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5 lugares que ver en Puebla de Alcocer




En plena comarca de La Siberia Extremeña, Puebla de Alcocer descansa a los pies de su castillo. A pesar de haber controversias sobre su origen, su nombre puede provenir de la ciudad romana de Popula Coqueres, que pasaría a llamarse Al-Qusayr cuando pasó a ser musulmana.


En 1214 los Templarios fueron los encargados con conquistarla para el arzobispo de Toledo y más tarde pasaría a manos definitivas de la Corona, quien la fue cediendo a familias adineradas de la época, como los Zúñiga y Sotomayor, o lo duques de Osuna.

Qué ver en Puebla de Alcocer

1. Castillo de Puebla de Alcocer: puedes llegar en coche hasta la misma entrada de esta fortificación del s. XII.  Desde lo alto del cerro, se puede divisar el paisaje en todas las direcciones. Edificado sobre una antigua fortaleza templaria, lo que puedes ver ahora es una reconstrucción del siglo XV con elementos mudéjares. Dado su estado de deterioro, aún se están llevando a cabo tareas de mantenimiento.


2. Iglesia de Santiago Apóstol: se construyó en el siglo XI sobre los restos de una antigua mezquita. En su interior se pueden ver elementos mudéjares, frescos del siglo XIII y el sepulcro de Fray Fernando de Moraga, destacado viajero. En la fachada norte destaca el lema del Maestre Don Gutierre de Sotomayor: Todo es poco. Sorprende que, aunque esté en Badajoz, el templo esté adscrito a la diócesis de Toledo.

3. Convento de San Francisco: de estilo herreriano, actualmente es la sede del Museo Etnográfico en el que se muestra cómo era la vida tradicional de los habitantes de estas tierras.

4. Casa del Gigante Extremeño: el museo dedicado a uno de los personajes más sorprendentes del pueblo está en la Casa de la Cultura. Tiene tres salas en las que se exhiben carteles del circo en el que trabajaba el Gigante Extremeño y objetos que usaba en su vida diaria, como unos increíbles zapatos del número 52. Su esqueleto lo puedes ver en el Museo Nacional de Antropología.


5. Palacetes: recorriendo el pueblo te puedes encontrar con diversos palacetes de los siglos XVI y XVII, sobre todo en las zonas cercanas a la calle López de Ayala. Estos palacetes o casas solariegas siguen el modelo de casa del llano, edificios de una sola planta, con paredes blanqueadas, esquinas y umbrales de granito. Destacan la Casa de la Santa Inquisición, la Casa de los Calderones y el Palacio de los Duques de Osuna.

Por La Siberia Extremeña - Visita a Talarrubias y su preciosa iglesia



Durante mi visita a la llamada Siberia Extremeña, paré a descansar en el pueblo de Talarrubias, un núcleo pequeño, con poco más de 3.400 habitantes, pero que cuenta con una sorprendente iglesia.

No se sabe mucho sobre los orígenes de Talarrubias. Sus referencias más importantes nos han llegado ya en la época de la Baja Edad Media. Lo que sí que se sabe es que en el siglo XV tuvo un gran florecimiento que propició la construcción de importantes obras. Así, un hospital, una iglesia, una capilla y ocho ermitas camperas fueron configurando la forma del pueblo actual.

En medio de la Plaza Ramón y Cajal se alza la esplendorosa Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Alejandría, de increíbles proporciones para una localidad tan pequeña.


En su composición se pueden diferenciar varios estilos arquitectónicos distintos. Su estructura es gótica. Los canecillos y contrafuertes son renacentistas. El enmarque con alfiz de los arcos, la superposición de pisos y los vanos son mudéjares. Y la última fase de construcción del campanario pertenece ya a la época barroca.

La verdad es que me sorprendió encontrarme con este monumento y me encantó el pueblo. Te recomiendo que pasees por sus calles, tapees en el excelente bar que hay justo en frente de la iglesia y disfrutes de todo el patrimonio natural que tiene La Siberia. Lo merece.

