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China: Día 23 – Pekín: Visitando Bei Hai y el Mercado de la Seda


Después de descansar un poco en el hotel fui a Bei Hai. Quería aprovechar lo poco que me quedaba en China, pero no tenía ya muchas fuerzas después de tantos días sin parar…

Bei Hai - Beihai Gongyouan - Palacio de invierno

Construido hace más de 800 años es el jardín imperial más antiguo del mundo. Además de un enorme lago, el complejo tiene varios pabellones y templos. Lo más característico es su dagoba blanca, situada en una isla en medio del lago, la Isla de las Hortensias.



Los puntos más interesantes son:
▪  
Dagoba Blanca: s
e construyó para celebrar la visita del dalai Lama a Pekín en 1651. Con sus 67 metros de altura, es impresinante. Pero, si quieres subir, hay que pagar aparte. Se llega a ella cruzando el Puente de la Tranquilidad o alquilando unas barcas.
 
▪  
Hao Pu Creek (Haopujian) Garden:
 cruzando el Puente Zhishan puedes ir al este y disfrutar de un montón de jardines y estudios. 
▪  
El Muro de los Nueve Dragones: a
unque hay tres de su tipo (en Datong, en la Ciudad Prohibida y en Beihai), éste es el único que tiene tallados los 9 dragones por ambas caras. 
▪  
Circular City: c
on un amplio compendio de edificios y templos.


Cómo llegar a Beihai:

🚇   Metro: Línea 4 con parada en Ping'anli Station. Salida southeast y caminar por Dianmen Xi Dajie durante unos 20 minutos hasta llegar a la puerta norte.

🚌  Autobuses: 5, Zhuan 1, Zhuan 2, 109, 124, 202, 211, 614, 619, 685 o Trolley Bus 101, 103, hasta Beihai Park Station.

🚌  Autobuses:  13, 42, 90 Inner Line, 90 Outer Line, 612, 623, 609, 701, o Trolley Bus 107, 111, 118, 204 Inner Line y 204 Outer Line hasta Beihai Beimen Station.

💴   Tickets: 20 yuanes. Si se quieres visitar la dagoba, Qionghua Cave and Shanyin Hall, hay que pagar aparte en la entrada de cada edificio, aunque no merece mucho la pena.

El Mercado de la Seda - Silk Market - Xiushui Street

Desde Beihai cogí el metro para llegar al famoso Mercado de la Seda e hincharme a hacer compras. Es el mercado chino más visitado por los extranjeros y se pueden encontrar verdaderas gangas.

Eso sí: hay que regatear, regatear y regatear. Normalmente ofrece un tercio de lo que te estén pidiendo y no des mucho más.

Es el sitio donde más chinos había hablando español. Se pueden comunicar perfectamente en nuestra lengua y cuando ven que eres español, dicen: “Español, crisis, bueno y barato para ti.” Es asombroso.

Aquí podrás encontrar de todo y falsificaciones de primera. Durante todo el viaje me estuve preguntando cómo era posible que todos los chinos que veía tenían unos modelos de móviles impresionantes, muy caros.

Allí lo supe: los móviles son exactamente iguales por delante. Todo perfecto. Pero, por detrás, en vez de Samsung, pone sansung o algo parecido. Aunque, no hay problema: ellos mismos te venden la tapa de atrás o una carcasa súperchula para que no se vea la marca falsificada. Y el pego lo dan.

Normalmente dicen que muchas cosas que compras en el mercado de las falsificaciones, no suelen llegar vivas al hotel: se rompen antes. Yo conseguí el record: el reloj que compré dejó de funcionar justo al bajar una planta del edificio. Y es que lo barato a veces… Pero se pasa bien regateando.

Cómo llegar al Mercado de la seda de Pekín:

🚇   Metro: Línea 1 con parada en Yonganli.

🚌  Autobuses: 1, 4, 9, 28, 37, 43, 120, 126, 205, 639, 640, 668, 673, 728, 729, 802, 810 con parada en Yonganli Stop

🕑  Horario: de 9’30 a 21’00 

China: Día 22 – Datong: Cómo llegar a las Cuevas de Yungang 云冈石窟


Para terminar, desde Henshan comenzamos el descenso para llegar a las Yungang Caves, a una hora y media, dos horas.

