Bajo impresionantes pinos y tejos, aparece el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila, un conjunto de lagos formados en unos circos glaciares rodeados de montañas de más de 2.000 metros de altura al sur de la Sierra de la Demanda. Todas ellas llevan su agua a la cuenca del Ebro a través del río Paúl Grande, que recoge el sobrante de sus aguas.
Muchas
familias y senderistas acuden a la zona para visitar los lagos cercanos al
aparcamiento, como la Laguna de los Patos o la Laguna Larga. Sin embargo, el sendero
del Alto de la Campiña es uno de los más completos si quieres aprovechar el
tiempo y tener una visión de la mayoría de las lagunas principales que componen
el parque. Aunque, a pesar de ser corto, tiene bastante desnivel en algunas
zonas y la vuelta por el cortafuegos se hace bastante exigente. Otra opción es
hacerlo en sentido inverso para que ese tramo no se haga tan pesado. Pero, aún
así, te encontrarás con otros lugares con bastante desnivel.
Junto al aparcamiento hay un cartel informativo que indica el comienzo de la ruta. La senda empieza justo detrás del cartel, un camino estrecho, cuesta arriba, bajo unos frondosos pinos.
Pronto el
pinar se va volviendo menos espeso y va dejando paso a improvisados miradores
desde donde puedes ir ya apreciando las vistas de la Laguna de los Patos y la Laguna
Brava, ambas situadas en el circo del Contadero. Muy cerca también está la
Laguna de las Pardillas, pero en verano suele estar casi seca.
Esta
panorámica no te abandona en todo tu camino hacia el Alto de la Campiña.
Conforme vas subiendo hacia él por el cordal todas las sombras desaparecen.
Pronto habrás
llegado al Alto de la Campiña, con sus 2.004 metros altura. A tus pies
descansan la Laguna Negra y la Laguna Larga. Ambas se encuentran en un circo
glaciar formado por una semicircunferencia de más de 3.000 metros de longitud
protegida por una gran pared de roca que supera los 150 metros de altura. Esto
las hace las lagunas más altas de todo el parque. Las vistas son
impresionantes.
La Laguna
Larga tiene una turbera flotante, única en España, y que suele estar varada en una
de sus orillas. Su vulnerabilidad es tal que está prohibido el acceso.
Cuenta la
leyenda que la Laguna Negra se tragó a la tía de los Siete Infantes de Lara,
Doña Lambra, quien los traicionó e ideó su muerte.
Un poco más
abajo, formando parte de este circo glaciar también, está la Laguna Corta.
Aunque en verano suele estar seca.
El sendero a veces se difumina entre la vegetación, pero no tiene pérdida. Tan sólo tienes que tener siempre presente la vista de estas lagunas a tu derecha y seguir recto por el cordal rodeándolas.
Siguiendo por
el borde verás una señal que debes seguir hacia la Laguna de la Cascada, a 2,5
km.
El sendero comienza
a intuirse hacia la izquierda, donde pronto verás la señal hacia la Laguna de la
Cascada por la senda de los Tejos, a 2,2 km. Aquí comienza un gran tramo de suave
descenso con pocas sombras.
Siguiendo las
indicaciones hacia la Senda de los Tejos, tendrás que bajar por un cortafuegos
bastante pronunciado y que se escurre. Yo prácticamente lo hice corriendo para
evitar caerme cada dos por tres. La gente que hace esta ruta al revés tiene
aquí su principal escollo: subir el cortafuegos. Yo preferí bajarlo.
Acabado el
cortafuegos, comienza otro tramo de bajada. Pero esta vez es mucho más suave y
empedrado, que se va llenando poco a poco de una frondosa vegetación por el Paseo de Los Tejos. Aquí es donde mayor diversidad de árboles podrás ver: pinos
silvestres, hayas, tejos, acebos…
A la derecha
ya te puedes acercar hacia la Laguna de la Cascada, la que está a más baja cota
del parque, a 1.690 metros de altitud. Cuando las otras lagunas del circo de la
Campiña rebosan, sus aguas caen en forma de cascada hacia otro circo que hay
inmediatamente debajo, en cuya base está esta laguna.
Cerca de la
Laguna de la Cascada (cascada que cuando yo fui estaba seca) se encuentra la
famosa Cueva de los Potros, donde dicen que se refugió el guerrillero Cura
Merino durante la Guerra de la Independencia cuando huía de los franceses.
Un poco más
adelante te sorprenderá un refugio con forma piramidal y tendrás una mejor
visión de la Laguna de la Cascada.
Siguiendo las
indicaciones hacia el Aparcamiento de Peña Aguda (a 1’7 km), dejarás el sendero
de lado para llegar a la amplia pista forestal de Rozamientos.
Desgraciadamente,
el llano de esta pista tan sencilla lo abandonarás en poco tiempo. A la derecha
sale un desvío señalizado hasta el aparcamiento. Después de ir tan alegremente
por el llano, el camino para el empuje final aparece poco atrayente. Para mí
este tramo fue el peor, parecía que la cuesta no se acababa nunca.
El sendero es
muy estrechito y empedrado y no para de subir y subir, hasta que por fin ves el
aparcamiento.
Después de
descansar un rato junto al coche, si te has quedado con ganas de más, puedes
hacer un cómodo paseo hasta la base de la cercana Laguna de los Patos. Está muy
cerquita del aparcamiento y el camino es muy llano. Un poco más adelante, el
camino llega hasta la base de la Laguna Brava (pero yo no tuve más ganas de seguir
andando 😅).
🏃 Llévate un buen calzado, agua y protección solar.
🏃 Longitud: 8,5 km.
🏃 Dificultad: moderada.
🏃 Duración: casi 3 horas.
🏃 Recorrido circular señalizado con PR.
🏃 Bastante desnivel en algunos tramos.
🌲 Otros lugares por la Sierra de la Demanda 🌲
Monasterio de San Pedro de Arlanza