7 lugares imprescindibles que ver en Torrelaguna



A pocos kilómetros de la provincia de Guadalajara, en pleno Valle del Jarama, la madrileña villa de Torrelaguna cuenta con menos de 5.000 habitantes, pero se llena durante los fines de semana de lugareños que escapan de la capital y quieren descansar paseando por sus tranquilas calles y disfrutando de su gastronomía. Su patrimonio es también fuente de visitas, siendo toda la villa Monumento Histórico Artístico Nacional.


Sus orígenes están ligados a la historia de ciudad de Uceda, lugar del que partieron algunos de sus habitantes y acabaron en los terrenos de Torrelaguna estableciendo aquí una granja. Poco a poco fue creciendo, hasta configurar las siete granjerías o barrios que perduran en la actualidad. Su nombre proviene de la tribu bereber que la ocupó durante la época musulmana: laggūna.


Su época de mayor esplendor fue durante lo siglos XV y XVI, cuando el Cardenal Cisneros honró a Torrelaguna con diversas construcciones por ser la ciudad que le vio nacer. En frente del Ayuntamiento hay una cruz que indica el lugar en el que se encontraba su casa natal.


Qué ver en Torrelaguna

1. Iglesia de la Magdalena: es el edificio que más sobresale de toda la villa. Una imponente construcción gótica del siglo XIV que se alza en la Plaza Mayor. Tiene una planta de tres naves y una torre en la que aparecen los escudos de la villa y del Cardenal Cisneros. Su portada pertenece al siglo XVI y es una mezcla de gótico mudéjar y Renacimiento que hacen referencia a la Resurrección.

En su interior puedes ver retablos barrocos y platerescos, un Cristo que el papa Borgia regaló a los Reyes Católicos y la capilla de San Felipe, donde descansan los restos del poeta Juan de Mena, que murió en esta villa en 1456.


2. Ayuntamiento: el antiguo pósito del siglo XVI mandando construir también por Cisneros alberga el edificio del Ayuntamiento. De su estructura original sólo queda la fachada, el resto es fruto de las diversas remodelaciones que ha sufrido a lo largo de la historia.


3. Puerta del Cristo de Burgos: Torrelaguna estaba rodeada por una muralla de la que ahora sólo quedan algunos restos. La única entrada que queda es esta puerta.


4. Abadía de las Franciscanas Descalzas: del antiguo convento, construido en el siglo XVI, destaca su portada plateresca y el mausoleo renacentista en el que se encuentran enterrados sus fundadores.

5. Ermita de Nuestra Señora de la Soledad: al final de un bonito paseo dentro del mismo pueblo, está la ermita dedicada a la Patrona de la villa. Data del siglo XIV y antiguamente actuó como el Humilladero de la Vera Cruz.



6. Palacetes y arquitectura popular: la localidad está llena de bellos ejemplos casas blasonadas tradicionales y de antiguos palacetes, como el Palacio de Arteaga o el de Salinas.



7. Antigua Casa Patata: en Torrelaguna hay varios restaurantes. Uno de los más famosos es el Mesón Antigua Casa Patata, en la calle Malacuera. Su comedor principal se encuentra en el sótano, en unas antiguas cuevas del siglo XVII.


👉 Mapa de Torrelaguna: www.torrelagunaweb.es

12 lugares imprescindibles que ver en Vizcaya


Vizcaya es el territorio más densamente poblado del País Vasco, sobre todo Bilbao. Su capital se ha convertido en referencia internacional gracias a sus construcciones vanguardistas.

En sus 150 km de costa puedes encontrar bellos acantilados, playas doradas y paisajes increíbles. Su interior está lleno de rincones naturales de gran valor ecológico, como la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, pequeños pueblos que aún conservan sus encantos rurales y urbes llenas de historia. Aquí te dejo algunos de estos tesoros que esconde Vizcaya.                             

