1. Albergues: no todos los albergues son iguales.
Varían mucho en cuando a los servicios que ofertan y la calidad de los mismos. Desde
los que estás durmiendo en habitaciones antiguas llenas de literas, que parece
que estás en un hospital de guerra, hasta los que cuentan con
cargadores usb en los cabeceros de la litera para cargar el móvil mientras
duermes.
Ventajas:
● Para mí fue lo mejor del camino. Te sientes
un auténtico peregrino y convives con otras personas compartiendo tus historias. Se llegan a hacer verdaderos amigos en estos albergues y te das
cuenta de que siempre hay alguien que tiene algo en común contigo. Se aprende
mucho. Además, los precios son baratísimos.
● Los albergues no son lujosos, pero tienen los
servicios básicos y pueden cumplir su función perfectamente.
● Algunos tienen una sala de estar y/o comedor en
el que puedes descansar mientras hablas con otros peregrinos. También pueden
tener cocina para compartir, chimenea, lavadoras y secadoras…
Desventajas:
● Al estar conviviendo con gente, puede que algunos
no sean todo lo educados que quisieras (que no se duchen, que no cumplan con
las normas…). Los ronquidos también son un problema, pero se soluciona llevando
tapones.
● En muchos de ellos no hay lavandería, pero
siempre hay un lavadero y un tendedero que puede hacer el apaño.
Horarios:
● La hora de cierre está fijada, normalmente las 22’00.
No se puede acceder al albergue más tarde (esto también es una ventaja, para
poder descansar mejor).
● La hora de salida está fijada, normalmente las
11’00. Más tarde no te dejan estar en la habitación.
● Lo normal es que la gente se acueste entre las
21’00 y las 22’00; y se levante entre las 5’00 y las 6’00. Con el ruido de los
demás levantándose, dándole a la luz y haciendo su mochila, tú también acabarás
levantándote a esa hora y, por consiguiente, acostándote reventado a las 21’00.
a) Albergues municipales: son los más baratos
(unos 6€ por noche). Los servicios son muy, muy básicos y el espacio entre
literas es ínfimo. No he estado durmiendo en ninguno de ellos, pero sí que los
he visto por dentro cuando visitaba a gente que conocía en el Camino y, la
verdad, no me gustaron nada. En uno de ellos, incluso hubo jaleo porque venía
gente borracha y nadie les regañaba. Obviamente, con esto no quiero decir que todos sean así.
Puntos positivos:
● Son muy baratos.
Puntos negativos:
● Muy básicos.
● Mucha gente agrupada por habitación.
● No se pueden reservar. Es como ir siempre rápido,
con agobio, caminando por el Camino, sin disfrutarlo porque no quieres quedarte
sin plaza. El que primero llegue se la queda y hay muchas colas en temporada
alta.
● La gente que me encontré estaba muy enfadada porque, a pesar de
que no se pueden reservar, este año sí que estaban reservando para grandes
grupos y estaba todo lleno de escolares y excursiones que les “quitaban la
plaza” a los que se mataban andando rápido por llegar y pillar cama.
b) Albergues privados:
Puntos positivos:
● El precio: lo normal es que cuesten entre 10 y 15€ la cama
en litera, pero muchos de sus servicios son mejores. (Ojo, no siempre).
● Las literas cuentan con ropa de cama en muchos
sitios (mejor preguntar antes), aunque sean sábanas de papel. Esto te aligera
peso, al no tener que llevar saco de dormir o fundas de almohada si eliges muy bien tus albergues.
Puntos negativos:
● A pesar de tener todos mis albergues reservados
y pagados con antelación, me encontré con varias noches en las que no tenían
plaza. Cuando llegaba, se asombraban de ver mi nombre y me tenían esperando en
la recepción un montón de rato mientras arreglaban la situación. Cuando estás
harta de andar, con la mochila a cuestas, no tienes ganas de esta
incertidumbre. En todos los casos acabaron mandándome a una habitación privada
en una pensión. Esto está bien por el upgrade, pero está mal si quieres compartir
tu camino con la gente con la que has reservado los albergues. Parecía haber
más desorganización, cuanto más me acercaba a Santiago. No quiero generalizar, pero tuve "mala" suerte - o buena, según se mire 😀
c) Albergues parroquiales:
Puntos positivos:
● Son baratos. Suelen pedir un donativo.
● Su personal (normalmente voluntario) es
realmente hospitalario.
Puntos negativos:
● Excesivamente básicos.
● Se llenan muy pronto.
2. Hoteles, casas rurales, hostales y pensiones:
ideales para descansar en condiciones y tener más privacidad. Lo que suele
hacer la gente es contratar este tipo de alojamientos puntualmente e ir alternándolos
con los albergues. De vez en cuando, no vienen mal.
Puntos positivos:
● Más tranquilidad.
● Mejor descanso.
Puntos negativos:
● Pierdes la conexión con la gente, sobre todo en
los hoteles.
● Son más caros.
● Algunos tienen más encanto, como las casas
rurales.
● Los servicios, como el de lavandería o los
desayunos, suelen ser más caros.
Mi experiencia: De todos los alojamientos que visité, yo me
quedo con los albergues privados, aunque contratando de vez en cuando una
habitación privada con baño en un hostal barato. Así, tienes la experiencia del
peregrino, convives con otra gente y haces amigos, aprendes de los demás, y te
puedes dar un caprichillo a veces.