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Rusia: 9 lugares imprescindibles que ver en Vladimir – El Anillo de Oro ruso


A 179 km de Moscú, Vladimir está ubicada a la orilla del río Klyazma. El centro moderno de la ciudad se encuentra en la avenida Bolshaya Moskovskaya, donde están las principales atracciones: cines, teatros, tiendas, restaurantes, bancos… Pero, si caminas por cualquiera de sus paralelas, sobre todo alrededor de la iglesia de San Demetrio, volverás atrás en el tiempo. Aunque, si lo haces mucho, dejarás el mundo rural para adentrarte en unas afueras llenas de fábricas, edificios grises y contaminación.



Qué ver en Vladimir

En Vladimir hay tres monumentos imprescindibles que están incluidos en la lista de
Patrimonio de la Humanidad, junto con el vecino pueblo de Suzdal (a 50 minutos en autobús).

1. Catedral de la Asunción: construida en 1158, fue ampliada posteriormente para que se pareciera a Santa Sofía de Kiev. El resultado fue tan bien acogido que su diseño se utilizó para levantar la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú. En el interior se pueden ver frescos del siglo XII en la pared norte y del siglo XV en las bóvedas. Se puede acceder gratis durante la liturgia por la mañana, pero de 13’00 a 16’30 (cuando abre el museo), hay que pagar entrada (100 rublos). Cierra los lunes.


2. Catedral de San Demetrio: su construcción data del siglo XII y sirvió como iglesia privada para la corte del príncipe, ya que un estrecho pasadizo la comunicaba con el palacio. Dentro hay un pequeño museo que muestra explicaciones de los relieves (aunque muchas de ellas son sólo conjeturas) y frescos. Está abierta de miércoles a lunes, de 11’00 a 17’00.


3. Puerta dorada: en 1160 se construyeron cinco puertas defensivas que guardaban la ciudad. Ésta es la única que hoy queda en pie.  En ella hay un museo militar que exhibe armas y armaduras desde el siglo XIII hasta la Segunda Guerra Mundial, amén de un traje de astronauta de 1970. Cruzando la calle se pueden ver los únicos restos de la antigua muralla.


Otros lugares importantes que no te puedes perder:

4. Monasterio de la Natividad: al este de la Plaza de la Catedral este museo jugó un papel importante para la iglesia ortodoxa rusa de la Edad Media. Desgraciadamente, ninguno de sus edificios originales ha sobrevivido y lo que hoy puedes ver son sus muros y torres del siglo XVIII. Actualmente es la vivienda del Obispo de la región de Vladimir.


5. Museo Palatino (Chambers): este edificio está entre las dos principales catedrales y es conocido como Palaty. En su interior se encuentra el Museo de los niños, una galería de arte y una exposición sobre la historia de la región. Se pueden comprar entradas para todos ellos, o comprar una combinada más barata. Pero lo que de verdad merece la pena es ver su exterior.

6. La Plaza de la Catedral (Sobornaya Ploschad): es el corazón de la ciudad. La corona un monumento de 22 metros de altura que se construyó para conmemorar el 850º aniversario de la fundación de Vladimir. A cada lado del obelisco hay tres estatuas que representan el pasado y el presente. Un guerrero de Rus mira al oeste de la Puerta Dorada, un arquitecto lo hace hacia la Catedral de la Asunción y un trabajador actual mira hacia la parte industrial de la ciudad.



7. Geogievskaya Ulitsa: calle comercial construida en el 2015 a semejanza de las antiguas calles de ladrillo. En ella hay un montón de estatuas del siglo XIX y fuentes. Al final de la calle hay unos bonitos miradores desde los que se obtienen unas impresionantes vistas de la Catedral de la Asunción.



8. Torre del agua: su inusual estilo pseudo-ruso la hacen uno de los monumentos más bonitos de Vladimir. Se construyó en 1868 como parte del sistema de suministro de agua de la ciudad. Hoy alberga una exposición sobre la historia de Vladimir.


9. Iglesia de la Trinidad: se encuentra al lado de la Puerta Dorada. De estilo ecléctico, pero con énfasis en el resurgimiento ruso de principios del XX, hoy aloja un museo de cristales, pinturas en miniatura y bordados. 
                                                                         

Vladimir también está lleno de estatuas a las que bien merece la pena echar un vistazo. Desde personajes tan famosos como Alexander Nevsky, hasta monumentos a los perros o a la galleta de jengibre que se usa para sus famosos dulces: 





👉 Aquí tienes más información sobre los precios y las exposiciones de Suzdal y Vladimir: http://vladmuseum.ru:8085/rus/visit/price.php



Rusia: Cómo llegar desde Moscú a Vladimir y Suzdal


Vladimir está a 180 km de Moscú. La mejor manera de llegar a esta ciudad es cogiendo un tren por la mañana temprano. Te recomiendo que compres los billetes por internet con bastante antelación.

