilla. Aparte podías pedir de todo lo que hubiera en el menú tantas veces como quisieras. Había de todo: sándwiches, ensaladas, distintos platos de arroz, pho, distintos platos de fideos, pancakes, cereales… y todo recién hecho. La cocina no daba abasto. Lo más curioso era que en el menú había un asterisco: lo único que había que pagar era el vino, a tres dólares la copa. Para desayunar… no sé yo. Pero es que la gente se estaba poniendo tibia. Eran auténticos menús de medio día, no de desayuno.

Excursiones

El hotel ofrece varios tipos de excursiones que puedes contratar con ellos, o te ponen en contacto con otras agencias. En general, son bastante caros. Y más todavía si lo reservas en su web. Allí mismo, en la recepción, tienen mejores ofertas. Aun así, salen muchos más caros que si reservas estas excursiones por otros medios, incluida la de Halong Bay.

Lavandería

La cobran al peso y se pueden lavar hasta los zapatos. Yo quise que me lavaran mis deportivas, que estaban para tirarlas después de haber estado con los elefantes en Sayaboury, y me las dejaron relucientes. Me cobraron 8’7$ por 2’9 kg.

La mala suerte fue que, con tanta pérdida de tiempo en el aeropuerto, tan sólo me dio tiempo a darme una vuelta pequeña por el Old Quarter y las inmediaciones del lago. Menos mal que el hotel estaba bien situado en mitad del Barrio antiguo.



   GOLDEN SUN MOMENT HOTEL   
15 Hang Can, Hoan Kiem, Hanoi
Teléfono: +844 39231508

Laos: Día 9 – De Luang Prabang a Hanoi volando con Lao Airlines


Llegué al aeropuerto de Luang Prabang en el tuk tuk que había reservado en el hotel. El vuelo salía a las 13’00. Lo había reservado a través de la web de Travelgenio. Aquí también me la volvió a jugar Travelgenio. En mi vuelo de Siem Reap a Luang Prabang tuve problemas con la supuesta “escala técnica”, que era una escala encubierta en toda regla. Y en el viaje desde Luang Prabang a Hanoi me dieron una escala breve pero adecuada. Tenía el tiempo justo para pasar de la terminal doméstica a la internacional en el aeropuerto de Vientiane.

Pero unos días antes me avisaron por email de que mi vuelo va a salir con retraso. Así que ya no me daba casi tiempo a poder pasar de una terminal a otra. Intenté contactar con Travelgenio, pero no hubo manera. Sólo aparecía un número de teléfono y no atendían vía email. En el otro lado del mundo no se puede depender sólo de un número de teléfono. ¿Cuánto dinero me iba a costar intentar hablar con ellos?

Por eso lo intenté por otra vía. En el aeropuerto avisé a la compañía (Lao Airlines) de lo que me pasaba. Las azafatas hablaban perfecto inglés, pero me dijeron que no me preocupara, que daba tiempo de sobra porque el aeropuerto de Vientiane era muy pequeño. Aun así les pregunté  que, si había algún problema por su culpa y no podía coger el vuelo de enlace que qué pasaba. Me respondieron que eso era muy raro, pero que intentarían reubicarme  en el de por la noche a Hanoi, pero… lo tendría que pagar íntegro yo.

Yo no me lo podía creer. Si es culpa suya por retrasar el viaje… pues, nada, que no hubo manera. Ellas estaban empecinadas en que daba tiempo de sobra.

Efectivamente, el vuelo salió retrasado. Llegué a Vientiane con tan sólo media hora para poder embarcar bien. Claro, tiempo de sobra si… sólo llevas el equipaje de mano. En cuanto tuve que esperar a que llegara mi equipaje, pues no me dio tiempo.

Cuando llegué al mostrador de Lao Airlines se lo expliqué a la azafata de allí. Ella ni se inmutó, dijo que estaba ya todo cerrado. Menos mal que a un señor mayor que estaba con ella le di mucha pena y me hizo el favor. Llamó por teléfono a los de los controles y me fue pasando colándome delante de todo el mundo. No tuve ni que facturar, porque ya no les dejaba el programa. Cogieron mi equipaje y lo metieron en cabina. Todo corriendo a toda hostia.

Menos mal que al final pude llegar justo cuando estaban cerrándolo todo. Ahogada, pero llegué. Todo gracias al señor mayor que se apiadó de mí. Siempre hay gente buena...

En ambos vuelos me dieron una botella de agua y un aperitivo, que es de agradecer. 


Laos: Día 9 – Visitando El Palacio Real de Luang Prabang


Mi último día lo dejé para visitar este Museo Nacional, también conocido como Haw Kham (Golden Hall). Se construyó en 1909, en pleno periodo francés, como residencia del rey Sisavangvong. Cuando el Partido Comunista abolió la monarquía en 1975, el palacio se convirtió en el museo que hoy puedesver.

La visita se hace rápida. Hay que pagar a la entrada (antes no) para poder ver los jardines, el templo, el palacio y la zona de los coches reales. 