A 16 km de Datong hay 53 grutas excavadas en la montaña en el año 460. Se dice que más de 1500 esculturas han sido robadas, pero las más de 51.000 que quedan no dejan indiferente a nadie.

La entrada comienza por un macrocomplejo donde hay que atravesar un hall en el que hay servicios, un pasillo con templos, tiendas de recuerdos y de dulces típicos, un museo y un parque con lagos. Es bastante bonito.




●  Las grutas 1, 2, 3 y 4 no tienen mucha importancia porque están muy deterioradas.
●  En la gruta 5 hay una estatua de Buda de 17 metros.
●  La número 6 es la de Sakyamuni, con un pilar de 5 metros en cuyas caras hay más de 20 esculturas que describen su vida. Las paredes están llenas de budas y geneicillos esculpidos.
●  El techo de la gruta 12 está lleno de hadas bailando y músicos.
●  Las grutas del oeste, de la 16 a la 20, son las más antiguas. En la 18 hay un gran Buda en cuyo vestido se han esculpido más de 1000 budas pequeños.





Las grutas de Yungang son, junto con  las de Longmen (que las hicieron los mismos – los Wei del Norte), el mayor grupo de grutas conservado en el país. En el 2001 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad. Son impresionantes.



Desde las cuevas, nos devolvieron al hotel. Allí cogí las mochilas de la consigna y me pillé un taxi a la estación. Me esperaba mi último tren nocturno: vuelta a Pekín.  

Cómo llegar a las Cuevas de Yungang 

🚌  Autobús: coged el número 4 en la estación de tren, Datong Railway Station 大同站 y bajad en Xin Kai Li 新开. Allí coged el autobús 3-1 que os lleva directamente a la entrada de las cuevas.

🚕  Taxi: suele costar unos 50 yuanes.

💴   Tickets: 120 yuanes.

🕑   Horario: de 8’30 a 17’00

China: Día 22 – Datong: Visitando Henshan 恒山, la montaña sagrada


Después de ver el Monasterio Colgante, nos subieron en el autobús para continuar nuestro viaje por una carretera de montaña y disfrutar de todo el paisaje de Henshan.

Henshan es una de las 5 montañas sagradas del Taoísmo (Wu Yue) en China. Se encuentra a 62 km de Datong.

La entrada a la montaña cuesta 20 yuanes, que incluye la subida en minibús hasta donde empieza el camino para subir andando hacia la zona de los templos. Pero, los templos cuestan unos 55 yuanes. También hay un teleférico por 30 yuanes la ida, 25 yuanes la vuelta y 45 la ida y vuelta. 

Como llegué tan tarde allí, la cola para el teleférico era enorme, así que los chinos que iban conmigo se quejaron y decidieron subir andando hasta donde pudieran y que les devolvieran la parte del dinero que costaba el ticket. Yo me fui con ellos, pero no entré en ninguno de los templos.


La subida es muy dura. Yo llegué hasta la mitad porque tenía miedo de perder a los chinos y que me dejaran tirada allí y no saber volver (después de lo de Kunming, ya había aprendido la lección). Así que llegué hasta donde ellos. Eso sí, las vistas eran maravillosas.


Cuando bajamos, nos volvieron a subir a la furgoneta y nos fuimos a uno de los restaurantes más cutres en los que he estado con visitas organizadas (hombre, no tanto como la chabola de Guilin). La comida estaba fría, los platos sucios, hasta los palillos estaban sucios. Menos mal que yo seguía llevando los cubiertos de plástico del avión. Aun así, ni los chinos comieron. Tan sólo comí un poquito de arroz, no me fiaba, porque si los chinos estaban poniendo mala cara ante los platos… y encima veía cómo sobraba muchísima comida de las mesas… algo me decía que la comida estaba fría porque lo que le sobraba a uno se lo encasquetaban al siguiente como si nada, sin recalentarlo ni ná.