Para comprar los billetes basta con registrarse en su página web, que está en inglés. Te llegará un email para confirmar el alta y ya tendrás tu cuenta online abierta para poder hacer reservas. A continuación, eliges el día, la hora y el tipo de tren que quieres. En función del tren escogido podrás seleccionar también el tipo de asiento de entre los libres que aparecen en el gráfico, igual que en la página de Renfe.

Para finalizar, te pedirán rellenar los datos de los pasajeros, confirmas la información de la reserva y la pagas con la tarjeta de crédito. Una vez pagados, te presentará los billetes para que los imprimas. Cuidado, para que todo sea correcto no puedes usar acentos en todo el formulario, ni siquiera al escribir tus datos personales.

Cuando llegues a la estación, basta con enseñar el billete de tren y tu visado para que te dejen montar.



Los trenes que tienes que reservar son los que van dirección a Nizhni Novgorod (la línea con la que se inicia el Transiberiano). Los más interesantes son los de alta velocidad Strizh y Lastochka: 
  • El tren Strizh: tarda 1’39 h en llegar a Vladimir. Sale a las 07’15 y a las 11’00.
  • El tren Lastochka: tarda 1’45 h. Sale a las 07’15 y a las 09’30.
  • 7094M: sale a las 7’21 y tarda 2’46 h.
  • 6994: sale a las 8’05 y tarda 3’35 h.
Para la vuelta tienes:
  • El tren Strizh: sale a las 17’59, a las 20’55 y a las 22’17. Tarda 1’41 h.
  • El tren Lastochka: sale a las 20’15 y tarda 1’45 h.
  • 145Y: sale a las 18’25 y tarda 3’10 h.
  • 6695: sale a las 18’42 y tarda 3’31 h.
Los trenes salen desde la estación de Kurskaya en Moscú. http://kursky.dzvr.ru/en/




Cómo ir a Suzdal

Desde la estación de trenes de Vladimir, basta con cruzar la carretera para encontrarte con la estación de autobuses. Allí tendrás que subir las escaleras para llegar a las ventanillas y comprar directamente en ellas el billete para Suzdal. Los autobuses pasan cada 20 minutos. Los tickets van con los asientos numerados y cuestan unos 100 rublos por persona.

Suzdal se encuentra a 35 km de Vladimir. El autobús para en la estación de autobuses de Suzdal, que está a las afueras del pueblo. Parece ser que si no te bajas del autobús, el conductor te pedirá pagar un suplemento por llevarte en autobús hasta el centro del pueblo, pero en mi caso no fue así.


Desde la estación de autobuses, puedes coger un taxi, aunque yo recomiendo que sigas un caminito que sale a la izquierda y vayas paseando y disfrutando del paisaje y de las casitas. Tardarás unos 15 – 20 minutos en llegar.


La vuelta la puedes hacer del mismo modo. Llegas a la estación de Suzdal, compras el ticket, te montas y vuelves a Vladimir. En Vladimir puedes quedarte a ver la ciudad y luego coger el tren de vuelta.

Yo cogí un tren Lastochka y llegué a Vladimir a las 8’54. En 2ª clase me costó 693 rublos. 

Ya en Vladimir, me fui directamente a coger el autobús y en menos de una hora estaba en Suzdal. Dediqué unas 3 – 4 horas a visitar lo más representativo y volví a Vladimir. Allí estuve visitando la ciudad hasta las 17’59 que salía mi tren Strizh hacia Moscú. Llegué a las 19’40 y me costó 766 Rublos el billete.




Los trenes que cogí fueron iguales que en España. De hecho, eran Talgo. Muy cómodos, puntuales y limpios. Los autobuses, en cambio, estaban hechos polvo. Había gente que viajaba de pie y estaban muy sucios y viejos. 

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La capital de Rusia, a pesar de ser muy visitada, es mucho más soviética y tiene un ambiente menos cosmopolita y europeo que San Petersburgo. Aunque es enorme, sus principales atractivos se pueden visitar en unos tres días y dedicar el resto de nuestra estancia a realizar visitas a otros lugares interesantes cercanos del Anillo de Oro, como las ciudades Patrimonio de la Humanidad: Vladimir y Suzdal.

La ciudad es un caos para conducir, sus carreteras están muy masificadas y la contaminación asusta. Por ello, te aconsejo que uses el metro o el tren siempre que puedas.

Aquí te dejo lo que para mí es lo más importante de Moscú. Yo dediqué a la ciudad 3 días y el cuarto lo pasé en el Anillo de Oro.

Qué hacer en Moscú




1. Pasar una mañana dando vueltas por el Kremlin: la gran fortaleza del país sigue siendo el símbolo del gobierno de Rusia. Hoy alberga cuatro catedrales y cuatro palacios rodeados por una gran muralla del siglo XII. Esta antigua residencia de zares actualmente sirve como sede del museo ruso más famoso, la Armería y por ser el lugar de trabajo de Putin.

