Todos los años me gusta hacer
al menos una ruta con raquetas de nieve por la sierra de Madrid, pero siempre
está la pereza de tenerme que levantar muy, muy temprano para no pillar atasco
y, si es en Navacerrada, para que el parking no esté lleno y me tenga que dar
media vuelta con todo ya contratado. El año pasado solucioné este problema haciendo
una ruta de raquetas nocturnas que estuvo bastante bien. Este año decidí
quedarme a dormir allí el sábado para poder hacer la actividad por la mañana.
Al ser el Puerto de Navacerrada tan pequeño, hay poca oferta. Y la que hay, en
temporada alta es bastante cara.
Hablé por teléfono con la
empresa Multiaventura Buendía y les pregunté que qué me sugerían. Me ofrecieron
un pack que incluía la actividad, más la estancia con media pensión en el Hotel
Pasadoiro. Me pareció la oferta más barata de las que vi y la contraté.
El sábado por la mañana
estuve aprovechando para pasear por Navacerrada pueblo y para hacer la ruta de
senderismo del Embalse de Navacerrada, que rodea todo el pantano. Y ya por la
tarde, sin problemas de parking, llegué al hotel.
El hotel es bastante antiguo,
pero me pareció muy acogedor. Con la calidez típica de las casas rurales en
invierno. Su decoración era bonita, aunque como digo, algo anticuada. Salí del
gentío que se agolpaba en la zona de recepción y subí las escaleras de madera, enmoquetadas.
El crujir me recordaba a las casas antiguas.
Lo primero que me llamó la
atención de la habitación fue la puerta, que estaba acolchada. Supongo que será
para aislar mejor. Lo segundo, fue encontrarme el servicio con ventana que daba
a la propia habitación. Lo tercero, las vistas tan increíbles con todo el
paisaje nevado.
Después de descansar un poco,
salí a disfrutar de la nieve hasta que anocheciera. Porque una vez echada la
noche, el Puerto de Navacerrada se queda muerto. De luz sólo quedan algunas
farolas y no hay nada más que hacer. Así que volví al restaurante para tomarme
un chocolate caliente.
Al otro lado de la recepción
había una sala con chimenea, sofás y un billar para pasar la tarde.
Por la noche, con la media
pensión tuve una cena agradable. Había muchísimas mesas llenas y es que el
hotel estaba completo. Lo mejor de todo fue la sopa castellana. Y encontrarme
con que había nevado tanto que así se veía ya por la ventana.
Al día siguiente el hotel
parecía un hervidero. Estaba lleno de gente esperando para la salida de
distintas actividades, como la mía, guías buscando a sus grupos por todo el
restaurante, gente que venía sola y se paraba allí a desayunar… Menos mal que
mi mesa estaba estaba reservada por haberme alojado con ellos. Si no, no
hubiera podido coger un sitio. El desayuno sí que me decepcionó un poco, fue
muy escaso. El zumo de naranja no era natural y las tostadas eran rebanaditas
de pan de barra. Porque me incluía en la media pensión, si no, lo hubiera
considerado bastante caro.
En general, la experiencia no
fue mala. Dentro, el ambiente fue muy agradable, muy calentito y acogedor, y cumplió su función de servir de base para hacer la ruta de raquetas
de nieve. Además de contar con levantarte y encontrarte con todo así:
HOTEL PASADOIRO
Carretera M-601, 6
Puerto de Navacerrada, Madrid
Teléfono: 918 521 427
www.pasadoiro.com