China: Día 22 – Datong: Cómo es la visita a Xuankong (El Monasterio colgante)


Quedé en el hotel de Datong a las 8 con el guía. Con él y un grupo de turistas iba a visitar Xuankong, Henshan y las Grutas de Yungang. El guía nos montó en una furgoneta y salimos a recoger a los demás viajeros a sus hoteles. Había 10 plazas y cada vez que iba a un hotel se ponía discutir sobre los precios. No se ponían de acuerdo, porque en China se timan hasta a ellos mismos y no hay precios pactados de casi nada.

En la furgoneta íbamos con tres franceses, todos los demás eran chinos. Y a los pobres franceses les habían clavado el triple que a mí!!! Además, vino con nosotros una china gorda con su hijo. Las únicas plazas que quedaban eran sentadas al lado de los franceses. Se enfarrucó y no hubo manera. Le chilló al guía y armó la de Dios, porque no quería sentarse con occidentales. Al final, decidió ir sentada en el asiento del copiloto con el niño, de unos diez años, en sus piernas, para que no se tuviera que mezclar con nosotros. Increíble el racismo que nos encontramos a veces. La copiloto, que hacía de guía, tuvo que aguantarse y sentarse a nuestro lado.



Entre todos estos líos y los manejos de dinero pallá y pacá, salimos a las tantas porque nos tiramos 3 horas haciendo acuerdos.

Xuankong 悬空寺
 The Hanging Monastery 

Nuestra primera parada fue el Templo Colgante. Esta maravilla está a los pies del monte de Henshan y a 65 km de Datong.


Construido en el 491, se ha mantenido colgando de la montaña más de 1400 años. Es un ingenio arquitectónico que junta el budismo, el taoísmo y el confucianismo. Dentro, hay esculturas de Sakyamuni, Confucio y Laotzu juntos, algo muy poco usual. Hay 40 habitaciones y 80 esculturas, pero no se pueden visitar.



La razón de construir un monasterio colgando de la montaña estaba en salvarlo de las inundaciones. La montaña lo cobijaba (y aún lo hace) de la nieve y de la lluvia, además de protegerlo del sol. Un lugar tan remoto también cumplía con los preceptos del taoísmo: no habría ruidos, estando a tanta altura.


Las vistas son espectaculares, pero la visita es un poco decepcionante. Es un monasterio pequeño y las colas son inmensas. Además, estas colas no tienen control alguno, por lo que yo no sé cómo ha resistido tantos años en pie. La gente se agolpa por los pasillo, asomándose a los balcones (que son muy bajos) y te empuja. Hay que tener mucho cuidado y llega  a ser agobiante. Como el monasterio está sostenido por pilares de madera, en muchos casos, al haber tanta gente agolpada, sientes cómo se mueve el edificio e incluso ves los balcones tambaleándose. Es todo un milagro que aún siga allí.



Cómo llegar a Xuankong (The Hanging Monastery)

🚌 Autobús: desde la estación de autobuses de Yantong Road (Datong Coach Station), sale un autobús a Hunyuan County. Desde allí se puede coger el autobús 8 o un taxi hasta el monasterio.

🚕 Taxi: un viaje Datong-Monasterio-Datong puede salir por 150 yuanes, si se negocia bien.
🕑 Horario: de 9’00 a 17’00

💴 Tickets: 130 yuanes

- CITS: Hay una oficina de CITS dentro de la salida principal de la estación de tren. La estación la lleva un tal William Gao y ofrecen una visita diaria que incluye Yungang Caves, The Hanging Monastery y Ying Xian Wooden Pagoda. El precio suele ser de 225 yuanes incluidas las entradas y la comida o 100 si no las incluye. También hay otros CITS fuera del Datong Binguan.

- HOTEL: Los hoteles también suelen tener estas visitas organizadas, pero su precio se dispara. A mí mes cobraron más de 600 yuanes. 


China: Día 21 – Qué ver en Datong, la ciudad del carbón


Datong es una megaciudad de más de tres millones de habitantes. Cuenta con uno de los mayores yacimientos de carbón de China y está muy cerca de Mongolia Interior. Tiene aspecto de ser una ciudad bastante rica.