Qué ver en Vizcaya

1. Bermeo: situado en el interior de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y en la falda del monte Sollube, Bermeo es uno de los enclaves costeros más bonitos de Vizcaya. Su pasado pescador aún se ve en la vida diaria de sus habitantes, manteniendo una importante actividad marinera gracias a la gran cantidad de empresas conserveras que tienen su sede en esta comarca.


2. Bilbao: la ciudad más poblada del País Vasco ha destacado siempre por su rápida adaptación a los avances tecnológicos y al desarrollo. Desde el siglo XIII, cuando ganó importancia a través de sus exportaciones de lana y de hierro a través de su puerto; pasando por el XIX, cuando sufrió una gran transformación siendo la segunda ciudad más industrializada de España; hasta la actualidad, contando en el siglo XXI con numerosos premios internacionales que alaban su urbanismo.

3. Portugalete: en el siglo XIX, la industrialización dinamizó su economía, que se vio reforzada por la llegada del ferrocarril, la construcción del Puente de Vizcaya y del muelle de hierro. Todo esto, unido a su playa y a su balneario, hizo que la nueva burguesía eligiera este enclave para establecer sus residencias veraniegas.


4. Getxo: en la margen derecha de la ría de Bilbao, Getxo se alza manteniendo aún el encanto de una de las zonas preferidas para vivir de las familias poderosas de principios del siglo XX. La burguesía industrial bilbaína de la época construyó aquí sus mansiones, en un entorno natural envidiable, de cuyas vistas aun puedes disfrutar hoy. 


5. Cueva de Santimamiñe y Bosque de Osna: en esta cueva se han hallado restos y pinturas rupestres datados en el Paleolítico Superior, Considerada un icono de la cultura vizcaína y su principal yacimiento prehistórico, está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Por su parte, el Bosque de Osna, a muy poca distancia, constituye una gran mezcla de arte y naturaleza. Sin embargo, actualmente no puede ser visitado por la gran plaga que está acabando con sus árboles. Aún no se sabe cuándo reabrirá al público.


6. Ea: Ea siempre sale en todos los listados de los pueblos más bonitos de Vizcaya, y con razón. Con unos 800 habitantes, el municipio es uno de los más visitados por los turistas para perderse haciendo fotos. Puedes dejar el coche en su amplio parking público y recorrerlo mientras te deleitas con uno de los ejemplos más llamativos de la arquitectura tradicional marinera vasca, que se hace patente en caseríos como el de Dendarikua.


7. Elanchove: en la ladera del cabo Ogoño las casas se suceden para dar forma a uno de los pueblos más pintorescos de Vizcaya. Sus empinadas calles empedradas pueden constituir todo un reto para los menos entrenados y su plataforma habilitada para que el autobús dé la vuelta ha hecho que Elanchove tenga fama mundial.


8. Guernica: conocida en todo el mundo a través de Picasso, quien represento en su enorme cuadro los horrores que sufrió la ciudad con el bombardeo de 1937, Guernica es también una de las ciudades de más importancia histórica para los vascos por habérsele otorgado la autonomía al País Vasco bajo uno de sus árboles en la Edad Media.


9. Lequeitio: el pasado de Lequeitio está unido a las ballenas, tal y como reza en su escudo “A los horrendos cetáceos sometió”, y en el que también aparece una ballenera tripulada y con arpones dando alcance a uno de estos animales con su cría. Aunque hace tiempo que en Lequeitio no se cazan ballenas, su puerto sigue siendo un lugar importante para los pescadores. Hoy, su preciosa isla (a la que sólo se accede cuando hay bajamar), su basílica de enormes dimensiones y los pintxos de su puerto pesquero deleitan a todos sus visitantes.


10. San Juan de Gaztelugatxe: con fama mundial después de utilizarse como set de rodaje para la temporada siete de Juego de Tronos, convirtiéndose en los territorios de Rocadragón (la casa de los Targaryen), en temporada alta tendrás que armarte de paciencia para visitar este precioso enclave vasco (sobre todo para encontrar un buen aparcamiento).


