El pasado de
Lequeitio está unido a las ballenas, tal y como reza en su escudo “A los horrendos
cetáceos sometió”, y en el que también aparece una ballenera tripulada y con
arpones dando alcance a uno de estos animales con su cría. Aunque hace tiempo que
en Lequeitio no se cazan ballenas, su puerto sigue siendo un lugar importante para
los pescadores. La actividad pesquera fue tan grande que estaba regulada y
controlada por la Cofradía de pescadores, en la que tenían derecho de elegir un
alcalde que ejercía junto al alcalde elegido por el pueblo. Incluso tres de sus
marineros acompañaron a Colón en su viaje al Nuevo Mundo.
Para comenzar
tu visita, el coche lo puedes dejar en los aparcamientos que hay a la entrada
del pueblo y seguir desde allí caminando hacia el centro dando un bonito paseo
mientras disfrutas de las vistas de la arquitectura marinera vasca. Su casco
urbano conserva aún la traza medieval y se organiza en torno a la calle
Arranegi Kalea, que desemboca en la Plaza Arranegiko Zabala, donde se vende el
pescado.
Qué ver en Lequeitio en un día
1. El puerto: sus
estrechitas casas con coloridos balcones dan encanto al pueblo. Es una de las
zonas más frecuentadas para irse de pintxos. Los de más fama: los de los bares
Marina y Norai. Aunque el casco antiguo está también lleno de tabernas. Recuerda que el postre típico de Lekeitio es el Goxua, hecho con nata, bizcocho y crema pastelera.
2. La Basílica de
Santa María de la Asunción: un edificio imponente que se ve desde todo el puerto.
Sorprende su envergadura para un pueblo de poco más de 7000 habitantes. Data del
siglo XV y en su interior tiene el tercer mayor retablo gótico flamenco bañado
en oro de España, por detrás del de las catedrales de Sevilla y de Toledo.
3. Edificios singulares: como el
Ayuntamiento, construcción barroca del siglo XVIII, o la Torre Turpin, una de las residencias mejor conservadas de la época de
los Reyes Católicos
4. La Playa de Isuntza: la playa más famosa del municipio está junto al puerto. Desde ella sale el camino de cemento y piedra que te llevará a la isla de San Nicolás sólo cuando esté la marea baja.
5. La Playa de Karraspio: mucho más grande y menos frecuentada, desde ella también es posible acceder a la isla cuando haya bajamar, pero ahora andando directamente por la arena.
6. La isla de San Nicolás (Garraitz): el rincón más fotografiado de Lekeitio y lo que da lugar a su paisaje tan característico. El camino que lleva hasta ella desde la Playa de Isuntza es muy resbaladizo y hay que tener cuidado con controlar las horas a las que la marea empieza a subir. Allí puedes hacer una pequeña ruta de senderismo. Si la marea empieza a subir, sólo podrás esperar a que baje o volver a nado.
7. La desembocadura
del río Lea: el río Lea divide las playas de Isuntza y Karraspio. Cuando la
marea está baja, aparece la Playa Salvaje, un lugar más pequeño y rodeado de
naturaleza.
8. El Faro de
Santa Catalina: en él se encuentra el Centro de Interpretación de las
Tecnologías de Navegación. Para llegar a él puedes hacerlo por un bonito paseo
peatonal que hay junto a la carretera, encima de la Playa de Isuntza. El recorrido,
de unos 1’5 km, ofrece unas vistas maravillosas del mar. Precio: 6€
Cuándo se puede ir a la Isla de San Nicolás (Isla de Garraitz)
A la isla sólo
se puede acceder cuando esté la marea baja. Es entonces cuando aparece un
camino resbaladizo que parte desde la Playa de Isuntza. La otra opción es esperar
un poco más y hacerlo desde la Playa de Karraspio, donde el acceso es mucho más
seguro.
Por lo general
existen dos pleamares y dos bajamares cada 24 horas. Haz caso a los horarios de
las mareas porque, una vez en la isla, la única manera que tienes de volver si
está la mar alta es a nado.
🌅 Horario de las
mareas en Lekeitio: https://tablademareas.com/es/vizcaya/lekeitio