Las colas son enormes. Las entradas se pueden comprar por internet (con una antelación máxima de 14 días) o en la taquilla. Precio de la Armería: 700 rublos. Precio para entrar a la Plaza de las Catedrales del Kremlin: 500 rublos. Horario: las taquillas abren desde las 9’00 hasta las 16’30. Cierra los jueves. Si queréis visitar también el fondo de diamantes, la entrada la tendrás que comprar allí mismo, aparte. 


2. Pasear por la Plaza Roja: justo al lado del Kremlin verás colas larguísimas para entrar al Mausoleo de Lenin en plena plaza. En ella también se alzan las catedrales de Kazán y de San Basilio, y las lujosas galerías GUM. En los alrededores también podrás ver la Tumba al Soldado Desconocido y la Plaza de la Revolución, presidida por un enorme Four Season Hotel. 


3. Visitar la Catedral de San Basilio: según la leyenda, el zar Iván el Terrible dejó ciego al arquitecto al que mandó construir la catedral para que nunca hiciera otra construcción que la superara en belleza. Hoy se ha convertido en el símbolo de Moscú y se pueden visitar sus nueve capillas y su campanario. Las entradas se pueden comprar allí mismo y su precio es de 500 rublos. La visita es bastante rápida.


4. Comprar algo caro en las Galerías GUM: este lujoso centro comercial comenzó su andadura en 1890. A pesar de haber sido privatizado y de que dentro sólo hay marcas caras, hoy está lleno de turistas curiosos, con ropa de turista y haciendo miles de fotos.


5. Comprar algo barato en el mercado de Izmailovo: nada más que para ver su original arquitectura ya merece la pena la visita. Está algo alejado del centro, por lo que es necesario que cojas el metro (Línea 3) hasta la parada de Partizanskaya. Aquí tendrás la oportunidad de hincharte a comprar souvenirs rusos a precios baratísimos. En los puestos se puede regatear y, en muchos de ellos, hablan español. 


6. Hacer un tour por el metro más elegante del mundo: con una longitud de 400 km, el metro de Moscú es el metro del mundo con mayor densidad de pasajeros en el que cada año se mueven unos 2450 millones de personas. Tiene 14 líneas y 243 estaciones. Algunas de ellas son preciosas. No pierdas la oportunidad de pasearos por el Palacio del Pueblo disfrutando de estaciones como la de Komsomolskaya, Krasnye Vorota o Mayakovskaya. 


7. Comer como en el siglo XIX en el Café Pushkin: uno de los lugares más elegantes para comer en Moscú es el famoso Café Pushkin. Cuando entras en él, parece que has viajado atrás en el tiempo. La decoración, la elegancia de su personal, la música, los colores… todo. Los camareros visten de época y sirven las mesas siguiendo las más estrictas normas de protocolo.  


8. Comer como en una piña debajo del mar en el Krusty Krab: en pleno centro de Moscú encontré esta joyita. Pasaría desapercibido en medio de la calle peatonal Arbat, si no fuera por las figuras que hay en la terraza para que la gente se haga fotos con ellas. Todos los camareros van vestidos de Bob Esponja y la comida está buenísima. 


9. Asistir a una obra en el Bolshoi: fundado en 1776, es el segundo teatro más grande de Europa. Existen tours guiados por el interior del edificio, pero lo más auténtico es poder disfrutar de un buen espectáculo de ballet sentado en una de sus elegantes sillas. Las entradas las puedes comprar por internet, aunque con mucha antelación para que no se agoten y para que te salgan más baratas.  


10. Disfrutar de la naturaleza en Kolómenskoye Park: este enorme parque al sur de Moscú, contiene varios museos, iglesias y el palacio de verano del zar Mijailovich. Es un lugar ideal para relajarse paseando entre sus cuidados árboles. Si tienes suerte, es muy normal que allí se celebren ferias, espectáculos y eventos en los que podrás aprender mucho más de Rusia. 


11. Aprender a usar un samovar en una Dacha: la dacha es una casa de campo perteneciente a una familia urbana, pero que se usa durante los festivos y los fines de semana. Las de Moscú fueron dadas a las familias durante la época de la URSS para que plantaran alimentos y no se murieran de hambre, aunque muchos de estos alimentos debían ser devueltos al gobierno. Hoy se han convertido en pequeñas casitas de campo, un refugio antiestrés en el que las familias se dedican a sus hobbies favoritos, como la jardinería. En la Soviet Dacha, Irina y su familia te muestran su casa y conocerás los secretos de cómo se realiza un buen samovar para disfrutar de una tarde de té en familia.
Precio: 2250 Rublos, con transporte desde y hacia la estación del metro más cercana, té y dulces incluidos. 



12. Hacer una visita cercana por el Anillo de Oro: el Anillo de Oro es una zona turística que incluye 20 ciudades al noreste de Moscú. Algunas están bastante cerca como para ir y volver en el mismo día. Siendo verdaderos museos al aire libre, estas villas medievales guardan la memoria de los acontecimientos más importantes de la historia rusa. Las catedrales, iglesias, conventos, monasterios y museos de bellas artes resultan asombrosos por su esplendor y son testimonio de la riqueza del patrimonio ruso.