En el edificio del palacio hay una sala con taquillas donde dejar tu cámara (no está permitida). También hay que dejar los zapatos fuera, en el porche. Además, hay cumplir bien las normas de vestimenta, si no, no pasas. No se puede ir con los hombros descubiertos, ni en manga corta las mujeres, ni falda corta, ni pañuelo o sombrero en la cabeza.

La sala principal es la primera que se visita. Es extraordinaria. Las paredes son de color rojo con un montón de mosaicos que se añadieron en los años cincuenta para conmemorar el 2500º aniversario de la entrada de Buda en el Nirvana. En ella está el trono real, espadas, bustos, imágenes de Buda…

En los pasillos de la derecha hay diversas habitaciones que muestran la vida privada de los reyes: un dormitorio, una biblioteca y un salón. También se exhiben instrumentos musicales tradicionales de Laos.

En los pasillos de la izquierda se ven distintos objetos reales valiosos, como una piedra lunar que le regaló el Presidente Nixon. La verdad es que el palacio está lleno de regalos que le hicieron a esta familia.  Otra sala a tener en cuenta es el lugar privado de rezo.

Si sales del palacio, de vuelta a los jardines, verás las indicaciones para continuar el camino de la derecha y así acceder a la sala dedicada  a los coches del rey.


A la salida te encontrarás con uno de los templos más famosos de Luang Prabang: el Wat Mai Suwannaphumaham, con una ornamentación muy suntuosa.



Después de visitar el palacio y subir al Monte PhouSi, me fui de vuelta al hotel para coger mi tuk tuk al aeropuerto. Me despedía de una de las ciudades más encantadoras de Asia.

🕑 Horario del Palacio Real de Luang Prabang:
- De miércoles a lunes: de 8’00 a 11’30 y de 13’30 a 15’30.

📷 No se pueden hacer fotos en el interior del palacio.



Laos: Día 8 – Opinión sobre el Lakhangthong Boutique Hotel de Luang Prabang


Cuando me bajé de la furgoneta que nos había traído del Centro de Conservación de Elefantes de Sayaboury, llegué al hotel Pangkham Lodge. Este hotel lo había reservado a través de Booking.es y me había costado 20€ por una noche con desayuno. El problema fue que cuando llegué estaba todo lleno.

El chico de recepción me dijo que no había ningún problema porque tenían otro hotel muy cerca de allí, que era más caro, pero que me hacía el upgrade gratis. Al momento vino un tuk tuk para coger mis cosas y llevarme al nuevo.

No estaba en la avenida principal, como el otro, pero sí que parecía mejor. Estaba situado a pocos minutos del monte Phou Si Se llamaba Lakhangthong Boutique Hotel. No era muy grande, tenía sólo 16 habitaciones, pero parecía muy acogedor. La recepcionista estaba jugando a un shooter en la Play a todo volumen. Lo dejó cuando me vio aparecer y me llevó a la habitación.

La habitación estaba en la segunda planta. Todo recubierto de madera, con una cama enorme, aire acondicionado, televisión, kettle y nevera. El cuarto de baño era también muy grande y contaba con secador. Estaba todo limpísimo.

Después de descansar un rato bajé a recepción para reservar el transporte al aeropuerto para el día siguiente y pagar la cuenta para ahorrar tiempo. La chica me dijo que no había problema, pero que si iba a pagar con la tarjeta de crédito que me tenía que cobrar un 3% de comisión. Le dije que sí y llamó a otro chico. El chico me dijo que le acompañara porque tenía que hacer el pago en otro sitio. Yo pensé que nos dirigíamos a otra estancia del mismo hotel pero… no.

Me llevó a la puerta, se montó en su moto y me señaló el asiento de atrás. Me quedé a cuadros. Así que no supe qué hacer. Ante la cara de insistencia del chico, acabé subiéndome. Ahí me tienes, de viaje en moto por Luang Prabang, con un laosiano que no conocía de nada y sin casco. Toda una experiencia. Nos bajamos en la puerta del hotel original, en el que habíamos estado al principio. Pagué allí y de vuelta a la moto para regresar al nuevo.

Una vez resuelto mi problema del pago, me di un paseo por el mercado nocturno para disfrutar de mi última noche en Luang Prabang, aprovechando las gangas de Food Street.


Al día siguiente, el desayuno lo hice en la planta de arriba, en el porche. Había varias opciones para elegir y, después de algunos problemas de comunicación con la camarera, al final conseguí que me trajera algo parecido a lo que había pedido. Al menos acertó en algo. 

El desayuno estuvo correcto, seguí probando el Banana Pancake, que ya se ha convertido en una tradición por estas tierras, porque cada uno lo hace de una manera y no acierta nadie a hacerlo bien.


