La segunda etapa del Camino de Santiago francés
a su paso por Galicia, parte de Triacastela. Su nombre podría provenir de “Tres
castros”: Triacastela, Lagares y San Adrián, aunque también podría deberse a los
tres castillos que se dice había en la zona y de los que hoy no se conservan
nada.
Rodeada de valles y vegas, este Concejo está
compuesto de ocho parroquias, con sus correspondientes núcleos poblacionales y
aldeas.
Ya con Alfonso IX la localidad muestra su
importancia al serle concedidas diversas dispensas consolidándose como núcleo
importante del Camino de Santiago, mencionándose incluso en el Codice
Calixtino. Fernando III el Santo reunió en Triacastela a los concejos de
Galicia y también se tiene constancia de la visita de los Reyes Católicos y de
Felipe II a tan importante villa.
Hoy Triacastela está llena de albergues y pensiones,
hay varios bares y restaurantes (sobre todo en la Rúa Peregrino y su prolongación) y dos supermercados en los que comprar
mini-tartas de Santiago. Su albergue público, muy bien integrado en el paisaje,
ha recibido varios premios de arquitectura.
Qué ver en Triacastela
1. El castaño centenario de Ramil: justo antes
de llegar a Triacasela, encontrarás la pedanía de Ramil. Allí saluda a los
peregrinos un gran castaño de más de ochocientos años.
2. La Iglesia de Santiago de Triacastela: de
origen románico y de estilo barroco, con un curioso cementerio a la entrada.
3. El Mesón del Peregrino: cercano a la
iglesia, data del siglo XVI y se le conoce como Casa de Aira.
4. La Casa da Ponte: antigua herrería de la
localidad. Se encuentra al lado de la carretera, siguiendo el camino por San Xil.
5. La Casa Pedreira: un antiguo hospital del
que ya se tenía noticia en la época de Alfonso IX.
6. La Antigua Cárcel: de la que quedan dos habitaciones.
7. La Casa del Concello: tiene una inscripción
en la puerta de 1528.
8. El Monumento al Peregrino: se encuentra al lado
del albergue público y despide al peregrino a su salida del pueblo.