La ciudad en sí apenas tiene interés turístico, sin embargo, es un sitio muy visitado para hacer noche y visitar lugares cercanos, como Xuankong o las Grutas de Yungang; aunque algunos prefieren venir en un tren nocturno desde Beijing, realizar las visitas y volver de nuevo en el tren. Y es que  Beijing está a sólo 6 horas.

La estación de tren está en el número 1 de Zhanqian Street. Fue construida en 1914 para transportar el carbón. Al ser el principal proveedor de carbón de todo el país, la estación aún conserva esta función, además de transportar viajeros. Eso sí: es la estación de tren más limpia que he visto en toda China.

La ciudad está en obras por todas partes, por lo que si te empiezan a dar vueltas con el taxi probablemente se deba a que hay muchas calles cortadas, al igual que en Kunming. 

Hasta allí se puede llegar usando los autobuses  2, 3-2, 4, 8, 15, 30, 35 y 42.

Las atracciones más importantes son:

1. El Muro de los Nueve Dragones: data de la Dinastía Ming y es el más grande de este tipo en este país, con 45m de largo y 8m de alto. Abre de 9’00 a 17’00 y cuesta 10 yuanes. Se llega allí por medio del autobús 4. Da Beijie.

2. El Monasterio de Huayuan: monasterio del s.XI para una de las facciones del Budismo Zen. Aquí se encuentra la sala del Tesoro Poderoso: la mayor sala de culto budista de China. Cuesta 80 yuanes. Abre de 9’00 a 17’00. Se llega cogiendo los autobuses 15, 4 o 30 con parada en  Weidudadaoqingyuanjieku Station. Desde allí hay que caminar un poquito hacia el este.

Como en el hotel me habían dicho que tenía que esperar a mañana para realizar la visita al Monasterio Colgante al día siguiente, utilicé este día para pasear un poquito por la ciudad tranquilamente, para relajarme en la piscina cubierta del hotel y para descansar, que falta me hacía. 

China: Día 20 – Datong: Opinión del Datong Hong An International Hotel


Después del incidente con la “inteligente” del hostal de Pingyao, llegué a tiempo a la estación de tren. Allí pude coger el único tren en el que conseguí ir en litera dura, ya era algo, si consideramos que las literas blandas son casi inexistentes para la gente de a pie. 

👉 Cómo es viajar en asiento duro en los trenes de China

Llegué a Datong ya de noche. Como era muy tarde, decidí no calentarme la cabeza y pillé un taxi no muy caro, después de negociar con muchos. Precio pactado, que ya me sabía yo el truco del GPS (si te insisten en que lo ponen, desconfía. Normalmente están trucados para cobrarte más). Y tras unas carreras de infarto, saltándose todos los semáforos que pudo y haciendo verdaderas barbaridades en la carretera a toa hostia y con música dance altísima, conseguí llegar al hotel sin que me diera un infarto.




Datong Hong An International Hotel

Harta de hostales, reservé sobre la marcha un hotel de 5 estrellas con booking.es. Con el desayuno incluido las dos noches me salieron por  596 yuanes, un lujazo. El hotel está bastante bien. En recepción sólo un empleado habla inglés, pero lo hace perfectamente.

La habitación que tuve fue bastante grande, limpia y con wifi. Contaba con bañera, ducha y acceso gratuito a la piscina cubierta. La piscina está genial, sobre todo por la decoración que tiene, llena de plantas artificiales.

El desayuno buffet es bastante amplio: hay un apartado para cocina china, otro para cocina taiwanesa y japonesa; y otro para cocina occidental, con un chino que hacía las tortillas delante de los huéspedes. Había de todo. 

El hotel también cuenta con 4 restaurantes y una cafetería. El restaurante occidental está en la misma planta donde se realiza el desayuno. La carta con los precios se puede ver a la entrada y es bastante escasa y cara. De hecho, le puse una cara a la camarera… Primero le pregunté, después de ver la carta, que dónde estaba el apartado de comida occidental y  me indicó las mismas hojas que ya había mirado. Asombrada, le dije que occidental eso no era, que era todo pescado crudo y cosas raras. Ella se quedó más asombrada aún, con cara de: “Pues si ésta que es occidental dice que esta comida no es occidental, ¿qué estoy vendiendo yo?”