11. Marismas de Urdaibai: San Pedro de Atxarre es uno de los mejores miradores de la provincia de Vizcaya. Los sencillos caminos que llevan a la cima están llenos de antiguas leyendas marcadas por un entorno místico y sombrío que transcurre entre los bellos troncos del encinar cantábrico. Desde lo alto del monte se obtienen una de las mejores vistas de las Marismas de Urdaibai.


12. Castillos de Butrón y de Arteaga: el primero de ellos pertenece a un fondo privado que lo ha puesto en venta y el segundo ha sido convertido en un hotel de lujo. Aunque no estén abiertos para visitas turísticas, ambos constituyen un buen ejemplo de bellas fortificaciones palaciegas vascas.


Si aún te has quedado con fuerzas, Vizcaya también cuenta con otros lugares preciosos, como Mundaka, Balmaseda, Ondarroa, Elorrio, Otxandio...


Qué ver en Ea, uno de los pueblos más bonitos de Vizcaya



Ea siempre sale en todos los listados de los pueblos más bonitos de Vizcaya, y con razón. Con unos 800 habitantes, el municipio es uno de los más visitado por los turistas para perderse haciendo fotos. Puedes dejar el coche en su amplio parking público y recorrerlo mientras te deleitas con uno de los ejemplos más llamativos de la arquitectura tradicional marinera vasca, que se hace patente en caseríos como el de Dendarikua.

Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando varios pescadores de zonas cercanas se juntaron para crear un asentamiento en el puerto natural que forma la ría cuando desemboca al mar.

El río Ea atraviesa el pueblo y lo divide en dos barrios, que a lo largo de la historia han pasado por épocas de enemistades por ser a bandos distintos: los oñacinos y los gamboinos. Fruto de esta antigua separación es la existencia de dos iglesias en Ea, pertenecientes a cada uno de ellos. En el siglo XIX el puerto se unió a estos barrios (Bedarona y Natxitua), estableciéndose la municipalidad en él y pasándose a llamar sólo Ea.  



Hoy en día, las casas de Ea siguen situándose junto a este río formando dos calles paralelas y contando con cuatro puentes que las unen. Puedes recorrer una de ellas hasta llegar a su pequeño pueblo y a su playa, que sólo se ve cuando la marea está baja, y volver por la otra calle.  Las casas de los primeros pescadores se han perdido, y las que quedan son de mediados del siglo XVIII como lo indican las fechas grabadas en sus dinteles: Casa Urrutia, de 1774; Casa Abaitua, Etxeandi, Casa de Bedarona, de 1790. Son más abundantes las del Siglo XIX, como la Casa Zabala de 1807.



A lo largo de este agradable paseo por sus estrechitas calles te encontrarás con la Iglesia renacentista de Santa María de Jesús, que data de 1725, y la de San Juan Bautista, separadas por un puente. Además, el municipio cuenta con otras dos más: la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación, en el barrio de Natxitua, y la de San Pedro, en Bedarona.


En el paseo de la Tala verás el Belletxe, la construcción más característica de Ea. Está realizada en madera y sujetada por grandes pilares de piedra y era utilizado para guardar los aparejos de pesca. El Belletxe y el puente medieval de Ea son los grandes símbolos del municipio y por eso aparecen en su escudo.

Una vez llegado al puerto puedes caminar hasta una atalaya en la que verás la Ermita de Talako Ama, lugar donde los marineros ofrecían sus exvotos antes de hacerse a la mar.

Cuando la bajamar lo permita, también podrás disfrutar del enclave de Ogella, una cala de piedra de gran riqueza ambiental y en la que está presente el alga endémica Mucus Chalonii.

Para completar tu visita a Ea, puedes hacer alguna de las rutas de senderismo que parten desde este municipio, como el Sendero de las Letanías, de unos 5 km de longitud.