   LAKHANGTHONG BOUTIQUE HOTEL   
Noradeth Road, Ban Thatluang,
Luang Prabang      06000, Laos
Teléfono:+856 71 213 193


Laos: Cómo es la visita al Centro de Conservación de Elefantes de Sayaboury


Elephant Conservation Center - Sayaboury 

Este centro es una maravilla de Laos aún poco conocida. Se encuentra a unas 3 horas de viaje en autobús desde Luang Prabang, un poco menos si haces el recorrido en furgoneta. Y es el mejor modo de visitar a los míticos elefantes laosianos.

Este genial proyecto comenzó su andadura en el año 2011, por lo que es muy nuevo y aún queda mucho por hacer. Pero ganas no faltan. Su principal preocupación era la desaparición de elefantes en Laos a niveles elevadísimos. Preocupados por la falta de sensibilización del Gobierno e, incluso, de los propios habitantes de Laos, decidieron crear un centro único en el país que sirviera de referencia a los demás lugares en los que los turistas, principalmente, pueden disfrutar de su compañía.

Es precisamente este programa de información y sensibilización lo que los hace diferentes de los demás. Como ellos mismos afirman: “Al contrario que en otros lugares, no traemos a los elefantes de su hábitat natural y los llevamos a sitios turísticos, sino que llevamos al propio turista a que comparta un trocito de este hábitat”. Aquí es el viajero el invitado, y no al revés.


Los elefantes que viven en el centro disfrutan de 106 hectáreas de bosque protegido, selva virgen con paisajes que deja boquiabiertos. Allí descansan recuperándose, en su mayoría, de una vida dura de trabajos en la industria maderera. Es una jubilación bien merecida y en un lugar único.

También están siendo reconocidos por su labor en el campo de la reproducción y cría de elefantes. Tiene un programa al que llaman “Baby Bonus” por el que se encargan de los elefantes durante el periodo de gestación, a la vez que le dan un incentivo a los dueños. De este modo, los dueños (que han tenido que ahorrar muchísimo para poder comprar y mantener al elefante), no tiene miedo de que se quede encinta y de que durante esos meses, a los que se añaden los de cría, no puedan ponerlo a trabajar y pierdan dinero. Así recuperan su inversión.


Además, se encargan de dar información a los locales sobre la importancia de tratar bien a los elefantes, y dan a conocer este valor a los extranjeros. Se han convertido en un referente, poco a poco, del ecoturismo en Laos. Todas sus instalaciones son ecológicas, utilizan la energía solar y se abastece del agua del lago y de la lluvia, hacen papel ecológico con estiércol (que suena feo, pero es bonito, de verdad), todos sus documentos los imprimen usando papel reciclado y sus infraestructuras las han hecho aprovechando viejas casas laosianas tradicionales.


En el centro se aprende, se disfruta y se sensibiliza. Sus misiones son:
  • El rescate de elefantes de una vida de esclavitud en las industrias madereras.
  • Fomentar la natalidad y la cría.
  • Proporcionar un ambiente natural en el que lo principal sea el bienestar de los animales.
  • Crear lazos sociales entre los elefantes a través de un área de socialización animal.
  • Llevar a cabo un programa para formar a los mahouts de modo que dejen la industria maderera y aboguen por el ecoturismo.
  • Educar y sensibilizar en temas relacionados con la educación ambiental.

Instalaciones del centro

El centro cuenta con varios espacios:
  • Un área dedicada a “Elephant Nursery” en la que se relajan tranquilamente los animales que están encinta, las madres que acaban de dar a luz y los pequeños elefantitos. Se pueden ver desde un cercano observatorio al que se accede en una pintoresca barquita.
  • Un área de socialización donde los animales pueden juntarse para formar nuevos grupos de forma natural. En ella se pueden ver a los elefantes comportándose como son ellos mismos, sin la presencia de ningún humano.
  • Un hospital de elefantes que funciona íntegramente con energía solar.
  • Un museo lleno de paneles explicativos en varios idiomas.
  • Una escuela de mahout, para que se formen en ecoturismo y en la importancia de cuidar a los elefantes. Una idea que salió directamente de la comunidad local de mahout, conscientes del peligro que sufre su profesión con la extinción de los animales.
  • Un restaurante en el que ofrecen a los visitantes comida tradicional laosiana utilizando productos del mercado local y de sus propios huertos.
  • 15 cabañas tradicionales de bambú, con mosquitera y un porche con una hamaca para mirar tranquilamente al lago Nam Tien y a su maravilloso paisaje.
  • Los servicios y las duchas son comunitarios.
  • No hay wifi, pero si lo necesitas puedes pedirles que te dejen sus ordenadores para alguna emergencia. Es bueno desconectar de vez en cuando y así disfrutar más de la experiencia.
  • Una tienda donde venden productos relacionados con los elefantes: camisetas, pegatinas, incluso postales hechas con estiércol (suena raro, pero son preciosas y originales).

Me encantó la experiencia y la recomiendo a todos los que vayan a pasar sus vacaciones en Laos. Estar tan cerquita de los animales es una vivencia única.