Decepcionada decidí no probar el restaurante porque ni los nombres de los platos los ponía en inglés.

El hotel tiene una oficina de información turística, pero nadie habla inglés y todos allí te remiten al mismo hombre de la recepción, el de siempre. Con él contraté la visita a las Cuevas de Yungang, al Monasterio Colgante y a Henshan. Fue bastante caro y no aceptó negociaciones. Intenté dar con CITS, pero no la encontré. También entré auna agencia de viajes que estaba en esa misma calle, pero resultó ser aún más cara. 

Pero no desistas. Si tienes tiempo, busca el CITS (luego lo encontré y no estaba tan lejos) que los precios de sus ofertas suelen ser más baratas.



Como localización, el hotel está bastante apartado del centro. Se encuentra en una zona de hoteles y grandes edificios donde no hay nada cercano. Lo único bueno es que está a media hora en coche de las Cuevas de Yungang y a 15 minutos de la estación de tren.  A Xuankong se tarda una hora y media.

Datong Hong An International Hotel   (大同宏安国际酒店
28 Binxi Road - Datong, 037006    宾西路28 (大同, 037006  

China: Día 13 – Kunming: Cómo llegar al Upland International Youth Hostel


Gracias al único taxista que quiso cogerme en todo Kunming llegué al hotel. Allí había dejado el equipaje en consigna,  porque para esa noche había reservado en el Upland International Youth Hostel. Este albergue sí que acepta el carnet de alberguista. Parece un hotel. Aunque la recepción es muy pequeña, el edificio es bastante grande y las habitaciones también.

En recepción hablan perfectamente inglés, (vaya, serán de los pocos en esta ciudad que lo hablan) y te dan toda la información turística que necesites. La cafetería-restaurante es algo cara, pero sirven buena comida; aunque las Coca-Colas son más caras que en las tiendas de alrededor y no dejan traerse bebida de fuera.

La terraza está muy bien, pero como llovía a mares, pues no disfruté de nada. Normalmente suelen hacer actuaciones y conciertos en ella los sábados.

El hotel también vende cubos de noodles a un precio asequible y las habitaciones están limpísimas.

La única pega es que sólo hay wifi en el hall y en la cafetería.


El hotel no hace reservas de trenes. Las chicas me explicaron cómo llegar a la estación de tren y allí gestionar todos los desplazamientos que me quedaban en China, porque todos iban a ser en tren.

En la estación, fui directamente al mostrador de información. Un señor poco amable, me indicó, sin ganas, que fuera a una ventanilla en concreto. Llamó por el walkie y, de repente, aparecieron algunos de los letreros de la estación en inglés y los anuncios también (esto sucedió igual en todas las estaciones en las que estuve durante mi viaje).

En la ventanilla en cuestión, me esperaba el único empleado que hablaba inglés. Al principio, de mala gana, me indicó que en todos los trenes que yo llevaba apuntados (y que estaban en chino, gracias a las chicas del hostal que me lo habían escrito) sólo quedaban plazas de pie o en asiento duro. ¿20 horas de pie?

Reservé el único en el que me dijo que había litera, el de Pingyao a Datong (y encima, era el único que cogía por la mañana…). Cuando vio mi pasaporte, le cambió la cara. Asombrado, dijo “Shibaya!”, y cambió la cosa. Habló un poco de fútbol y me trató muy amablemente. Hasta me buscó vías alternativas a mi viaje para que pudiera ir en trenes con horarios parecidos, aunque fuera sentada, pero no de pié.

El poder del fútbol…

Cómo llegar al Upland International Youth Hostel

▪  Desde el aeropuerto: coge el bus 1 hasta el final de línea (West Inn) por 25 yuanes y luego un taxi, por 10 yuanes.

▪  Desde la estación de tren: coge el bus nº2 hasta Wenmiao y camina 600 metros o coge el bus nº1 y bájate en QingYu Jie.

🚖  En taxi, la distancia es de 4km y suele costar 15 yuanes.

▪  Desde West Bus Station: coge el bus nº80 hasta XiHua Yuan (la décima parada) allí enlaza con el bus nº95 y bájate en QingYun jie.

🚖  En taxi, la distancia es de 8km y suele costar 25 yuanes.



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Cómo son las estaciones y la compra de billetes de tren en China


Cómo son las Estaciones de tren en China

He visitado las estaciones de trenes de Pekín, Shanghai, Suzhou, Kunming, Pingyao, Chengdu y Datong.

Con diferencia, la de Chengdu se lleva la palma. Suciedad en toda la plaza, llena de gente enferma tirada por el suelo, prostitutas y demás en cualquier calle anexa. No sabía dónde olía mejor, dentro del tren o fuera. Y los servicios… ¡Dios! No hay puerta. En la entrada hay una tiras de plástico como en las carnicerías, sudorosas y malolientes, luces tenues, parecía que en vez de al servicio ibas al prostíbulo. No pasé de la entrada.


Pekín y Shanghai me parecieron mucho más limpias (en comparación). Aunque su manía de limpiar los trenes mientras van llenos aún, cuando se acercan ya al destino, para no limpiarlos luego, está presente siempre; así como la de fregar todo un hall de una estación sin cambiar el agua y después ir al servicio a seguir limpiando (sin agua) y esturrear así los meados por media estación.

Cómo se compran billetes de tren en China

El gobierno obliga a que todas las estaciones grandes tengan un servicio para extranjeros. Normalmente en esa ventanilla no hay nadie o no está señalizada. Hay que buscar la ventanilla que más pegatinas tenga del Partido Comunista o ir directamente a información. Desde información llamarán a alguien por teléfono para que se ponga en esa ventanilla y te medio atienda en inglés. Desde ese momento también escucharás la información de trenes en inglés por megafonía.

Lo mejor es llevarlo todo escrito de antemano. Con todas los trenes que quieres reservar y con los alternativos en caso de que estén llenos. Yo me llevé escritas las tablas de esta web, que es muy fiable.


Cuando ya tienes el billete, hay que pasar los diversos controles de seguridad: escáneres para personas y maletas, por si acaso tú llevas algo peligroso. En cambio, por lo que yo vi, sí que dejan entrar, por ejemplo, palos de bambú enormes que la gente lleva para poner sus bolsas en los extremos, si a alguien se le va la cabeza, eso debe hacer mucho daño…).


Pasados los escáneres debes buscar la sala de espera desde donde sale tu tren y esperar. Dos horas antes ya encontrarás a gente haciendo cola en la puerta. Conforme se acerca el tiempo, la gente se va poniendo nerviosa y empiezan a colarse. Cuando dan el aviso por megafonía… ya es la declaración de guerra. Y cuando las abren… la guerra ha empezado. 

La puerta es estrecha. Hay dos encargados de mirar los billetes y a veces el pasaporte. Mientras tanto, tienes a gente empujándote por todos lados, pegándote con las maletas, saltando por encima de las barras, por encima de los asientos de la sala de espera… Todo por colarse y tener la satisfacción de entrar por la puerta antes que tú.


Una vez pasada la puerta, la gente se relaja y ya no corre, pero tú sí que debe correr. Busca tu vagón y coloca tu equipaje. Si llegas tarde, puede que no quepa, ya que, aunque hay límite de equipaje, parece que no se cumplen y hay chinos que van como si llevaran  la casa a cuestas: maletas, sacos de arroz más grandes que ellos, sacos de cosas, cubos abarrotados de cosas, hasta colchones he visto meter. Y sus bolsones de comida.

Cuando llegan al tren la gente se vuelve loca colocando y peleándose porque su equipaje no cabe. Si has llegado antes, tendrás suerte. Aunque vigílalo todo con cuidado, porque puede que lo muevan o lo saquen (a mí me lo querían bajar unas para meter sus cosas y quedarse lo mío en el suelo. Como me opuse, empezaron a gritarme… pero pasé).